miércoles, 24 de febrero de 2021

GALO GONZÁLEZ DÍAZ

 


En su 127 natalicio:  

 

                                                                                  Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                                                                  Centro de Extensión e Investigación

                                                                                  Luis Emilio Recabarren,  CEILER

 

 


 

SUS PRIMEROS AÑOS 

Galo González  Díaz  nació en Hijuelas de Nogales, provincia de Valparaíso, el 23 de febrero de 1894. Era el mayor de cuatro hijos de una familia campesina muy pobre.

En 1902, a la edad de 8 años, cuando cursaba el tercer año primario en la escuela pública de Nogales, debió abandonar los estudios. Había muerto su padre y debía trabajar para mantener la familia. Lo hacía de sol a sol, como obrero agrícola en su comuna natal de Nogales. En esos duros años fue forjando, en lo esencial, su posición ante la vida, su conciencia de clase, su identificación profunda y entrañable con el proletariado. 

Tenía  24 años, en 1918, cuando comenzó a laborar  en el mineral de El Teniente.

Por entonces los trabajadores chilenos seguían con enorme atención los acontecimientos de la Revolución Rusa.  Fue así como los mineros obligaban a Galo y a otro obrero de apellido Meza a subirse a una plataforma de madera que estaba en la ladera de un cerro y a leerles en voz alta las noticias sobre la lucha de los maximalistas rusos. Y cuando éstas eran buenas, los mineros entusiasmados arrojaban sus gorros al aire.

 

DIRIGENTE SINDICAL 

En 1920, perseguido por la empresa yanqui Braden Cooper, debió abandonar precipitadamente la mina. Se trasladó a Valparaíso. Laboró como cargador en el puerto. Participaba activamente en las asambleas sindicales. En los años iniciales como dirigente sindical, se adhirió al movimiento anarcosindicalista.

Más tarde se hizo carretonero. Luego trabajó en equipos de mudanzas. También en camiones de un empresario particular.

En 1922 viajó a Santiago, para asistir en representación del Sindicato de Conductores de Vehículos - de camiones y carretones - de Valparaíso, a una reunión de la FOCH. Allí conoció a Recabarren.

En 1924 contrajo matrimonio. Fue designado delegado ante el Consejo Provincial de la FOCH porteña por el Sindicato de Conductores.

 

SE INCORPORA AL PARTIDO COMUNISTA

En 1926 ingresó al Socorro Rojo Internacional. Ayudaba solidariamente a los perseguidos. Estudió marxismo.

En 1927, cuando tenía 33 años se incorporó al Partido Comunita. Fue durante la dictadura de Carlos Ibáñez del Campo. Junto con José González realizaron un estudio sobre la Historia del Partido Comunista de Chile.

Cuando en 1930, el Comité Central se trasladó a Valparaíso, Galo González jugó en él un papel decisivo. En 1931 apoyó el alzamiento de la marinería. Después de eludir a la policía durante la dictadura de Ibáñez, fue detenido bajo el gobierno de Dávila y relegado a la Isla Mocha.

En 1932 fue candidato a senador por Valparaíso.

 

SECRETARIO GENERAL 

Luego se trasladó con su esposa e hijo a Santiago. Donde residió en la población Arauco, cerca de la fábrica Yarur. En 1933, fue designado encargado nacional de Control y Cuadros. En 1937, viajó por primera vez a la URSS.

Ocupó las responsabilidades de director de la revista Principios y también de El Siglo.

En julio de 1949, a la muerte de Ricardo Fonseca,  y en plena ilegalidad del gobierno de González Videla, fue elegido secretario General del Partido Comunista.

  

ESCRIBE INTRODUCCIÓN AL “CANTO GENERAL” 

En 1950 escribió la introducción al “Canto General” de Pablo Neruda editado clandestinamente en Chile. En ella bajo el título ‘Un llamado fervoroso al combate’,  señaló:

“Gran parte de esta obra fue escrita en secretos lugares, teniendo muchas veces como escritorio una tabla o un tronco de árbol, mientras el poeta era buscado, con su cabeza puesta a precio.  Tiene el sello de Chile furiosamente perseguido por decir la verdad, por querer seguir siendo Chile y no factoría yanqui ni mercado de esclavos.  Y es, por tanto, un monumento a los combates heroicos de los chilenos.

“Se hace, entonces, un deber difundir este libro para que lo lean todos nuestros compañeros y conciudadanos, pues es una contribución a las glorias de Chile y a la emancipación de América Latina del yugo imperialista yanqui.  Y un llamado fervoroso a seguir día tras día el combate hasta nuestra definitiva victoria”.

                      

Elías Lafertte Gaviño  y Galo González Díaz

 

FALLECE A LOS 64 AÑOS 

En febrero de 1958 se agravó de una vieja dolencia biliar. Fue internado en la Clínica Alemana bajo el nombre de Arturo Díaz. Lo operaron el viernes 21.

Falleció el sábado 8 de marzo de 1958, a las 11,30 horas.  Tenía 64 años.

 

DECLARACIÓN DEL PARTIDO COMUNISTA 

"La Comisión Política del Comité Central del Partido Comunista comunica con profundo pesar el fallecimiento de nuestro Secretario General, camarada Galo González Díaz, ocurrido a las 11,30 horas de ayer.

"Hijo esclarecido de una modesta familia campesina, obrero del mineral El Teniente, cargador del puerto de Valparaíso, trabajador de la fábrica Hucke de la misma ciudad, dirigente del sindicato de esta industria, del gremio del rodado y del Consejo de la Federación Obrera de Chile, llegó a ocupar la más alta responsabilidad en la Dirección del Partido, manteniendo siempre su modestia, su sencillez y sobriedad ejemplares.

"La preciosa vida del camarada Galo González está infinitamente ligada a la lucha por la transformación y fortalecimiento del Partido. En especial se destacó en la lucha sin cuartel contra las tendencias extrañas a sus principios, a la disciplina y a las normas regulares. Como Encargado de la Comisión de Control y Cuadros contribuyó junto a la Dirección del Partido, a velar por la integridad política y moral del Partido y de sus militantes... "

Los restos mortales de Galo González fueron velados en el Teatro Sicchel, del Sindicato de la Compañía Chilena de Electricidad, ubicado en Catedral 2789, esquina Sotomayor.

Sus funerales constituyeron una masiva expresión de dolor y combatividad. Abarcó muchas cuadras. Era una larga marcha con banderas del Partido y sus consignas; con banderas chilenas y estandartes sindicales. Las calles se vistieron de rojo. Una consigna se gritó desafiante: "Y que fue... Y que fue... Aquí estamos otra vez... " 

En el Cementerio general hicieron uso de la palabra diez oradores: Salomón Corbalán, del Comité Central del Partido Socialista, Alejandro Serani, Presidente del FRAP; Pablo Neruda, por los intelectuales comunistas; Baltasar Castro, Presidente del Partido del Trabajo; Salvador Allende, senador socialista; Benito Marianetti, del Comité Central del Partido Comunista de Argentina; Fernando Luengo, de la Junta Ejecutiva Nacional del Partido Democrático; Clotario Blest, Presidente de la CUT; Juan Encina, obrero portuario de Valparaíso. 

En nombre del Comité Central, habló Luis Corvalán, designado por la Dirección Secretario General. Era la primera vez que hablaba en público en esa calidad. En parte de su discurso, enfatizó: "¡Y notifiquemos desde esta tribuna, con toda la firmeza que caracterizó a Galo González, que hoy la ilegalidad del Partido Comunista ha terminado de hecho y para siempre!"