miércoles, 24 de febrero de 2021

EL ASESINATO DE SANDINO

 

 

                                               Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                               Centro de Extensión e Investigación

                                               Luis Emilio Recabarren, CEILER

 

                       

 


En la noche del 21 de febrero de 1934  Augusto  César Sandino -en compañía de su padre, Gregorio Sandino, el escritor Sofonías Salvatierra (ministro de Agricultura) y sus lugartenientes, generales Francisco Estrada y Juan Pablo Umanzor- acudieron a una cena en La Loma (Palacio Presidencial), invitados por el Presidente Juan Bautista Sacasa.

A la salida de dicho evento el coche en el que viajaban fue detenido. El cabo de guardia que les detuvo -era en realidad Lisandro Delgadillo, un mayor disfrazado- los condujo a la cárcel de El Hormiguero.

Sandino, Estrada y Umanzor fueron llevados al monte La Calavera en el campo de Larreynaga. Allí, a la señal de Delgadillo, el batallón que custodiaba a los prisioneros abrió fuego matando a los tres generales. Ello ocurrió a las 11 de la noche del 21 de febrero de 1934. 

Detrás de este horrible crimen estaba Anastasio Somoza García, entonces director de la Guardia Nacional, cargo designado por el presidente Sacasa bajo la presión del Embajador estadounidense Matthew E. Hanna.  

 

¿QUIÉN ERA  EL GENERAL SANDINO? 

Augusto Nicolás Calderón Sandino  nació el 18 de mayo de 1895 en la ciudad de Niquinohomo (Departamento de Macaya), Nicaragua).

Sandino tenía 17 años de edad, cuando en julio de 1912, presenció la primera intervención de las tropas estadounidenses en Nicaragua Éstas apoyaron al Gobierno conservador del presidente Adolfo Ibáñez, ante a una sublevación en su contra.

  

SANDINO INICIA LUCHA CONTRA INVASORES

En 1927 con sólo veintinueve hombres (eran 30 con él) y 40 rifles, Sandino inició una guerra nacional contra el invasor estadounidense y los gobiernos entreguistas de Díaz y Moncada.

En un Manifiesto fechado el  2 de septiembre de 1927, Sandino  planteó que: ya no se trataba de una guerra civil, sino una lucha entre patriotas e invasores, porque tanto conservadores como liberales habían pedido la intervención de los marines estadounidenses.

Poco a poco Sandino incrementó sus efectivos, hasta llegar a tener unos 6000 hombres. Era el llamado Ejército Defensor de la Soberanía  Nacional (EDSN).

Contribuyó a aumentar el  sentimiento antiimperialista los desmanes cometidos por los infantes de marina estadounidenses, quienes acostumbraban a violar mujeres campesinas en los lugares que ocupaban.

 

LA GUERRA DE GUERRILLAS

El 16 de julio de 1927 tuvo lugar la histórica batalla de Ocotal.   Sandino, después de tomar casi toda la ciudad, fue obligado a retirarse luego que sus tropas fueran diezmadas por aviones de la marina estadounidense que bombardearon y ametrallaron la ciudad.

La población civil de Ocotal sufrió el primer bombardeo aéreo por un escuadrón de aviones de la historia de la aviación militar.

En este primer combate, Sandino fue derrotado por la preparación y poder de fuego de los marines. Entonces empleó la guerra de guerrillas.

En el combate de "El Bramadero"  (27 de febrero de 1928), las tropas de Sandino infligieron una terrible derrota a una patrulla de invasores. En la fase final del combate los sandinistas utilizaron los temibles machetes, herramientas de trabajo del campesino nicaragüense convertidas en eficaces armas blancas capaces de decapitar de un solo tajo a un hombre. A partir de ese momento los marines, quienes llamaban «bandidos o bandoleros» a los hombres de Sandino, empezaron a llamarlos «guerrilleros».

  

SE VAN LOS MARINES

En 1933 el presidente  Franklin Délano Roosevelt proclamó la “p0lítica de buena vecindad”, lo que significaba la retirada de todas las fuerzas militares de Estados Unidos de los países de la cuenca del Caribe, incluyendo Nicaragua.

Sin embargo, conscientes de su derrota, ya desde hacía algún tiempo los marines preparaban su retirada: paulatinamente dejaron de participar en los combates, y no sólo entrenaban clases y soldados, sino también oficiales nativos.

En 1933 las fuerzas estadounidenses oficialmente abandonaron el territorio nicaragüense, sin haber podido matar o capturar a su enemigo, y menos aún vencerlo. 

¡Honor y gloria eterna a Sandino “el general de los hombres libres”, símbolo de las luchas antiimperialistas de los pueblos de la Patria Grande!