domingo, 16 de octubre de 2022

A 50 AÑOS DEL PARO PATRONAL DE OCTUBRE

 


Se inicia el 13 de octubre de 1972:


 

                                               Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                               Centro de Extensión e Investigación

                                               Luis Emilio Recabarren,  CEILER

 

 


En Chile, octubre de 1972 se inicia tenso. La acción sediciosa frenada en septiembre vuelve a ponerse en marcha. La CIA ayuda generosamente a los fascistas. Los dólares invaden de tal manera el mercado negro, que incluso llega a bajar las cotizaciones  de esa moneda extranjera.

El imperialismo y la reacción criolla no descansan en sus intentos de derribar el Gobierno Popular. El Comité 40, encabezado por Kissinger, planifica, dirige y financia múltiples acciones contrarrevolucionarias.

 

Una de éstas es el paro sedicioso de Octubre de 1972, que tiene sus prólogos: El 3 de octubre, la FESES lanza otro paro por 24 horas y los estudiantes salen a la calle a provocar desórdenes, quemando neumáticos, apedreando vehículos y peatones. El 8, en clara coordinación con las acciones de la oposición en Chile, la Kennecott  Corporation requiere ante el Tribunal de Gran Instancia de París el embargo de una carga de 1.250 toneladas de cobre chileno.

 

PARO DE CAMIONEROS

En la noche del 10 de octubre, el Sindicato de Dueños de Camiones acuerda un paro. Es un nuevo y serio golpe contra la economía del país. Ese gremio controla 30 mil de los 50 mil vehículos que sirven para el transporte  a través del largo territorio nacional, donde el 80% de los medios de transporte está en manos de privados. Así comienza el Paro de Octubre. Se pone en marcha el plan largamente estudiado y que fue concebido el 6 de marzo de 1972 en una chacra de Chiñigue, en torno a un pastel de choclo.

De inmediato se lanza al paro el gremio de los comerciantes controlado por el Partido Nacional, a través de las Cámaras de Comercio provinciales; por la DC, por medio del Presidente del Comercio Detallista, Rafael Cumsille; por ‘Patria y Libertad’ por su influencia en el Frente Nacional de la Actividad Privada, FRENAP.

 

LA CUT LE PARA EL CARRO A LA SOFOFA

El 13 de octubre, los empresarios, agrupados en la  Sociedad de Fomento Fabril, SOFOFA, deciden paralizar la producción; esto, unido a la huelga de los camioneros y colegios profesionales.

Ese mismo día que SOFOFA llama a cerrar las industrias,  la CUT instruye a los trabajadores a tomar los puestos de trabajo y hacerse responsable de la producción.

De los 35 000 talleres y fábricas existentes en el país, paralizan menos de 20; de los 5 mil asentamientos lo hacen sólo 63.  En esa ocasión, responde al llamado de la CUT, independientemente de sus posiciones ideológicas, toda la clase trabajadora. El Ejército, encabezado por el Comandante en Jefe, el general Carlos Prats, sale al paso a los intentos de crear el caos en ciudades y  caminos. La acción del sector constitucionalista logra evitar que los militares fascistas, que desde el interior de las FF AA actúan de acuerdo con la ultraderecha, puedan controlar los institutos castrenses y llevar adelante los planes subversivos. El Colegio Médico, que no ha efectuado huelga desde 1931, llama a sus asociados a abandonar sus puestos de trabajo en hospitales y postas, bajo la amenaza de la cancelación de sus títulos. Otro tanto efectúa el Colegio de Abogados.  Llamado por la DC se inicia el boicot en la administración pública, donde paraliza gran cantidad de técnicos y profesionales.

 

LUIS CORVALÁN OPINA

 

 

 


A una semana de haberse iniciado el Paro patronal, Luis Corvalán realiza declaraciones. Dice:  “Esta es una escalada sediciosa, es un golpe de Estado en marcha. No es un golpe al viejo estilo, un golpe militar, porque las Fuerzas Armadas son fieles al Gobierno legítimamente constituido  y que en el fondo es lo que disgusta profundamente a los reaccionarios. Como no pueden derribar al Gobierno en vista de la posición constitucionalista de las FF AA, se orientan a entrar más o menos por el mismo camino con que fue derribado Ibáñez en 1931, con la paralización del país… En esta oportunidad se han paralizado los transportes, parte del comercio y hacen esfuerzos por incluir a los colegios profesionales. Quieren darnos la batalla de esa manera, pero nosotros contamos con la mayor fuerza que es el pueblo… Los llamados de la SOFOFA a paralizar  industrias fracasaron porque los trabajadores han estado en sus labores”.[1]

 

EL GABINETE CÍVICO-MILITAR

Forman parte de él los tres altos jefes de las Fuerzas Armadas:  el  general  Carlos Prat del Ejército, como Ministro del  Interior; el general Claudio Sepúlveda de la FACH, como Ministro de Minería; el  contraalmirante Ismael Huerta de la Armada, como Ministro de Obras Públicas y Transporte.

De la CUT el Presidente Luis Figueroa, como Ministro del Trabajo; el Secretario General, Rolando Calderón, como Ministro de Agricultura

El viernes 2 de noviembre de 1972 jura el nuevo Gabinete.

 

PARTIDO COMUNISTA DE ACUERDO CON GABINETE CÍVICO-MILITAR

Luis Corvalán refiriéndose a los motivos que movieron al PC para apoyar la idea de un Gabinete UP-FF AA-CUT, afirma:

“Para dar un sí definitivo se necesitaba analizar más la cuestión. Y lo dimos en el momento en que la necesidad del Gabinete Cívico-Militar surgió del hecho  que el enemigo pasó de la desobediencia civil, al desacato a la autoridad militar, empezó a ‘descolgar’ sus radios de la cadena obligatoria, acentuó sus actos de terrorismo, el Partido Nacional amenazó con acusar constitucionalmente a Ministros de Estado, al Presidente de la República y al  Comandante en Jefe del Ejército. La derecha y algunos democratacristianos se lanzaron en picada contra las FF AA, lograron un pronunciamiento del Ministro Erbeta de la Corte de Apelaciones, en contra de la cadena radial obligatoria y el Pleno de la Corte Suprema también entró en el baile, tratando de cuestionar la acción del Gobierno. El conjunto de estos hechos tuvo la virtud de producir un cambio de mentalidad, tanto en el pueblo como en las Fuerzas Armadas. Se vio clara la necesidad de poner mano más firme. La clase obrera había sido la fuerza fundamental que impidió la paralización del país. Pero al mismo tiempo las fuerzas armadas habían constituido y constituían un factor esencial en la defensa del orden interno. Era entonces, lógico que esto tuviera una proyección ministerial”.[2]

 

FIN DEL PARO PATRONAL

El paro termina después de 27 días de haberse iniciado y le significa al país una pérdida de más de cien millones de dólares. La firme actitud del Ejecutivo y las incansables gestiones del Ministro del Interior, dan sus frutos. El lunes 6 de noviembre finaliza el Paro sedicioso de Octubre.

 

     OPINIONES SOBRE EL NUEVO GABINETE

Al MIR no le gusta el nuevo Gabinete. En Declaración citada por “El Mercurio” señala:   “La incorporación  de algunos generales en el Gabinete ha cambiado en una importante medida el carácter que el Gobierno hasta aquí tenía… ya que los partidos populares tradicionales dejan de ser el eje político del Gobierno y deben ceder parte importante de este papel a las fuerzas armadas y así el  Gobierno debilita  más aún su relación con los trabajadores”.[3]

 

Luis Corvalán se refiere al nuevo Gabinete diciendo: “Yo diría que constituye un avance, un signo de fuerza, más que de la UP, del Gobierno constitucional, de la democracia chilena. Con la formación de este  Gabinete se ha producido  un cambio cualitativo muy importante, cierta  modificación en la correlación de fuerzas. Sin duda de que el Gabinete en el  cual están las tres ramas de la FF AA y la clase obrera tiene una presencia  relevante, constituye un dique insalvable contra la sedición. Baste recordar que el paro politiquero iniciado por los camioneros recibió con ello un golpe mortal”.[4] 



[1] “El Mercurio”, edición internacional, del 16 al 22 de  octubre de 1972

[2]  Eduardo Labarca, obra citada, página 14

[3] “El Mercurio”, edición internacional, del 16 al 22 de octubre de 1972

[4]  Eduardo Labarca: obra citada, páginas 13 y 14