lunes, 1 de noviembre de 2021

HACE 99 AÑOS SE INICIÓ LA DICTADURA DE MUSSOLINI Y LA RESISTENCIA ANTIFASCISTA




                                          Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                          Centro de Extensión e Investigación

                                          Luis Emilio Recabarren, CEILER

 

El 30 de octubre de 1922, el rey Víctor Manuel III nombró a Benito Mussolini como primer ministro del Reino de  Italia para evitar una eventual revuelta comunista. 'El Duce' asumió y dio la primera gran victoria al fascismo, una doctrina política que creó y que regirá los destinos de Italia durante 21 años.

Pero, desde 1922 se inició la resistencia contra la dictadura fascista de Mussolini. A partir de septiembre de 1943 tomó la  forma de lucha armada. En ella los comunistas y los partisanos jugaron un rol fundamental.

 

Brigada Garibaldi del PCI

 

El principal protagonista de la guerra partisana y de la Resistencia, fue la clase obrera de los centros industriales, y la mayor contribución a esa lucha fue la de la vanguardia de la clase obrera y de los trabajadores, el Partido Comunista Italiano.

Los destacamentos  de partisanos se apoyaban directa o indirectamente en la clase obrera, en los campesinos, en los trabajadores. La Resistencia no hubiera existido sin el apoyo de las masas trabajadoras, sin los miles  de huelgas y agitaciones encabezadas por los comunistas y los socialistas, y sin la ayuda directa y cotidiana de las masas campesinas. 

La Resistencia italiana se caracterizó por su capacidad para combinar diversas formas de lucha: la guerrilla en las montañas; las acciones de pequeños grupos armados en las ciudades contra los ocupantes alemanes y sus lacayos fascistas, las huelgas de masas, el sabotaje de la producción bélica, el rechazo a incorporarse a filas, la defensa de las plantas industriales y de la infraestructura contra la destrucción de los nazis, la protección a los perseguidos políticos y   raciales, la elaboración y difusión de material propagandístico y de agitación (periódicos, octavillas, emisoras clandestinas...)

 

EL DECISIVO APORTE DEL PARTIDO COMUNISTA ITALIANO 

La Resistencia era un gran movimiento unitario que tenía el objetivo común de derrotar a los alemanes y a los fascistas, y en el que participaban hombres y mujeres de diversas clases sociales, con diferentes adscripciones políticas. Pero no todas esas fuerzas contribuyeron en la misma medida: fue el Partido Comunista el que dio a la Resistencia, a la lucha partisana, a la insurrección nacional, la mayor contribución con ideas,  con organización, con hombres, sangre y sacrificios.

Hubo partidos políticos que no  compartían los objetivos más avanzados de la Resistencia. Por el contrario  los combatieron. Fueron el Partido Liberal y el de la Democracia Cristiana, cuyo   objetivo final de la restauración del capitalismo y la vuelta a un régimen conservador en el cual seguiría intacta la estructura fundamental  del Estado. 

En el norte de Italia, donde la Resistencia tuvo el desarrollo mayor, las fuerzas de izquierda: comunistas, socialistas y accionistas (militantes del Partido de Acción), llevaron a cabo un trabajo decisivo y lograron tomar la dirección de los Comités de Liberación Nacional, del Mando del Cuerpo de Voluntarios de la Libertad y de los principales destacamentos partisanos. 

Fueron las fuerzas de izquierda y en primer lugar el Partido Comunista, los que lograron que fuese aceptada en el Comité de Libración Nacional Alta Italia y en el Cuerpo de Voluntarios de la Libertad,  la nómina de los comisarios políticos en las formaciones partisanas; los que promovieron la constitución de los Comités de Liberación Nacional, no sólo en las capitales regionales, sino en todos los centros provinciales y en cada localidad de cierta importancia; fueron sobre todo los comunistas los que lucharon para que esos comités unitarios no fueran sólo organismos ínter partidos sino también de los órganos de autogobierno de  las masas, de los instrumentos de democracia directa e inmediata; fueron esencialmente los comunistas los que promovieron e hicieron aceptar a los otros partidos, la constitución de los comités de agitación unitaria dentro de las fábricas.

 

VICTORIOSA INSURRECCIÓN POPULAR DE ABRIL DE 1945 

Y fue principalmente el Partido Comunista el que logró imponer la victoriosa insurrección popular de abril de 1945:

Es nuestro interés vital que el ejército nacional y el pueblo se alcen en una sola lucha para destruir a los nazis fascistas antes de la llegada de los aliados. Esto es indispensable especialmente en las grandes ciudades como Milán, Turín, Génova, etc., a las que debemos hacer  todo lo posible por liberarlas con nuestras fuerzas y depurar íntegramente a los fascistas” 

Para dirigir la insurrección de Milán se instaló un Comité Insurreccional compuesto por Luigi Longo por los comunistas, Sandro Pertini por los socialistas y Leo Valiani por los accionistas 

Los aliados angloamericanos, el Vaticano y las fuerzas conservadoras de la Resistencia estaban en contra de la insurrección y trataron por todos los medios de sabotearla y hacerla fracasar en Milán, Turín y Génova. Sin la decidida iniciativa del Partido Comunista, del Partido de Acción y otras fuerzas de izquierda, la insurrección del Norte no se hubiera dado, como no se dio en Roma donde las fuerzas conservadoras se opusieron contra viento y marea a ella.

  

VEINTE AÑOS DE LUCHA ANTIFASCISTA 

La resistencia italiana empezó mucho antes que en los otros países europeos. En Italia, durante veinte años se dio una lucha encarnecida contra el fascismo, por pequeñas minorías, pero sobre todo por la  vanguardia de la clase obrera y de los trabajadores: el Partido Comunista (de los 4.671 antifascistas condenados por el Tribunal Especial para la Defensa del Estado, 4.040 eran comunistas con un total de 23.000 años de cárcel). 

La resistencia se inició  en los años 1921-22, aunque fue después de septiembre de 1943 cuando tomó la forma más avanzada de lucha armada y, después de veinte meses de duros y heroicos combates, concluyó con la victoriosa insurrección nacional de las ciudades de Italia del Norte, seguida –en agosto de 1944- de la insurrección en Florencia en la cual, (por vez primera en una gran ciudad italiana) todo el Poder del Gobierno Provisional fue asumido por el Comité Toscano de Liberación Nacional.

La insurrección representó un momento de protagonismo popular, único en la historia de Italia, el epílogo de las variadas y complejas formas de lucha que – en esos veinte meses- la Resistencia supo llevar a la práctica.

 

LA BRIGADA DE ASALTO GARIBALDI  

Fue creada en septiembre de 1943 en Milán a iniciativa de Luigi Longo y otros dirigentes comunistas, que, meses después, formaron el Mando General de las Brigadas Garibaldinas.

Las Brigadas de Asalto  Garibaldi  eran 120 y  estaban formadas por 210 mil combatientes. En sus filas se comenzó a cantar la ahora mundialmente conocida “Bella Ciao”                                                                           

La constitución de la Brigada de Asalto Garibaldi, fue un viraje de importancia decisiva para la Resistencia italiana. Por su disciplina y organización, se impuso como modelo a las demás formaciones partisanas de combate que adoptaron su estructura y criterios operativos. Todo el movimiento partisano se organizó en brigadas, divisiones y grupos de divisiones; poco a poco el desarrollo de la lucha exigía una unidad operativa cada vez más fuerte y organizada, y llevar a cabo acciones combinadas entre diferentes formaciones partisanas. 

Aunque de forma autónoma, en la guerra de liberación tomaron parte liberales y monárquicos, así como formaciones de inspiración católica, organizadas en el Partido de la Democracia Cristiana, como la “Llama Verde” en la provincia de Bérgamo, y la Brigada del Pueblo, que operaron sobre todo en el  Véneto. 

En vísperas de la insurrección, las formaciones partisanas comunistas y accionistas representaban más del 70 % del total, y en las ciudades el porcentaje era aún mayor.

 

LOS GRUPOS DE ACCIÓN PATRIÓTICA (GAP) 

Los Grupos de Acción Patriótica (GAP) eran pequeños grupos de asalto que operaban en las ciudades contra los oficiales alemanes y los jerarcas fascistas, contra las sedes de las Comandancias, los depósitos de municiones, las columnas militares en movimiento, la red ferroviaria y centrales eléctricas. Era la mejor forma de lucha armada que podía golpear en el corazón de las ciudades ocupadas: el terror implantado por el enemigo, sólo el terror partisano podía romperlo. 

Cada GAP se componía de 3-4 hombres que llevaban a cabo sus acciones con armas de fuego, blancas y explosivos. La iniciativa de crear los GAP fue del Partido Comunista, y estaban formados exclusivamente por miembros del partido.

Durante la guerra de liberación, se multiplicaron los atentados con paquetes bomba y con armas de fuego contra los ocupantes alemanes y los fascistas. 

Dos fueron las acciones del GAP que tuvieron una gran repercusión nacional. La primera fue llevada a cabo el 15 de abril de 1944 en Florencia, por un grupo de gapistas mandado por Bruno Fanciullacci, con el ajusticiamiento del filósofo Giovanni Gentile, gran corruptor de la cultura italiana durante los veinte años de dictadura fascista, ministro de Mussolini y cómplice de su régimen, desde la marcha sobre Roma hasta la República de Saló.

 

 


 

El otro fue el atentado de Via Rasella, realizado el 23 de marzo de 1944 por los gapistas romanos contra un batallón alemán (treinta muertos y decenas de heridos). A este atentado siguió la atroz represalia nazi en las Fosas Ardentinas, en cuyas cavernas fueron fusilados por los SS 335 rehenes. A raíz de esa matanza, un comunicado de la Resistencia reafirmó su voluntad de continuar la lucha hasta el fin:  

“Las acciones de la  guerrilla partisana y patriótica en Roma, no cesarán hasta la total evacuación de la capital por los alemanes, hasta la insurrección nacional para expulsar a los alemanes de Italia, la destrucción del fascismo, la conquista de la independencia y de la libertad”.

  

LAS ESCUADRAS DE ACCIÓN PATRIÓTICA (SAP) 

Eran formaciones clandestinas en las que participaban personas, que continuaban su actividad civil, normal, y llevaban a cabo acciones organizadas por la guerrilla en las zonas rurales (donde las escuadras existían para proteger a los campesinos de las confiscaciones nazi fascistas del trigo y el ganado), las escuelas y las fábricas. En la ciudad, realizaban trabajo logístico y de reclutamiento de voluntarios dispuestos a empuñar las armas, también llevaban a cabo tareas de protección de las huelgas y manifestaciones populares de protesta contra el nazi fascismo, e indicaban acciones de sabotaje. 

En inicio de 1944, el Mando General de la Brigada Garibaldi, promovió organizadamente la formación de las SAP para involucrar ampliamente a las masas populares en la guerra de liberación. 

Palmiro Togliatti escribió: “Combinar los golpes de los pequeños grupos y las acciones militares más vastas con el movimiento y las acciones de grandes masas, con el fin de llegar a la insurrección general”. Por su parte, Luigi Longo señaló  que había llegado el momento en el que los GAP, SAP y las brigadas partisanas debían constituir “el tridente, las tres armas de la insurrección victoriosa”. 

A finales de 1944, cincuenta brigadas SAP se habían juntado con las ciento veinte brigadas partisanas Garibaldi, participando directamente –el situaciones precisas- en los combates. En 1945, en la fase final de la insurrección fueron un peso decisivo en la conducta de la lucha armada –como en Milán y Turín- antes de la entrada de las brigadas partisanas.

 

HUELGA GENERAL DE MARZO 1944  

La huelga general de marzo del 44, en la que participó más de un millón de trabajadores, fue la huelga general más grande en la Europa ocupada por los alemanes; fue también el inicio de la ofensiva partisana de la primavera y el  verano de ese año. La preparación  la llevó a cabo la dirección comunista de Alta Italia, formada por Longo y otros dirigentes del Triunvirato de la insurrección de Piamonte, Lombardía y Liguria. Con ello se consolidó e hizo más operativo el pacto de unidad de acción entre el Partido Comunista y el Partido Socialista. Al Comité de Liberación Nacional Alta Italia, le fue reconocida la responsabilidad de la huelga. 

La huelga general del 44 fue una gran operación estratégica, cuyo éxito demostró el aislamiento total de los fascistas, y el profundo desprecio de la mayoría de los trabajadores por los engaños demagógicos  de la llamada “República Social Italiana” creada por Mussolini al servicio de los alemanes.

  

ZONAS LIBERADAS: LA REPÚBLICA PARTISANA  

A comienzos de 1943 se observa  una mayor ocupación de territorios por las fuerzas partisanas.  En las zonas liberadas se constituyeron órganos de poder popular. La población reconquistó su libertad después de veinte años de dictadura fascista y, en estrecha colaboración con los partisanos, se autogobernaron democráticamente. 

Se constituyeron  administraciones populares, que impedían el aumento de los precios de los alimentos, distribuían el   pan y la carne, combatían el contrabando y el mercado negro. Las nuevas Juntas Comunales y los comandantes partisanos modificaron profundamente, a  favor de  la población, el cobro de los impuestos; en algunas localidades, se instauraron formas nuevas de contrato agrario. En todas partes se disponía de hospitales, escuelas, hogares para ancianos, asilos; donde era posible, se desarrollaban actividades culturales con noticieros cinematográficos, exposiciones fotográficas, secuencias de la vida partisana...

 

 

 


La república partisana tuvo una vida relativamente breve  (unas semanas, o uno o dos meses) porque no estaban en condiciones de resistir, militarmente, a la dura contraofensiva de la 25 división alemana, provista de tanques, aviación y del potencial bélico de un ejército moderno, mientras que los partisanos no tenían más armamento que metralletas y bombas de mano (las ayudas tantas veces prometidas por los aliados angloamericanos, no llegaron nunca). 

Esta fue una de las diferencias con la resistencia yugoslava, que logró liberar importantes regiones del país y crear en ellas un gobierno popular antes de la llegada a Belgrado de las tropas liberadoras soviéticas. Los partisanos yugoslavos se vieron favorecidos por la configuración del terreno carente de importantes aglomeraciones industriales, con malas vías de comunicación y con montañas y bosques en el centro del país. En Italia, fue justa la decisión estratégica del Partido Comunista y las otras fuerzas de la resistencia, de no abandonar los centros industriales y las grandes ciudades en manos del enemigo, de organizar las huelgas en las ciudades, de llevar la guerrilla en las ciudades mediante los Gap y las SAP.

Dada la situación política y militar de Italia, es completamente errónea la crítica según la cual el Partido Comunista hubiera debido llevar todas las masas obreras a la montaña, tras las formaciones partisanas. 

Pese a la brevedad de su vida, el valor político –con tantos aspectos revolucionarios- de la “república partisana” durante la Resistencia, queda como ejemplo para el futuro de la revolución proletaria italiana.

 

TRIBUTO DE LOS COMUNISTAS A LA LUCHA  ANTIFASCISTA Y A LA LIBERACIÓN

  

Condenados por tribunales especiales:    4.030

 

Deportados:                                          8.000

 

Partisanos combatientes:                       210.179

 

Partisanos muertos en combate:              40.123

 

Partisanos heridos, mutilados:                  22.521

 

Condecorados con la Medalla de Oro:           93

 

Condecorados con  medalla de plata:            217 

 

TRADUCCIÓN DE BELLA CIAO

Una mañana, me he despertado,
O bella adiós, bella adiós, bella adiós, adiós, adiós.
Una Mañana, me he despertado,
y he descubierto al invasor.
¡Oh! Partisano, me voy contigo,
O bella adiós, bella adiós, bella adiós, adiós, adiós.


¡Oh! Partisano, me voy contigo,
porque me siento aquí morir.
Si yo muero como Partisano,
O bella adiós, bella adiós, bella adiós, adiós, adiós.
Si yo muero como Partisano,
tú me debes sepultar.


Cava una fosa en la montaña,
O bella adiós, bella adiós, bella adiós, adiós, adiós.
Cava una fosa en la montaña,
bajo la sombra de una bella flor.
Toda la gente, cuando pase,
O bella adiós, bella adiós, bella adiós, adiós, adiós.


Y la gente, cuando pase,
me dirán "¡Que bella flor!"
Esta es la flor, del Partisano,
O bella adiós, bella adiós, bella adiós, adiós, adiós.


Esta es la flor del Partisano,
muerto por la libertad.
¡Esta es la flor de un Partisano,
muerto por la libertad!