jueves, 18 de febrero de 2021

A 60 AÑOS DE LA PARTIDA FÍSICA DEL HIJO DEL SALITRE

 

 

                                               Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                               Centro de Extensión e Investigación

                                               Luis Emilio Recabarren, CEILER

 

                                 

 


 

“Hijo del salitre”, así le llamó Volodia Teitelboim. Su nombre era Elías Lafertte Gaviño. 

Su noble corazón de revolucionario dejó de latir el viernes 17 de febrero de 1961, cuando a pesar de estar enfermo, participaba en las elecciones parlamentarias como candidato a senador por la región del salitre, por Tarapacá y Antofagasta. Tenía 75 años de edad. 

Había nacido en Salamanca, provincia de Coquimbo,  el 19 de diciembre de 1886.

Desde niño debió trabajar. Muy joven partió hacia la pampa del norte, donde laboró en diversas actividades ligadas a la industria salitrera. Recién había cumplido 21 años de edad, cuando vivió la trágica experiencia de la masacre de la Escuela María de Iquique en 1907. 

En junio de 1911 conoció a Luis Emilio Recabarren. Trabajaba por entonces en la Oficina Salitrera Ramírez, cuando invitado por su amigo Jerónimo a la estación de Huara a un dirigente, llamado Recabarren, que venía desde Santiago.

Lafertte  relata que acompañaron al dirigente a una pensión, se quedaron conversando hasta la madrugada. Recuerda que “su charla era sencilla, tranquila, pero animada y llena de grandes enseñanzas. Infundía confianza oírlo, se despertaba el optimismo de uno, los deseos de actuar... Nos habló de la imperiosa necesidad que teníamos los trabajadores de organizarnos, de unirnos, como única defensa contra los abusos del capital”. 

Esa conversación con el padre del movimiento obrero chileno tendrá una decisiva influencia en la existencia del joven Elías. Posteriormente escribirá: “Esa noche de junio de 1911, mi camino junto a la clase obrera de Chile había quedado trazado para siempre”. 

Un año después,  participó en la fundación del Partido Comunista de Chile, que tuvo lugar en Iquique, el 4 de junio de 1912.

En 1923, en el Congreso de Chillán de la Federación Obrera de Chile, FOCH, Lafertte fue elegido miembro de la Junta Ejecutiva Nacional y Tesorero, de la primera central sindical de los trabajadores chilenos. 

Un año más tarde, el 19 de diciembre de 1924, tuvo el cumpleaños más triste de su vida: se suicida su amigo, compañero y maestro, Luis Emilio Recabarren. 

Al desatarse en junio de 1925 la represión contra los pampinos en Alto San Antonio, que culminaron con las masacres de La Coruña, Marussia y Pontevedra, Laferte fue enviado por la FOCH a investigar esos sucesos. Lo detuvo la policía y pasó largo tiempo encarcelado. 

En 1926 fue elegido secretario general de la FOCH. 

El 22 de febrero de 1927, el coronel Carlos Ibáñez del Campo, ministro del Interior del Presidente Emiliano Figueroa, inició una feroz represión contra el Partido Comunista y la FOCH. 

Elías Lafertte fue detenidos y luego confinado a la Isla Más Afuera del archipiélago Juan Fernández. Estando allá, el Partido Comunista  lo designó candidato a la Presidencia de la República en mayo de 1927, siendo el único opositor a la autoproclamada candidatura de Carlos Ibáñez. Éste   ganó por más del 90% de los votos. Asumió en julio de 1927,  ejerciendo una dictadura. 

Relata Elías Lafertte: “A mí me detuvieron en mi casa en febrero de 1929 y me llevaron a Investigaciones. En ese mismo cuartel fue sometido a brutales torturas por los agentes, que comandaba el famoso ‘detective científico’ Ventura Maturana, nuestro compañero Rufino Rozas... En los calabozos de la calle General Mackenna estuvimos parte de febrero, todo marzo y abril. El 1º de Mayo, nos reunieron en el gimnasio del cuartel de Investigaciones para comunicarnos que íbamos a ser llevados a la Isla de Pascua (posesión chilena ubicada en el Pacífico a 3.500 millas de Chile continental, Nota del autor). Salimos para Valparaíso, fuertemente custodiados... Fuimos embarcados en el  Transporte ‘Abtao’.”

“Diez días duró nuestro viaje, que no fue nada de agradable, por cierto, por la brutalidad del capitán Silva, comandante del ‘Abtao’. Cuando desembarcamos, el capitán Silva nos notificó que nos dejaba alimento para tres días.

-Y después, ¿qué vamos a comer?, preguntó uno de los relegados.

-Se mueren de hambre, dijo brutalmente el capitán. 

Ahí nos esperaba la Isla de Pascua, ese peñón desolado en medio del Pacífico, con sus estatuas, por donde jamás pasaba siquiera un barco... 

“Nuestro destierro duró desde el 11 de mayo hasta el 21 de diciembre del año 29.El 1º de Enero de 1930, el Antártico tocaba en Quinteros y nosotros, ese pequeño grupo de hombres, volvíamos a la libertad y a la lucha”. (Elías Lafertte: “Vida de un Comunista” pp. 210, 211, 216 y 217). 

El 4 de octubre de 1931 hubo elecciones presidenciales y Elías Lafertte fue candidato del Partido Comunista, por segunda vez,  alcanzando el 0,86% de la votación. Y por tercera oportunidad, el 30 de octubre de 1932, cuando logra captar el 1,2% de los sufragios. 

En estos últimos comicios venció Arturo Alessandri Palma, que desde diciembre de 1932 a  diciembre de 1938 ejerció su segundo gobierno, tan antipopular y represivo como el primero. 

Lafertte apoyó activamente la huelga de los obreros ferroviarios, aplastada violentamente por Alessandri en febrero de 1936. Por su actitud solidaria, el Gobierno lo desterró a México. 

Estando en el exilio fue elegido senador comunista por Tarapacá y Antofagasta, la región del salitre. Ello le permitió retornar a la patria.

En 1937 fue elegido Presidente del Partido Comunista. 

En 1938, Lafertte formó parte de la comitiva que acompañó al candidato presidencial del Frente Popular, el radical Pedro Aguirre Cerda. Aportó, en especial con sus intervenciones ante los pampinos, al  primer triunfo de la Izquierda chilena en un comicio presidencial, que se produjo el 25 de octubre de 1938. 




Participó activamente en la primera campaña presidencial de Salvador Allende, que culminó el 4 de septiembre de 1952, con la derrota del abanderado de la Izquierda. Al año siguiente jugó un importante papel en la elección  de Allende como senador por las provincias salitreras de Tarapacá y Antofagasta. 

Participó también en el XIV Congreso, que se efectuó clandestinamente en Cartagena en abril de 1956. Al ser reelegido Presidente de su Partido, la justicia le siguió proceso, en el cual el hijo del salitre actuó con dignidad proletaria. 

Hacia fines de los años 50 su salud se resintió seriamente. Pero ello no significó que Elías Lafertte  renunciara a la lucha social. 

Escribió su autobiografía “Vida de un  Comunista”. 

Falleció en plena campaña parlamentaria en febrero de 1961. 

Los funerales de Elías Lafertte, que tuvieron lugar el domingo 19 de febrero de 1961, fueron masivos. En la plazoleta de Cementerio General hicieron uso de la palabra varios oradores. 

Finalizado el acto, al dejar sus restos mortales en su última morada, se cantó La Internacional y el Canto a la Pampa, evocando la masacre de la Escuela Santa María de Iquique, en donde el “hijo del Salitre” había tenido su bautizo de fuego  54 años atrás.