Este 1° de junio se cumplieron 42 años del fallecimiento de la gran escritora alemana y antifascista Anna Seghers. Para recordar su memoria y parte de su vida, entregamos a nuestros lectores, un escrito del historiador Iván Ljubetic Vargas.
Boletín Rojo
En el 42º aniversario de su
fallecimiento:
Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
"No existe la neutralidad.
Para nadie. Sobre todo no la hay para los escritores. Incluso el que calla toma
parte en la lucha. Quien asustado y confundido por los acontecimientos se
refugie en su exilio interior, quien convierte el arma de la palabra en un
juguete o en mero adorno, quien, aclarado, se resigne, se condena a sí mismo a
la esterilidad social" (Anna Seghers en revista “Nuevas Páginas Alemanas”,
Praga)
Anna Seghers, la gran novelista
antifascista alemana, falleció el
miércoles 1 de junio de 1983 en Berlín, República Democrática Alemana.
Con su muerte, desapareció uno de los símbolos de la resistencia frente al nazismo
y una escritora que encarnaba, como pocos, la idea de novelista comprometida y
representante del realismo socialista.
Su verdadero nombre era Netty
Reiling. Había nacido el 19 de noviembre de 1900 en Mainz (en la región de
Rheinhessenen), en el seno de una familia judía acomodada. En esta ciudad pasó
sus primeros diecinueve años. Sus padres
fomentaron en ella desde muy temprano el interés por el arte y la literatura.
EN HEIDELBERG
En 1919 se matriculó en la
Universidad de Heidelberg, donde estudió Historia del Arte y Sinología. En 1924
se doctoró con un trabajo sobre los judíos y el judaísmo en la obra del pintor
Rembrandt. Estudió también en la Universidad de Colonia, donde hizo un curso
práctico en el Museo de Arte Asiático.
El pseudónimo de Anna Seghers
procede del pintor holandés del siglo XVII Hercules Seghers. Comenzó a usarlo
como parte de la ficción de uno de sus primeros trabajos, una historia corta en
la que el protagonista era un capitán de barco holandés llamado Jan Seghers, y
ella cuenta la historia como si fuera su propia nieta, Anna Seghers. A partir
de ahí usará este nombre el resto de su vida.
En Heidelberg frecuentó los
círculos de los exiliados políticos de Europa Oriental, y conoció al sociólogo
comunista húngaro, Lászlo Radványi, con quien se casó en 1925. Al año siguiente
se instaló con él en Berlín, donde Laszlo dirigía la Escuela Marxista de
Trabajadores (MASCH). Tuvieron dos hijos, Peter que nació en 1926 y Ruth en
1928.
EN 1928 INGRESA AL PARTIDO COMUNISTA ALEMÁN
En 1928 publicó su primer libro,
“La revuelta de los pescadores de Santa Bárbara” (Aufstand der Fischer von St.
Barbara), sobre una revuelta de pescadores bretones. En él ya trata el tema de
la necesidad de cooperar para luchar contra la opresión y de cómo esa lucha da
significado a la vida. Por este libro ganó el prestigioso premio Kleist. En
1934 se hizo en la URSS una adaptación al cine dirigida por Erwin Piscator.
En ese mismo año de 1928 ingresó
en el Partido Comunista Alemán (el KPD). También se afilió a la Asociación de
Escritores Revolucionarios. En 1930 viajó a la Unión Soviética para participar
en el Congreso de la Unión Internacional de Escritores Revolucionarios
celebrada en Jarkov (Ucrania).
DETENIDA POR LA GESTAPO
En 1933, tras la toma del poder
por los nazis, fue detenida por la Gestapo, siendo puesta en libertad poco
después. Antes de esto, ya había sido amenazada por los nazis, especialmente a
raíz de la publicación de su novela “Los Compañeros” (Die Gefährten, 1932), en
la que atacaba al fascismo. Sus libros fueron prohibidos en Alemania.
SE INICIA EL LARGO DESTIERRO
Huyó con su compañero a Suiza y de
ahí a Francia, como tantos otros intelectuales, instalándose en París, donde
pasaría la primera etapa de su largo exilio. Fue en el exilio cuando tuvo su
periodo creativo más destacado, tanto cualitativa como cuantitativamente.
Desde París hizo frecuentes viajes
a otros lugares. Incluso se trasladó clandestinamente a Austria para
documentarse sobre el levantamiento obrero contra el régimen fascista de
Dollfuss, sobre el que escribió la novela “El camino por febrero” (Der Weg
durch den Februar, 1934).
En esta novela describe cómo se va
adquiriendo la conciencia de clase por los trabajadores, adormecida en un
primer momento, y que despierta en la lucha abierta contra los poderes
reaccionarios. Hombres y mujeres normales, sencillos, van desarrollando no sólo
una gran fuerza política, sino un enorme potencial de resistencia. Esa fuerza
de los débiles cuando se unen en una causa común sería una constante en su
obra.
FORMA PARTE DE LA REDACCIÓN DE UNA REVISTA ANTIFASCISTA
Anna Seghers se dedicó también en
los primeros años de exilio al estudio de las cuestiones estéticas y de teoría
literaria.
Desde 1933 hasta 1935, junto a
otros escritores, formó parte de la redacción de la revista mensual de
literatura y crítica Neue Deutsche Blittler (Nuevas Páginas Alemanas), que se
editaba en Praga.
En 1937 escribe “El rescate” (Die Rettung), donde relata la angustia de
siete mineros atrapados a
A lo largo de estos años Anna
Seghers participó en diversos congresos internacionales de escritores, y viajó
varias veces a España durante la Guerra Civil.
Cuando en 1940 las tropas alemanas
invaden Francia, nuevamente tiene que huir. Su marido Laszlo fue internado en
el campo de concentración de Le Vernet. Anna escapó con sus hijos a la parte
del sur de Francia no ocupada por los nazis.
En medio del caos y la lucha por conseguir
un visado de salida hacia México, Anna hacía su vida, imperturbable. Hilde
Eisier, la mujer del compositor describe cómo encontró a la novelista en un
café: "En este período caótico ella mantenía su ritmo de vida, escribía un
libro y a una hora determinada de la tarde no se podía molestarla, porque hacía
los deberes con sus hijos. Yo la admiré mucho, porque en. medio de aquella
existencia improvisada, de la histeria y el nerviosismo generales, exhalaba una
gran calma".
Finalmente consiguió que su marido
fuera liberado, y la familia pudo salir de Marsella en marzo de 1941. Esta
etapa constituye la base de su novela “Tránsito” publicada en 1944.
MÉXICO LES ABRE SUS BRAZOS
Tras una huida accidentada a
través de varios países, entre ellos Estados Unidos, que se negaron a
acogerlos, llegaron a México en 1941. Anna consiguió integrarse perfectamente
en el idioma y la cultura de este país. Su marido encontró trabajo de profesor
universitario. México ofreció asilo no sólo a muchos exiliados políticos
alemanes, sino que también abrió sus fronteras a numerosos intelectuales y
artistas españoles y latinoamericanos, y les permitió seguir luchando contra el
fascismo.
NERUDA: UNA COMIDA DE BIENVENIDA
Una prueba de los estrechos lazos
que existieron entre refugiados de orígenes tan diversos fue la invitación a
una comida de bienvenida que Anna Seghers, recién llegada, recibió de Pablo
Neruda, entonces Cónsul General de Chile en aquel país.
Estos contactos se convirtieron en
amistad. Jorge Amado, el autor brasileño más importante del siglo XX, dijo que
para Pablo Neruda y él mismo, Anna era como una hermana: "Nadie poseyó en
este mundo tanto encanto y fantasía como Anna".
En México formó parte de la
dirección del movimiento Alemania Libre y del Club Heinrich Heine, dedicándose
durante los siete años de su exilio en México a la actividad política y
literaria, y reflexionando sobre la futura identidad política y cultural de los
alemanes.
LA SÉPTIMA CRUZ
En 1942 se publicó su novela “La
Séptima Cruz”. Este libro cuenta una historia singular. Siete presos se fugan
del campo de concentración de
Westhofen. El jefe del campo pone
en marcha la máquina represiva en la persecución de los evadidos. También pone su autoridad y su orgullo en la promesa
de atraparlos en el plazo de una semana. Manda podar siete árboles, los cruza
con un madero para darles forma de cruz y anuncia que, a medida que sean
capturados, los irá colgando de esos siete árboles, con la intención de
ejecutarlos a continuación a la vista del resto de los prisioneros: un
siniestro escarmiento que pretende ser una verdadera lección de humillación y
reducción a la impotencia y un metódico despojo de su condición humana a los
presos. La novela va narrando la captura, vivos o muertos, de los seis
primeros, pero el séptimo, al que corresponde la séptima cruz, se convierte en
un símbolo para ellos: o la última esperanza, o el golpe de gracia. Y también
para los carceleros: o la confianza en su superioridad, o la impotencia. Día y
noche, la séptima cruz se mantiene vacía ante los ojos de todos, a la espera de
la captura del último de los evadidos. Éste, un comunista logra eludir a la
Gestapo y sale al extranjero.
REGRESA A ALEMANIA
Los nazi-fascistas fueron
derrotados en 1945 por las tropas soviéticas. En 1947 Anna Seghers abandonó México. Retornó a Berlín. Primero
residió en Berlín Oeste. Por entonces era militante del Partido Socialista
Unificado de Alemania (Sozialistischen Einheitspartei Deutschlands). El 7 de
octubre de 1949 se creó la República Democrática Alemana.
En 1951 ganó el Premio Nacional de
la República Democrática Alemana (DDR) y
realizó un viaje a la República Popular de China.
Desde