El día de ayer se cumplieron 56
años de la Masacre de Pampa Irigoin, una de las tantas masacres realizadas por
carabineros. Gobernaba para ese entonces la Democracia Cristiana, bajo la
presidencia de Eduardo Frei Montalva y su Ministro del Interior, Edmundo Pérez
Zújovic.
Recordamos este hecho, entregandoles a nuestras lectoras y lectores del
Boletín Rojo, un escrito del historiador Iván Ljubetic Vargas.
Sucedió hace 56 años en Puerto Montt:
Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
En Puerto Montt, ciudad fundada
por Vicente Pérez Rosales en
UNA PACÍFICA TOMA DE TERRENOS
Los hechos se iniciaron así: El
martes 4 de marzo de 1969 se produjo una toma
pacífica de terrenos en un lugar llamado Pampa Irigoin, ubicado a tres
kilómetros de Puerto Montt. Noventa y una
familias sin casa ocuparon un pedazo de suelo y levantaron improvisadas
viviendas. Sobre ellas flameaban banderas chilenas.
La operación, dirigida por el diputado socialista Luis Espinoza, se realizó sin problemas. Con anterioridad, éste había conversado con el propietario de esos terrenos, llegando a un acuerdo. Durante cinco días no tuvieron dificultad alguna con carabineros. Por el contrario.
El diputado Luis Espinoza entregó
el siguiente testimonio: “El sábado 8, a
las 10 horas, el Comisario de
Carabineros me fue a buscar a mi domicilio y me pidió que lo
acompañara al sector Irigoin. Visitamos
la nueva población. Levantamos un censo de las familias allí establecidas. El Comisario les habló a los pobladores. Les
dijo que estuvieran tranquilos... que
trazaran bien las calles... que no se preocuparan, que nadie los
molestaría... que se mantuvieran dónde estaban y
que no se les ocurriera bloquear caminos...”
LLEGAN ÓRDENES DESDE SANTIAGO
Sin embargo, el Intendente democratacristiano de la provincia de Llanquihue, por instrucciones del Ministro del Interior de Frei, Edmundo Pérez Zújovic, llevó adelante una provocación contra los pobladores.
A la 1,40 de la madrugada del domingo 9 de marzo, fue detenido el diputado Espinoza. Se le acusó de “perturbar la seguridad interior del Estado”, por haber participado en seis tomas anteriores. Lo enviaron a Valdivia, donde lo pusieron a disposición de la Corte de Apelaciones.
A esa misma hora, carabineros
empezaron a rodear silenciosamente la población recién levantada en Pampa
Irigoin. Esperaron que aclarara. A las 7 horas avanzaron sigilosamente hacia
las improvisadas viviendas. Deseaban sorprender durmiendo a sus ocupantes. Pero
no contaban con la astucia de éstos, que habían instalado un primitivo sistema
de alarma: hilos tendidos a pocos centímetros del suelo, con una serie de
tarros. Los policías tropezaron con ellos. Sonaron las latas. Despertaron los
ocupantes.
Algunos opusieron débil resistencia. La mayoría huyó intentando buscar refugio en una población vecina, la
Ampliación Manuel Rodríguez. Pero los carabineros habían rodeado el lugar.
Mientras unos policías se dedicaban a incendiar las chozas; otros, apostados
estratégicamente, les cortaban el paso a
los que huían y los atacaban lanzando bombas lacrimógenas. Algunas fueron
devueltas por la gente. Otros se
defendieron con piedras. Entonces las
fuerzas represivas hicieron uso de sus armas de fuego. Once pobladores
cayeron asesinados por balas de guerra. Muchos otros quedaron heridos.
UNA OLA DE REPUDIO RECORRE CHILE
Otra vez la indignación y el
repudio estremecieron el país. El lunes 10 llegaron a Puerto Montt el
Presidente del Senado, Salvador Allende; la senadora comunista Julieta
Campusano y el diputado socialista Mario Palestro. Los tres del Frente de Acción Popular, FRAP.
Solidarizaron con los pobladores de Puerto
Montt y repudiaron a los asesinos.
Los funerales de las víctimas en
Puerto Montt tuvieron lugar el martes 11 de marzo de 1969. Fueron
gigantescos. Muchos miles de personas rindieron su postrer homenaje a los
nuevos asesinados por quienes prometieron una Revolución sin paredón. En el
Cementerio hablaron Salvador Allende, Mario Palestro y Julieta Campusano.
Puerto Montt era una ciudad
enlutada. Banderas chilenas a media asta. El cielo gris parecía llorar.
Una triste lloviznaba caía suavemente.
AL CRIMEN SE AGREGA LA MENTIRA
El lunes 10, Juan Achurra Larraín,
Subsecretario del Interior entregó la versión del Gobierno: “El sábado 8, 91 familias intentaron por tercera vez ocupar
los terrenos de la familia Irigoin. Ésta presentó una demanda y pidió la fuerza
pública”. (Dos falsedades: los pobladores estaban en ese predio desde el martes
4 de marzo y la familia Irigoin declaró que autorizó la ocupación del predio
mientras se arreglaba la situación con la Corporación de la Vivienda, CORVI).
“El domingo 9 -prosigue la versión oficial- alrededor de
150 carabineros, en cumplimiento de una orden de la Intendencia, notificaron a
los pobladores de la orden de desalojo. Estos atacaron a carabineros con
piedras. Los carabineros dispararon primero
al aire y lanzaron bombas lacrimógenas que no amedrentaron a los
pobladores, quienes intentaron cercar a la policía. Se produjo una lucha cuerpo
a cuerpo y en la batalla cayó un carabinero herido a bala”. (En el hospital de
Puerto Montt no se registró la llegada
de ningún carabinero herido).
“Ante esta situación -concluye la declaración oficial- carabineros
debió defenderse haciendo uso de sus armas de servicio”.
Por su parte, el diario
oficialista “La Nación”, en su edición del martes 11 de marzo de 1969,
escribió: “Los desgraciados acontecimientos recientes de Puerto Montt obligan a
desenmascarar drásticamente una actitud política delictuosa e irresponsable,
donde se encuentran coludidas sin excepciones las fuerzas de la extrema
izquierda”.
“El Mercurio”, de esa misma fecha,
señaló: “Detrás de los ocupantes hay manifiestamente autores intelectuales del
desmán, que son los que se han dedicado a hacer ofrecimientos demagógicos en
materia de viviendas y techo”.
REPUDIANDO A LOS MASACRADORES
En un acto de masas realizado en
Santiago por el Partido Comunista, la diputada Gladys Marín dijo: “Una vez más
se ha lanzado la fuerza policial contra el pueblo. Ni las amenazas ni las balas
impedirán que el pueblo use el derecho legítimo
que tiene de exigir un lugar donde vivir”.
Por su lado, la Juventud Demócrata
Cristiana declaró: “Este nuevo acto represivo del gobierno no es sino la
consecuencia de una política cada vez más alejada y contraria a los intereses
populares, que necesita, para imponerse, una cuota cada vez mayor de autoritarismo”.
En sesión extraordinaria del
Senado del 13 de marzo, su Presidente, Salvador Allende, manifestó: “¿Con qué derecho ustedes, señores
democratacristianos, se atreven a decir en la declaración de apoyo al gobierno
que nosotros traficamos con la muerte? No, señores senadores, no se puede
llegar a tales extremos. No se puede envilecer la política nacional, no se
puede permitir la corrupción de instituciones como Carabineros, no puede convertirse ese grupo en guardia
pretoriana, no pueden estar en peligro las vidas de quienes no pensamos como
ustedes”.
En esa misma sesión, la senadora
Julieta Campusano expresó: “Las balas asesinas se llaman Frei, Pérez Zujovic. Ellos
han dicho que no tolerarán ocupaciones ilegales. Pero, para ellos, el hambre,
la miseria, la vivienda insalubre y la condición de allegados, eso es legal”.
LAS PREGUNTAS DE VÍCTOR JARA
El cantautor Víctor Jara,
militante de las Juventudes Comunistas, compuso la hermosa y dramática canción
“Preguntas por Puerto Montt”, donde exclama:
“Muy
bien, voy a preguntar,
por ti, por ti, por aquél
por ti, que quedaste solo
y el que murió sin saber,
murió sin saber por qué
le acribillaban el pecho
luchando por el derecho
de un suelo para vivir...”
LA DICTADURA ASESINÓ AL DIPÙTADO LUIS ESPINOZA
Con el Gobierno Popular, los
pobladores de Puerto Montt mejoraron su suerte. Pero fue por pocos años.
Después llegó a dictadura.
Luis Espinoza, el diputado
socialista, que había organizado a los
sin casa de esa austral ciudad, poco después del golpe fascista del 11 de
septiembre de 1973, fue detenido y asesinado.
Diputado socialista Luis Espinoza Villalobos, fusilado en
Frutillar el 2 de diciembre de 1973
HA PASADO MEDIO SIGLO Y AÚN NO HAY JUSTICIA
A medio siglo de la masacre que
remeció al país, y que inspiró a Víctor Jara a componer su canción “Preguntas
por Puerto Montt”, las viudas y familiares de los asesinados siguen de duelo. Laura
Loayza y Ana Dilia Águila perdieron a sus esposos, mientras que Olga Santana
vio cómo las bombas lacrimógenas lanzadas por Carabineros acabaron con la vida
de su hijo de tres meses. Apenas viven con una pensión básica y lamentan que
ninguna autoridad de la época haya sido sometida a un proceso judicial. Por
esta razón, el caso de Olga fue presentado ante la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH), organismo que registró la petición y está evaluando
abrirla a trámite. A las tres mujeres les cuesta recordar esa historia
dolorosa; ahora lo hacen con una mínima esperanza en alcanzar verdad y
justicia.
Olga Santana con el galvano de
reconocimiento otorgado por la Agrupación Pampa Irigoin