jueves, 30 de julio de 2020

ENRIQUE KIRBERG BALTIANSKY





En su 105º natalicio:



                                               Iván Ljubetic Vargas, historiador del
                                              Centro de Extensión e Investigación
                                              Luis Emilio Recabarren, CEILER

                                        


En junio de 1984 el Partido Comunista de Chile llevó a cabo un importante evento. Fue  una Conferencia que tuvo la particularidad de  realizarse en dos partes:  con cientos de dirigentes en el país, bajo las condiciones de estricta clandestinidad y, con decenas de dirigentes que estábamos en el exilio.

Esta Conferencia en el exterior tuvo lugar en una “dacha” en Moscú. Allí conocí al compañero Enrique Kirberg. Él representaba a los comunistas chilenos  desterrados en Estados Unidos; yo, a los que  vivíamos el ostracismo en la República Federal Alemana. Por varios días estuvimos debatiendo, con la cabeza y el corazón puesto en nuestro  lejano país.

Ahí tuve la oportunidad de conversar con el camarada Enrique Kirberg, conocer la modestia, la fraternidad, la alegría de vivir, la sabiduría que emanaba su persona. Desgraciadamente fue la  única ocasión en que estuvimos juntos.

Junto a los dirigentes que vivíamos en el exilio, concurrió a la conferencia una delegación del interior.

DESDE JOVEN, UN REVOLUCIONARIO

Enrique Kirberg nació en Santiago el 30 de julio de 1915. Era hijos de inmigrantes judíos. Pasó su infancia en Valparaíso y Quilpué. Estudió, en calidad de alumno interno, en la Escuela de Artes y Oficios.

Siendo adolescente sufrió la desgracia de quedar huérfano.

Sus lecturas, pues era un incansable  lector, y las largas conversaciones con su tío Mauricio, el menchevique, influyeron en el joven Enrique. Era un observador agudo de los acontecimientos  de su tiempo. Observador, pero especialmente actor. Participó activamente en las guardias estudiantiles a la caída del dictador  Carlos Ibáñez el 26 de julio de 1931. Tenía por entonces 16 años.

En los turbulentos  doce días de la llamada República Socialista, del 4 al 16 de junio de 1932, tomó parte en el Soviet, presidido por Elías Lafertte, que funcionó en la Casa Central de la Universidad de Chile.

CATEDRÁTICO UNIVERSITARIO

Fue fundador y primer presidente de la Federación de Estudiantes Mineros e Industriales de Chile, FEMICH. Le correspondió iniciar y encabezar la intensa y exitosa campaña que, en los años 40 del siglo XX, hizo posible el surgimiento de la Universidad Técnica del Estado, UTE, en base a las  siete escuelas técnicas superiores que existían en diversas ciudades del país.

Sin abandonar las tareas del Partido,  en las que  se destacó por su responsabilidad y disciplina,  Enrique Kirberg  se tituló de ingeniero eléctrico y continuó su carrera profesional y académica. Llegó a ser catedrático en la  Universidad Técnica del Estado y en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Chile en Santiago y Valparaíso.

CANDIDATO COMUNISTA A LA UTE

En 2001, el doctor Hugo Díaz me  explicaba en una conversación personal:     “Eran los días de la Reforma Universitaria. Recuerdo que estábamos en reunión de la Comisión Universitaria a comienzos de 1968, estudiando una proposición  hecha al Partido por los radicales y masones para que le apoyáramos a su candidato a Rector en la UTE. Después que informó sobre esto Fernando Ortiz, Enrique París dice: ¿y por qué  no llevamos candidato propio? Creímos que era un chiste. Nos reímos. Luego Fernando dijo que era una idea  digna de estudiarse. Preguntamos ¿quién podría ser nuestro candidato?  Enrique Kirberg, respondió el compañero París. Luego de un intercambio de opiniones, llegamos a la conclusión que no era un chiste, que era posible realizar esa proposición. Y se acordó hablar con el compañero Kirberg. Éste aceptó postular y llegó a ser elegido y reelegido Rector de la UTE”.

RECTOR DE LA UNIVERSIDAD TÉCNICA

Fue así como el 20 de agosto de 1968, en las primeras elecciones democráticas en la UTE, en las que, como fruto de la Reforma Universitaria,  votaban por primera vez académicos, estudiantes y funcionarios, cuando se produjo la gran sorpresa: el candidato comunista Enrique Kirberg era elegido Rector.

Su excelente gestión, unida al trabajo de la izquierda, permitió su reelección al año siguiente.

Y ya en pleno Gobierno Popular  presidido por Salvador Allende, fue reelegido por tercera vez. En las elecciones del 29 de julio de 1972, la Unidad Popular obtuvo un importante triunfo en la Universidad Técnica del Estado. Enrique Kirberg fue elegido rector y Ricardo Núñez, secretario general. De los 80 miembros del nuevo Consejo Universitario, 54 eran de la Unidad Popular y de estos, 26 del Partido Comunista, que se transformó en la primera fuerza política de la UTE.


                         El Presidente Allende y el Rector Enrique Kirberg


UN RECTOR REVOLUCIONARIO

Gracias a los gigantescos logros de la gestión administrativa del Rector Kirberg y a la Reforma Universitaria, la UTE  se transformó en la segunda Universidad en importancia y la única, junto con la Universidad de Chile, con  existencia nacional. Entre 1969 y 1973 Kirberg fundó 24 institutos tecnológicos de Arica a Punta Arenas
La UTE experimentó un cambio de calidad. Abrió sus puertas al Chile que vivía los tiempos de la revolución llevada adelante por la Unidad Popular. El Convenio CUT-UTE permitió el ingreso a ella de los trabajadores.

En lo interno, todos sus estamentos participaban activamente en la conducción del proceso de la Reforma. En los claustros renovados se realizaban riquísimas discusiones sobre los problemas de la Universidad, del país y del mundo. Nada era ajeno a esa comunidad empapada del pensamiento y de la  práctica revolucionaria.

EL ODIO DE LOS FASCISTAS

Lo anterior explica la furia fascista contra la UTE.
El 11 de septiembre de 1973 la historia de Chile fue cortada en dos por la espada asesina de los usurpadores del poder. La Moneda fue bombardeada y atacada con tanques. Murió allí el heroico Compañero Presidente.
La UTE fue rodeada por la soldadesca. Ese día, estaba programado en ella un acto en que actuaría Víctor Jara y el Presidente Salvador Allende convocaría a un plebiscito para superar la crisis política planteada por la oposición derechista-democratacristiana. Y, como si se tratara de una fortaleza, el 12 de septiembre las fuerzas armadas asaltaron esa Universidad. El rector, académicos, estudiantes y funcionarios que se encontraban en la sede, fueron tomados prisioneros y llevados al Estadio Chile. Ahí fue torturado y asesinado Víctor Jara.

LA CONTRARREVOLUCIÓN EN LA UTE

La dictadura arrasó con los cambios revolucionarios en la UTE como en todo Chile.
Sobre la UTE cayó la represión fascista. Víctor Jara fue uno de los 62 miembros de  su comunidad asesinados, otros cientos fueron detenidos, cruelmente torturados, enviados a la cárcel, campos de concentración o el destierro. El 50% de los profesores y funcionarios fueron exonerados. Las 23 sedes provinciales fueron borradas del mapa.
Enrique Kirberg fue durante dos años un prisionero de guerra y luego lanzado al exilio.
El destierro lo vivió en Nueva York y Montevideo.

VIVIRÁ EN SU OBRAS

Retornó a Chile en 1987. Lo que quedaba de su Universidad, lo recibió en triunfo: dos mil estudiantes  lo pasearon por el Campus de Avenida Ecuador  al grito: “¡Aquí está nuestro rector!”
En agosto de 1991, ya muy enfermo, volvió al viejo teatro de la Escuela de Artes y Oficios. Esta vez para recibir el  Doctorado Honoris Causa.
El corazón de Enrique Kirberg dejó de latir el 23 de abril de 1992, pero su ejemplo de comunista consecuente sigue vivo en el recuerdo de todos los que le conocieron.