En el 103 aniversario de su asesinato:
Iván
Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
«Es
mejor morir de pie, que vivir
toda una vida
arrodillado».
(Emiliano Zapata)
El general Jesús Guajardo, con el consentimiento del
presidente Venustiano Carranza y el general
Pablo González, ofreció a
Emiliano Zapata armamento y municiones
para continuar la lucha. Acordaron reunirse en
Zapata acampó con sus fuerzas a las afueras de la
hacienda. Se
acercó a ella acompañado por una escolta
de 100 hombres. Al cruzar la entrada, se escuchó un toque de clarín como
una llamada a honores.
Era la señal. Los
tiradores, escondidos en las azoteas, abrieron fuego contra Zapata. Éste
alcanzó a sacar su pistola, pero cayó acribillado
¿QUIÉN ERA EL
ASESINADO?
Emiliano Zapata Salazar había nacido en Anenecuilco,
Morelos, el 8 de agosto de 1879, en el seno de una familia campesina. Fue hijo
de Gabriel Zapata y Cleofas Salazar. Tuvo seis hermanas y tres hermanos. Su infancia se desarrolló en un agro dominado
por el latifundio.
Tenía nueve años de edad cuando presenció el
despojo de tierras a campesinos ocasionadas por hacendados de la zona. Ante una pregunta suya, el padre que le respondió que nada podía hacerse. Entonces el niño
Emiliano le dijo: “¿No se puede? Pues cuando yo sea grande, haré que las
devuelvan”.
Cumplía 16 años cuando murió su madre. Once 11 meses
después perdió a su padre. Trabajó como labrador.
El 15 de junio de 1897 fue detenido por las fuerzas
rurales de Cuernavaca, durante la fiesta del pueblo de Anenecuilco. Su hermano
Eufemio lo liberó, pistola en mano. Entonces, los hermanos Zapata debieron abandonar el estado. Emiliano
trabajó un año en la hacienda de Jaltepec en Puebla.
En 1906 asistió a una junta de campesinos en Cuautla para
discutir la forma de defender sus tierras y las del pueblo frente a los
hacendados colindantes.
En 1908, Zapata fue incorporado al 9° Regimiento de
Caballería, bajo el mando del coronel Alfonso Pradillo.
DIRIGENTE AGRARIO
El 12 de septiembre de 1909, Emiliano Zapata fue elegido
calpuleque (palabra náhuatl, que significa jefe, líder o presidente) de
Emiliano Zapata se
convirtió en dirigente agrario de Morelos, su estado natal. Su primera acción política
ajena al mundo campesino fue en las elecciones para gobernador de Morelos en 1909, cuando apoyó al candidato e
de la oposición, Patricio Leyva en
contra de los latifundistas.
RECUPERA Y REPARTE TIERRA
En mayo de 1910 recuperó por
la fuerza las tierras de
Algunos meses después,
participó en la reunión que se celebró en Villa de Ayala, con objeto de discutir
lo que después se convertiría en el Plan de Ayala. Reunió a los vecinos de tres
pueblos: Anenecuilco, Villa de Ayala y Moyotepec. Con ellos inició un nuevo
reparto de tierras derribando las cercas.
Se inició al proclamarse el Plan de San Luis. Zapata leyó
un ejemplar; llamándole la atención especialmente el Artículo Tercero, que
ofrecía la restitución de las tierras a sus legítimos propietarios. Emiliano Zapata sostuvo
conversaciones con dirigentes agrarios.
En ellas se acordó la realización de una entrevista
del maestro rural Pablo Torres Burgos
con el Jefe de
El resultado de esta entrevista fue la decisión de tomar
las armas por Pablo Torres Burgos, Emiliano Zapata, Rafael Merino y cerca de 60
campesinos. Esto ocurrió
el 10 de marzo de 1911 al proclamar el Plan de San Luis. Se libraron numerosos combates.
A la muerte de Pablo Torres Buros, el 29 de marzo de 1911 Emiliano Zapata fue elegido por la
junta revolucionaria del sur, nuevo jefe revolucionario maderista del sur.
Emiliano Zapata estableció su cuartel general en
Cuautlixco, pueblo cercano a Cuautla. Desde ahí dirigió el ataque al Ejército
porfirista, defendido por el 5° Regimiento, al mando del coronel Eutiquio
Munguía; además de un Cuerpo Rural, a las órdenes del comandante Gil Villegas.
Zapata logra tomar la ciudad el 13 de mayo de 1911.
DESPUÉS DEL TRIUNFO
DE MADERO
Cuando triunfaron las fuerzas de Madero, Zapata no aceptó
licenciar sus tropas sin que a cada uno
se le otorgara tierra para sembrar, a cambio de sus fusiles. Para Zapata, la guerra no terminaba con el
derrocamiento del porfirismo, sino con la cristalización del objetivo del
pueblo campesino: la devolución de las tierras robadas por los hacendados
millonarios.
Ante esta actitud el presidente interno Francisco León de
En agosto de 1911 Francisco Madero acordó entrevistarse
con Emiliano Zapata en Yautepec para
buscar una solución pacífica en el conflicto en el sur y con el fin de
convencerlo de que licenciara sus tropas. Entretanto, Zapata era fuertemente
criticado por la prensa conservadora del país. En la entrevista no se logró
ningún acuerdo, pues Madero no concebía la reforma agraria como lo hacía
Zapata. Madero creía que primero había que hacer una reforma política profunda,
mientras que para Zapata era prioritaria la devolución de las tierras robadas
por las grandes haciendas. A decir de Zapata, Madero había traicionado la
revolución.
El gobierno federal reiteró su decisión de imponer el
orden por la violencia, y Zapata se desplegó con sus tropas a los límites entre
Guerrero y Puebla. Se escondió del gobierno y realizó emboscadas a pequeños
contingentes federales. En este periodo, Zapata se casó con Josefa Espejo. Padrino de la boda fue el propio Madero.
PRESIDENCIA DE
MADERO
Con Madero como presidente de
“No, señor Madero. Yo no me levanté en armas para
conquistar tierras y haciendas. Yo me levanté en armas para que al pueblo de
Morelos le sea devuelto lo que le fue robado”.
EL PLAN DE AYALA
El 25 de noviembre de 1911,
Zapata lanzó el Plan de Ayala. Este documento
se convirtió en su estandarte y en el fiel ejemplo de la ideología de
los campesinos de Morelos. En él se exigía la redención de los indígenas y la
repartición de los latifundios creados durante el porfiriato. Se desconocía a Madero como presidente y se reconocía a Pascual Orozco como jefe legítimo de
Durante 1912, Emiliano Zapata combatió al Ejército Federal que buscaba la pacificación
en los estados del sur. Los zapatistas buscaron defenderse y ocasionaron serias
derrotas a los federales. Ello a pesar que en ese entonces el movimiento
zapatista era muy débil, tanto en el ámbito político como en la rama militar.
Después del asesinato de Madero y la llegada al poder de
Victoriano Huerta, la lucha armada se agudizó.
Zapata se convirtió en uno de los
jefes revolucionarios más importantes, al tiempo que introdujo importantes
reformas en Morelos.
A comienzos de 1914,
Emiliano Zapata tomó Jonacatepec
y Chilpancingo. Ese año su ejército constaba ya de 27,000 hombres. Para
abril ya había controlado por completo el estado de Morelos y parte de los
estados de México, de Guerrero, de Puebla y de Tlaxcala. Entonces se negó a pactar con aquellos a quienes él
llamó “asesinos de Madero”. A Pascual Orozco lo retiró el cargo de Jefe de
Siempre en abril de 1914 Zapata, desde su cuartel general
de Cuernavaca, promulgó la entrega de
tierras a los pueblos.
ALIANZA DE ZAPATA
Y VILLA
Emilio Zapata se unió con Francisco Villa. Ambos
desconocieron al gobierno de Venustiano Carranza y reconocieron a Eulalio
Gutiérrez como presidente provisional de México. Esto provocó la continuación
de la guerra civil. A finales de noviembre de 1914, la poderosa División del Norte y el Ejército Libertador
del Sur entraron en
En su estancia en la capital,
las tropas tuvieron una actitud
pacífica. Obtuvieron recursos mediante limosnas y evitaron los robos y
asaltos de algunos bandidos que se hacían
llamar zapatistas.
El 4 de diciembre de 1914 Villa y Zapata tuvieron la entrevista de
Xochimilco donde se acordó una alianza militar entre ambos ejércitos. Villa
aceptó el Plan de Ayala y se comprometió a dar armas a Zapata.
OFENSIVA DE CARRANZA CONTRA ZAPATA
Concretados estos acuerdos, Emiliano Zapata partió rumbo a
Amecameca y tomó Puebla el 17 de
diciembre de 1914, aunque en los primeros días de enero la plaza le fue
arrebatada por las fuerzas del general
Álvaro Obregón.
Durante 1915 Morelos fue
gobernado por los campesinos levantados en armas.
En 1916, una vez que
Venustiano Carranza se instaló en
1918: EL OCASO DEL
GUERRILLERO ZAPATA
En 1917 Zapata, lanzó una contraofensiva. Reconquistó seis
ciudades y continuó la guerrilla en zonas periféricas y de frontera. Sin
embargo, en octubre del mismo año, el estado de Morelos cayó en mano de las
tropas de Carranza.
Hacia 1918 Emiliano Zapata era un guerrillero con poco
futuro, pues ante las constantes batallas y lo escaso de las municiones, la
muerte de los cabecillas y la ley agraria de Carranza, que apaciguó la causa
agraria de sur. Su movimiento, indudable manifestación del descontento
campesino, no llegó a consolidarse como una verdadera organización
político-militar. Siendo una rebelión de masas campesinas, se limitó a realizar
su guerra de guerrillas a partir de 1918.
EL ASESINATO DE
ZAPATA
El general Jesús Guajardo, con el consentimiento del
presidente Venustiano Carranza y el general
Pablo González, ofreció a
Emiliano Zapata armamento y municiones para continuar la lucha. Acordaron
reunirse en
NACE
Una vez muerto, Emilio Zapata se convirtió en el apóstol
de la revolución y en el símbolo de los
campesinos desposeídos.
Entre la gente común del estado de Morelos, que se negaba
a dar crédito a la muerte de Zapata, circulaba la creencia de que no era su
caudillo el que había sido asesinado por Guajardo. Se decía que le hacía falta
un lunar, que si Zapata era más alto o más moreno. Se decía que no era posible
que, si Zapata había escapado a tantas emboscadas y siempre había tenido tan
buen olfato para los engaños, hubiera caído de esta manera. Se decía que Zapata
había mandado en su lugar a uno de sus compadres, con quien compartía un gran
parecido. Desgraciadamente la identificación del cadáver de Zapata por parte de
antiguos compañeros de armas y gente cercana fue contundente: el cadáver
correspondía al caudillo del sur.