Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
A PESAR DEL TERROR FASCISTA
Durante los 17 años de la
dictadura, impuesta por el golpe fascista del 11 de septiembre de 1973, el
sangriento terrorismo de Estado no impidió que los sectores democráticos
conmemoraran el Día Internacional de los Trabajadores. Aquí entregamos algunos
casos.
EL NO ACTO DE 1975
En nuestro país hubo
conmemoraciones del 1º de Mayo que son inolvidables.
Por ejemplo, el no acto de 1975. Un
testigo recuerda: “La gente llegaba a las puertas del Estadio donde un letrero señalaba: acto suspendido por orden
del jefe de plaza. Todo seguían de largo, mirando de reojo el letrero
infamante... Todos llegaban hasta la próxima esquina y luego se volvían. Se
reiteraban los saludos y los abrazos entre miradas valientes y talentosas... Eran
miles de trabajadores con sus mujeres y niños que iban a celebrar su efeméride,
con un día de deportes y canciones. La dictadura lo impedía y ellos volvían con
la misma serenidad. Aunque seguramente con una nueva experiencia, con la
comprobación de que eran muchos. ¿Cuántos? Un aficionado a las estadísticas
calculó entre
NIEGAN AUTORIZACIÓN EN 1977
Ciento veintidós confederaciones,
asociaciones nacionales, federaciones y sindicatos elevaron una solicitud de
permiso al intendente de Santiago, general de División Rolando Garay, para
realizar un acto el 1º de mayo de 1977 en el Teatro Caupolicán. Fue denegada por escrito. Ante esto, tuvo lugar un acto en la Catedral
Metropolitana de Santiago. En él, el cardenal Raúl Silva Henríquez pronunció
una homilía, donde señaló:
“Llegará el día en que esta tierra, esta tierra nuestra, será capaz de cobijar como madre a todos sus
hijos; también a ese 10% más o menos que hoy la ha dejado en busca de mejores
condiciones de trabajo y de vida... Nosotros queremos un modo de convivencia
nacional basado en el amor, en la justicia y en la libertad. Nosotros queremos
paz.
“Y estamos convencidos de que en
la construcción de ese nuevo orden social el aporte de los trabajadores es no
solamente indispensable sino cuantitativa y cualitativamente decisivo. Decimos
más. Nosotros creemos que ese gran valor que es la seguridad nacional nunca
está mejor garantizado que cuando el pueblo trabajador ve y siente reconocidos
sus derechos”.
EN 1978 SIEMPRE BAJO LA TIRANÍA
Varias organizaciones sindicales
solicitaron autorización para un acto en
la Plaza Almagro. Esta fue negada por el ministro del Interior de Pinochet, Sergio Fernández. El lugar pedido para la concentración
amaneció ese día rodeado por fuertes
cordones policiales, preparados para librar una dura batalla contra el pueblo.
A media mañana, grupos de
trabajadores, muchos acompañados de sus mujeres y numerosos grupos de
estudiantes comenzaron a confluir hacia la avenida Bulnes y también por el
sector de Plaza Almagro. Los manifestantes
rompieron las barreras. Hubo escaramuzas. Feroz represión. Gritos de “Libertad”, “Viva el 1º de Mayo”,
“La represión no podrá ahogar la
lucha de los trabajadores”. 328 personas
fueron detenidas. De ellas, 18
extranjeros entre los que estaban 8 religiosos.
Grupos de manifestantes lograron
llegar a la Iglesia San Francisco. Ante dos mil personas hablaron Eduardo Ríos
y el cura Maroto. Irrumpió la policía, nuevos detenidos.
Hubo más de mil apresados en
Chile, ese día en que se avanzó en la unidad
y en la combatividad contra la
dictadura fascista. Los delegados
extranjeros que visitaron Santiago
emitieron una enérgica declaración repudiando “la violenta e injustificada
represión de parte de la policía”
REPRESIÓN DE LA DICTADURA EN 1979
Cuatro agrupaciones sindicales,
que reunían el 90% de los trabajadores organizados, solicitaron permiso para
efectuar un acto en la Plaza Pedro Aguirre Cerda con motivo del 1º de Mayo. No
fue autorizado por el ministro del Interior de la dictadura, Sergio Fernández. Argumentó
que esa concentración tenía un objetivo político. En Valparaíso dirigentes de
23 organizaciones solicitaron autorización a la Intendencia para celebrar un
acto en el Teatro Velarde. También fue rechazada.
El 28 de abril, dirigentes
sindicales extranjeros fueron impedidos de ingresar al país. Otros ocho
lograron entrar.
En Santiago, ante la negativa de
la dictadura de autorizar la concentración
en la Plaza Aguirre Cerda, se llevaron a cabo actos en varios puntos de
la capital, todos con una excelente organización.
La represión policial se ensañó
contra los manifestantes. Hubo 385 detenidos, de los cuales 103 eran
estudiantes universitarios. 333 fueron dejados libres, 40 declarados reos por
la Ley de Seguridad Interior del Estado
y 12 juzgados por la Fiscalía Militar.
Uno de los actos realizados en
Santiago se efectuó en la Iglesia de San Francisco, a donde concurrieron
los delegados sindicales extranjeros. Allí
irrumpió la policía deteniendo a muchos de los presentes.
Otro tanto ocurrió en la Basílica
del Salvador, donde también hubo delegados extranjeros, que fueron testigos de la represión de los
carabineros.
En Valparaíso, unos 200
manifestantes salieron desfilando luego de realizar una reunión en el local del
Sindicato de Talleres Gráficos. Fueron agredidos por carabineros que detuvieron
a 40 de ellos.
Hubo acciones en otras 22 ciudades
del país.
PERÍODO POSDICTADURA
Pasaron los años. La dictadura de
Pinochet fue reemplazada por cuatro gobiernos de la Concertación. El 11 de
marzo de 2014 llegó de nuevo Michelle Bachelet a La Moneda. Pero ahora en
brazos de la Nueva Mayoría y con un Programa que contempla profundas reformas.
El 11 de marzo de 2018 se inició
el segundo gobierno de Sebastián Piñera, de corte neoliberal-pinochetista. Todos
sus esfuerzos dedicados a terminar con las positivas reformas de la
administración de la Nueva Mayoría.
Ante el estallido popular del 18
de octubre de 2019 empleó la más feroz represión utilizando el siniestro Cuerpo
de Carabineros y en ocasiones a las fuerzas armadas. Desde octubre
La peste del coronavirus creó una nueva situación, muy bien aprovechada por el gobierno de Piñera para golpear al pueblo.
Han transcurrido 128 años desde que se realizó en Chile el primer Acto del Día Internacional de los Trabajadores.
Este año de 2020, el Día
Internacional de los Trabajadores será muy distinto a todos los anteriores,
condicionado por la maldita pandemia. A
pesar de todas las dificultades, los trabajadores conmemoraran su día. Teniendo
en cuenta que éste no una jornada de fiesta. Sino de lucha, de homenaje a todos
los que han dedicado su vida y su muerte a la construcción de un mundo mejor,
de solidaridad con todos los pueblos de la tierra que enfrentan al imperialismo
y al fascismo, de renovación de nuestros
ideales revolucionarios, de decisión por seguir combatiendo hasta hacer
realidad los sueños de los mártires de Chicago, de Recabarren, de Salvador
Allende y de millones de imprescindibles de todos los tiempos y todas las latitudes.