Comentario radial y escrito
Antes de empezar: Un saludo a mi pueblo trabajador, ese que viste conciencia de clase. Gracias por la vida y voz.
Seguir arando con ahínco, sabiendo él accionar amenazante del poder mediático del capital, se necesita tener “cuero en chancho” y razón, para sembrar ilusiones.
La verdad diaria de la gente y país, los logros, muchos históricos, lo mienten, lo esconden.
La verdad es enlodada, publican con bombo lo errores, dificultan las dificultades, esconden, mienten el hacer del programa de gobierno.
Se callan, son cómplices de los sepultureros.
El parir noticias falsas, revolverlas con verborrea, reproducirlas, aplaudirlas, darle espacios, es el recurso mercenario del riquerio.
Es tan letal como un crimen fascista, desencadenado, es tan inmoral como el hambre.
A través de sus medios de comunicación, Incuban una mentalidad social ignorante, enajenante, que te transforma en un alacrán de clase media, o en esbirros ignorantes, delictivos, creados y obligados a estar entre el “lumpen proletario”.
La pobreza, les provee esa clase de contingente.
Se hace necesario mencionar que mi forma de pensar, de ser, está ligada como helecho a mis propias vivencias.
Y nunca he sido invisible.
La historia colabora esa vida.
“Los comunistas, son obreros pobres, y, al vivir en barrios adyacentes o callampas se sienten frustrados y envidian a los de la ciudad.
El presidente de los comunistas, el socialista Salvador Allende es masón y toma whisky.”
¡Los comunistas se comen a las guaguas!
Esta semana de abril, escuchaba una antigua mentira:
Los rusos atrapan a jóvenes ucranianos, le lavan el cerebro, los instruyen para matar y los mandan al frente de batalla.”
“Ernesto Guevara se robó niños chilenos y los llevaba a la zafra.”
“Mujer asesinada por crimen pasional fue encontrada en la playa, La Ballena, Los Molles.”
¡ infames fascistas, infames los que callan!
La subjetividad, la objetividad es devorada en una tela de araña.
Vean a mi paisito flaco atorado; no puede defecar la existencia y hacer de corruptos blindados como el abogado Luis Hermosilla. Como el, hay pá tirar a la chuña
Sucede lo mismo en España, todo un sistema judicial, como en niño envuelto, en manos de la derecha y del fascismo.
Y hablan, nosotros también, de república, de democracia y soberanía.
Recuerdo un libro de Alejandra Matus; “El Libro Negro de la Justicia Chilena”.
Se me asoma el Juez Español Baltazar Garzón; acusado de prevaricación, prevaricación extraña; venganza por haber destapado la corrupción más inmoral, inmensa, insolente, de la derecha española.
Venganza también, por la orden de detención del criminal Augusto Pinochet por los crímenes de ciudadanos españoles en el golpe fascista.
Estimados escuchantes, lectores, sucede que me siento medio arrinconado, me cuesta hacerle la “cachaña” al enemigo más cercano. El enemigo más alejado, anda matando en la guerra.
Y los conozco tanto, que aún se asoman en mis noches de insomnio.
Nuestro país, nuestro sur, es como el internet, una copia de lo que sucede en cada país del mundo.
Lo dicho por Lenin: “Un paso para adelante y dos para atrás”, es para mí, una de las herramientas imprescindible para cambiar los sistemas políticos que se mantienen en el poder, que se incrustan gracias al hambre, a la vulnerabilidad, a la mentira, a la incertidumbre, que padece la clase que hace las cosas.
Como país, llevamos 214 años estructurando un país para el goce de los pudientes; ahora, es cierto, han existido acontecimientos, gobiernos, confrontaciones, que, gracias “a la lucha de clases” han obligado a la oligarquía a conceder algunas migajas de privilegios a los sectores medios, al “concho” no han llegado nunca; son harapientos privilegios, que no han dañado ni por ventura, los patrimonios y jolgorios intégrales del riquerio.
En esos avances, en esas conquistas, muchas veces dolorosas y llorando funerales, hemos olvidado, esos dos pasos para atrás de Lenin.
Dos pasos que son para amarrar, desarrollar, proteger, ese paso conseguido… Sin darte cuenta, ese paso conseguido, ese avance desaparece sin pena ni gloria. Y todo por andar “agarrando papa” en los comerciales, en informaciones chuecas, mediáticas o por el “in”
El trabajo, con remuneración mínima, no permite llegar a fin de mes; más de 1 millón de trabajadores chilenos, tienen un salario mínimo.
Cientos de miles, no tienen idea que van a comer al otro día. Y cerca de 20 mil personas pernoctan en la calle y esos rincones tienen techo de cartón.
Y lo más trágico y bellaco, es creer que la vida es así, que, algún dios, les demando esa pega, ya obtendrán las ganancias en el paraíso.
Nuestra vida política, de conciencia de clase, de ignorancia de clase, tiene para hacer una biblioteca.
El pueblo trabajaba explotado o moría en la guerra. 10.000 perdieron la vida para resolver el conflicto cuico entre el Congreso y la autoridad presidencial.
La cuestión política la resolvía el codo y la muñeca de la mano derecha.
Actualmente, en Gaza van más de 34.000 muertos por la operación exterminio étnico palestino.
Muertos por aquí otros por allá…
Los 60 millones de muertos provocados por el terror de la ideología nazi alemana, y de otras Alemanias, va encuadernando Hiroshima y Yamasaki.
Digo que las clases dominantes, tienen estructurado el país para su propio beneficio
En mi pais de mar por un costado, su estructuración política inclinada vertical, empezó con Diego de Almagro, lo demás lo hizo la rutina y la avaricia.
Yo sé de matanzas obreras, las he vivido, asustado, llorando.
Se del entorno enredado y fétido de la injusticia social.
Cuando el pueblo trabajador se organiza, asoman lideres intuitivos que entienden, reflexionan sobre la explotación del capital; su condición de humano, su dignidad, se rebela, y, el riquerio, les tiene pánico a esas reflexiones, a esos lideres de trigo y piedra.
Un pueblo bien organizado puede y tiene el deber, por ser humano, de ir eliminando las estructures que lo estrujan y que mantienen las carcajadas de la ignominia.
Desgraciadamente, la cultura de la explotación y conciencia de clase es muy de lomas y barrancos.
Cada vez que se conquista algo, se cree ya un triunfador, y agradece la democracia, agradece el sano juicio del capital.
Sin embargo, no entiende o no quiere saber el consejo de Lenin.
No entiende que lo conseguido hay que protegerle, vestirlo, de darle herramientas para su defensa y progreso, no robarle.
Por decir: 10 años de trabajo político, para conquistar, para conseguir derechos negados, hediondos a huelgas y a funerales, a dolores y reuniones, enojos, incertidumbres; se pierden en 10 minutos por no arropar lo conquistado; una votación parlamentaria, una ignorancia civil o la salida de fusiles y metrallas y se acabo la libertad.
Pero, no podemos ignorar que somos una copia, una copia que podemos hacerla de nuevo, a nuestra propia pinta.
El mundo esta polarizado, sin haber nadie por el medio, no hay sentido común.
Se quiere que muramos tristes, enojados o por estar.
El pueblo unido, puede cambiar esta maldición.
El Imperialismo, su neoliberalismo, se derrumba y las bestias son desencadenadas.
Tienen que salvar, aunque sea su pellejo. Y la única manera, es, sembrar el caos, el pánico por todos lados.
Tienen que estructurar el odio, el crimen, toda infamia es necesaria.
Son capaces de todo.
Miren ustedes en Arauco, asesinan para impedir que salga el sol.
La incertidumbre impide ver las estrellas y el venir del mar.
Lo que pasa en el mundo entero, la muerte artera, es la agonía del riquerio que no quiere morir.
Los medios de comunicación en mi país no divulgan que la pobreza en Chile va disminuyendo históricamente, que los servicios estatales, a pesar de los corruptos, del enemigo interno, es valorado en positivo, que los derechos humanos, no se han cumplido en toda su magnitud, no es por falta del gobierno, es por la actitud saboteadora de la derecha y del capital extremo.
Un Milei en argentina, un Kast en Chile, la estructura momia del estado y la oligarquía niega la república.
Hay que derrumbar las estructuras que nos tienen prisioneros, ciegos, sin aromas.
Chile, puede y tiene que construir un nuevo Chile.
Y como dijo Daniel, será hermoso.
Alejandro fischer