Hace 106 años, un día 4 de marzo de 1919, se fundó la Internacional
Comunista o III Internacional, también llamada Comintern.
Recordamos este hecho histórico a través de un escrito del compañero historiador
Iván Ljubetic Vargas.
Boletín Rojo
Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
ANTECEDENTES
En 1864 nació en Londres, fundada
entre otros por Karl Marx y Friedrich Engels, la Asociación Internacional de
los Trabajadores o Primera Internacional, que por primera vez en la historia
agrupaba a los trabajadores de distintos países. Esta se disolvió en 1876.
En 1889, Friedrich Engels promovió
la creación de la Segunda Internacional, creada en París. Agrupó a los partidos
socialistas, socialdemócratas y laboristas, formando un amplio bloque
internacional de partidos de izquierda, adheridos todos en mayor o menor grado
a las doctrinas del socialismo.
LA TRAICIÓN DE LOS REFORMISTAS
Al comenzar la Primera Guerra
Mundial en 1914, los dirigentes de la
Segunda Internacional –traicionando los principios del internacionalismo
proletario- llamaron a los trabajadores
a defender su patria, es decir a matarse entre ellos en aras de los intereses
de los capitalistas de sus respectivos países.
Los sectores revolucionarios
celebraron la Conferencia de Zimmerwald en septiembre de 1915 y la Conferencia
de Kienthal en abril de 1916. Ambas en Suiza. En estas conferencias las
organizaciones revolucionarias manifestaron su ruptura con la Internacional
Socialista y se convirtieron en la base de la III Internacional, construida por
los partidos socialistas que se habían opuesto a la guerra.
SE CREAN CONDICIONES PARA UNA
NUEVA INTERNACIONAL
La Revolución Rusa abrió una
nueva época de la humanidad. Tras el
triunfo de los bolcheviques, se inició una guerra civil, en la cual el poder
soviético se defendió de los ejércitos de 14 países que invadieron el país de
los soviets para intentar frenar la revolución.
Los capitalistas del mundo entero
estaban alarmados por el hecho que la clase obrera y los campesinos se hubieran
tomado el poder político por vía violenta y estuvieran construyendo una nueva
sociedad. En todo el mundo el proletariado celebró este hecho.
En muchos lugares se desarrollaba
el movimiento obrero: La revolución comenzó a avanzar en Europa. En Austria,
venía desarrollándose el movimiento revolucionario. En Hungría, fue proclamada
la República de los Soviets. La oleada revolucionaria hizo aparecer a los
Partidos Comunistas en Europa. Esto creó
una base real para la unificación de los Partidos Comunistas en la Tercera Internacional,
en la Internacional Comunista.
SURGE LA INTERNACIONAL COMUNISTA
Convocado por Lenin, tuvo lugar en
Moscú, entre el 2 y el 6 de marzo de
1919 el Primer Congreso de los Partidos
Comunistas de varios países. Durante su desarrollo, el 4 de marzo de
LOS CONGRESOS DE LA INTERNACIONAL
La Internacional Comunista celebró
siete congresos mundiales. En el ya
mencionado Primer Congreso Mundial de la
Internacional Comunista, se abordó el
tema la "democracia burguesa y la dictadura del proletariado" y la
necesidad de difundir el sistema de soviets. Se nombró al dirigente bolchevique ruso Grigori Zinoviev presidente
del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista (CEIC), que era la máxima autoridad de la III
Internacional durante el periodo entre los congresos. En este primer Congreso se determinó la
tajante separación entre comunistas y socialistas, y se definió el programa de
"expansión revolucionaria" por el cual los delegados comunistas
trabajarían para obtener el poder en sus respectivos países siguiendo el modelo
de la Revolución Rusa.
El Segundo Congreso Mundial de la Internacional
Comunista se reunió en Moscú, entre el 19 de julio y el 7 de agosto de
1920. En este congreso se insistió en la
necesidad de propagar el sistema de soviets entre el proletariado y así formar grupos de militantes
aptos para tomar el poder y ejercer funciones administrativas, dejando de lado
la sola política partidaria. Debido a las numerosas organizaciones
socialdemócratas que solicitaban el ingreso a la Internacional, se acordaron
las 21 condiciones previas que debía
cumplir todo partido político para la adhesión a la Internacional, y se
aprobaron los primeros estatutos.
El Tercer Congreso Mundial de la
Internacional Comunista se celebró entre el 22 de junio y el 12 de julio de
1921 en Moscú. En él, se combatieron las
posturas ultraizquierdistas de algunos partidos comunistas. También se trató
acerca de la importancia de incorporar a las mujeres trabajadoras al movimiento
comunista.
El Cuarto Congreso Mundial de la
Internacional Comunista tuvo lugar en Moscú, entre el 30 de noviembre y el 5 de
diciembre de 1922. En él, se profundizó en las tácticas del llamado
"frente único".
El Quinto Congreso Mundial de la
Internacional Comunista se celebró en
Moscú, entre junio y julio de
1924, después de la muerte de Lenin.
El Sexto Congreso Mundial de la Internacional
Comunista tuvo lugar entre julio y septiembre de 1928 en Moscú. Se aprobó la
consigna de "clase contra clase", que marcó el comienzo del llamado
"Tercer Periodo".
En 1934 el comunista búlgaro
Georgi Dimitrov, residente en la URSS, fue elegido para dirigir la Internacional Comunista hasta su
disolución.
EL SÉPTIMO CONGRESO DE LA INTERNACIONAL
Del 25 de julio al 20 de agosto de 1935 se realizó en Moscú el VII Congreso de la Internacional Comunista. Concurrieron 513 delegados de 65 partidos comunistas y organizaciones afines. Estuvieron presentes personalidades como Dolores Ibarruri, Ho Chi Ming, Palmiro Togliatti, Jorge Dimitrov. También Carlos Contreras Labarca, Secretario General del Partido Comunista de Chile.
Ese importante evento mundial
llamó a constituir amplios frentes antifascistas en todos los países, los
frentes populares, y crear gobiernos de frente único antifascista.
ASÍ LO RECORDABA CARLOS CONTRERAS
LABARCA
“Yo era entonces el Secretario General del Partido Comunista de Chile y en tal carácter participé oficialmente en las sesiones del VII Congreso de la Internacional. Fue una distinción muy grande para nuestro Partido, que venía saliendo del período de la dictadura de Ibáñez, que nos había causado mucho daño. Éramos un partido pequeño, pero muy activo, muy combativo, y fue seguramente a la luz de esos antecedentes que la Internacional Comunista consideró conveniente dar a los comunistas chilenos la oportunidad de presenciar y participar en un torneo de tan extraordinaria importancia, en el que se trataba de diseñar la estrategia y la táctica a seguir en la lucha contra el fascismo y el peligro de la guerra. Fue debido a eso, seguramente, que se me hizo el honor, con gran sorpresa de mi parte, de participar en la Comisión de Mandatos, comisión que, como se sabe, es la llave de un congreso, y se me ofreció luego, en sesión de asamblea, la posibilidad de hablar cerca de una hora, lo que es realmente excepcional en eventos como ése.
En el VII Congreso participaron 76
partidos y organizaciones, de los cuales sólo 22 eran de carácter legal. Los
delegados eran en total 513. La Presidencia honoraria le fue conferida al héroe
del pueblo alemán, dirigente de su Partido Comunista, Ernesto Thaelmann, y otro
alemán, Wilheim Pieck, miembro del Comité Ejecutivo, tuvo a su cargo el informe
general del trabajo de la Internacional Comunista. Después apareció en la tribuna el compañero
Dimitrov”.
AUTODISOLUCIÓN DE LA INTERNACIONAL
La autodisolución fue acordada el
15 de mayo de 1943 por el Presidium de la Internacional Comunista. En resolución de esa fecha se señaló: “Disolver
la Internacional Comunista como centro dirigente del movimiento obrero
internacional, liberar a las Secciones de la Internacional Comunista de las
obligaciones derivadas de los Estatutos y resoluciones de los Congresos de la
Internacional Comunista” (Citado en “Principios” Nº 24, junio de 1943, página
4)