Comentario radial y escrito.
El miércoles 19 de marzo, desperté
extraño, no entendía lo que mis ojos veían; estaba como recién salido del
vientre de la Marta, mi madre.
¡Necesitaba ayuda!
No entendía absolutamente nada de
nada.
Era como los “condóros” de mis
18/20 años.
No recordaba lo del día anterior.
Estaba en un inmaculado, en
blanco.
Me asuste. No miento si digo que
pensé:
¡Cresta, me morí!
Cuento esto, porque soy uno más,
entre millones de habitantes, que tienen el insomnio social como un miedo, con
52 años a lapa y con pijamas.
Borrarme de esa manera, no tiene
ninguna gracia.
Asomo a Suni Williams, a Butch
Wilmore, astronautas que tenían planeados estar en las alturas por 8 días,
quedaron varados en el espacio, por casi 9 meses.
Fueron rescatados por un
“colectivo” en el que se encontraba un astronauta ruso, del Roscosmos,
Aleksader Gorbunov.
El viaje de regreso les duro 17
horas.
Me llamo la atención, la
nacionalidad del astronauta ruso. Por allá arriba nos ayudamos, por aquí abajo
nos matamos.
Y pensar que, esas tierras raras,
que se necesitan para poder construir aparatos espaciales, digitales,
cibernéticos; “parafina” para los cohetes que pueden volar y matar; tienen que
ver, miserables, con la explotación infantil utilizada por los renovados
colonialistas europeos y gringos, para que escarben con hambre frio y sed,
terrones que envuelven esas “piedras urgentes”.
Y por desgracia, les toco de nuevo
a los rincones geográficos caminados anteriormente por Tarzán y por Fantomen, para
proseguir con devastación de la dignidad humana.
En mis últimos 55 años vividos,
formo parte de una especifica cuadrilla social, que va quedando rala.
Y por esas cosas de la esperanza,
cierro los ojos y como un recuerdo de García Lorca, los veo a todos empujando.
También es cierto, que al
enumerarse de a uno, los vacíos son hartos y duelen.
Esta realidad es dura, no por lo
rala, que son cosas de la vida, es dura, porque se siente corta, no alcanzamos
en generación, a trasmitir el conocimiento social, educarnos cabal, en la
complicidad de la lucha de clases.
Por ejemplo, cuando se asomó el
presidente de El Salvador, Nayib Bukele, me esperance.
Son poquitos pensé y dije, tienen
en su memoria sangre y sudor internacionalista, una mecha obrera puede ser una
pepa de ají.
Dije pá callao; porque no lo sigue
Nicolas/Boris.
Las contradicciones son inmensas,
las mentiras también.
Uno tiene que buscar
“científicamente”, las acciones que son realmente para el beneficio del pueblo.
Para mí, es válido, el análisis,
que no es el individuo el que mata; el que corrompe y mata, es el sistema que
lo pario y lo desvió.
Es el sistema del capital
financiero del riquerio mundial que obliga, arrincona y permite que su
habitante, tenga que hacer bellacadas para poder sobrevivir.
Y la necesidad fue tan re grande,
que robar una gallina, tenía un costo de 5 años y 1 día.
Sin derecho a cursos de moral.
No todas las naciones tienen un
Makárenko.
El solucionar esta lacra que
contagia ciega, no es hacer del delito una amenaza, un vivir, un negocio a la
pinta y a la moda.
Mire usted, El Salvador,
Guantánamo 2.
El negocio esta para el aplauso.
Hay que hacer escuelas.
Escuelas, teniendo el ojo, en los
planes de estudios, en sus contenidos.
Es el espectro social el que
determina la conciencia humana.
Me voy a mi ventana.
Según el significado de la
palabra, casi todos los países del mundo dicen ser una democracia; y tanto es
el chicle, que acomodan reinas, reyes, princesas y príncipes en el bagayo.
La soberanía se engalana con la
libertad de expresión.
Una libertad de expresión
enmarcada en el respeto mutuo, de escucha y respuesta.
Si en un parlamento, como en
Argentina, se agarran a charchazos para evitar un quorum, es una salvajada, si,
en las calles, los jubilados, apoyados por expresiones populares, exigiendo que
le suban la jubilación, que no les alcanza para comer 2 veces al día, y, son
barridos a gas y a palo por la autoridad armada.
¡No tiene nombre!
¿Dónde está la república?
El ser representantes del pueblo, es decir,
diputados y senadores, no es cualquiera expresión. Tiene más historia que el
miedo.
Ellos tienen por mandato, defender
la dignidad de vivir de sus representados.
Si este elegido no escucha, ni
defiende a sus representados y el presidente del país tampoco, sucede lo que
paso en mi paisito, el gobierno en guerra contra el pueblo.
Ahora, si todos escuchan y
entienden, y, nadie hace nada, la presión social se hace indómito y el cinismo
selectivo, se dan cuenta que los privilegios están en peligro, es momento de
sables y genocidios.
Eso que el poder emana del pueblo,
dios mío de los coloraos, es un decir muy chueco, como que si el pueblo fuera
un “masoquista en potencia”, que le encanta que le peguen, que lo torturen, que
lo maten, en nombre de la soberanía y el respeto.
Mi madre, tuvo derecho a voto, un
año antes que yo naciera.
Recuerdo mi tiempo joven, Pablo
Neruda era el candidato de mi creencia, yo estaba a punto de salir de
humanidades. Una tarde salió la noticia que los comunistas retiraban su
candidatura y se sumaban a las filas, que llevaban como candidato a Salvador
Allende.
Allende era un guerrero, era de
esos que se ponían uniformes y pañoleta para defender, según ellos, la
democracia, la libertad.
Parecían Boy Scout
Por esos años, los 60 más menos
que más, la mujer era una dueña de casa ejemplar, los dedos se le podían caer
por el cloro. Había con orgullo aceptado su puesto de combate.
Como dice Quelentaro: “Pariendo
cada 11 meses”
Recuerdo que, a los pocos meses de
campaña electoral, la derecha y sus soldados, sus feligreses, lo estático, al
igual que hoy, corrió la voz en polvareda.
¡Allende, toma whisky!
Después de Golpe fascista, se
decía que los comunistas iban a correr navaja a todos los patriotas de derecha,
a los oficiales patriotas y cristianos. Decían que los comunistas, se comían a
las guaguas.
Eso de los países avanzados, con
parlamentos y con todo lo adyacente, ejercen la democracia, de una forma muy
peculiar.
Es una vergüenza mayúscula, ver
como resuelven en los parlamentos españoles, las diferencias ideológicas.
Las sesiones parlamentarias son un
insulto al intelecto del pueblo.
El pueblo, quizás, este escondido.
Si no fuera por algunos que no son
avestruces, la política seria transformada en una ignominia. Ensucian, engañan
las necesidades de la gente que dicen representar.
Actualmente, por Europa, anda una
orgánica, que no es nueva, tratan de empujar al igual que el fantasma de Marx;
buscando posición y posesión política.
Izquierda Unida se hacen llamar.
Están en ella colectividades
tradicionales, el Partido Comunista Español, los verdes, los que Suman y
restan, otros con aromas de cambio. Pero… Yo creo que, si, en los tiempos de
hoy, caminara Antonio Machado, Federico García Lorca, estarían en las filas de
unos hastiados denominados, Podemos.
Si las fuerzas de izquierda, de
todo el mundo, entendiera, estudiara lo que significa El Centralismo
Democrático, créanme, el riquerio tendría que aprender a ser más tolerante, más
humilde. Única manera de poder convivir con la gente.
Políticamente hablando, cuento que,
los viejos míos, me pararon el carro, bien parado.
No podía yo, andar hablando y
vociferando una cuestión por mi inventada; el “Síndrome de Berlín”.
Que metida de gol más grande nos
hicieron.
El Eurocomunismo, estaba de moda.
Era decente revisar las escaleras.
Uno llegaba a pensar, que, quizás,
el hambre que siente el obrero en Londres era diferente al que sentía, el de
Coquimbo.
Los renovados no hallaban que
hacer con las arrugas.
Qué manera de desmembrar el poder
de la clase trabajadora, obrera.
No me explico, para que tengamos a
la derecha política, como enemigo principal, declarado, cuando en la práctica,
tenemos en nuestras propias trincheras un sentir Social Demócrata y a los
despechados de siempre.
En mi paisito de agua, en España,
en Chile, es para llorar.
Haití, es para morir.
México es para construir y vivir.
El enemigo nuestro es
multifacético, no es tanto el riquerio el movedizo, sino son los que están
adentro de las organizaciones sociales, escondiendo su ser polilla.
República, que concepto más
ultrajado, mentido y amado; es un envoltorio en donde se resguardan conceptos y
contenidos de la dignidad de vivir, de ser un país.
Los conceptos en cuestión son el
poder ejecutivo, el legislativo y el judicial.
Este último, tiene ramificaciones
extrañas, por eso, aplaudo lo dicho por López Obrador que el poder judicial
tiene que ser elegido en votación por el pueblo. Hoy, es como el telar de
Penélope, se acerca el veredicto y hay que deshacer el tejido.
Tengo que volver al “recuerdo”.
Al ingenio de los humanos, por ahí
por 500 años antes de Cristo, se les ocurrió lo mismo que al del Chiste:
¡Organicémonos!
Así se asomó la república.
Concepto que ha tenido miles de
vestimentas y hacedores, todos ellos, amos del pan, de la tierra, del agua, del
lápiz y del trabuco.
Con la experiencia vivida en la
Revolución Industrial, ese concepto de organización fue horriblemente
manoseado, justificando así, la explotación del hombre por el hombre.
Desde el martillazo de Toro y
Zambrano, nuestro país, Chile, ha venido por la historia, vistiendo la mentira
que la soberanía emana del poder del pueblo.
Uno, ya viejo, se ríe del mismito
dolor que duele y recuerda todavía.
Mi paisito ha sido y es un país
poblado de “pitutos”.
O creen ustedes que el reciproco
pituto entre Manuel Rodríguez y el bandolero criollo, José Miguel Neira, es un
invento.
Si no se tienen pitutos, estás
frito.
Por esos pitutos fueron fusilados
los hermanos Carrera.
Por supuesto, hay pitutos y
pitutos. Yo mismo, si no fuera por un pituto, yo estaría en el país de los
palos blancos.
Llega el Capitán General, Augusto
Pinochet, fascista, brazo criminal, amaestrado por oligarquías nacionales y de
afuera para proteger intereses, cierra el Parlamento.
Se acabaron los diputados y
senadores.
Pero no los pitutos.
Para permanecer civilizado en una
legalidad bestial, la Contraloría General de la República, se pondría al
servicio de la Junta Militar fascista.
Dos años más tarde, 1975, el mismo
controlador de la República, hace notar una evasión de impuestos que es
todavía, es un disparate descomunal.
Volviendo al vientre de nuestra
república.
La Constitución Política que nos
amarra en la actual república, la incrusto el fascismo chileno en el año 1980.
Si miramos nuestra historia
republicana, con 202 años de vida, veremos que se anclo profundamente con la
abdicación de Bernardo O’Higgins, como director Supremo, en 1823.
Fue uno, de nuestros grandes
libertadores; para mi gusto, él más concreto. Digo esto, porque, fue él, quien,
prohibió la esclavitud, los abolengos y la venta de cargos públicos.
Si no fuera así, tendríamos hoy,
que llamar a Lavin García, Sir, Carlos Eugenio Lavín García Huidobro.
Y como el que no corre, vuela,
Conde de Paine, José Antonio Kast Rist.
Cuento corto.
Con república o sin república, las
cartas para organizar el país, con crímenes, genocidios y traiciones a cuesta,
con aguinaldos y privilegios, fueron tiradas hace tiempo.
Tuvimos la oportunidad de poder
cambiar la Constitución que protege e invisibiliza la infamia, nos ganó la
ignorancia política del pueblo y el poder de los medios de comunicación;
nuestra propia, también, ingenuidad de nuestro poder político.
Vean ustedes lo que ha podido y
llegado a ser una Fiscalía, un Poder Público, un poder judicial, balanceándose
en una tela de araña de 202 años agridulces.
Poderes totalmente autónomos,
independientes de Blanca Nieve y del Trauco.
El solo hecho que Luis Hermosilla
sea transformado en una víctima de su misma corrupción añeja, que aun, una,
alcaldesa como Kathy Barriga sea noticia y no una vergüenza; continuamos en
caída a plomo a la infamia.
Para romper este encatrado, estas
instancias estructuradas por y para poderes fácticos, se hace necesario un
pueblo cívicamente educado, incentivado, con carácter, critico, se necesita una
sociedad que entienda que la propiedad de los medios estratégicos tiene que
estar en manos del Estado.
No necesariamente tenga que ser un
gobierno comunista, se necesita solamente respeto, sentido común, moral y ética
ciudadana.
Para levantar una nueva
organización de país, necesitamos nuevas ideas, ideas para amasar maza, que
liude.
No podemos permitir que la caza de
brujas ensucie la dignidad, la honorabilidad de los que luchan por la
construcción de un nuevo país.
Contigo Karol, contigo Daniel,
contigo Hiraci.
Si no lo hacemos, la
irracionalidad de la codicia, de la vileza, vendrá más tarde, por ti y por mí.
Alejandro Fischer Alquinta.
Estocolmo 20250323