Iván
Ljubetic Vargas, historiador del
Centro
de Extensión e Investigación
Luis
Emilio Recabarren, CEILER
El
18 de febrero de 1546 falleció Martín Lutero, a la edad de 53 años. Había
nacido el 10 de noviembre de 1489 en la
ciudad de Eisleben. Fue ordenado sacerdote
agustino en 1507. Desde 1508,
ejerció como profesor de teología en
EL
NEGOCIO DE LAS INDULGENCIAS
El 50% de lo recaudado se destinaba a la
construcción de la basílica de San Pedro en Roma. En resto se dividía entre el
arzobispo Alberto de Brandeburgo y otras personas. Este arzobispo estaba
endeudado con la familia Fugger, capitalistas alemanes, que le había financiado
su llegada a la sede del obispado de Maguncia.
Destacado
rol en el tráfico de indulgencias lo jugó el monje dominico Johann Tetzel. Este
comenzaba la venta de indulgencia voceando el lema: “Tan pronto la moneda en el
cofre resuena, el alma brinca al cielo sin pena”.
LUTERO
CONTRA EL NEGOCIO
Se
desató el escándalo. Entonces,
Lutero predicó tres sermones
contra las indulgencias en los años 1516 y 1517.
En
1520 publicó el escrito “De la libertad del cristiano”, donde señaló que “un
cristiano está sujeto sobre todo al Señor y a nadie más que él”
Biblia
en mano, a partir de 1522 atacó los
privilegios de los nobles y del clero, pretendidamente otorgados por voluntad divina.
Esas
prédicas revolucionarias iban a encontrar un inesperado eco...
Cuando
el 31 de octubre de 1517, Lutero atacó por primera vez el dogma y las
instituciones de
LUCHA
DE CLASES
Pero
no se trataba sólo de cuestiones religiosas. En el fondo estaban los problemas
de las clases oprimidas por el sistema feudal.
Y el clero era el representante ideológico de ese régimen. Por tanto, todo ataque contra el
feudalismo debía .dirigirse primeramente contra
La
oposición revolucionaria contra el
régimen feudal se dio a través de toda
Lutero
representó con sus ataques contra
TOMÁS
MÜNZER
Tomás
Münzer nació en Stolberg, en la montaña del Harz, hacia 1488.
A
los 15 años, siendo alumno de la escuela de Halle, fundó una liga clandestina
contra el arzobispo de Magdeburgo y
En
1522, llegó a ser predicador en
Altstedt. Allí comenzó a reformar el
culto. Antes que Lutero, suprimió totalmente el uso del latín. Predicaba la
violencia, la lucha armada contra los curas romanos.
Ante
las vacilaciones de Lutero, se separó de
Münzer planteó sus posiciones en un folleto revolucionario. Entonces Lutero lo declaró “instrumento de Satán”. Llamó a los príncipes a perseguirlo y que lo expulsaran de sus territorios. Münzer le respondió motejándolo de “el Doctor Mentiras”.
LAS “GUERRAS RELIGIOSAS” DEL SIGLO XVI
Las
llamadas guerras religiosas del siglo XVI
tenían como causas sobre todo los
intereses materiales y de clase. Fueron, en verdad, luchas de clases.
Las
circunstancias de la época hicieron que estas luchas se presentaran bajo el signo religioso y que
los intereses, necesidades y reivindicaciones de las diferentes clases, se
escondieran bajo el manto religioso.
Desde
Se
sublevaron 300 mil campesinos y plebeyos.
Frente a esta revolución, se olvidaron los viejos rencores. Burgueses y
príncipes, nobles y curas, Lutero y el Papa, se unieron en ‘santa alianza’
contra ‘las bandas asesinas de campesinos ladrones’.
LUTERO
EN EL BANDO DE LOS RICOS
Y
ahí estaba Lutero, de nuevo con
El
heroísmo de los sublevados se estrelló contra los ejércitos de la coalición,
mejor armados y con mayores conocimientos militares. Se combatió encarnizadamente. En septiembre de 1525
cesaron todas las batallas y las acciones punitivas de los vencedores. Murieron 130 mil campesinos.
LAS
CONSECUENCIAS DE
La
guerra de los campesinos fue el más
grandioso intento revolucionario del pueblo alemán y terminó derrotado. Después se redobló la
opresión por parte de la nobleza, los príncipes y
curas contra los vencidos.
El
clero sufrió también duras consecuencias. Sus conventos y fundaciones fueron
quemados, sus tesoros robados. El odio popular les había alcanzado en todo su
vigor
La
nobleza había sido derrotada por los
campesinos en todas partes y forzada a capitular; sólo la salvó la intervención
de los poderosos ejércitos de los príncipes.
Tampoco
las ciudades sacaron gran provecho de la
guerra campesina.
Los
príncipes fueron los únicos beneficiados con la revolución de 1525.
Después
de ese año, el protestantismo perdió toda traza de espíritu revolucionario y
afianzó, también apoyado por Lutero, las instituciones dominantes de la
sociedad señorial con la doctrina de la sumisión a la autoridad.
El
25 de junio de 1530 ,