miércoles, 22 de mayo de 2024

Urge.

 



Comentario radial y escrito.

 

 

 

 

 


 

 

Los que saben, dicen que el cerebro humano, selva misteriosa de neuronas, es selectivo.

 

Si hay intereses gustosos creados, el cerebro los guarda con gusto, si no son de su agrado, pero están “a la orden del día”, aprietan los glúteos y amurrados ejecutan lo mandado. 

Ahora, si se pueden zafar de algo no de su agrado, es un profesional, se olvida en un parpadeo.

 

El ser humano, es un existir maravilloso, sin embargo, no sabemos existirlo.

 

Es materia de estudio.

 

Actualmente, arañan a degüellos y a zafarranchos los clarines.

 

Las trincheras son fosas compartidas por donde salen como en un sunami, olores nauseabundos de carne y de ignorancia.

 

Algunos, se hacen los sordos, ciegos y mudos.

 

Los que sienten y saben, que el poder de la democracia proviene de la unidad de los pueblos, nos comemos desesperados las uñas, otros, otras, esconden la mano.

 

Nunca, en mi historia, la mentira, el descaro y la infamia, ha tenido tanto lecho.

 

Abrazado a Morfeo, tuve sueños para actualizar mi “ayudamemoria”; necesitaba de valores éticos y morales, que han modelado mi carácter, mi interpretación de lo vivido. 

 

Los recuerdos se venían en patota; el sueño me pedía amurallar los respetos. 

 

Soñaba, atravesando entreverado con decenas de habitantes, un maizal enorme y raro. 

 

Íbamos a un terminal aéreo, un avión, nos llevaría a un predestinado destino.

 

Uno de los caminantes, un tipo robusto, alto, simpático y servicial me metía conversa; me sonreía amable, cordial, hasta una cerveza me invito.

 

Yo soy, un atado espeso. 

 

Rehúyo conversar en compañía inesperada, soy, por historia, por creencia y oficio, más bien aislado; y, sobre todo, “dios mío de los coloraos” no me ha gustado nunca viajar.

 

Soy raíz de chañar, de guayacán, soy terco, terrón oscuro

 

¡El ojito que tengo!

 

El punto de llegada era un terminal, donde tendríamos que mostrar documentos de viaje, y, partir para otro lado.

 

Hay que irse legal.

 

El grandote, dale con la lengua y yo asintiendo como un idiota.

 

Al fin llegamos al terminal, parecía una barraca enorme. 

 

A los lados, una montonera de habitantes con frazadas por el suelo, vendiendo repelente para mosquitos.

 

En ese momento, desperté inquieto, mi próstata y mi amigo artrosis, necesitaban de mí.

 

Fui al baño, contento de haber despertado. 

 

El grandote me tenía cachuo.

 

Me acuesto y me duermo. 

 

Ahora entiendo eso de, “el cerebro es selectivo”. 

 

Seguí soñando la parte dos.

 

Al mostrar mis documentos, una muchacha los mira, me mira y dice en italiano: 

 

Espere un momento. 

 

Espere más que un momento, vuelve y me entrega los documentos indicándome que siga. 

 

Otro galpón enorme esperaba; gente sentada escuchando a Enrique Guzmán cantando, 100 kilos de barro.

 

Sorpresivamente, se paran los 100 kilos y por los parlantes informan:

 

El ciudadano tanto, dicen mi nombre; no podrá embarcar. 

 

Fuimos notificados por la Empresa Internacional “Refugio para todos”, que su presencia en cualquiera de sus sucursales es “persona no grata”

 

Ahí quede. 

 

Mi cerebro se fue a realizar su pega nocturna y yo, contento conmigo mismo, me quede dormido.

 

El maizal, estimados oyentes y lectores, que vamos hoy atravesando, no tiene sueños ni despertares.

 

Lo selectivo de la muerte, no tiene por donde escoger. 

 

Sin embargo, el habitante que pedalea en bicicleta acarreando en su capacho una conciencia social digna, de vida, aunque tenga por delante, un laberinto endemoniado por vivir sigue pedaleando.

 

Cualquier acontecer negativo o positivo, gesto, suspiro, “condoro” es acomodado como sea, con falsedades o insinuaciones; con miedos y advertencias, con inmoralidades, para complicar a más no poder el pedalear de la conciencia de clase y de aquellos que saben, porque se hacen las cosas. 

 

Las mentiras y falsedades, las manipulaciones, te dejan desparramado como vidrio de ventana rota.

 

Hoy, los medios de comunicación europeos mostraban la liberación de rehenes que estaban en cautiverio desde el ataque inesperado del Hamas.

 

La manera y forma de informar, justificaba, aceptaba, le bajaba el perfil, al genocidio que se está perpetuando en Gaza.

 

Van, más de 35.400, palestinos muertos 

 

En un campo para refugiado, en tan solo un día, a 40 niños palestinos les arrebataron la vida.

 

Si es que existen habitantes poderosos, con sentido común, con criterios humanistas, empatía, sensibilidad social; yo, no tengo idea por donde andan, ni para donde miran, no sé.

 

Europa, Estados Unidos, Eurasia, pueden parar en dos minutos tanta muerte.

 

Si por culpa de tener un reloj, que puede hacer de todo, defecar por ti, cantarte lo que te gusta, saber de tu salud y llevarte para donde tú quieras, rascarte, nos estamos matando para vender y tener mejores relojes.

 

¡No quiero carajo saber la hora!

 

Yo sé que los negocios son los negocios, las pilastras tienen que existir; sabiéndolas levantar, salen todos ganando; sin embargo, interrumpen insolentes, con la hipocresía a cuesta, diciéndose progresistas, humanistas y por debajo o en la cocina, andan vendiendo armas, utilizando a medios pollos, que tuvieron en algún día, dignidad y que hoy, en carretillas inmorales, colaboran con la muerte, torturan la razón. 

 

Y García Lorca llora y Miguel Hernández llora, Rafael Alberti llora. Antonio Machado grita: “La conciencia es anterior al alfabeto y al pan “

 

Cuando llegué a los brazos solidarios de mi “paisito de agua”, su población estaba en discusión de tener o no tener energía nuclear. 

 

Las confrontaciones tenían que ver con la moral, con lo ético, con el humanismo, con el bienestar social, bienestar construido por la tenacidad social y sentir de Olof Palme 

 

A esta actitud se añadía la sombra invisible de Hiroshima, de Nagasaki, se asomaban interrogantes, los premios nobel, que se financiaban con las ganancias obtenidas por el que estabilizo la nitroglicerina, o del saber de Einstein, de la energía infernal que se produce al desintegrarse un átomo.

 

La disyuntiva, de lo nuclear o no, de existir o no existir, ya no lo es. 

 

Hoy, de lo mismo, y las consecuencias pueden ser como, el soltar un misógino psicópata y pederasta, un pedófilo, en un parvulario femenino.

 

Hoy, ya no importa.

 

España, tenía a una ministra de igualdad que quería rebelde, autentica, ponerle atajo radical, orgánico, político y judicial, a esta bestialidad del machismo constitucional y consentido.

 

El sistema y sus recovecos, la puso al hielo. Le robaron su ministerio. Hoy, va de candidata a las elecciones de la Unión Europea; apéndice actual del Imperialismo yanqui.

 

Los lideres de mi paisito de agua, están con la OTAN, empuñando lanza en ristre, armas nucleares. 

 

Urge arroparse con Black Rock, dice la banca, ellos podrán sin “litigio alguno” levantar ladrillo tras ladrillo, las ciudades y servicios destruidos por la invasión rusa. 

 

Todo ha sido planificado a largo, largo plazo, sabiendo de las reacciones y hacer de la conciencia humana, al tenerla actualizada por los medios de comunicación masiva.

 

Las ciudades, los países renacidos, estarán protegidos por bases militares, que organizarán la entrada del fentanilo.

 

Eso del fentanilo, me recuerda la táctica inglesa de debilitar al imperio chino con el opio, para luego manejarlo a su misero antojo.

 

Conquistar, alcanzar el riquerio los poderes integrales, nos transforma más que ayer, en unos imbéciles.

 

Imbéciles, que calificativo más feo y real, el noticiero español comentaba que, Ucrania ya tenía en su poder las armas tantas veces prometidas, pero no tenían ni tienen quien las use.

 

Y ponen en acción lo mismo que hizo el nazismo en la segunda guerra mundial o también Chile, en la guerra del pacifico, obligar a jóvenes niños, a vestir uniforme y morir.

 

Se veía en pantalla, como en los pueblos y ciudades de Ucrania, tiraban en furgonetas a muchachos que se negaban y se resistían a ser parte del negocio lucrativo de la guerra y de la ignorancia.

 

Pobre Ucrania, ahora te matan como en guerra santa.

 

Estamos matando al habitante, no es solamente Ucrania, Gaza, los que se visten para degüellos, están: Somalia, Burkina Faso, Nigeria, Siria, Sudan, Yemen, me faltan dedos... 

 

Adivinen, que país está en cada uno de estas desgraciadas geografías, cooperando a encajar bayonetas.

 

Siendo yo, aun cabro, a un costado del Liceo de Hombres de La Serena, no recuerdo el nombre de la calle, una casa antigua, con grandes puertas blancas, escribieron con pintura roja: 

 

!Yakarta!

 

En Indonesia, un nacionalismo obtuso y brutal, lacayo de la guerra fría, asesino a más de un millón de ciudadanos comunistas o a seres humanos con ideas progresistas que se identificaban con la justicia social.

 

Fue un genocidio, que se desparramo por el mundo entero como una necesidad libertaria y patriótica para salvar a la humanidad de la monstruosidad comunista. 

 

Este perdigado anticomunismo es el miedo del gran capital de perder sus privilegios, sentido social inhumano, prolongada por miles y miles de años, y, hoy, otra vez sangrienta y salvaje por la aplicación del neoliberalismo.

 

Lo que, maldita el comunismo, es, que este persigue que sea el estado que regule las pilastras del país y que los impuestos estén de acuerdo con las entradas. 

 

Que los servicios, como la salud, la vivienda y la educación sean derechos del pueblo habitante. Son del pueblo y tienen que estar en manos del pueblo, del Estado.

 

Y lo privado, Lenin, en la revolución bolchevique no descartaba la propiedad privada; sus partidarios, no le gustaba mucho la idea, era incluso cuestionado, pero Lenin insistía, lo privado podía existir, pero no, en los medios estratégicos de producción

 

Se juntan en Madrid, España, “los perros de presa” del imperialismo, del riquerio. El mundo occidental, con cerebro selectivo, los deja pastar.

 

La memoria urge un sentido crítico.

 

Alejandro Fischer Alquinta

 

20240517