martes, 16 de noviembre de 2021

A 70 AÑOS DE LA FUNDACIÓN DEL FRENTE DEL PUEBLO

 





                                                      Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                                      Centro de Extensión e Investigación

                                                       Luis Emilio Recabarren,  CEILER

 

 


Desde inicios de 1951, sectores ibañistas -intentando aprovechar el repudio contra el régimen corrupto de González Videla- levantan la candidatura del exdictador. Carlos Ibáñez del Campo tiene por entonces 74 años. Sus partidarios lo presentan como el hombre enérgico, capaz de barrer todo lo malo del gobierno que termina en 1952. 

El PC y el Partido Socialista Popular sostienen conversaciones en que se concluye

que el movimiento popular no puede apoyar a Ibáñez y contraen el compromiso de consultarse mutuamente antes de adoptar cualquier resolución.

Sin embargo, posteriormente, Raúl Ampuero y la mayoría del Comité Central del PSP, cambian de opinión. Sin previa conversación con el PC, deciden entregar su respaldo a la candidatura de Ibáñez. Al dar ese paso, aseguran estar en condiciones de imprimir a la campaña una orientación impersonal y francamente antiimperialista y anti feudal. 

De esta forma, los socialistas populares pasan a ser parte de una heterogénea coalición, en que ellos -marxistas- actuarán junto a fascistas, como lo son algunos elementos agrario-laboristas.

  

NACE EL FRENTE DEL PUEBLO

La constitución de este bloque ibañista provoca un reajuste en el campo político chileno. La actitud de la mayoría de los dirigentes del PSP conduce a la división de esa colectividad. Salvador Allende, José Tohá y otros militantes se oponen enérgicamente al paso dado. Son expulsados. Retornan al Partido Socialista de Chile, del cual han sido previamente marginados Bernardo Ibáñez y otros anticomunistas. 

Ello crea las condiciones para que los esfuerzos comunistas por alcanzar una alianza con los socialistas se concreten. El Partido Comunista  y el Partido Socialista  de Chile firman un pacto político que da nacimiento al Frente del Pueblo, el 13 de noviembre de 1951. 

Así surge el primer eslabón de la unidad de la izquierda chilena, de una coalición en que la hegemonía ya no está en manos de la burguesía, como ocurrió con el Frente Popular y la Alianza Democrática. Desde ese instante se marcha a la constitución de un conglomerado liderado por la clase obrera.

El Frente del Pueblo es el núcleo inicial del Frente de Liberación Nacional (FLN) planteado por el Partido Comunista, que propiciaba un programa de cuatro puntos fundamentales: la lucha por el pan, por la paz, por la democracia y por la independencia nacional. 

El PC define por entonces el FLN como un amplio movimiento de liberación nacional y social... que abarque la mayoría de los chilenos y se consolide y desarrolle al calor de las luchas reivindicativas de los obreros, de los empleados, de los campesinos, de los profesionales, intelectuales, estudiantes, jóvenes, mujeres, pequeños comerciantes e industriales, en una palabra, todas las capas sociales y populares y progresistas del país."

 

ALLENDE CANDIDATO 

El Frente del Pueblo designa como su candidato presidencial a Salvador Allende Gossens, que a la fecha tiene 43 años,  pues había nacido en Valparaíso el 26 de junio de 1908.  Es médico, habiendo iniciado sus estudios de medicina en 1926. Cuando en mayo de 1927 se implanta la dictadura de Ibáñez, el joven Allende participa activamente en las luchas contra ella. Es dirigente estudiantil. Participa en el Grupo Avance. 

Posteriormente en 1932, es detenido y procesado. Está en prisión cuando fallece su padre. Es autorizado para asistir a sus funerales. Ante la tumba paterna promete dedicar su existencia a la lucha social.

En 1933 se recibe de médico, participa en la fundación del Partido Socialista y encabeza esa organización en Valparaíso. En 1936, es uno de los creadores del Frente Popular en el puerto. En 1937 es elegido diputado socialista por la circunscripción de Valparaíso y Quillota.

 

En 1938 dirige, siempre en el puerto, la campaña presidencial de Pedro Aguirre Cerda. Es designado Subsecretario General del PS. El 28 de septiembre de 1939 asume como ministro de Salubridad del gobierno del Frente Popular. En 1940, publica el libro, "La realidad Médico-Social de Chile".

En 1942 renuncia como ministro. En 1943 es elegido secretario general del PS. En 1945 triunfa como candidato a senador por la circunscripción de Valdivia, Llanquihue, Chiloé, Aisén y Magallanes.

En 1942 es designado Presidente del Colegio Médico de Chile.

En 1951 participa en la fundación del Frente del Pueblo e inicia su primera campaña presidencial.

Salvador Allende escribirá posteriormente:

"El Frente del Pueblo es un movimiento profundamente patriótico que lucha por la liberación política y económica de nuestro país. No se trata de la unión temporal, transitoria de las fuerzas populares. Se trata de una organización permanente en la que cada partido, conservando su independencia, ha contraído un solemne compromiso ante el pueblo chileno."

 

LA CAMPAÑA PRESIDENCIAL DE 1952

Volodia Teitelboim, uno de los Secretarios Generales del Frente del Pueblo, relata:

"Recuerdo bien esta campaña electoral. Éramos un pequeño grupo. Salvador Allende sabía que no triunfaría en aquellas elecciones, que incluso lograría pocos votos. Pero aquello era sembrar para el futuro. Entonces se manifestó con particular claridad un importantísimo rasgo de su carácter: la tenacidad en la lucha contra las dificultades, que en su vida abundaron más que las victorias."

La candidatura del Frente del Pueblo enfrenta la contienda presidencial con un Programa que plantea medidas concretas para eliminar las causas del atraso de Chile y los problemas de los chilenos: la nacionalización de las riquezas fundamentales: cobre, salitre, hierro; una profunda reforma agraria, que entregue la tierra al que la trabaja; la industrialización del país. En lo relacionado con la política internacional, señala el establecimiento de relaciones con todos los países, incluida la Unión Soviética, China Popular y las Democracias Populares de Europa del Este.

Subraya la necesidad de democratizar la vida del país, derogando la Ley de Defensa Permanente de la Democracia y otras leyes represivas, legalizando al Partido Comunista, etc.   

La candidatura de Ibáñez, por su parte, se lleva adelante en base a una propaganda efectista y demagógica. Al abanderado lo llaman el "General de la Esperanza". Levantan como símbolo una escoba, para barrer la politiquería y lo malo del gobierno de González Videla. Los socialistas populares difunden consignas como: "Que paguen los poderosos", "El cobre para Chile", "Reforma Agraria", etc.

 

NO AL SECTARISMO 

En la revista “Principios” correspondiente a los meses de abril y mayo de 1952, aparece un artículo de Galo González,  Secretario General del PC, en que señala su preocupación por el hecho que el Frente del Pueblo todavía no ha logrado ampliar sus filas. Afirma:

“El sectarismo que reina en algunos dirigentes y militantes tanto comunistas como socialistas, no permite ampliar el movimiento a otras capas de la población. Por consiguiente, es necesario barrer con el sectarismo y hacer comprender a cada militante del Frente del Pueblo que éste debe tener una amplitud muy grande, haciendo que participen en él los más vastos sectores de la población cualquiera que sea su ideología política y su credo religioso, desde los obreros hasta los grupos patrióticos de la burguesía nacional”.

Más adelante agrega:

“Cada militante y dirigente debe tener plena claridad y comprensión del profundo significado del movimiento del Frente del Pueblo, que no sólo es una continuación de los movimientos de 1938, 1942 y 1946, sino, al mismo tiempo, una superación de ellos. Esos movimientos fueron dirigidos por la burguesía y la pequeña burguesía, que son vacilantes, y que en momentos difíciles retroceden, acobardan y se entregan al enemigo. Ahora, en el movimiento popular antiimperialista y anti oligárquico, el peso específico está y debe estar cada vez más en manos de la clase obrera, que es y debe ser la fuerza matriz en la movilización de todas las fuerzas patrióticas por la liberación nacional y social”

 

LUCHA ANTIIMPERIALISTA 

Cuando faltan siete meses para finalizar su administración, González Videla da otro golpe contra la soberanía nacional. El 9 de abril de 1952 firma un pacto militar bilateral con Estados Unidos, que -en una de sus cláusulas- impide a Chile vender "materiales estratégicos" a las naciones calificadas por el imperialismo como "enemigas de la democracia". Entran en este rubro de "materiales estratégicos" el cobre, el hierro y el salitre. Es decir, coloca el comercio exterior de nuestras principales riquezas bajo el control extranjero.

En junio de 1952, toman cuerpo las protestas contra el pacto militar suscrito por González Videla. Tienen lugar grandes desfiles, donde se unen los sectores más avanzados del ibañismo con los militantes del Frente del Pueblo. Son atacados, al toque de clarín, por fuerzas de Carabineros; disueltos, se vuelven a reorganizar a la hora y lugar señalados. Los jóvenes comunistas están en una primera línea. Su Secretario General juega un activo rol dirigente. Es Fernando Ortiz, que precisamente que el día de esas audaces acciones alcanzan su momento culminante – el 24 de junio – está de cumpleaños. Ha nacido el 24 de junio de 1922, en Talca. Tiene 30 años. Siendo estudiante de Historia y Geografía en el Instituto Pedagógico de la Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Chile, es elegido dirigente de la FECH. Es el  General de las Juventudes Comunistas.

 

EL RETORNO DEL POETA 

El 12 de agosto de 1952 regresa del exilio Pablo Neruda. Volodia Teitelboim relata:

“Aquel martes bajó del avión acompañado por Adolfo Tapia, Carlos Vicuña Fuentes y Sergio Insunza, que habían ido a esperarlo a Montevideo...

“Cuando la gente lo vio, comenzó a cantar la Canción Nacional. Según la legalidad del sistema, Neruda podía haber sido detenido en los Cerrillos porque estaba declarado reo en rebeldía. No pasó nada...

 “Al día siguiente hubo un mitin en la Plaza Bulnes, de bienvenida a Neruda. En su discurso llamó a los chilenos, separados ante la proximidad de las elecciones a trabajar por la paz del mundo y por la felicidad de la patria”.

Aquella gigantesca concentración tiene lugar frente a La Moneda, donde aun permanece el “pinganilla” como lo ha bautizado el poeta.

Neruda se incorpora de inmediato a la primera campaña presidencial de Allende. Forma parte de la comitiva que está recorriendo el país, sembrando la roja semilla en la conciencia del pueblo.

 

LA NOVENA CONFERENCIA DEL PC 

En los últimos días de agosto de 1952 se efectúa en Santiago la IX Conferencia Nacional del Partido Comunista. Se realiza en momentos de grandes batallas reivindicativas de las masas y en vísperas de las elecciones presidenciales.

El Informe del Comité Central es rendido por Galo González, secretario general del Partido. En él dice:

"La primera palabra del Partido Comunista es un llamado al combate, a la organización y a la unidad de los trabajadores y de todas las capas laboriosas. ¡Que ningún patriota esté al margen de la organización que le corresponde, de su sindicato, su asociación, su comité de lucha! Hay que fortalecer estas organizaciones y crearlas allí donde no existan..."

Agrega: "El Partido Comunista considera que el país se halla ante el imperativo histórico de producir cambios fundamentales en su estructura económica, nacionalizando las riquezas en manos de monopolios imperialistas, ampliando nuestras relaciones comerciales a todos los países y realizando una profunda reforma agraria".

Más adelante, señala:

"El Frente del Pueblo que es, por así decirlo, el núcleo inicial de este amplio movimiento de liberación nacional va a las elecciones con la decidida voluntad de librar una batalla por el pan de los chilenos, por la libertad, por la independencia nacional y por la paz. 

En otra de sus partes, el Informe a la IX Conferencia subraya:

"El Partido Comunista considera indispensable la vuelta al régimen democrático. Repudia cualquier maniobra y tentativa, de cualquier lado que provenga, que tenga como fin crear una situación poselectoral de golpes y contragolpes de Estado. Nuestro Partido es enemigo de los golpes de Estado. Somos partidarios de la unión de todos los chilenos democráticos, y de que las masas, y no los cuartelazos, determinen los rumbos políticos del país. Somos el Partido de la revolución democrática, de una revolución nacional liberadora que será obra de la organización, la unidad y la lucha de la inmensa mayoría ciudadana.

"Declaramos de la forma más categórica posible - añade el Informe - que estamos decididos a llevar adelante esta revolución, el movimiento nacional antiimperialista y anti feudal que organiza e impulsa el Frente del Pueblo. A este movimiento, antes y después de las elecciones pueden y deben sumarse nuevas fuerzas sociales y políticas".

 

Galo González concluye en su Informe:

"Existe, pues, la necesidad de que el proletariado conquiste la hegemonía en el movimiento antiimperialista, anti feudal y pro-paz y que, con tal fin, alcance cuanto antes a sellar su unidad en una sola central de obreros y empleados".

En un comunicado emitido por el Comité Central, en septiembre de 1952, se señala que en la IX Conferencia queda de manifiesto la necesidad de "agrandar más al Partido, reclutar nuevos militantes, fortalecer las direcciones y prestar una mayor atención a la actividad de las células, que deben jugar un papel dirigente en la lucha de masas".

El Comunicado del Comité Central informa que: "La Conferencia valorizó ampliamente el hecho de que nuestro Partido tenga como aliado al Partido Socialista y de que, en diversos movimientos y organismos de masas, se trabaje a través de la unidad de acción en las luchas reivindicativas con elementos de otros sectores políticos y de otras capas sociales progresistas. Consideró necesario cuidar este trabajo, mejorar nuestro trato con los aliados y esforzarnos por conquistar más y más aliados".

El mayor mérito de la IX Conferencia Nacional del PC es haber trazado de manera integral la política del Frente de Liberación Nacional. Esta es sostenida por el PC desde antes de 1950, está contenida en el llamado "Plan de Emergencia" de comienzos de ese año, pero es - en el curso de este evento - cuando se desarrolla en mejor forma.

Este proyecto tiene notables diferencias con el del Frente Popular. En el del FLN se agrega a la revolución antiimperialista y anti feudal de aquel, la necesidad de liquidar los monopolios nacionales.

Otro cambio decisivo es la incorporación en el proyecto del Frente de Liberación Nacional de una perspectiva mucho más clara y precisa del socialismo.

 

TRIUNFA EL EXDICTADOR 

Durante la campaña electoral, los partidarios del Frente del Pueblo corean la consigna "Con Allende y con Neruda, la victoria está segura". De correcto ritmo y rima, pero sin asidero alguno en la realidad. Esto lo demuestra el recuento de los votos de los comicios del 4 de septiembre de 1952.

En estas elecciones postulan, además de Allende e Ibáñez, Arturo Matte, por la derecha. Y Pedro Enrique Alfonso, por el Partido Radical. Los resultados son los siguientes:

 

Carlos Ibáñez                     446.000 votos

Arturo Matte                              265.000

Pedro E. Alfonso                 190.000 y

Salvador Allende                  51.000

 

Vence el General de la escoba, que lo único que barre son las promesas electorales y la esperanza puesta en él por casi medio millón de electores.

 

PC LLAMA A LA UNIDAD 

Con fecha  8 de septiembre de 1952, la Comisión Política  del Partido Comunista emite un Manifiesto en que plantea su opinión sobre los resultados de las elecciones presidenciales. En algunas de sus partes señala:

"La ciudadanía ha expresado su profundo y justificado repudio al régimen del señor González Videla... El señor Carlos Ibáñez del Campo triunfó en la elección del 4 de septiembre, porque la mayoría del electorado creyó que al votar por él votaba contra el régimen imperante y contra su política al servicio del imperialismo yanqui y de la oligarquía... El Partido Comunista considera que, al elegir al señor Ibáñez, la mayoría de los electores siguió un camino equivocado. El tiempo nos dará la razón..."

"Pasadas ya las elecciones, deben superarse divisiones transitorias. En la lucha por el pan de los chilenos, por la paz, la democracia y la independencia nacional, debemos unirnos todos los hombres, mujeres y jóvenes patriotas, constituyendo un amplio frente democrático de liberación nacional, del cual deben formar parte de los comunistas, los socialistas, los socialistas populares, los agrariolaboristas, los democráticos del pueblo, todas las fuerzas y corrientes progresistas de la nación. En este frente también tienen cabida las bases radicales...

“Es necesario intensificar la unidad de acción de todos los trabajadores en las luchas por sus reivindicaciones inmediatas y constituir, cuanto antes, una sola central de obreros y empleados...”

A pocos días de haber sido elegido Ibáñez, relata Julieta Campusano, "el Partido hizo un documento -en realidad gran parte de ese documento fue obra de Corvalán-, en que decía que nosotros debíamos vivir junto a las masas ibañistas su experiencia. Era en el sentido de atraerlas hacia el frente antiimperialista. Ellas habían ido equivocadamente tras Ibáñez. Entonces se trataba de que ellas no vivieran solas su experiencia, sino que nosotros ayudáramos a que fuera más rápida la experiencia de esas masas que habían estado al lado de Ibáñez".