lunes, 3 de agosto de 2015

EL PC FRENTE AL PROCESO POR NUEVA CONSTITUCIÓN





El Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz (Ical), centro de estudios ligado al PC, inició el Curso de Delegado Constituyente con “el objetivo de entregar los insumos teórico-prácticos para que quien lo cursare esté en condiciones óptimas de participar como delegado en una Asamblea Constituyente”.

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Publicado el Lunes, 27 Julio 2015 10:20
Escrito por El Siglo.cl

Equipo ES. Santiago. 27/07/015. Documento de comunistas sobre formato de Asamblea Constituyente y argumentos en el camino de una nueva Carta Magna. ICAL inició, al mismo tiempo, un Curso de Delegado Constituyente.

El Partido Comunista de Chile dio pasos concretos en relación al trabajo por una nueva Constitución del país, materialización del mecanismo de una Asamblea Constituyente (AC) y consideración de la realización de plebiscito como fórmula de consulta al pueblo en este camino de cambio institucional.

Uno de los pasos del PC quedó concretado en el documento “Fundamentos del proceso constituyente: nueva Constitución mediante Asamblea Constituyente” que define algunos pasos en materia de AC y plebiscito.

Al mismo tiempo, el Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz (Ical), centro de estudios ligado al PC, inició el Curso de Delegado Constituyente con “el objetivo de entregar los insumos teórico-prácticos para que quien lo cursare esté en condiciones óptimas de participar como delegado en una Asamblea Constituyente”.

Dinámicas que expresan la decisión de los comunistas de seguir impulsando el cambio constitucional, optar por una AC y preparar a sectores de la población para ese proceso.

El documento de la organización de la hoz y el martillo parte señalando que “Chile exige una nueva Constitución. El 70% está de acuerdo con la elaboración de una Constitución en democracia según la encuesta ADIMARK realizada en junio de 2014. En una medición más actual realizada por la encuesta CADEM de abril 2015 muestra que un 77% de los chilenos está de acuerdo con la elaboración de una nueva Constitución”.

Añade que “la claridad también está dada  sobre cómo queremos elaborar esta nueva Constitución, reflejada en un 60% de apoyo a la opción Asamblea Constituyente”.

El texto releva que “la nueva Constitución ha de desarrollarse de forma participativa, democrática e institucional, lo cual solo puede lograrse mediante una Asamblea Constituyente. Por tanto, como Partido consideramos fundamental manifestar nuestra postura a favor de una nueva Constitución elaborada mediante Asamblea Constituyente”.

El escrito de los comunistas apunta a que es “perentorio visualizar un escenario en el cual triunfe nuestra propuesta de Asamblea Constituyente. ¿Quiénes la conforman? ¿Cómo se eligen a los representantes? ¿Cuánto tiempo dura? ¿Cuáles son los mecanismos de votación de sus contenidos? ¿Cómo se relaciona la ciudadanía con los delegados constituyentes?”.
Y de allí, se sostiene que “todas estas preguntas requieren una respuesta clara y una postura clara por parte de los partidos políticos. Presentamos aquí la propuesta del Partido Comunista”.
Inicio del proceso constituyente.

Es así que el PC plantea que “el proceso constituyente oficialmente debe iniciar por medio de la iniciativa del Ejecutivo para convocar a cabildos abiertos, reuniones comunales, creación y desarrollo de talleres y cursos constitucionales para la ciudadanía, para lo cual proponemos como fecha el 1 de septiembre de 2015”. Agrega que “sin embargo, hemos de distinguir entre la formalidad del proceso constituyente que ha de ser impulsado por el Ejecutivo, y la visión histórica del proceso constituyente en Chile”.

Se indica: “Desde que en 1974 con el Decreto Ley Nº 788 la Junta Militar usurpara el poder constituyente originario del soberano para redactar la Constitución de 1980, los comunistas hemos sido los más fuertes opositores de este proceso. En el exilio compañeros como Gladys Marín, Luis Corvalán y Volodia Teitelboim llamaron abiertamente a oponerse a la Constitución de Pinochet y a votar NO en el plebiscito de 1980. Por tanto, el proceso constituyente, que se entiende como el proceso mediante el cual una sociedad determina que su carta fundamental debe ser reemplazada por una nueva, comenzó incluso con la redacción del texto constitucional por parte de la Comisión Ortúzar. Hemos sido los comunistas los principales enemigos de esta herencia pinochetista. Con el regreso a la democracia y el retorno de las organizaciones sociales a la vida política se reactiva la necesidad de una nueva Constitución, culminando en nuestros días con la propuesta oficial del Ejecutivo a comenzar el proceso constituyente para el mes de septiembre del presente año”.

Ahora, de acuerdo a lo propuesto por los comunistas, “este proceso constituyente de formación y participación debe ser propiciado y mantenido por las organizaciones sociales y centros de pensamiento, que puedan presentar por sí mismos o por patrocinio del Ejecutivo la posibilidad de formar y capacitar a la ciudadanía sobre el proceso constituyente. Este ha de culminar a la fecha en que el soberano pueda someter a referéndum la idea de elaborar una nueva Constitución y su mecanismo”.

Precisa el texto del PC que “existe un proyecto de ley para reformar la Constitución, el cual nos parece insuficiente y repetitivo. La propuesta de reforma constitucional señala que en caso de que el Ejecutivo desease presentar un plebiscito a ser refrendado por la ciudadanía, este debe contar con el apoyo de ambas Cámaras (Senado y Cámara de Diputados). Frente a este proyecto planteamos que aquella institucionalidad que permite al soberano ejercer su potestad soberana está ya expresamente reconocida en la Constitución”.

Indica que “la relación entre el soberano y el Presidente es una relación institucionalizada, por tanto, no es más que bajo una argumentación política que se expresa la necesidad de un contrapeso innecesario, como el dar facultades no reconocidas en la Constitución al Congreso Nacional, tal como se presenta en el proyecto de ley de reforma constitucional”.

El documento precisa que “sin embargo, el Artículo 32, inciso 4 de la Constitución, señala expresamente que solo se puede convocar a plebiscito bajo las limitantes establecidas en el artículo 108, que expresa la facultad de convocar a plebiscitos siempre y cuando exista una desavenencia con el Congreso Nacional. En este caso y solo en este caso, el Presidente puede convocar a plebiscito”.

Recogiendo las experiencias de procesos constituyentes y que apuntaron a tener nuevas Constituciones, en varios países de América Latina en décadas recientes, el documento y análisis del Partido Comunista señala que se debe considerar, ahora en este proceso chileno, que “el Congreso Nacional no debe ser usado como contrapeso para regular una relación institucional pre existente entre el soberano y el Presidente; (que) si se requiriese un contrapeso, este debe residir en la capacidad del soberano para convocar y validar las disposiciones presentadas por el Ejecutivo; bastaría con limitar la cantidad de plebiscitos por año que pudiesen convocarse, como limitar el número de materias a plebiscitarse en función de su contenido.

Frente a este escenario proponemos realizar indicaciones al proyecto de la siguiente forma:
El asunto del plebiscito y la A.C.

Respecto al tema del plebiscito como medio de consulta al pueblo, el PC sostiene que “lograda la reforma que permite realizar plebiscitos en materia constitucional”, éste podría efectuarse en las próximas elecciones municipales (octubre 2016), instalándose una “tercera urna”, donde se hagan las siguientes preguntas a ciudadanas y ciudadanos:

Frente a la elaboración de una nueva Constitución ¿Cuál es el mecanismo de su preferencia?

a) Elaborada por el Congreso, ratificada por la comisión de Constitución;
b) Elaborada por una Comisión de Expertos, ratificada por el Congreso;
c) Elaborada por el Congreso, ratificada por el soberano;
d) Elaborada por una Asamblea Constituyente, ratificada por el soberano;

Partiendo de la base de que la mayoría de la población estará por una A.C., el texto indica que “se ha de dar un plazo no superior a 3 meses para la conformación de la Asamblea Constituyente” en el país.

Frente a la interrogante de quiénes forman la A.C., los comunistas proponen tres sistemas: Candidatos personales e independientes que presenten cierto número de avales para su candidatura; listas de candidatos propuestas por  partidos políticos y organizaciones sociales; ciudadanos escogidos al azar mediante selección aleatoria;

Se manifiesta que “la fuerza y legitimidad de la Asamblea Constituyente depende de su grado de inclusividad. Por ello, no obstante el papel relevante de los partidos políticos, es necesario que la Asamblea Constituyente esté conformada por hombres y mujeres de todas las etnias, de todas las zonas, excluyendo sus adherencias partidarias y credos personales, su orientación sexual  y su capacidad económica”.

Se habla de un criterio demográfico, es decir, “un número proporcional a la cantidad de habitantes en la muestra, por expansiones territoriales determinadas, tomando como base los indicadores del último censo válidamente celebrado”. Un criterio territorial, que tiene que ver con la “representatividad igualitaria con distribución por regiones/comunas”.

La propuesta de los comunistas especifica en cuanto a los pueblos originarios que “nos parece adecuado que todos los pueblos originarios se vean representados en la Asamblea Constituyente con un 10% de los integrantes totales pertenecientes a pueblos indígenas, potenciando el factor multicultural que nuestro país comienza a crecer”.

Al final de cuentas, el PC propone “la existencia de 170 delegados, los cuales deben ser elegidos bajo los siguientes criterios:
2 delegados por región de origen (30 en total)
10% de delegados de pueblos originarios (17 en total)
50% delegados elegidos por listas o por candidatura individual, con una cuota de género equivalente al 40% del total de los miembros totales por lista (85 delegados)
32 delegados elegidos al azar, previamente inscritos y que acepten mediante formulario ante notario ser parte de la Asamblea Constituyente como delegado.

Para materializar aquello, el documento sostiene: “El sistema de elección de los representantes ha de ser un sistema proporcional moderado. Los candidatos tendrán 3 meses para realizar campaña, financiada por el Estado en su totalidad. La votación se realizará en una papeleta que presente candidatos independientes, de partido político, por lista o por candidato individual. Los candidatos individuales podrán elegir bajo que parámetro de elección serán sometidos al escrutinio popular: por región, por etnia, por candidatura al azar o por candidatura independiente”.

Funcionamiento de la A.C.

“Las reglas de funcionamiento de la Asamblea Constituyente también deben determinar el procedimiento para la conducción de las reuniones de la asamblea y sus comités, la introducción de mociones relativas a las enmiendas, la imposición de límites a la duración de los discursos,  mociones para el levantamiento de sesiones, así como las facultades del Presidente de la Asamblea regular y controlar los procedimientos”, señala el texto de los comunistas.
Enfatiza que “resulta crucial para el funcionamiento de la Asamblea Constituyente establecer normas de procedimiento, que deberán ser normadas en el reglamento que la ordena, de manera general”.

La idea del PC es organizar comités para el funcionamiento de la A.C. Uno temático, que aborde “los temas relacionados con la Constitución. Dentro de estos comités debe haber un subcomité de redacción (del texto) y un subcomité de armonización, para superar las diferencias y contradicciones entre las recomendaciones de los distintos comités temáticos”. Otro encargado de aspectos administrativos, “que normalmente incluyen un subcomité directivo que responde  por el programa y el trabajo cotidiano de la asamblea; un subcomité de enlace con la prensa, un subcomité de acreditación y un subcomité encargado de abordar los privilegios y acciones disciplinarias contra los delegados, en las faltas que incurrieren”.

El texto llega hasta fijar plazos de funcionamiento, que debería ser entre 6 meses y 1 año, con opción de prolongarlo seis meses por una sola vez.

Curso de Delegado Constituyente.

En este marco, el Ical organizó Cursos de Delegados Constituyentes para preparar a quienes vayan a participar en este proceso, mirando hacia la elaboración de una nueva Constitución.

De acuerdo a la información entregada por el centro de pensamiento vinculado a los comunistas, el delegado constituyente se define como “aquel ciudadano elegido para representar la voluntad soberana de un pueblo, proceso que culmina en una nueva constitución, creada mediante una Asamblea Constituyente”.

El Curso que está promoviendo y ya realizando el Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz  contiene tres módulos. Uno sobre “La Constitución, sus partes y fundamentos para cambiar la Constitución Política de 1980”, otro sobre “Experiencias constituyentes en América Latina”, específicamente en Colombia, Venezuela, Ecuador y Bolivia. El módulo tres, se titula “El proceso constituyente que queremos”.

Adrián Prieto, Encargado del Área Legislativa de Ical, indicó que “como centro de pensamiento libre y pluralista pretendemos contribuir a la discusión ciudadana sobre una nueva Constitución entregando, por un lado, los elementos teóricos para que quien lo desee pueda formarse y a la vez capacitar a otros”.

Comentó que “estos Delegados Constituyentes deberán cumplir una doble función. Por un lado, comprender la necesidad de cambiar la Constitución Política de 1980 identificando sus defectos de origen y en sus contenidos, recogiendo experiencias constituyentes comparadas, y volcar a la ciudadanía el mensaje de la necesidad y caminos para tener una nueva Constitución. Y por otro lado, tener las competencias basales necesarias para participar como representante del soberano en la Asamblea Constituyente; entendiendo estas competencias basales como la comprensión de lo que significa una Constitución, sus partes, clasificaciones, procesos de creación, experiencias constituyentes comparadas, funcionamiento de una Asamblea Constituyente, etc”.

Prieto indicó que “los talleres serán un espacio abierto de reflexión y debate sobre temas de contenido de una nueva Constitución, que tienen como objetivo la creación de un texto que contenga las propuestas de esta instancia para la confección de la carta fundamental”.


El Encargado del Área Legislativa de Ical planteó que “la Nueva Constitución es una tarea de todas y todos, construir el mecanismo para levantar su ejecución e incorporar contenidos no puede ser una tarea exclusiva de una reunión de ‘expertos’, del Congreso, o una imposición del gobierno. Los estudiantes, trabajadores, movimientos sociales, partidos y la sociedad completa, como soberano ejerciendo sus facultades, deben participar desde sus inicios en la elaboración de propuestas y contenidos. Solo así podremos enfrentar el Proceso Constituyente, que pasará de una incertidumbre conceptual, a la realidad de una Nueva Constitución vía Asamblea Constituyente”.