Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro
de Extensión e Investigación
Luis
Emilio Recabarren, CEILER
Cómo son las cosas de la vida. Los que estuvieron
escondidos meses, aparecieron en el ocaso del domingo 4 de septiembre de 2022.
Sacaron la voz. Con “humildad” y “sin maximalismos” se adjudicaron vencedores
del plebiscito.
Si. Ellos, los hijos e hijas de Pinochet.
Sin pudor alguno, reescriben de un golpe la historia
de Chile, blanquean los crímenes de las fuerzas represivas, el genocidio perpetrado
por la dictadura fascista de donde surgieron, el atropello a los derechos humanos de su
gobierno encabezado por Piñera y con un increíble desparpajo se atreven a
pautear al gobierno de Gabriel Boric.
Pero sus balbuceos se estrellan con los hechos, los
porfiados hechos. No pueden borrarlos. ¿Acaso es un invento de los comunistas las
masacres de
¿Es talvez, invento de los “extremistas” los crímenes de
la dictadura de Pinochet? Los detenidos desaparecidos, los degollados, los
quemados vivos, los torturados, los asesinados. Ahí están las condenas de las
asambleas de las Naciones Unidas.
¿Inventó el compañero Nicolás Cataldo las violaciones
a los Derechos Humanos perpetradas en el segundo gobierno de Sebastián Piñera
por carabineros y soldados?
Típico cinismo fascista. La culpa es de las víctimas.
No se condena a los criminales, pero sí a quienes los denuncian. Blancas
palomas los autores materiales e intelectuales de los crímenes. Pero, ¡qué gran
atropello a la democracia por unos mensajes de años atrás!
La derecha pinochetista con enorme modestia agradeció
al presidente Boric haber escuchado su protesta por la designación de Nicolás
Cataldo como subsecretario del Interior. Además, ha demostrado su conformidad
con los cambios en el Gabinete.
De esta forma,
la derecha pinochetista pretende transformarse en un poder paralelo al
del Gobierno de Gabriel Boric.
Por nuestra aparte, esperamos que el Gobierno y los
partidos oficialistas, en base a un serio y profundo análisis crítico y
autocrítico, supere los errores cometidos, pero que por sobre todo sea capaz de
cumplir lo reiterado por el presidente Boric que, en lo que se refiere a las
reformas prometidas al pueblo, no habrá
un paso atrás.
Renovamos nuestro convencimiento que nada ni nadie
puede detener la rueda de la historia, que ésta avanza inexorablemente, con
momentos de triunfos y derrotas, hacia triunfo final de los amasan el pan
nuestro de cada día, tejen el abrigo,
construyen viviendas, hacen florecer el amor, el canto y la poesía, defienden
la paz y felicidad del género humano.