martes, 20 de septiembre de 2022

EN EL 201 ANIVERSARIO DE LA INDEPENDENCIA DE NICARAGUA

 


 

                                                        Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                                        Centro de Extensión e Investigación

                                                        Luis Emilio Recabarren, CEILER

 

 



Ortega afirmó que “ahora venimos avanzando, luchando siempre contra los que lo que no volverá”. | Foto: CCC

El miércoles 14 de septiembre de 2022, encabezado por el presidente Daniel Ortega Saavedra, el pueblo de Nicaragua celebró, en la víspera el 201 aniversario de la Independencia de Centroamérica y los 166 años de la Batalla de San Jacinto, con un desfile. 

En la ocasión, el primer mandatario efectuó el juramento junto a estudiantes, autoridades de educación y familias nicaragüenses para reafirmar el compromiso de la juventud con el desarrollo de la nación.

Realizó el juramento ante la bandera nacional junto a estudiantes, autoridades de educación y familias nicaragüenses para reafirmar como ya es tradicional el compromiso de la juventud con el desarrollo de la nación.

El presidente  Ortega expresó que “juramos a Dios, a la patria, a nuestras familias, a nuestros héroes y próceres nacionales, que seguiremos estudiando con vocación y espíritu de servicio para cumplir nuestros sueños personales y contribuir al desarrollo de nuestro país”.

Agregando que:  “para que tengamos cada día una vida  en paz y tranquilidad y que todas las familias nicaragüenses nos sintamos fuertes y bendecidos con nuestro modelo de ideales y valores cristianos, socialistas y solidarios. Así lo juramos”.

Por otro lado, el líder del Frente Sandinista aseguró que “ahora venimos avanzando, luchando siempre contra los que intentan restaurar lo que ya no volverá. Ese pasado de extrema pobreza, de muertes, de guerra no volverá”.

Tras finalizar el acto, el presidente apuntó que el desfile es “un regalo para todas las familias, desde las que tienen más recursos hasta las que están en condiciones más humildes que han logrado ver por cadena de televisión este hermoso regalo de amor, de paz”.

En el desfile realizado en la avenida de Bolívar a Chávez de Managua también estuvieron presentes la vicepresidenta Rosario Murillo; la ministra de Educación, Lilliam Esperanza Herrera Moreno y la ministra de la Familia, Johanna Flores, entre otras autoridades.

 

ALGO SOBRE LA INDEPENDENCIA DE NICARAGUA 

Hacia 1811, Nicaragua formaba parte de la española Capitanía General de Guatemala, que comprendía los territorios desde Costa Rica hasta la actual Chiapas (en México). En Sudamérica, y durante cierto periodo en México, los mestizos y criollos americanos (españoles nacidos en el Nuevo Mundo) iniciaron sangrientas guerras contra la Corona hasta conseguir su independencia. 

La independencia de Nicaragua ocurrió durante septiembre de 1821, al observar como otras regiones españolas ganaban la guerra de la independencia, los líderes nicaragüenses comenzaron un proceso de negociación, al redactar un acta de independencia que fue reconocida por los jefes de la Corona. Entre las personas que promovieron la independencia centroamericana destacaron dos nicaragüenses: el presbítero Tomás Ruiz Romero y el jurisconsulto Miguel Larreynaga, recordado por su efigie en una emisión de los billetes de diez córdobas. 

La independencia trajo consigo un enfrentamiento por el poder entre las ciudades de León y Granada y sus respectivos partidos políticos (los democráticos o liberales en León y los legitimistas o conservadores en Granada). El mayor beneficio fue que dejaron de pagar a la corona española impuesto alguno. 

Posteriormente se da la anexión al Primer Imperio mexicano gobernado por Agustín de Iturbide decretada el 5 de enero de 1822. Iturbide fue obligado a renunciar en México, lo cual aprovechó el Congreso de las Provincias para reunirse en Guatemala el 1 de julio de 1823 y declarar la separación de México.

Desde 1823, Nicaragua junto a los otros cuatro países centroamericanos formaron una federación llamada Provincias Unidas del Centro de América, con un gobierno general residente en Guatemala y otro particular en la capital de cada provincia, siendo su primer presidente Manuel de Arce y vicepresidente Mariano de Beltranena. Los países centroamericanos no estaban de acuerdo con el sistema de gobierno de Arce ya que disolvió el congreso, el cual no lo apoyaba.

Finalmente tras años de conflictos civiles provocados por las diferencias entre los gobiernos federales y provinciales y las luchas de poder en las provincias se da la separación de la federación el 30 de abril de 1838 cuando Nicaragua la abandona, siendo el primer país en hacerlo, seguido ese mismo año por Costa Rica y Honduras. 

Nicaragua tuvo una convulsa vida política durante la primera mitad del siglo XIX. Al ser Nicaragua el puente entre los dos océanos que fue utilizado para el desplazamiento de pasajeros de la ruta del tránsito propiedad de Cornelius Vanderbilt, ruta por la que circulaban los aventureros, comerciantes y emigrantes que viajaban desde el Atlántico de Estados Unidos, hasta California en donde, hacia 1848-49 se habían descubierto yacimientos de oro, la convierten en un punto estratégico e importante en Centroamérica. 

En 1854, los generales liberales Castellón y Jerez contratan a través de Vanderbilt los servicios de Byron Cole, en calidad de mercenario. Posteriormente Cole le cede el contrato a William Walker. Este, amparado bajo la doctrina Monroe, se proclama presidente de Nicaragua e intenta hacer de la nación centroamericana un nuevo miembro de los Estados Unidos. 

Los filibusteros fueron derrotados en la Guerra Nacional que contó con la participación de todos los países centroamericanos.

En lo que respecta a los nicaragüenses tuvo su episodio más glorioso en la batalla de San Jacinto. Ésta se desarrolló  en el departamento de Managua, a 42 kilómetro de la ciudad de Mangua, capital de Nicaragua. En ella 160 soldados patriotas, de los cuales 60 eran flecheros indígenas, encabezados por el coronel José Dolores Estrada Vada, derrotaron a 300 filibusteros enviados por el estadounidense William Walker.

 

 

La Batalla de San Jacinto 


Al concluir el conflicto, Nicaragua se hallaba gravemente debilitada económicamente, la ciudad de Granada había sido incendiada casi en su totalidad y se mantenía la rivalidad entre los liberales de León y los conservadores granadinos.