Iván Ljubetic Vargas,
historiador del
Centro de Extensión e
Investigación
Luis Emilio
Recabarren, CEILER
LA PRIMERA DIRECCIÓN CLANDESTINA
Inmediatamente producido el golpe comienza a funcionar la primera
dirección clandestina comunista. La encabeza Víctor Díaz López, que ha ocupado
hasta el 11 de septiembre el cargo de Subsecretario General del PC; como una
especie de Subsecretario general asume Mario Zamorano; Américo Zorrilla, como
Organización; Uldarico Donaire (“Rafael Cortés”), como Encargado de Control y
Cuadros; Víctor Cantero, finanzas; Jorge Muñoz, trabajo con profesionales e
intelectuales; Inés Cornejo, Femenina;
Jorge Insunza; José Weibel, Encargado de las Juventudes Comunistas.
Funciona durante dos años y medio. Durante este lapso tiene
modificaciones.
Américo Zorrilla, debe abandonar el país, por razones de seguridad; se
incorporan por algún tiempo Víctor Galleguillos y Pedro Henríquez. También lo
hace Juan Carlos Arriagada, cuando asume como Encargado de las Juventudes
Comunistas.
EL PC EN LA MIRA DE LA DICTADURA
Hacia 1975 las acciones públicas y clandestinas antifascistas adquieren
notorio incremento. Ello preocupa a la dictadura. Sus órganos secretos detectan
que en ellos hay una influencia muy grande del PC. Entonces deciden lanzar una
violenta ofensiva terrorista contra los comunistas. Se crea un organismo
especialmente dedicado a destruir
físicamente sus dirigentes y militantes más destacados. Es el Comando
Conjunto. 1976 es un año en que el Partido Comunista recibe todo el peso de la
represión fascista.
Según el Informe Rettig, el
Comando Conjunto es “una agrupación de inteligencia que operó aproximadamente
entre fines de 1975 y el término de del año 1976, y cuyo objetivo principal fue
la represión al Partido Comunista. Durante este período se ha comprobado que
fue responsable de la desaparición forzada de cerca de 30 personas... El
Comando Conjunto no tuvo una formalización institucional. Funcionó simplemente
de hecho. Estaba formado principalmente por agentes pertenecientes a la
Dirección de Inteligencia de la Fuerza Aérea (DIFA) y contó más tarde con una
participación importante de efectivos de la Dirección de Inteligencia de
Carabineros (DICAR). Contó también en
menor medida con la participación de
agentes del Servicio de Inteligencia Naval (SIN) y con algunos efectivos de la Dirección de
Inteligencia del Ejército (DINE). Además colaboraron con ese Comando miembros
de la Policía de Investigaciones de Chile
y civiles provenientes de grupos nacionalistas o de extrema derecha”[1]
Según afirman Ascanio Caballo, Manuel Salazar, Oscar Sepúlveda en su obra “La Historia Oculta del Régimen Militar” El
Comando Conjunto “lo dirigía un comandante de la Fuerza Aérea: Edgar Ceballos Torres. Su
jefe operativo era un civil incorporado a la FACH, Roberto Fuentes Morrinson
(El Wally)”.
En una nota se agregan: “El juez Cerda comprobó en 1985 que un grupo
de 47 personas se habían asociado ilícitamente para operar contra miembros del
Partido Comunista”
SIGNOS QUE PRESAGIAN LA TRAGEDIA
En
1975 son detenidos Miguel Estay Reyno, René Basoa. Un año antes, el 5 de agosto de
Las olas de detenciones iniciadas
en 1974 con la detención de Jorge Montes, aumenta en 1975 con la colaboración
de los delatores y termina por aplastar a dos
direcciones del Partido en 1976.
Según afirma Rolando
Álvarez, “La represión del Comité Regional Sur constituye una de las páginas
más violentas del historial represivo de la dictadura de Pinochet”.[2]
Muchos dirigentes
comunistas son detenidos y bárbaramente torturados. El saldo es terrible:
muchos mueren, otros se alejan del Partido por miedo o por remordimientos. Hay
quienes resisten y vuelven a la lucha clandestina. Entre ellos están Luis Ramos
y Armando Mena.
[1] “Informe de la Comisión de Verdad y Reconciliación”. “La Nación”, martes 5 de marzo de 1991, página 102
[2] Rolando Álvarez, obra citada, página 126