A 74 AÑOS DEL
“BOGOTAZO”
Iván
Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis
Emilio Recabarren, CEILER
En 1906 se construyó el ferrocarril de la
costa colombiana, conectando Santa Marta y Ciénaga (Magdalena). Por entonces,
se estableció en el país la compañía estadounidense United Fruit Company para la explotación bananera.
Colombia tuvo gobiernos conservadores,
hasta el triunfo de los liberales en las
elecciones presidenciales de 1930.
JORGE ELIÉCER
GAITÁN, “TRIBUNO DEL PUEBLO”
Nació en Cucunubá (Cundinamarca, Colombia), el 23 de enero de
1898, hijo de una educadora y de un librero.
En 1920 comenzó sus estudios de Leyes en
Regresó a la patria en 1928. Fue elegido
representante en
La valiente denuncia de ese crimen,
cuidadosamente ocultado por los medios de comunicación de entonces, le valió a
Gaitán el título de “tribuno del pueblo”.
El 12 de noviembre de 1928,
los 10 mil trabajadores de
Ahora, en la tarde del 6 de diciembre de 1928,
después de casi un mes de huelga, corrió el rumor que el gobernador de
Magdalena se reuniría con ellos en la estación ferroviaria de Ciénaga. Los
obreros, con sus familias, acudieron en
masa a la esperada entrevista con el primer funcionario del gobierno
conservador de Miguel Abadía Méndez (1926 – 1930) que se disponía a hablar con
ellos. El tren con el gobernador no llegó, pero sí las balas asesinas, que dejaron
más mil muertos, miles de heridos y cientos de detenidos.
El notable escritor colombiano Gabriel García
Márquez, Premio Nobel de Literatura 1982,
en su famosa obra “Cien Años de
Soledad” relata:
“
José Arcadio Segundo...“entonces se asomó a la
calle, y los vio. Eran tres regimientos cuya marcha pautada por tambor de
galeones hacía trepidar la tierra. Su resuello de dragón multicéfalo impregnó
de un vapor pestilente la claridad del mediodía. Eran pequeños, macizos,
brutos. Sudaban con sudor de caballo, y tenían un olor de carnaza macerada por
el sol, y la impavidez taciturna e impenetrable de los hombres del páramo...
“La situación amenazaba con evolucionar hacia una
guerra civil desigual y sangrienta, cuando las autoridades hicieron un llamado
a los trabajadores para que se concentraran en Macondo. El llamado anunciaba
que el Jefe Civil y Militar de la provincia llegaría el viernes siguiente,
dispuesto a interceder en el conflicto...
“Hacia las doce, esperando un tren que no llegaba,
más de tres mil personas, entre trabajadores, mujeres y niños, habían
desbordado el espacio descubierto frente a la estación y se apretujaban en las
calles adyacentes que el ejército cerró con filas de ametralladoras...
“Un poco antes de las tres corrió el rumor de que
el tren oficial no llegaría hasta el día siguiente. La muchedumbre cansada
exhaló un suspiro de desaliento. Un teniente del ejército se subió entonces en
el techo de la estación, donde había cuatro nidos de ametralladoras enfiladas
hacia la multitud, y se dio un toque de silencio”. (Leyó un Decreto que) “declaraba a los huelguistas cuadrilla de
malhechores y facultaba al ejército para matarlos a bala. Leído el decreto, en
medio de una ensordecedora rechifla de protesta, un capitán sustituyó al teniente en el techo
de la estación, y con la bocina de gramófono hizo señas de que quería hablar.
La muchedumbre volvió a guardar silencio.
-Señoras y señores -dijo el capitán con una voz
baja, lenta, un poco cansada-, tienen cinco minutos para retirarse.
La rechifla y los gritos redoblados ahogaron el
toque del clarín que anunció el principio del plazo. Nadie se movió.
-Han pasado cinco minutos –dijo el capitán en el mismo
tono-. Un minuto más y se hará fuego...
El capitán dio la orden de fuego y catorce nidos de
ametralladoras les respondieron en el acto... Una fuerza sísmica, un aliento
volcánico, un rugido de cataclismo estallaron en el centro de la muchedumbre
con una descomunal fuerza expansiva... (Gabriel García Márquez: “Cien Años de
Soledad”.
Los datos sobre la masacre de 1928 en Colombia
hacen recordar lo ocurrido en Chile en
LÍDER DE LOS LIBERALES
En 1930
los liberales ganaron las elecciones presidenciales. En 1931, Gaitán fue
elegido presidente de
Su
tenaz oposición al monopolio de la tierra, le ganó el amplio apoyo del
campesinado.
En 1933 fundó
Fue nombrado Alcalde de Bogotá, llevando a
cabo importantes reformas sociales. Otro tanto hizo, al ser designado Ministro
de Educación en 1940. Entre sus obras estuvo una gran campaña de
alfabetización.
En junio de 1945, en una Convención del
Partido Liberal, Gaitán fue propuesto
como candidato a
Gaitán no aceptó esa resolución. Y lanzó su
candidatura para los comicios del 5 de mayo de 1946. La división de los
liberales permitió el triunfo del abanderado conservador Mariano Ospina Pérez.
Después de 16 años de gobiernos liberales, los conservadores volvían al poder.
Gracias al enorme esfuerzo desplegado por
Gaitán, en las elecciones parlamentarias del 16 de marzo de 1947 vencieron los
liberales. En el Senado 73 liberales y 58 conservadores; en
El 24 de octubre de 1947 Jorge Eliécer
Gaitán fue proclamado jefe único del Partido Liberal y designado candidato para las elecciones
presidenciales de 1950.
Gaitán inició de inmediato su campaña
electoral trabajando junto a las masas populares, ganándose el cariño, respeto
y apoyo de ellas.
“Gaitán – escribe Eduardo Galeano, escritor
y periodista uruguayo- es jefe el Partido Liberal, pero es también su oveja
negra. Lo adoran los pobres de todas las banderas... La voz de Gaitán desata al
pueblo que por su boca grita. Este hombre pone al miedo de espaldas. De todas
partes acuden a escucharlo, a escucharse, los andrajosos, echando remo a través
de la selva y metiendo espuela a los caballos por los caminos. Dicen que cuando
Gaitán habla se rompe la niebla en Bogotá; y que hasta el mismo san Pedro para
la oreja y no permite que caiga la lluvia sobre las gigantescas concentraciones
reunidas a la luz de las antorchas.
El altivo caudillo, enjuto rostro de
estatua, denuncia sin pelos en la lengua
a la oligarquía y al ventrílocuo imperialista que la tiene sentada en sus
rodillas, oligarquía sin vida propia ni palabra propia, y anuncia la reforma
agraria y otras verdaderas que podrán fin a la larga mentira...”
EN
Eduardo Galeano relata: “En la plácida
Bogotá, morada de frailes y juristas, el general Marshall se reúne con los
cancilleres de los países latinoamericanos...
El
general Marshall resiste impasible, con los audífonos pegados a las sienes, el
discurserío que arrecia. Sin mover ni los párpados, aguanta las larguísimas
profesiones de fe democrática de muchos delegados latinoamericanos ansiosos por
venderse a precio de gallo muerto, mientras John McCloy, gerente del Banco
Mundial, advierte:
- Lo lamento señores, pero no he traído mi
libreta de cheques en la maleta...
Mientras cancilleres y doctores claman,
proclaman y declaman, la realidad existe. En los campos colombianos se libra a
tiros la guerra entre conservadores y liberales; los políticos ponen las
palabras y los campesinos ponen los
muertos...”
ASESINATO DE GAITÁN Y EL “BOGOTAZO”
El líder liberal aparecía como seguro
vencedor de las elecciones de 1950. Organizó en febrero de 1948
El 9 de abril de 1948 Gaitán se reunió con
un grupo de partidarios en su despacho.
Salieron a almorzar a las 13 horas. En ese momento se acercó un hombre al líder liberal y le disparó tres balazos
que lo dejaron gravemente herido. Sus amigos lo trasladaron a
Mientras tanto, las personas que habían
presenciado el feroz atentado persiguieron al criminal, gritando “Asesinaron al
doctor Gaitán, cojan al asesino”. Un policía intentó proteger al sicario de la
multitud. Introdujo a Juan Roa Sierra, así se llamaba el asesino, a una
droguería. Hasta allí llegó la gente que, furiosa, mató a golpes al sicario.
No hubo dudas que detrás de Roa Silva
estaba la mano de la reacción. Estalló una insurrección popular en Bogotá, que
luego se extendió a otras ciudades de Colombia, contra el gobierno del
conservador Mariano Ospina Pérez, a
quien exigían la renuncia. Esta insurrección se conoce con el nombre de
“bogotazo”
El saldo fue: varios cientos de muertos y
heridos, la destrucción de parte central de la capital y el inició de una nueva
etapa caracterizada por el recrudecimiento de la violencia a nivel nacional...
“El pobrerío, brotando de los suburbios y
descolgado de los cerros, avanza en tromba hacia todos los lugares, huracán de
dolor y de la ira que viene barriendo la ciudad, rompiendo vidrieras, volcando
tranvías, incendiando edificios:
- ¡Lo mataron! ¡Lo mataron!
Invaden el centro de Bogotá las ruanas
indias y las alpargatas obreras, manos curtidas por la tierra o por la cal,
manos manchadas de aceite o de lustre de zapatos, y al torbellino acuden los
changadores y los estudiantes y los camareros, las lavanderas del río y las
vivanderas del mercado, las sieteamores y los sieteoficios, los buscavidas, los
buscamuertes y los buscasuertes: del torbellino se desprende una mujer
llevándose cuatro abrigos de piel, todos encima, torpe y feliz como una osa
enamorada y como un conejo huye un hombre con varios collares de perlas en el
pescuezo y como una tortuga camina otro con una nevera a la espalda... Bogotá
es una inmensa fogata y el cielo una bóveda roja...
Tres tanques encabezan la embestida contra
el palacio presidencial. Los tanques llevan gente encima, gente agitando
banderas y gritando el nombre de Gaitán, y detrás arremete la multitud erizada
de machetes, hachas y garrotes. No bien llegan al palacio, los tanques se
detienen. Giran lentamente las torretas, apuntan hacia atrás y empiezan a matar
pueblo a montones...
“Suenan los últimos tiros. La ciudad
arrasada por el fuego recupera el orden. Al cabo de tres días de venganza y
locura, el pueblo desarmado vuelve al humilladero de siempre a trabajar y
tristear.
El general Marshall no tiene dudas. El bogotazo ha sido obra de
Moscú. El gobierno de Colombia suspende relaciones con
UN REPORTAJE DE GARCÍA MÁRQUEZ
El escritor colombiano trabajó como
periodista entre finales de 1957 y comienzos de 1959. En ese período
escribió muchos reportajes, los que fueron reunidos y publicados en 1975, en
Barcelona, bajo el título de “Cuando era feliz e indocumentado”
En uno de ellos, titulado “Su primera
experiencia: ‘El Bogotazo’”, relata un
hecho poco conocido:
“...Cuando el pueblo bogotano se lanzó a la
calle en una demoledora explosión de cólera por el asesinato de su caudillo máximo,
dos muchachos cubanos que se encontraban allí por casualidad participaron en la
acción popular. ‘Eran dos muchachos entusiastas, espigados, vestidos con
chaqueta de cuero’, recuerda un político colombiano que en esa ocasión los
conoció de manera accidental. Movidos por el fervor democrático, ellos trataron
de orientar la desenfrenada cólera de la muchedumbre hacia un objetivo preciso:
el poder. Un grupo de políticos liberales que los encontró en la mañana del 10
de abril preparando a las brigadas callejeras para atacar un cuartel, los
disuadió de su temeridad. ‘Ayer hubiera sido posible –les dijeron-, ahora no,
la situación ha cambiado’.
Les hicieron ver el nido de ametralladoras
emplazado en la azotea del cuartel:
-
Contra eso no resistirán veinte
minutos.
El más alto de los dos, cuyo rasgo predominante era la arqueada nariz
ósea, pareció reflexionar y desistió de la temeraria acción.
Nunca más se supo de ellos. Pocos días
después, los periódicos convirtieron a esos dos muchachos en una leyenda. Se
habló de dos cubanos que, según se decía, habían comandado el ‘bogotazo’. Se
llegó a decir que incluso en el hotel donde se hospedaban el detectivismo decomisó un plan minucioso
del asesinato de Gaitán. La verdad es que los dos muchachos cubanos,
estudiantes, habían llegado a Bogotá a fines de marzo, con el propósito de
asistir a un congreso estudiantil. Ante la explosión popular no habían podido
contener su entusiasmo y se habían lanzado a la calle, como lo hicieron tantos
demócratas extranjeros residentes en Bogotá: exiliados de Santo Domingo,
estudiantes de Venezuela, mexicanos, perseguidos del peronismo.
Sólo ahora –concluye su reportaje Gabriel
García Márquez- olvidada la leyenda de los dos cubanos que se mezclaron a la
multitud bogotana el 9 de abril de 1948, se conoce la identidad de unos de
ellos, el más espigado, sereno y decidido, era Fidel Castro.”
(Gabriel García Márquez: “Cuando era feliz e indocumentado”. Barcelona, 1975, páginas 120, 121 y 122)
La ya mencionada Novena Conferencia Panamericana se inició el 30 de marzo de 1948. En ese
evento, que se prolongó hasta el 2 de mayo, nació
La delegación de Estados Unidos, encabezada
por el general Marshall, traía como
principal propósito que se declarara al comunismo fuera de la ley. Y lo logró.
Paralelamente a
Al saber
éste, que el dirigente popular más importante de Colombia
era en ese momento Jorge Eliécer Gaitán, le solicitó una entrevista. Esta quedó acordada
para las dos de la tarde del 9 de abril de 1949. Pero, a las 13,05 de ese día
fue asesinado el líder colombiano.
DEL BOGOTAZO A LAS FARC
Con el asesinato de Gaitán, desapareció el
único hombre que, en ese momento, interpretaba el descontento popular en
Colombia. Se abrió una etapa de tierras arrasadas y de un brutal
enfrentamiento entre el gobierno conservador y la oposición.
Contra esa política terrorista, que ya
tenía años, comenzó -de manera
espontánea- la resistencia popular.
Especialmente brutales fueron las
acciones en Casanare y el Meta. Ello obligó a sus habitantes a armarse y a
actuar en grupos.
Un sector de la dirección nacional del Partido Liberal resolvió promover acciones civiles y militares contra el gobierno. Se acordó una insurrección para el 27 de noviembre de 1949, lo que fue informado a los oficiales comprometidos y a los dirigentes liberales. Hubo una contraorden. Esta no llegó al capitán Alfredo Silva, quien se tomó la guarnición de Villavicencio. Cuando conoció la nueva situación, no supo qué hacer. Les pidió a sus hombres que se desplazaran a Puerto López. Allí surgió un improvisado jefe popular, Eliseo Velásquez, “Cheíto”, quien asumió la jefatura de esa guerrilla
Pronto se multiplicó la lucha por los llanos orientales. Todos sus habitantes
se alzaron en armas contra el gobierno conservador. Combatían guerrillas
liberales y comunistas.
En junio de 1953 se produjo el golpe militar del general Rojas Pinilla. Se decretó una amnistía. Un total de 6.500 guerrilleros liberales se entregaron con sus armas. Previamente, la dirección del Partido Liberal había ordenado su desmovilización.
Las guerrillas comunistas no se entregaron. Contra ellas cayó la represión. Hubo un período de lucha por la supervivencia. Después, surgieron las Fuerzas Revolucionarias en varias regiones, con un Comando General Guerrillero.
Años después, en 1964, ya extendidas por
todo el país, se crearon las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(FARC), con un secretariado, encabezado por
su fundador, el líder campesino Manuel Marulanda Vélez. Su verdadero nombre era Pedro Antonio Marín y había nacido en
Génova, Colombia, el 12 de mayo de 1930. Dirigió a las FARC durante 44 años,
hasta su muerte ocurrida el 26 de marzo
de 2008.
En el año 2017, las FARC abandonaron la
lucha guerrillera y se transformaron en partido político con el nombre de Fuerza
Alternativa Revolucionaria del Común