lunes, 6 de julio de 2020

RECABARREN Y LA PRENSA OBRERA





En el 144º natalicio del líder obrero :



                                         Iván Ljubetic Vargas, historiador del
                                         Centro de Extensión e Investigación
                                         Luis Emilio Recabarren,  CEILER

       


Luis Emilio Recabarren fue obrero tipógrafo desde los catorce años, había nacido en Valparaíso el 6 de julio de 1876 Ahí, en las imprentas, duramente explotado,  vislumbró la importancia  de   que  la letra de molde se pusiera al servicio de los trabajadores.

El periodismo fue un aspecto muy importante en la  acción  por educar, unir y organizar  a los trabajadores chilenos,  llevada adelante durante 30 años por Luis Emilio Recabarren Serrano.

En 1894 se incorporó al Partido Demócrata, iniciándose en la lucha social.

SEMBRANDO LA  LUZ

Tenía 23 años de edad en 1899, cuando  fundó lo que se considera el primer periódico obrero creado por Recabarren.   Fue el semanario “La Democracia”,  de Santiago.
Al año siguiente escribió: “La prensa obrera es como la luz que señala desde lejos el camino más corto por donde debemos andar”.
En 1901, señaló en el periódico “La Democracia”: “La prensa obrera, tiene por misión sagrada, contribuir a la ilustración,   y difundir la cultura en las costumbres de los pueblos”.
Al año siguiente escribió: “La prensa obrera es como la luz que señala desde lejos el camino más corto por donde debemos andar”.

UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE

En 1903 Recabarren vivió un hecho  que le resultó inolvidable. En su  discurso “Los albores de la Revolución Social en Chile”, pronunciado en la Cámara de Diputados el 15 de julio de 1921, Recabarren lo evocó así:

“Yo recuerdo siempre con emoción la vez que llegó un grupo de obreros de Tocopilla, y me dijeron: ‘Compañero, traemos dos mil pesos para comprar una imprenta.  La Mancomunal de Obreros de Tocopilla ha logrado reunir este dinero para comprar una imprenta. Venimos a que usted nos acompañe a comprarla’.
¿Y qué van a hacer ustedes con ella?, les pregunté.
Me contestaron: ‘Un periódico`.
¿Y quién se los va a escribir?
‘No tenemos quién nos lo escriba; pero confiamos en que usted nos buscará un tipógrafo para que lo escriba’
Y concluyeron por decirme:   ‘Esperamos que usted mismo se vaya a Tocopilla y nos atienda el periódico’.”

Recabarren señaló en ese 15 de julio de 1921 en la Cámara: “Yo encuentro de una sublimidad majestuosa el pensamiento de estos obreros –peones, playeros, estibadores, cargadores, lancheros- que soñaban con tener una imprenta. Ellos mismos, por sí solos, por sus propios esfuerzos,  juntaron el dinero para comprar una imprenta y publicar un periódico”-

UN SEGUNDO PERIÓDICO

Recabarren viajó en septiembre de 1903 al norte. Allá tuvo  no sólo la oportunidad de crear su segundo periódico –“El Trabajo”, de Tocopilla- sino, además, de tomar contacto directo con los trabajadores de ese puerto y de la pampa salitrera. Ello influirá decisivamente en su formación revolucionaria.


                                            Tocopilla hacia 1900

¿QUÉ SIGNIFICABA ESCRIBIR UN PERIÓDICO?

Cuando entonces se hablaba de “escribir  un periódico”, de lo que se trataba era de componer las páginas. Y ello se hacía con los tipos o letras,  con los que se debían escribir las palabras, al revés, de atrás hacia delante, de derecha a izquierda. Los que paraban los tipos eran los tipógrafos.

                                    El difícil  sistema de la tipografía


Esa era la profesión de Recabarren. Pero él hacía dos labores al mismo tiempo.   Escribía sus artículos  según entendemos el término hoy  y,  al mismo tiempo,  componía  el periódico. Lo hacía simultáneamente.      

“EL MÁS FORMIDABLE ARIETE”

En 1904, Recabarren dio vida a otro periódico en Tocopilla: “El  Proletario”.
En 1906 escribió en “La Doctrina Popular”, de Coquimbo: “La prensa es la voz del pueblo. No hay  periódico insignificante. El más pequeño es tan terrible como el más formidable ariete”.
En ese mismo año publicó en “La Vanguardia”, de Antofagasta – su  cuarto periódico-  lo siguiente: “Aviso a mis correligionarios que estoy organizando una sociedad para establecer en Santiago una imprenta.  El valor de la acción es de 50 pesos. El nuevo diario obrero debe   aparecer el 1 de junio de 1906”.
Así nació “La Reforma”, diario obrero demócrata, editado en la capital.
En 1911 fundó “El  Grito Popular” de Iquique, último periódico que creó siendo miembro del Partido Demócrata.

   
                                  Recabarren con la imprenta en la sangre

“EL DESPERTAR DE LOS TRABAJADORES”

El 16  de enero de 1912  apareció  el primer número de “El Despertar de los Trabajadores” de Iquique,  el más importante de los 11 periódicos nacidos gracias al esfuerzo y sacrificio de Recabarren.
Apareció siendo propiedad de la Sociedad Obrera Cooperativa Tipográfica,  constituida para darle vida al proyecto de  un diario revolucionario en ese puerto. Después, sus socios acordaron donarlo al Partido Comunista, una vez fundado éste el 4 de junio de 1912.

Fue éste un periódico combativo, valiente. Los patrones y las autoridades lo persiguieron. Sus propagandistas, por el solo hecho de serlo, eran despedidos de las faenas, detenidos y enviados a la cárcel.


                                              Iquique hacia 1912

UN PERIÓDICO LEIDO POR LOS OBREROS

Pero era leído por los trabajadores. Salvador Ocampo, quien fuera senador del Partido Comunista, relata: “Yo trabajaba en una cuadrilla de cargadores de la Chile Exploration Company de Tocopilla. Era una especie de arrinquín, que ayudaba a los trabajadores en las cosas más esenciales y  les preparaba sus alimentos para los momentos de descanso... Esto ocurría más o menos en los años 1912 al 14... El 12 yo tenía 10 años de edad...  Esta cuadrilla estaba compuesta por unos mocetones bravos, los más salvajes que había por esos lados. Todos, la gente más buena y humana que he conocido. Algunos de ellos compraban ‘El Despertar de los Trabajadores’, que Recabarren editaba en Iquique y que llegaba hasta allí clandestinamente. Serían unos diez o doce los que compraban ‘El Despertar’. La cuadrilla se componía de 40 obreros. El caso es que esta gente compraba el diario y a la hora de almuerzo, al mediodía, yo veía  cómo leían los títulos con grandes dificultades  -eran pocazos los que sabían leer-   y  después se guardaban el diario.

  

     
Pues bien, cuando supieron que yo sabía leer, me exigían que se los leyera. Lo primero que me decían era: ‘A ver, compañero Guachito (así me llamaban a mí), leamos lo que dice Recabarren’. Entonces yo buscaba  si venía algún artículo con su firma. Y si no venía, les decía: ‘No, Recabarren no dice nada aquí’. Pero ellos insistían: ‘Bueno, pero es que...¡el editorial!, pues Guachito, ¡esa es la palabra de Recabarren!”
Qué hermosa escena debió ser esa: cuarenta obreros pampinos sentados en círculo, escuchando atentamente lo que escribía Recabarren a través de la lectura que hacía un niño.

EL PERIÓDICO, UN MEDIO DE EDUCACIÓN

El periodismo fue un aspecto muy importante en la  acción  por educar, unir y organizar  a los trabajadores chilenos,  llevada adelante durante 30 años por Luis Emilio Recabarren Serrano.

En “El Despertar de los Trabajadores”, Recabarren publicaba obras de teatro. Tanto propias, como de otros autores, siempre que tuvieran contenido social.
Entre las piezas teatrales del padre de la prensa obrera chilena están “Redimida”, que narra la historia de una mujer abandonada que ingresa a las filas revolucionarias, único camino para lograr una vida mejor. Otra, es “Desdicha Obrera”, un ataque al clero y a la alta burguesía.

                  




TAMBIÉN EN OTRAS CIUDADES

En ese mismo año publicó en “La Vanguardia”, de Antofagasta – su  cuarto periódico-  lo siguiente: “Aviso a mis correligionarios que estoy organizando una sociedad para establecer en Santiago una imprenta.  El valor de la acción es de 50 pesos. El nuevo diario obrero debe   aparecer el 1 de junio de 1906”.



    
Así nació “La Reforma”, diario obrero demócrata, editado en la capital.
En 1911 fundó “El  Grito Popular” de Iquique, último periódico que creó siendo miembro del Partido Demócrata.
En 1915 fundó el periódico “El Socialista” en  Valparaíso. Un año después, “El Socialista” de Antofagasta.  Luego, este último cambió   de nombre. Se llamó “El Comunista”.     Sobre éste, recuerda Salvador  Ocampo:” Hacia 1924, en Antofagasta nosotros llegamos a vender 40 mil  ejemplares diariamente de   “El Comunista”, vendíamos más que cualquier otro diario”.


LA PRENSA OBRERA MEDIO DE LUCHA

En 1917, estando en Buenos Aires, Recabarren sostuvo: “La prensa obrera es un medio más de lucha, de acción, de crítica, de propaganda, de discusión”.
En 1921 en el  ya  mencionado discurso en la Cámara, afirmó el padre de la prensa obrera: “Mientras la imprenta no estuvo en manos de los obreros, no éramos nadie; vivíamos en la oscuridad, ignorados; no podíamos desarrollar nuestro pensamiento”.
En ese mismo año 1921 fundó el periódico  La Federación Obrera” y, en 1924,  “Justicia”.  Ambos de Santiago.
El historiador Hernán Ramírez Necochea afirma que, hacia 1923,   gracias al incansable trabajo de Recabarren,   el Partido Comunista poseía y mantenía  12  periódicos a lo largo de nuestro territorio.

INCANSABLE PERIODISTA

Recabarren no solo creó imprentas.   Fue también  laborioso y didáctico   periodista. Escribió en 48 periódicos  chilenos, que aparecían en 24 puntos del país: Arica, Iquique, Tocopilla, Antofagasta, Taltal, La Serena, Coquimbo,  Ovalle, Chañaral, Los Andes, Viña del Mar, Valparaíso, Casablanca, Santiago, Chillán, Talcahuano, Concepción,  Coronel,  Lota,  Lebu,  Nueva Imperial, Valdivia, La Unión y Punta Arenas.  Además colaboró en órganos  de prensa  de Buenos Aires.

El periodismo fue un aspecto muy importante en la  acción  por educar, unir y organizar  a los trabajadores chilenos,  llevada adelante durante 30 años por Luis Emilio Recabarren Serrano.

EDUCADOR DE MASAS

Sin lugar a duda, el padre del movimiento obrero chileno es el más grande educador de masas de nuestra historia.          
Su último artículo, elaborado en conjunto   con Luis Víctor Cruz,  tuvo por tema la necesidad de  dar mayor apoyo al periódico “Justicia” de Santiago. Apareció en ese mismo diario, con fecha 11 de noviembre de 1924. Treinta y ocho días después, Recabarren ponía fin a su existencia.


                  Luis Víctor Cruz (primera fila) Recabarren (en la segunda)

Pablo Neruda   evoca en su ‘Canto General’   la labor de  creador de la prensa  obrera chilena y de periodista de Recabarren.  Dice:

               “Y fue por la patria entera
                fundando pueblo, levantando
                los corazones quebrantados.
                Sus periódicos recién impresos
                entraron en las galerías
                del carbón, subieron al cobre,
                y el pueblo besó las columnas
                que por primera vez llevaban
                la voz de los atropellados”.

              



Hoy, a pesar de las dificultades provocadas por las dos pestes (la del Coronavirus y la del gobierno neoliberal),  “El Siglo” continúa la senda trazada por Luis Emilio Recabarren.