Iván
Ljubetic Vargas, historiador del
Centro
de Extensión e Investigación
Luis
Emilio Recabarren, CEILER
Finaliza febrero con la no cumplida advertencia realizada
el viernes 28 por un descontrolado Sebastián Piñera: “Viernes, este es el último día de festival y
van a querer hacer, o algunos quieren hacer, incendiar la Quinta Vergara ”
Fue una especie de
“bono de marzo”.
Y lo patético es que esta alarmante y provocadora
“profecía” la realizó, precisamente, quien tiene la más alta responsabilidad
sobre el orden público en Chile. Declaración que bien puede calificarse de terrorista (terrorismo
es un acto destinado a producir terror en la población).
Pienso que no se trata de una de las piñericosas a que nos
tiene acostumbrado su excelencia. Más bien, podría corresponder a un Plan Marzo-Abril de la
derecha.
Una derecha criolla que representa los intereses de la clase patronal, que
generalmente ha actuado con astucia que
-incluso- no tuvo escrúpulos en echar
mano al fascismo cuando le fue necesario.
Una derecha, que quedó absolutamente descolocada con la
rebelión popular contra el neoliberalismo iniciada el 18 de octubre de 2019.
Tanto es así que, asustada por las movilizaciones de masas, llegó a renegar de
su propia viga maestra, la
Constitución fascista de 1980.
En efecto, atrajo a siete
partidos de la oposición y con ellos firmó el viernes 15 de noviembre de 2019
el “Acuerdo por la Paz
Social y una nueva Constitución”.
Creyendo que había
pasado el “peor momento” o, como
lo dijo el señor presidente el domingo 29 de diciembre de 2019: “Lo peor de
esta crisis ya pasó”, la derecha reculó. Y, en medio de serias contradicciones
internas, se lanzó a defender su Constitución, trabajando afanosamente por el
triunfo del RECHAZO en el plebiscito del 26 de abril de 2020.
Y en esta campaña
por derrotar el APRUEBO utiliza, como le es habitual la campaña del terror.
Recordemos la campaña presidencial de 1938 en que el
Frente Popular llevaba como candidato a Pedro Aguirre Cerda y la derecha
postulaba a Gustavo Ross Santa María.
Esta última lanzó una sucia campaña de mentiras: Si ganaba
Pedro Aguirre Cerda sus partidarios quemarían iglesias, violarían monjitas, etc.
Y no olvidemos las
campañas del terror contra las cuatro candidaturas de Salvador Allende: si gana
Allende los niños serán quitados a sus padres y llevados a Cuba y a la Unión Soviética , habrá paredón y tanques
soviéticos en La Moneda ,
etc.
Ahora es el cuco del mes de marzo y la violencia. No es
aventurado pensar que el anunciado incendio de la Quinta Vergara es
parte de la nueva campaña del terror.
Esta tendría varios
objetivos: lograr que la gente tenga miedo por el cambio y marque
RECHAZO o simplemente no vote. Incluso si el
APRUEBO continúa manteniendo la amplia ventaja que tiene, impedir la realización del plebiscito porque
no existirían, según el gobierno, las condiciones de seguridad.
Debemos estar alertas. No se puede aceptar que lo ganado
en las acciones callejeras se pierda por una nueva maniobra de la derecha.
Organizaciones sociales, partidos políticos e
independientes deben formar un frente único que asegure la realización del
plebiscito, que abra el camino para una convención constituyente
Luego a trabajar por elegir la
más amplia mayoría de los
constituyentes. Sólo
ello garantizará que tengamos una verdadera Constitución democrática.