Iván Ljubetic
Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
Hijo de un obrero ferroviario, nació en Parral el
12 de Julio de 1904. Se llamaba, por entonces, Neftalí Reyes Basualto y vivió
su niñez y parte de su juventud en Temuco. En 1920, a los 16 años de edad,
adoptó el seudónimo de Pablo Neruda, que más tarde será su nombre oficial. Estudió
en el liceo de hombres de Temuco, donde presidió el Ateneo Literario. Además,
fue Prosecretario de la Asociación de
Estudiante de Cautín. En 1921 viajó a Santiago, a estudiar en el Instituto
Pedagógico de la Universidad de Chile.
CONOCE A
DELIA DEL CARRIL
En 1927, fue designado Cónsul Chileno en Rangoon (Birmania). En 1928, en
Colombo (Ceylán); en 1930, en Betavia (Java); en 1931, en Singapur.
En 1932, regresó a Chile. En 1933, apareció su
libro “El Hondero Entusiasta”.
En 1934, fue nombrado Cónsul en Barcelona; en 1935,
en Madrid. Allí conoció a Delia del Carril, revolucionaria argentina, nacida en Buenos Aires, el 27 de
septiembre de 1884. En 1918 se instaló en París. Tuvo conversaciones con Rafael Alberti, que
resultaron decisivas en su vida. Ingresó al Partido Comunista francés. Alberti
la invitó a España a vivir la experiencia de la República del Frente Popular. Aceptó.
La situación la maravilló y se quedó. Se integró a la Alianza de Intelectuales.
Delia tenía 50 años.
Aristócrata de origen, se había transformado en una
militante revolucionaria, versada en todos los temas. Era vital, inteligente y
muy atractiva.
SE DEFINE
COMUNISTA
Pablo, el poeta y joven cónsul chileno, por
entonces tenía 30 años. Simpatizaron desde el primer momento. Delia fue maestra
y orientadora de un Neruda, de enorme sensibilidad ante los problemas sociales,
pero -por entonces- bastante inexperto. Al magisterio político de
Rafael Alberti se sumó el de Delia del Carril.
A partir de 1936 Delia y Pablo comenzaron a vivir
juntos. Delia fue la mujer que más influencia ejerció sobre Neruda, sobre todo
en su formación política. En sus Memorias: “Confieso que he vivido”, Neruda
escribió: “Aunque el carné militante lo recibí mucho más tarde en
Chile, cuando ingresé oficialmente al Partido, creo haberme definido ante mí
mismo como un comunista durante la guerra de España. Muchas cosas contribuyeron
a mi profunda convicción”. Sin duda, una de
ellas fue conocer a Delia.
CON LA
REPÚBLICA EN EL CORAZÓN
El 18 de Julio de 1936, Franco inició el asalto
contra la República, comenzando la guerra civil. Neruda no ocultó sus simpatías por las
fuerzas democráticas. Fue destituido de su cargo consular por el gobierno de
Arturo Alessandri.
Delia huyó a Barcelona. Pablo Neruda, de acuerdo
con la opinión de sus amigos españoles, se quedó en Francia, para desde allí
trabajar por la solidaridad con la lucha de los republicanos. Pero no olvidó a
Delia.
El poeta
trabajó en la preparación del II Congreso Internacional de Escritores,
que se realizó en julio de 1937 en Madrid y Valencia. Delia escuchó el llamado
de Pablo y llegó a París, donde vivieron en un hotelucho.
FUNDA EN
CHILE LA ALIANZA DE INTELECTUALES
Uno de los acuerdos del II Congreso Internacional
fue constituir la Alianza de Intelectuales en todos los países. Pablo Neruda
quedó responsable de esta misión en
Chile.
El 28 de agosto de 1937 Pablo con Delia, junto al poeta argentino Raúl González Tuñón
y su esposa Amparo Mom, se embarcaron en un buque de carga francés rumbo a
Chile. El 10 de octubre llegaron a Valparaíso.
El 7 de noviembre de 1937, fecha deliberadamente
escogida por ser el vigésimo aniversario de la Revolución de Octubre, Pablo
Neruda constituyó en el Salón de Honor de
la Universidad, la Alianza de
Intelectuales de Chile.
El 13 de noviembre, publicó “España en el Corazón.
A fines de marzo de 1939 Delia y Pablo viajaron a
Buenos Aires y Montevideo, con el fin de
contribuir a ayudar a los refugiados españoles.
SU MEJOR
POEMA: EL WINNIPEG
A mediados de abril, Delia del Carril acompañó a
Neruda a Francia, que viajaba en una misión de extrema urgencia con el título
de Cónsul Especial para la Inmigración Española, con sede en París. Lo
había designado el Presidente de la
República del Frente Popular, Pedro Aguirre Cerda. A fines de ese mes llegaron
a la capital francesa.
Gracias al
abnegado trabajo del poeta, partió el Winnipeg con dos mil republicanos
españoles, que desembarcaron en Valparaíso el 4 de septiembre de 1939.
Neruda y Delia del Carril viajaron a Chile a
comienzos de diciembre de ese año. Llegaron el 2 de enero de 1940.
PABLO Y
DELIA SE CASAN EN MÉXICO
En julio de 1940 se embarcaron rumbo a México. Neruda había sido nombrado Cónsul general en el país azteca. El 21 de
agosto estaban en Ciudad de México Desarrollaron variadas actividades.
El 2 de julio de 1943 se casaron en la patria de Pancho Villa. El 1 de
septiembre, partieron hacia Chile, en un
viaje que tuvo varias estaciones. La más importante, la visita a Macchu Picchu, realizada el 15 de octubre de 1943. Fue allí
dónde Neruda se inspiró para escribir uno de sus más bellos poemas.
SENADOR
El 4 de noviembre
de 1943 llegaron a Santiago.
Pablo Neruda postuló como candidato a senador en la
lista del PC, sin ser militante de esa colectividad. Fue elegido el 4 de marzo de 1945. Poco
después se le otorgó el Premio Nacional de Literatura.
Su primer discurso pronunciado ante el senado, el
30 de mayo, fue denuncia de las arbitrariedades y de condena del anticomunismo.
En parte de su intervención señala:
“Existió, hasta pocos días, un hombre demencial
que, bajo el estandarte del anticomunismo, masacró y destruyó, mancilló y
profanó, invadió y asesinó seres, ciudades, campos y aldeas, pueblos y
culturas. Este hombre reunió fuerzas formidables que adiestró para hacer de
ellas el más inmenso torrente de odio y de violencia que haya visto la historia
del hombre. Hoy, junto a las ruinas de su nación, entre millones de muertos que
arrastró a la tumba, yace como una piltrafa, quemada, retorcida y anónima, bajo
los escombros de su propia ciudadela, que en lo más alto sustenta ahora una
bandera gloriosa, que sobre un fondo escarlata lleva una estrella, una hoz y un
martillo. Y esta bandera, con los otros
emblemas victoriosos, significa la paz y la reconstrucción de la
ofendida dignidad humana”.
INGRESA
OFICIALMENTE AL PC
Neruda ingresó oficialmente al Partido Comunista de
Chile en un acto realizado en el teatro
Caupolicán de Santiago, el 8 de julio de 1945.
Fue el Encargado de Propaganda de la candidatura
presidencial del radical González Videla, quien triunfó en las elecciones del 4
de septiembre de 1946 y asumió la Presidencia el 3 de noviembre de 1946 y el 21
de octubre de 1947 comenzó la represión contra los comunistas.
Pablo Neruda – entonces senador de la República –
jugó en esos tiempos de persecución el rol de vocero, la voz irreductible, de
los comunistas.
DENUNCIA
AL TRAIDOR
El 27 de noviembre de 1947 apareció en “El
Nacional”, de Caracas, “Carta íntima para millones de personas”
En esa carta, Neruda denunciaba la traición del
Presidente Gabriel González Videla.
El traidor inició un juicio político contra el
poeta. Este respondió pronunciando, el 6
de enero de 1948 un valiente discurso en
el Senado, publicado con el título “Yo acuso”.
El 3 de febrero de 1948, la Corte Suprema acordó el
desafuero del senador Neruda. El 4, los tribunales ordenaron su detención. El poeta pasó a la clandestinidad. con la
tarea de dar término a su “Canto General”.
Escribió oculto en distintas casas solidarias.
Lo acompañó Delia, su fiel compañera. Pasaron a ser
el tío Pedro y la tía Sara. Debieron cambiar continuamente de morada.
Estuvieron en 11 casas distintas. En una ocasión fueron sacados a las tres de
la madrugada para trasladarlos a una parcela de Santa Ana de Chena. Fue allí
donde terminó el poeta su “Canto General’, en el cual estuvo trabajando todos
los días de clandestinidad. Y Delia, La Hormiga, llevando a cabo las
correcciones de los originales con tinta verde.
CRUZANDO
LA CORDILLERA
El 5 de febrero, en la primera página del diario
“El Imparcial”, con letras excepcionalmente grandes se anuncia: “Se busca a
Neruda en todo el país”.
El 24 de febrero de 1949 Neruda abandonó Chile
cruzando la cordillera por la región
austral. Y en los momentos en que la policía del traidor aseguraba tenerlo rodeado y pronto a ser detenido,
apareció en París, el 25 de abril de 1949, en el Primer Congreso Mundial de los
Partidarios de la Paz.
En la edición clandestina del ‘Canto General’,
editada en Chile, ese mismo año, aparecen dos fotos que dieron ser pegadas en
cada ejemplar. Una es del poeta. En la otra, va Neruda caminando abrazado con
Delia y está tomada de espaldas.
Delia llegó a reunirse con él en el destierro, en
Europa.
Neruda fue designado por el Consejo Mundial de la
Paz para que lo representara en el
Congreso Latinoamericano por la Paz, a celebrarse en septiembre de 1949. El
domingo 28 de agosto, llegó a Ciudad de
México con Delia del Carril, Paul Eluard
y Roger Garaudy.
Fue por entonces,
cuando el poeta inició una relación secreta con Matilde
Urrutia.
RECIBE
PREMIO INTERNACIONAL DE LA PAZ
En 1950 se publicaron en México dos ediciones del Canto General con
ilustraciones de David Alfaro Siqueiros y Diego Rivera.
Del 16 al 22 de noviembre asistió
en Varsovia al Segundo Congreso de Partidarios de la Paz.
El 22 de noviembre de 1950 recibió el Premio
Internacional de la Paz, otorgado por su poema ‘Que despierte el leñador’.
Ediciones del Canto General aparecieron en Estados Unidos, China,
Checoslovaquia, Polonia, Unión Soviética, Suecia, Rumania, India, Palestina y
Siria.
En 1951 realizó gira por Italia. Ofreció recitales
en Florencia, Turín, Génova, Roma y Milán.
Del 5 al 19 de agosto participó en el Tercer
Festival Mundial de la Juventud que tuvo
lugar en Berlín.
En 1952 vivió en Italia. Estando en Capri, el 16 de
febrero comenzó a escribir ‘Las Uvas y el Viento’. Publicó en forma anónima
‘Los Versos del Capitán’.
UNA VEZ
MÁS RETORNA A CHILE
Delia y Pablo vivieron juntos gran parte de los
cuatro años de exilio del poeta. Neruda retornó a la patria el 12 de agosto de
1952. Entró a su casa de Michoacán (la habían bautizado así en recuerdo a los hermosos momentos vividos
en México), junto con Delia, quien le había precedido varios meses. Allí inició
sus ‘Odas Elementales’.
En 1952 realizó un viaje a la Unión Soviética,
Regresó el 22 de enero de 1953. Se dedicó a organizar el Congreso
Continental de la Cultura, que se
realizó en Santiago en abril de 1953.
El 20 de diciembre recibió el Premio Stalin por la
Paz. Por entonces comenzó a construir la Chascona.
En 1954 Neruda dio cinco conferencias sobre la
poesía en la Universidad de Chile. Publicó ‘Odas Elementales’.
El 12 de julio se realizaron grandes actos con
motivo de los 50 años del poeta.
Neruda y Delia viajaron juntos a Brasil para
participar en el Primer Congreso de la Cultura realizado en la ciudad de
Goiania. Con ellos fueron Baltazar Castro, Joaquín Gutiérrez y Margot Loyola.
LA
SEPARACIÓN
La separación definitiva se produjo un día de
febrero de 1955 en la casa de Michoacán. Se intentó evitarla, pero Delia no
cedió y ese mismo día se fue.
En 1955 se
terminó de construir la Chascona.
Ese año viajó por Europa y América, ofreciendo recitales.
En enero de 1956 se publicaron sus ‘Nuevas Odas
Elementales’. En enero regresó a Chile.
En 1957 Editorial Losada editó sus ‘Obras Completas’ e inició sus
‘Cien Sonetos de Amor’.
En diciembre publicó el ‘Tercer Libros de las Odas’.
El 18 de agosto
de 1958 Losada publicó ‘Estravagario’.
En 1959 realizó una gira de cinco meses por
Venezuela. El 5 de noviembre apareció su libro ‘Navegaciones y Regresos’; el 5
de diciembre, ‘Cien Sonetos de Amor’.
En 1960 finalizó su ‘Canción de Gesta’. Permaneció
en París varios meses. Viajó a Italia y
de allí a Cuba. Regresó a Chile en febrero de 1961.
El 26 de julio apareció un nuevo libro: ‘Las
Piedras de Chile’.
UN MILLÓN
DE “VEINTE POEMAS DE AMOR...”
Se publicó el millonésimo ejemplar de ‘Veinte
Poemas de Amor y una Canción Desesperada’.
El 30 de marzo de 1962 fue nombrado miembro
académico de la Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Chile. En
abril viajó a la Unión Soviética y otros países de Europa.
Para su cumpleaños, el 12 de julio de 1964, apareció
su ‘Memorial de Isla Negra’; el 9 de septiembre, su traducción de ‘Romeo y
Julieta’. Obra que fue estrenada el 10 de octubre por el Instituto de Teatro de
la Universidad de Chile.
En 1965 Neruda emprendió nuevo viaje a Europa. Con
Miguel Ángel Asturias escribió ‘Comiendo en Hungría’.
En 1966 visitó Estados Unidos, México y Perú
realizando recitales. Ese año escribió ‘Fulgor y Muerte de Joaquín Murieta’.
En abril de 1967 otro viaje a Europa. El 14 de
octubre se estrenó ‘Fulgor y Muerte de
Joaquín Murieta’.
En 1968 Losada
sacó la tercera edición de sus ‘Obras Completas’.
En 1969 apareció su libro ‘Fin del Mundo y Aún’.
CANDIDATO
A LA PRESIDENCIA DE CHILE
El 30 de septiembre de 1969 el Partido Comunista lo
proclamó candidato a la Presidencia de la República. Renunció para dar paso a
un candidato único. Este fue Salvador Allende,
proclamado por Luis Corvalán en un acto organizado por el Partido
Comunista el 22 de enero de 1970. Pablo Neruda participó activamente en la
campaña presidencial. Aparecieron ‘La Espada Encendida’ y ‘Las piedras del
Cielo’
El 4 de septiembre de 1970 triunfó Allende en las
urnas. El 3 de noviembre asumió la
Presidencia de la República. Designó a Pablo Neruda, Embajador en Francia.
PREMIO
NOBEL DE LITERATURA
Estando en París, el 21 de octubre de 1971 Neruda
recibió la noticia de haberle sido otorgado el Premio Nobel de Literatura. Lo recibió
en Estocolmo el 1º de diciembre de 1971.
En esa ceremonia, Pablo Neruda en su discurso,
dijo:
“Yo escogí el difícil camino de una responsabilidad
compartida y, antes de reiterar la adoración hacia el individuo como sol
central del sistema, preferí entregar con humildad mi servicio a un considerable
ejército que a trechos puede equivocarse, pero que camina sin descanso y avanza
cada día enfrentándose tanto a los anacrónicos recalcitrantes como a los
infatuados impacientes. Porque creo que mis deberes de poeta no sólo me
indicaban la fraternidad con la rosa y la simetría, con el exaltado amor y con
la nostalgia infinita, sino también con las ásperas tareas humanas que
incorporé a mi poesía”.
RETORNA A
LA PATRIA
El 21 de noviembre de 1972 Pablo Neruda regresó a
Chile, luego de renunciar a su cargo de Embajador en París.
El 5 de diciembre de 1972 se le rindió un
multitudinario homenaje en el Estadio Nacional. Concurrieron delegaciones de todas las
provincias, formadas por los 50 trabajadores más destacados en cada una de
ellas.
En nombre del Gobierno le saludó el Vicepresidente
de la República, general Carlos Prats.
Dijo: “Bienvenido sea el poeta que
regresa y que hoy recibe el homenaje conmovido de la Patria”
En sus Memorias “Testimonio de un soldado”, el
general Carlos Prats González, en ese momento Vicepresidente de la República,
se refiere a ese acto:
“El martes 5 de diciembre, tengo el honor de rendir
homenaje, en el Estadio Nacional, al
insigne poeta chileno Pablo Neruda, con motivo de haber sido mundialmente reconocida
su alcurnia literaria, con el otorgamiento del Premio Nobel. Había redactado
cuidadosamente el discurso que pronuncié aquel día, y el culto Senador Volodia
Teitelboim, me había aportado generosamente su concurso personal para
perfeccionar mi descripción de la personalidad poética íntima del laureado
Embajador chileno en Francia”.
SIGUE
COMBATIENDO
Estaba en Isla Negra cuando se produjo el golpe
fascista de 1973. Su casa fue allanada. Es trasladado a Santiago.
El 23 de septiembre de 1973 falleció (¿asesinado?)
en la Clínica Santa María. El 25, sus funerales son la primera manifestación
pública antifascista.
El periodista
Sergio Villegas escribe en “Funeral Vigilado” (Berlín, 1984):
“Bello: Atravesamos la Avenida Perú. Al enfilar
Santos Dumont, los que habían llegado en auto comenzaron a bajar para seguir a
pie.
Nunca vi mayor expresión de duelo en una multitud. En
esas fisonomías se unían la desolación causada por la muerte de Pablo y la
vigilia tensa que imponían por el terror los militares facciosos.
‘¡Viva Pablo Neruda!’
‘¡Viva el Partido Comunista!’
Cada cierto trecho, desde el centro del desfile
alguien leía en voz alta. Llevaba un libro de Neruda abierto en las manos.
‘Chacales que el chacal rechazaría
piedras que
el cardo seco mordería escupiendo
víboras que
las víboras odiarían!
‘Compañero Pablo Neruda...
‘¡Presente!’
Este grito se repetía tres veces. Nadie se
ocultaba. Nadie tenía miedo. Muchos respondían ‘presente’ con el rostro mojado
por el llanto.
Luis Alberto: Era ‘España en el corazón’. El
presidente del Sindicato Quimantú sacó el libro y empezó a leer con voz fuerte.
Poco después aparecieron otros recitadores. Había mucha gente que se sabía esos
versos de memoria...
Los periodistas extranjeros, que andaban por todas
partes, se acercaban a preguntar y nosotros les contestábamos apenas, temiendo
que se tratara de policías...
Aída: Cuando entramos al cementerio, íbamos ya
cantando abiertamente y en realidad sollozando La Internacional. Había mucha
gente esperando. Se empezaron a vocear nombres de nuevo. El de Pablo. Se me
acercó Irma de Almeyda y me dijo: ‘No hemos nombrado a Allende’ Íbamos
atravesando la cúpula de la entrada en ese momento. Y hacia arriba, hacia la
cúpula, grité con todas las fuerzas que me quedaban: ‘¡Salvador Allende!’... Y
vino el coro entonces: ‘¡Presente!’ Había un abogado del sur por ahí cerca y
escuché que decía: ‘Estos comunistas no van a aprender nunca’. Vi a Alone muy
afectado, y a Fernando Castillo, el rector de la universidad Católica, que
sollozaba. Empezó a oírse la voz de Chela Álvarez muy fuerte...
Loyola: Yo había quedado rezagado y cuando me
reincorporé al cortejo, en Avenida La Paz, confieso que quedé helado de pavor,
pues ya en un tono crecientemente alto la gente iba cantando La Internacional,
puño en alto, todos sin distinción: Gente que jamás pensó ser comunista,
simplemente escritores o amigos de Pablo, sintieron tal vez que no había mejor
modo de expresar lo que llevaban adentro que alzar el puño y cantar ese himno.
Los soldados rodeaban la plaza que queda frente al
cementerio. Estaban a la vista. Yo creí que era cosa de segundos la descarga de
metralleta cuando alguien de gran vozarrón empezó a gritar: ‘¡Compañero Pablo
Neruda’ y todos contestamos ‘¡Presente!’ Se repitió el grito dos o tres veces y
las respuestas crecían en fuerza, pero de pronto el grito fue: ‘¡Compañero
Víctor Jara!’ y a todos se nos quebró la voz porque era la primera vez que se
nombraba a Víctor en público denunciando su asesinato. ‘¡Presente!’ contestamos
todos lo mejor que pudimos.
Pero entonces se produjo un silencio y enseguida,
como tomando aliento, la voz gritó con
todas sus fuerzas: ‘¡Compañero Salvador Allende!’, pronunciando el
‘Allende’ en forma muy marcada.
Y allí la respuesta fue una especie de aullido
ronco, quebrado, distorsionado por la emoción y por el terror y por las ganas
de gritar de modo que se oyera en todo el mundo: ‘¡Presente!’ Yo creo que ahí
se nos pasó el miedo a todos, porque ahí no había ya nada que hacer. Más valía
morir con el puño en alto y cantando La Internacional, y así cantando a voz en
cuello, todos llorando, entramos al Cementerio General. Tal vez la presencia de
muchos periodistas extranjeros nos salvó”.