El Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz (Ical), centro de estudios
ligado al PC, inició el Curso de Delegado Constituyente con “el objetivo de
entregar los insumos teórico-prácticos para que quien lo cursare esté en
condiciones óptimas de participar como delegado en una Asamblea Constituyente”.
ir al link
Publicado el Lunes, 27 Julio 2015 10:20
Escrito por El Siglo.cl
Equipo ES. Santiago. 27/07/015. Documento de comunistas sobre formato de
Asamblea Constituyente y argumentos en el camino de una nueva Carta Magna. ICAL
inició, al mismo tiempo, un Curso de Delegado Constituyente.
El Partido Comunista de Chile dio pasos concretos en relación al trabajo
por una nueva Constitución del país, materialización del mecanismo de una
Asamblea Constituyente (AC) y consideración de la realización de plebiscito
como fórmula de consulta al pueblo en este camino de cambio institucional.
Uno de los pasos del PC quedó concretado en el documento “Fundamentos del
proceso constituyente: nueva Constitución mediante Asamblea Constituyente” que
define algunos pasos en materia de AC y plebiscito.
Al mismo tiempo, el Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz (Ical),
centro de estudios ligado al PC, inició el Curso de Delegado Constituyente con
“el objetivo de entregar los insumos teórico-prácticos para que quien lo
cursare esté en condiciones óptimas de participar como delegado en una Asamblea
Constituyente”.
Dinámicas que expresan la decisión de los comunistas de seguir impulsando
el cambio constitucional, optar por una AC y preparar a sectores de la
población para ese proceso.
El documento de la organización de la hoz y el martillo parte señalando que
“Chile exige una nueva Constitución. El 70% está de acuerdo con la elaboración
de una Constitución en democracia según la encuesta ADIMARK realizada en junio
de 2014. En una medición más actual realizada por la encuesta CADEM de abril
2015 muestra que un 77% de los chilenos está de acuerdo con la elaboración de
una nueva Constitución”.
Añade que “la claridad también está dada
sobre cómo queremos elaborar esta nueva Constitución, reflejada en un
60% de apoyo a la opción Asamblea Constituyente”.
El texto releva que “la nueva Constitución ha de desarrollarse de forma
participativa, democrática e institucional, lo cual solo puede lograrse
mediante una Asamblea Constituyente. Por tanto, como Partido consideramos
fundamental manifestar nuestra postura a favor de una nueva Constitución
elaborada mediante Asamblea Constituyente”.
El escrito de los comunistas apunta a que es “perentorio visualizar un
escenario en el cual triunfe nuestra propuesta de Asamblea Constituyente.
¿Quiénes la conforman? ¿Cómo se eligen a los representantes? ¿Cuánto tiempo
dura? ¿Cuáles son los mecanismos de votación de sus contenidos? ¿Cómo se
relaciona la ciudadanía con los delegados constituyentes?”.
Y de allí, se sostiene que “todas estas preguntas requieren una respuesta
clara y una postura clara por parte de los partidos políticos. Presentamos aquí
la propuesta del Partido Comunista”.
Inicio del proceso constituyente.
Es así que el PC plantea que “el proceso constituyente oficialmente debe
iniciar por medio de la iniciativa del Ejecutivo para convocar a cabildos
abiertos, reuniones comunales, creación y desarrollo de talleres y cursos
constitucionales para la ciudadanía, para lo cual proponemos como fecha el 1 de
septiembre de 2015”. Agrega que “sin embargo, hemos de distinguir entre la
formalidad del proceso constituyente que ha de ser impulsado por el Ejecutivo,
y la visión histórica del proceso constituyente en Chile”.
Se indica: “Desde que en 1974 con el Decreto Ley Nº 788 la Junta Militar
usurpara el poder constituyente originario del soberano para redactar la
Constitución de 1980, los comunistas hemos sido los más fuertes opositores de
este proceso. En el exilio compañeros como Gladys Marín, Luis Corvalán y
Volodia Teitelboim llamaron abiertamente a oponerse a la Constitución de
Pinochet y a votar NO en el plebiscito de 1980. Por tanto, el proceso
constituyente, que se entiende como el proceso mediante el cual una sociedad
determina que su carta fundamental debe ser reemplazada por una nueva, comenzó
incluso con la redacción del texto constitucional por parte de la Comisión
Ortúzar. Hemos sido los comunistas los principales enemigos de esta herencia
pinochetista. Con el regreso a la democracia y el retorno de las organizaciones
sociales a la vida política se reactiva la necesidad de una nueva Constitución,
culminando en nuestros días con la propuesta oficial del Ejecutivo a comenzar
el proceso constituyente para el mes de septiembre del presente año”.
Ahora, de acuerdo a lo propuesto por los comunistas, “este proceso
constituyente de formación y participación debe ser propiciado y mantenido por
las organizaciones sociales y centros de pensamiento, que puedan presentar por
sí mismos o por patrocinio del Ejecutivo la posibilidad de formar y capacitar a
la ciudadanía sobre el proceso constituyente. Este ha de culminar a la fecha en
que el soberano pueda someter a referéndum la idea de elaborar una nueva
Constitución y su mecanismo”.
Precisa el texto del PC que “existe un proyecto de ley para reformar la
Constitución, el cual nos parece insuficiente y repetitivo. La propuesta de
reforma constitucional señala que en caso de que el Ejecutivo desease presentar
un plebiscito a ser refrendado por la ciudadanía, este debe contar con el apoyo
de ambas Cámaras (Senado y Cámara de Diputados). Frente a este proyecto
planteamos que aquella institucionalidad que permite al soberano ejercer su
potestad soberana está ya expresamente reconocida en la Constitución”.
Indica que “la relación entre el soberano y el Presidente es una relación
institucionalizada, por tanto, no es más que bajo una argumentación política
que se expresa la necesidad de un contrapeso innecesario, como el dar
facultades no reconocidas en la Constitución al Congreso Nacional, tal como se
presenta en el proyecto de ley de reforma constitucional”.
El documento precisa que “sin embargo, el Artículo 32, inciso 4 de la
Constitución, señala expresamente que solo se puede convocar a plebiscito bajo
las limitantes establecidas en el artículo 108, que expresa la facultad de
convocar a plebiscitos siempre y cuando exista una desavenencia con el Congreso
Nacional. En este caso y solo en este caso, el Presidente puede convocar a
plebiscito”.
Recogiendo las experiencias de procesos constituyentes y que apuntaron a
tener nuevas Constituciones, en varios países de América Latina en décadas
recientes, el documento y análisis del Partido Comunista señala que se debe
considerar, ahora en este proceso chileno, que “el Congreso Nacional no debe
ser usado como contrapeso para regular una relación institucional pre existente
entre el soberano y el Presidente; (que) si se requiriese un contrapeso, este
debe residir en la capacidad del soberano para convocar y validar las disposiciones
presentadas por el Ejecutivo; bastaría con limitar la cantidad de plebiscitos
por año que pudiesen convocarse, como limitar el número de materias a
plebiscitarse en función de su contenido.
Frente a este escenario proponemos realizar indicaciones al proyecto de la
siguiente forma:
El asunto del plebiscito y la A.C.
Respecto al tema del plebiscito como medio de consulta al pueblo, el PC
sostiene que “lograda la reforma que permite realizar plebiscitos en materia
constitucional”, éste podría efectuarse en las próximas elecciones municipales
(octubre 2016), instalándose una “tercera urna”, donde se hagan las siguientes
preguntas a ciudadanas y ciudadanos:
Frente a la elaboración de una nueva Constitución ¿Cuál es el mecanismo de
su preferencia?
a) Elaborada por el Congreso, ratificada por la comisión de Constitución;
b) Elaborada por una Comisión de Expertos, ratificada por el Congreso;
c) Elaborada por el Congreso, ratificada por el soberano;
d) Elaborada por una Asamblea Constituyente, ratificada por el soberano;
Partiendo de la base de que la mayoría de la población estará por una A.C.,
el texto indica que “se ha de dar un plazo no superior a 3 meses para la
conformación de la Asamblea Constituyente” en el país.
Frente a la interrogante de quiénes forman la A.C., los comunistas proponen
tres sistemas: Candidatos personales e independientes que presenten cierto
número de avales para su candidatura; listas de candidatos propuestas por partidos políticos y organizaciones sociales;
ciudadanos escogidos al azar mediante selección aleatoria;
Se manifiesta que “la fuerza y legitimidad de la Asamblea Constituyente
depende de su grado de inclusividad. Por ello, no obstante el papel relevante
de los partidos políticos, es necesario que la Asamblea Constituyente esté
conformada por hombres y mujeres de todas las etnias, de todas las zonas,
excluyendo sus adherencias partidarias y credos personales, su orientación
sexual y su capacidad económica”.
Se habla de un criterio demográfico, es decir, “un número proporcional a la
cantidad de habitantes en la muestra, por expansiones territoriales
determinadas, tomando como base los indicadores del último censo válidamente
celebrado”. Un criterio territorial, que tiene que ver con la
“representatividad igualitaria con distribución por regiones/comunas”.
La propuesta de los comunistas especifica en cuanto a los pueblos
originarios que “nos parece adecuado que todos los pueblos originarios se vean
representados en la Asamblea Constituyente con un 10% de los integrantes
totales pertenecientes a pueblos indígenas, potenciando el factor multicultural
que nuestro país comienza a crecer”.
Al final de cuentas, el PC propone “la existencia de 170 delegados, los
cuales deben ser elegidos bajo los siguientes criterios:
2 delegados por región de origen (30 en total)
10% de delegados de pueblos originarios (17 en total)
50% delegados elegidos por listas o por candidatura individual, con una
cuota de género equivalente al 40% del total de los miembros totales por lista
(85 delegados)
32 delegados elegidos al azar, previamente inscritos y que acepten mediante
formulario ante notario ser parte de la Asamblea Constituyente como delegado.
Para materializar aquello, el documento sostiene: “El sistema de elección
de los representantes ha de ser un sistema proporcional moderado. Los
candidatos tendrán 3 meses para realizar campaña, financiada por el Estado en
su totalidad. La votación se realizará en una papeleta que presente candidatos
independientes, de partido político, por lista o por candidato individual. Los
candidatos individuales podrán elegir bajo que parámetro de elección serán
sometidos al escrutinio popular: por región, por etnia, por candidatura al azar
o por candidatura independiente”.
Funcionamiento de la A.C.
“Las reglas de funcionamiento de la Asamblea Constituyente también deben
determinar el procedimiento para la conducción de las reuniones de la asamblea
y sus comités, la introducción de mociones relativas a las enmiendas, la
imposición de límites a la duración de los discursos, mociones para el levantamiento de sesiones,
así como las facultades del Presidente de la Asamblea regular y controlar los
procedimientos”, señala el texto de los comunistas.
Enfatiza que “resulta crucial para el funcionamiento de la Asamblea Constituyente
establecer normas de procedimiento, que deberán ser normadas en el reglamento
que la ordena, de manera general”.
La idea del PC es organizar comités para el funcionamiento de la A.C. Uno
temático, que aborde “los temas relacionados con la Constitución. Dentro de
estos comités debe haber un subcomité de redacción (del texto) y un subcomité
de armonización, para superar las diferencias y contradicciones entre las
recomendaciones de los distintos comités temáticos”. Otro encargado de aspectos
administrativos, “que normalmente incluyen un subcomité directivo que
responde por el programa y el trabajo
cotidiano de la asamblea; un subcomité de enlace con la prensa, un subcomité de
acreditación y un subcomité encargado de abordar los privilegios y acciones
disciplinarias contra los delegados, en las faltas que incurrieren”.
El texto llega hasta fijar plazos de funcionamiento, que debería ser entre
6 meses y 1 año, con opción de prolongarlo seis meses por una sola vez.
Curso de Delegado Constituyente.
En este marco, el Ical organizó Cursos de Delegados Constituyentes para
preparar a quienes vayan a participar en este proceso, mirando hacia la
elaboración de una nueva Constitución.
De acuerdo a la información entregada por el centro de pensamiento vinculado
a los comunistas, el delegado constituyente se define como “aquel ciudadano
elegido para representar la voluntad soberana de un pueblo, proceso que culmina
en una nueva constitución, creada mediante una Asamblea Constituyente”.
El Curso que está promoviendo y ya realizando el Instituto de Ciencias
Alejandro Lipschutz contiene tres
módulos. Uno sobre “La Constitución, sus partes y fundamentos para cambiar la
Constitución Política de 1980”, otro sobre “Experiencias constituyentes en
América Latina”, específicamente en Colombia, Venezuela, Ecuador y Bolivia. El
módulo tres, se titula “El proceso constituyente que queremos”.
Adrián Prieto, Encargado del Área Legislativa de Ical, indicó que “como
centro de pensamiento libre y pluralista pretendemos contribuir a la discusión
ciudadana sobre una nueva Constitución entregando, por un lado, los elementos
teóricos para que quien lo desee pueda formarse y a la vez capacitar a otros”.
Comentó que “estos Delegados Constituyentes deberán cumplir una doble
función. Por un lado, comprender la necesidad de cambiar la Constitución
Política de 1980 identificando sus defectos de origen y en sus contenidos,
recogiendo experiencias constituyentes comparadas, y volcar a la ciudadanía el
mensaje de la necesidad y caminos para tener una nueva Constitución. Y por otro
lado, tener las competencias basales necesarias para participar como
representante del soberano en la Asamblea Constituyente; entendiendo estas
competencias basales como la comprensión de lo que significa una Constitución,
sus partes, clasificaciones, procesos de creación, experiencias constituyentes
comparadas, funcionamiento de una Asamblea Constituyente, etc”.
Prieto indicó que “los talleres serán un espacio abierto de reflexión y
debate sobre temas de contenido de una nueva Constitución, que tienen como
objetivo la creación de un texto que contenga las propuestas de esta instancia
para la confección de la carta fundamental”.
El Encargado del Área Legislativa de Ical planteó que “la Nueva
Constitución es una tarea de todas y todos, construir el mecanismo para
levantar su ejecución e incorporar contenidos no puede ser una tarea exclusiva
de una reunión de ‘expertos’, del Congreso, o una imposición del gobierno. Los
estudiantes, trabajadores, movimientos sociales, partidos y la sociedad
completa, como soberano ejerciendo sus facultades, deben participar desde sus
inicios en la elaboración de propuestas y contenidos. Solo así podremos
enfrentar el Proceso Constituyente, que pasará de una incertidumbre conceptual,
a la realidad de una Nueva Constitución vía Asamblea Constituyente”.