Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
ANTECEDENTES
Hacia mediados de 1870, en Francia el Segundo Imperio vivía una aguda crisis. El emperador Napoleón III creyó que superaría la crisis interna lanzándose a un conflicto bélico. El 19 de julio de 1870 le declaró la guerra a Prusia. El ejército francés fue derrotado. Napoleón perdió su Imperio.
Al conocerse el desastre, París fue estremecido por una
explosión popular. Se formó un Gobierno Provisional, controlado por
republicanos burgueses y algunos elementos monárquicos. Fue el “Gobierno de
Se logró organizar la lucha contra los prusianos. Pero el
“Gobierno de
El 28 de enero de 1871 el Gobierno francés concertó un armisticio con los prusianos.
En febrero de 1871 se constituyó un gobierno reaccionario
en Francia. A su cabeza fue designado el
monarquista Adolfo Thiers, que eligió
como su sede la ciudad de Versalles.
Ese mismo mes de
febrero de 1871, se organizó en París el
Comité Central de
En el amanecer del 18 de marzo
de 1871,Thiers envió tropas sobre París para desarmar a los
batallones populares. Éstas llegaron a las colinas de Montmartre, al norte de
París, con la intención de arrebatar los cañones allí emplazados por
Al anochecer de ese 18 de
marzo de 1871, todas las dependencias del Estado fueron ocupadas por destacamentos de
Se había llevado a cabo la primera revolución obrera de la
historia. Era el 18 de marzo de 1871.
El 26 de marzo tuvieron lugar las elecciones para designar
los miembros del Consejo de
El 28 de marzo de 1871 fue proclamada
Un dirigente
proclamó
No se pronuncian discursos. Sólo exclamaciones de ¡Viva
LAS OBRAS DE
Durante casi tres meses pudo implementar una serie de
decretos como:
-todos los miembros del gobierno tendrían un sueldo
similar a un obrero;
-la disolución del Ejército regular sustituyéndolo por
-la concesión de pensiones
para las viudas de los miembros de
-la devolución gratuita de
todas las herramientas de los trabajadores, a través de las casas de empeño
estatales;
-se pospusieron las
obligaciones de deudas y se abolieron los intereses en las deudas;
-se crearon guarderías para
cuidar a los hijos de las trabajadoras;
-se prohibió el trabajo nocturno;
-las fábricas abandonadas por sus dueños fueron entregadas
a los trabajadores por medio de cooperativas autogestionadas;
-se separó a la iglesia del Estado; todas las propiedades
de
-la educación pasó a ser laica, gratuita y obligatoria;
-los programas de estudios pasaban a ser realizados por
los propios profesores, los cuales garantizaban el carácter científico de las
disciplinas;
-se dio una atención especial de la educación a la mujer,
que habían sido olvidadas hasta entonces; se crearon escuelas para mujeres; se
formó una comisión especial, para supervisar el establecimiento de escuelas
para chicas.
-en el mundo del arte y cultura aparecen gran cantidad de asociaciones
para la promoción del teatro y las bibliotecas.
-la bandera tricolor fue remplazada por la bandera roja
como un símbolo de todas las fuerzas comuneras.
LAS JORNADAS DE MAYO DE 1871
París, la capital francesa,
estaba cercada por los ejércitos
enemigos, por los versalleses y los prusianos. Los comuneros se defendían heroicamente.
El 21 de mayo de 1871, las
tropas de Thiers, con apoyo de los invasores prusianos, lanzaron el asalto
general. Un traidor les había revelado el punto débil de la defensa. Por ahí
irrumpieron.
Una lucha encarnizada,
terrible, se libró en las calles de París. Ese episodio pasó a la historia como
Luisa Michelle, una profesora parisina, militante ardorosa
de
Luisa Michelle, fusil en mano,
encabezó un batallón de mujeres. En las barricadas tomaron parte cerca de diez
mil mujeres obreras, socorriendo a los
heridos, levantando trincheras y
luchando en ellas.
LOS ÚLTIMOS COMBATES
Se combatía contra
fuerzas muy superiores. Los comuneros defendían cada barrio proletario,
cada casa.
En sus memorias Luisa Michelle relató los últimos combates que libraron 200 comuneros en el Cementerio Père Lachaise: “Un puñado de valientes en el cementerio contra un ejército entero. Se combate entre las tumbas, en las zanjas y en el interior de las bóvedas; se combate cuerpo a cuerpo, con sables, con bayonetas, a culatazos; muchísimo más numerosos, mejor armados, con sus fuerzas frescas reservadas para la presión en París, los versalleses masacran implacablemente a los valientes... Al caer la noche, un grupo de sobrevivientes de los heroicos defensores de París fue cercado y fusilado junto a los muros del cementerio”.
(Ese muro, llamado “Muro de
los Federados” es un lugar donde culminan las marchas de los trabajadores de
París. Incluso, durante la ocupación nazi, a pesar de la estricta vigilancia
ejercida por los soldados alemanes, cada mayo aparecían flores rojas en ese
lugar. Fue un símbolo de la resistencia).
El 28 de mayo de 1871 cayó la
última barricada levantada en el barrio proletario, en la calle de Ramponeau. La contrarrevolución había
triunfado.
Lo del 28 de mayo fue sólo el inicio de la feroz matanza
de los obreros parisinos. Treinta y
seis mil comuneros fueron masacrados,
Más de cuarenta mil arrojados a prisión y deportadas a lejanas colonias,
condenados a trabajos forzados. Entre estos últimos estaba Luisa Michelle.
La reacción aplastó en un terrible baño de sangre a
aquellos que pretendieron tomar el cielo por asalto, a los combatientes por la
libertad.
CARLOS MARX Y
En abril- mayo de 1871, Carlos
Marx escribió su obra ”
“Al alborear el 18 de marzo de
1871, París despertó entre un clamor de gritos de ‘Vive
“Los proletarios de París
-decía el Comité Central en su manifiesto del 18 de marzo, en medio de los
fracasos y las traiciones de las clases dominantes, se han dado cuenta de que
ha llegado la hora de salvar la situación tomando en sus manos la dirección de
los asuntos públicos… Han comprendido que es un deber imperioso y su derecho indiscutible hacerse
dueños de sus propios destinos tomando el poder”
Pero la clase obrera no puede
limitarse simplemente a tomar posesión de la máquina del Estado y tal como está y servirse de ella
para sus propios fines”. (Ibidem,
página 295)
“La gloriosa revolución obrera del 18 de marzo (de 1871)
se adueñó indiscutiblemente de París.
El Comité Central (de
“Y si París pudo resistir fue únicamente porque, a
consecuencia del asedio, se había deshecho del ejército, sustituyéndolo por una
Guardia Nacional, cuyo principal contingente lo formaban los obreros. Ahora se
trataba de convertir este hecho en una institución duradera. Por eso, el primer
decreto de
“Una vez suprimidos el ejército y la policía, que eran los
elementos del poder material del antiguo Gobierno,
“Desde los miembros de
“La verdad es que
“Maravilloso en verdad fue el cambio operado por
“…Era ésta la primera revolución en que la clase obrera fue abiertamente reconocida como la única capaz de iniciativa social incluso por la gran masa de la clase media parisina -tenderos, artesanos, comerciantes-, con la sola excepción de los capitalistas ricos”. (Ibidem. Página 303)
“Desde el 18 de marzo hasta la entrada de las tropas
versalleses en París, la revolución proletaria estuvo tan exento de esos actos
de violencia en que tanto abundan las revoluciones, y más todavía las
contrarrevoluciones de las ‘clases superiores’, que sus adversarios no pudieron
denunciar más hechos que la ejecución de los generales Lecomte y Clément Thomas
y lo ocurrido en la plaza Vendome. (Ibidem. Página 291)
El general Lecomte fue ejecutado por sus propios soldados. (Ver Ibidem. Página 291)
“La supuesta matanza de ciudadanos inermes en la plaza de Vendome es un mito de Thiers” (Ibidem. Página 292)
“He aquí su verdadero secreto:
Sin esta última condición, el régimen de
“Pero, al mismo tiempo, como Gobierno obrero y como campeón intrépido de la emancipación del trabajo, era un Gobierno internacional en el pleno sentido de la palabra”. (Ibidem. Página 304)
“En su repugnancia a aceptar la guerra civil iniciada por
el asalto nocturno que Thiers realizó contra Montmartre, el Comité Central se
hizo responsable esta vez de un error decisivo: no marchar inmediatamente sobre
Versalles, entonces completamente indefenso, acabando así con los manejos
conspirativos de Thiers y sus ‘rurales’. En vez
de hacerse esto, volvió a permitirse que el partido del orden probase sus
fuerzas en las urnas el 26 de marzo, día en que se celebraron las elecciones a
“El heroísmo abnegado con que la población de París -hombres, mujeres y niños- luchó por espacio de ocho días después de la entrada de los versalleses en la ciudad, reflejan la grandeza de su causa, como las hazañas infernales de la soldadesca reflejan el espíritu innato de esa civilización de la que es el brazo vengador y mercenario” (Ibidem. Página 315)
“El París de los obreros, con su Comuna, será eternamente
ensalzado como heraldo glorioso de una nueva sociedad. Sus mártires tienen su
santuario en el gran corazón de la clase obrera. Y a sus exterminadores la
historia los ha clavado ya en una picota eterna de la que no lograrán
redimirlos todas las preces de su clerigalla.
London, 30 de mayo de
(Carlos Marx: “
FEDERICO ENGELS Y
Veinte años después, Federico
Engels escribió
“Los miembros de
En aquel tiempo, la gran
mayoría de los blanquistas sólo eran socialistas por instinto revolucionario y
proletario; sólo unos pocos habían alcanzado una mayor claridad de principios,
gracias a Vaillant, que conocía el Socialismo Científico alemán. Así se explica que
“Últimamente, las palabras ‘dictadura del proletariado’
han vuelto a asumir en santo horror al filisteo socialdemócrata. Pues
bien, caballeros, ¿queréis saber que faz presenta esta dictadura? Mirad a
Federico Engels, Londres en el vigésimo aniversario de
LENIN: “LAS
ENSEÑANZAS DE
El 18 de marzo de 1908, Lenin en un acto realizado en Ginebra señaló:
“A pesar de que el proletariado socialista estaba dividido
en numerosas sectas, la comuna fue un ejemplo brillante de como el proletariado
sabe cumplir unánime las tareas democráticas, que la burguesía solo sabia
proclamar.
Sin ninguna legislación complicada, con toda sencillez, el
proletariado, que había conquistado el poder, llevo a cabo la democratización
del régimen social, suprimió la burocracia y estableció la elección de los
funcionarios por el pueblo.
Pero dos errores malograron
los frutos de la brillante victoria.
El proletariado se detuvo a
mitad del camino: en lugar de proceder a la “expropiación de los
expropiadores”, se puso a soñar con la entronización de la justicia suprema en
un país unido por una tarea común a toda la nación; no se apodero de
instituciones como, por ejemplo, el banco; las teorías de los proudhonistas del
“justo cambio”, etc., dominaban aun entre los socialistas.
El segundo error consistió en
la excesiva magnanimidad del proletariado : en lugar de exterminar a sus
enemigos, que era lo que debía haber hecho , trato de influir moralmente sobre
ellos, desprecio la importancia que en la guerra civil tienen las acciones
puramente militares y , en vez de coronar su victoria en Paris con una ofensiva
resuelta sobre Versalles, dio largas al tiempo y permitió que el gobierno
versallés reuniese las fuerzas tenebrosas y se preparase para la semana
sangrienta de mayo.
Mas, pese a todos sus errores,
Marx concedió un gran valor al alcance histórico de
Por grandes que hayan sido las pérdidas de
El proletariado no olvidara la lección recibida. La clase
obrera la aprovechara, como ya la ha aprovechado en Rusia durante la
insurrección de diciembre…
La socialdemocracia supo acabar con los errores
“nacionales” y “patrióticos” del joven proletariado y cuando se logró arrancar al zar el manifiesto del 17 de
octubre, en lo que ella participo directamente, el proletariado comenzó a
prepararse enérgicamente para la siguiente e inevitable etapa de la revolución:
la insurrección armada.
Libre de las ilusiones
“nacionales”, fue concentrando sus fuerzas de clase en sus organizaciones de
masa: los Soviets de diputados obreros y soldados, etc.
Y pese a la gran diferencia que había entre
los objetivos y las tareas de la revolución rusa y los de la francesa de 1871,
el proletariado ruso hubo de recurrir al mismo método de lucha que
Teniendo presente sus
enseñanzas, sabía que el proletariado no debe despreciar los medos pacíficos de
lucha, que sirven a sus intereses corrientes de cada día y son indispensables
en el periodo preparatorio de las revoluciones.
Pero el proletariado jamás
debe olvidar que, en determinadas condiciones, la lucha de clases adopta la
forma de lucha armada y de guerra civil; hay momentos en que los intereses del
proletariado exigen un exterminio implacable de los enemigos en combates a
campo abierto.
El proletariado francés lo demostró por primera vez en
No importa que estas dos
sublevaciones de la clase obrera hayan sido aplastadas. Vendrá una nueva
sublevación ante la cual serán las fuerzas de los enemigos del proletariado las
que resultarán débiles. Ella dará la victoria completa al
proletariado socialista”. (Lenin: Informe
en homenaje a los 25 años de la muerte de Marx, 60 años de la revolución de
marzo de 1848 y 39 años de
RECABARREN Y
El periódico chileno, “El Proletario”, de Tocopilla,
fundado por Recabarren, publicó con fecha 24 de enero de 1905 un homenaje a
Luisa Michelle, con motivo de su fallecimiento ocurrido el 10 de enero de 1905.
Allí se decía:
“Luisa Michelle, profesora parisina, militante ardorosa de
En este mismo periódico, en su edición del 18 de marzo de
1905, Luis Emilio Recabarren escribió sobre
“Los sublevados de París que al grito de la ‘Comunne’
(Comuna) quisieron derribar la opresión burguesa, cayeron asesinados por
millares en este día sangriento de la historia proletaria. Ellos buscaban la
libertad de los pueblos…
La ‘Comunne’ proclamaba lo que llevamos como un programa
en nuestros corazones los que nos llamados hombres libres; proclamaba el
trabajo para todos como una necesidad para la salud física, la producción y el
consumo en común y el libre cambio por la acción libre de los hombres.
“La guardia nacional que constituía el pueblo de París
armado, secundó la acción del pueblo, que aprovechando el desbarajuste
producido con la derrota impuesta por Alemania.
“Pero como los gobiernos se amparan todos, el gobierno
alemán puso en libertad al ejército francés prisionero y vencido, con el cual
el gobierno francés fusiló al pueblo matando a más de 35 mil trabajadores y
destrozando así la primera revolución comunista que proclamaba la vida libre.
“El fracaso de este movimiento se debió más a la poca
orientación de los revolucionarios que no tuvieron las suficientes energías
para imprimir la verdadera marcha a este acto libertador.
“Pero este fracaso que en todo caso marca la primera
jornada hacia la vida real, recordará en nuestra mente la necesidad de una
reparación pronta y nos servirá la lección a los revolucionarios de todos los
pueblos, para cuando llegue la segunda jornada no vacilar ni detenernos un
instante en la marcha vigorosa de la revolución, que ha concluir con las
iniquidades presentes, para alzar el trono de la justicia a donde nadie pueda destruirlo.
“¡La ’Comunne’ fue el primer grito de los sublevados del
mundo lanzado por el pueblo de Francia! Quiera nuestra suerte que la segunda acción
sea también la final…
“No quisiéramos
pensar nunca en los hechos sangrientos y violentos para realizar los
ideales puros d reformar el mundo malo de hoy, para tornarlo bueno y feliz. Mas
la valla poderosa que nos coloca el egoísmo y la soberbia burguesa nos indica
que sólo la fuerza es lo único capaz de vencer.
“Ya hemos rogado y suplicado mucho, nuestras lágrimas y
nuestras quejas no han sido suficientes para ablandar el corazón burgués.
“¡Se necesita de un océano de sangre caliente!
“Nuestros hermanos de
Luis E. Recabarren S.”