lunes, 24 de marzo de 2025

Cosas de la República.


 

Comentario radial y escrito.

 

 




El miércoles 19 de marzo, desperté extraño, no entendía lo que mis ojos veían; estaba como recién salido del vientre de la Marta, mi madre.

¡Necesitaba ayuda!

No entendía absolutamente nada de nada.

Era como los “condóros” de mis 18/20 años.

No recordaba lo del día anterior.

Estaba en un inmaculado, en blanco.

Me asuste. No miento si digo que pensé:

¡Cresta, me morí!

Cuento esto, porque soy uno más, entre millones de habitantes, que tienen el insomnio social como un miedo, con 52 años a lapa y con pijamas.

Borrarme de esa manera, no tiene ninguna gracia.

Asomo a Suni Williams, a Butch Wilmore, astronautas que tenían planeados estar en las alturas por 8 días, quedaron varados en el espacio, por casi 9 meses.

Fueron rescatados por un “colectivo” en el que se encontraba un astronauta ruso, del Roscosmos, Aleksader Gorbunov.

El viaje de regreso les duro 17 horas.

Me llamo la atención, la nacionalidad del astronauta ruso. Por allá arriba nos ayudamos, por aquí abajo nos matamos.

Y pensar que, esas tierras raras, que se necesitan para poder construir aparatos espaciales, digitales, cibernéticos; “parafina” para los cohetes que pueden volar y matar; tienen que ver, miserables, con la explotación infantil utilizada por los renovados colonialistas europeos y gringos, para que escarben con hambre frio y sed, terrones que envuelven esas “piedras urgentes”.

Y por desgracia, les toco de nuevo a los rincones geográficos caminados anteriormente por Tarzán y por Fantomen, para proseguir con devastación de la dignidad humana.

En mis últimos 55 años vividos, formo parte de una especifica cuadrilla social, que va quedando rala.

Y por esas cosas de la esperanza, cierro los ojos y como un recuerdo de García Lorca, los veo a todos empujando.

También es cierto, que al enumerarse de a uno, los vacíos son hartos y duelen.

Esta realidad es dura, no por lo rala, que son cosas de la vida, es dura, porque se siente corta, no alcanzamos en generación, a trasmitir el conocimiento social, educarnos cabal, en la complicidad de la lucha de clases.

Por ejemplo, cuando se asomó el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, me esperance.

Son poquitos pensé y dije, tienen en su memoria sangre y sudor internacionalista, una mecha obrera puede ser una pepa de ají.

Dije pá callao; porque no lo sigue Nicolas/Boris.

Las contradicciones son inmensas, las mentiras también.

Uno tiene que buscar “científicamente”, las acciones que son realmente para el beneficio del pueblo.

Para mí, es válido, el análisis, que no es el individuo el que mata; el que corrompe y mata, es el sistema que lo pario y lo desvió.

Es el sistema del capital financiero del riquerio mundial que obliga, arrincona y permite que su habitante, tenga que hacer bellacadas para poder sobrevivir.

Y la necesidad fue tan re grande, que robar una gallina, tenía un costo de 5 años y 1 día.

Sin derecho a cursos de moral.

No todas las naciones tienen un Makárenko.

El solucionar esta lacra que contagia ciega, no es hacer del delito una amenaza, un vivir, un negocio a la pinta y a la moda.

Mire usted, El Salvador, Guantánamo 2.

El negocio esta para el aplauso.

Hay que hacer escuelas.

Escuelas, teniendo el ojo, en los planes de estudios, en sus contenidos.

Es el espectro social el que determina la conciencia humana.

Me voy a mi ventana.

Según el significado de la palabra, casi todos los países del mundo dicen ser una democracia; y tanto es el chicle, que acomodan reinas, reyes, princesas y príncipes en el bagayo.

La soberanía se engalana con la libertad de expresión.

Una libertad de expresión enmarcada en el respeto mutuo, de escucha y respuesta.

Si en un parlamento, como en Argentina, se agarran a charchazos para evitar un quorum, es una salvajada, si, en las calles, los jubilados, apoyados por expresiones populares, exigiendo que le suban la jubilación, que no les alcanza para comer 2 veces al día, y, son barridos a gas y a palo por la autoridad armada.

¡No tiene nombre!

¿Dónde está la república?

 El ser representantes del pueblo, es decir, diputados y senadores, no es cualquiera expresión. Tiene más historia que el miedo.

Ellos tienen por mandato, defender la dignidad de vivir de sus representados.

Si este elegido no escucha, ni defiende a sus representados y el presidente del país tampoco, sucede lo que paso en mi paisito, el gobierno en guerra contra el pueblo.

Ahora, si todos escuchan y entienden, y, nadie hace nada, la presión social se hace indómito y el cinismo selectivo, se dan cuenta que los privilegios están en peligro, es momento de sables y genocidios.

Eso que el poder emana del pueblo, dios mío de los coloraos, es un decir muy chueco, como que si el pueblo fuera un “masoquista en potencia”, que le encanta que le peguen, que lo torturen, que lo maten, en nombre de la soberanía y el respeto.

Mi madre, tuvo derecho a voto, un año antes que yo naciera.

Recuerdo mi tiempo joven, Pablo Neruda era el candidato de mi creencia, yo estaba a punto de salir de humanidades. Una tarde salió la noticia que los comunistas retiraban su candidatura y se sumaban a las filas, que llevaban como candidato a Salvador Allende.

Allende era un guerrero, era de esos que se ponían uniformes y pañoleta para defender, según ellos, la democracia, la libertad.

Parecían Boy Scout

Por esos años, los 60 más menos que más, la mujer era una dueña de casa ejemplar, los dedos se le podían caer por el cloro. Había con orgullo aceptado su puesto de combate.

Como dice Quelentaro: “Pariendo cada 11 meses”

Recuerdo que, a los pocos meses de campaña electoral, la derecha y sus soldados, sus feligreses, lo estático, al igual que hoy, corrió la voz en polvareda.

¡Allende, toma whisky!

Después de Golpe fascista, se decía que los comunistas iban a correr navaja a todos los patriotas de derecha, a los oficiales patriotas y cristianos. Decían que los comunistas, se comían a las guaguas.

Eso de los países avanzados, con parlamentos y con todo lo adyacente, ejercen la democracia, de una forma muy peculiar.

Es una vergüenza mayúscula, ver como resuelven en los parlamentos españoles, las diferencias ideológicas.

Las sesiones parlamentarias son un insulto al intelecto del pueblo. 

El pueblo, quizás, este escondido.

Si no fuera por algunos que no son avestruces, la política seria transformada en una ignominia. Ensucian, engañan las necesidades de la gente que dicen representar.

Actualmente, por Europa, anda una orgánica, que no es nueva, tratan de empujar al igual que el fantasma de Marx; buscando posición y posesión política.

Izquierda Unida se hacen llamar.

Están en ella colectividades tradicionales, el Partido Comunista Español, los verdes, los que Suman y restan, otros con aromas de cambio. Pero… Yo creo que, si, en los tiempos de hoy, caminara Antonio Machado, Federico García Lorca, estarían en las filas de unos hastiados denominados, Podemos.

Si las fuerzas de izquierda, de todo el mundo, entendiera, estudiara lo que significa El Centralismo Democrático, créanme, el riquerio tendría que aprender a ser más tolerante, más humilde. Única manera de poder convivir con la gente.

Políticamente hablando, cuento que, los viejos míos, me pararon el carro, bien parado.

No podía yo, andar hablando y vociferando una cuestión por mi inventada; el “Síndrome de Berlín”.

Que metida de gol más grande nos hicieron.

El Eurocomunismo, estaba de moda.

Era decente revisar las escaleras.

Uno llegaba a pensar, que, quizás, el hambre que siente el obrero en Londres era diferente al que sentía, el de Coquimbo.

Los renovados no hallaban que hacer con las arrugas.

Qué manera de desmembrar el poder de la clase trabajadora, obrera.

No me explico, para que tengamos a la derecha política, como enemigo principal, declarado, cuando en la práctica, tenemos en nuestras propias trincheras un sentir Social Demócrata y a los despechados de siempre.

En mi paisito de agua, en España, en Chile, es para llorar.

Haití, es para morir.

México es para construir y vivir.

El enemigo nuestro es multifacético, no es tanto el riquerio el movedizo, sino son los que están adentro de las organizaciones sociales, escondiendo su ser polilla.

República, que concepto más ultrajado, mentido y amado; es un envoltorio en donde se resguardan conceptos y contenidos de la dignidad de vivir, de ser un país.

Los conceptos en cuestión son el poder ejecutivo, el legislativo y el judicial.

Este último, tiene ramificaciones extrañas, por eso, aplaudo lo dicho por López Obrador que el poder judicial tiene que ser elegido en votación por el pueblo. Hoy, es como el telar de Penélope, se acerca el veredicto y hay que deshacer el tejido.

Tengo que volver al “recuerdo”.

Al ingenio de los humanos, por ahí por 500 años antes de Cristo, se les ocurrió lo mismo que al del Chiste:

¡Organicémonos!

Así se asomó la república.

Concepto que ha tenido miles de vestimentas y hacedores, todos ellos, amos del pan, de la tierra, del agua, del lápiz y del trabuco.

Con la experiencia vivida en la Revolución Industrial, ese concepto de organización fue horriblemente manoseado, justificando así, la explotación del hombre por el hombre.

Desde el martillazo de Toro y Zambrano, nuestro país, Chile, ha venido por la historia, vistiendo la mentira que la soberanía emana del poder del pueblo.

Uno, ya viejo, se ríe del mismito dolor que duele y recuerda todavía.

Mi paisito ha sido y es un país poblado de “pitutos”.

O creen ustedes que el reciproco pituto entre Manuel Rodríguez y el bandolero criollo, José Miguel Neira, es un invento.

Si no se tienen pitutos, estás frito.

Por esos pitutos fueron fusilados los hermanos Carrera.

Por supuesto, hay pitutos y pitutos. Yo mismo, si no fuera por un pituto, yo estaría en el país de los palos blancos.

Llega el Capitán General, Augusto Pinochet, fascista, brazo criminal, amaestrado por oligarquías nacionales y de afuera para proteger intereses, cierra el Parlamento.

Se acabaron los diputados y senadores.

Pero no los pitutos.

Para permanecer civilizado en una legalidad bestial, la Contraloría General de la República, se pondría al servicio de la Junta Militar fascista.

Dos años más tarde, 1975, el mismo controlador de la República, hace notar una evasión de impuestos que es todavía, es un disparate descomunal.

Volviendo al vientre de nuestra república.

La Constitución Política que nos amarra en la actual república, la incrusto el fascismo chileno en el año 1980.

Si miramos nuestra historia republicana, con 202 años de vida, veremos que se anclo profundamente con la abdicación de Bernardo O’Higgins, como director Supremo, en 1823.

Fue uno, de nuestros grandes libertadores; para mi gusto, él más concreto. Digo esto, porque, fue él, quien, prohibió la esclavitud, los abolengos y la venta de cargos públicos.  

Si no fuera así, tendríamos hoy, que llamar a Lavin García, Sir, Carlos Eugenio Lavín García Huidobro.

Y como el que no corre, vuela, Conde de Paine, José Antonio Kast Rist.

Cuento corto.

Con república o sin república, las cartas para organizar el país, con crímenes, genocidios y traiciones a cuesta, con aguinaldos y privilegios, fueron tiradas hace tiempo.

Tuvimos la oportunidad de poder cambiar la Constitución que protege e invisibiliza la infamia, nos ganó la ignorancia política del pueblo y el poder de los medios de comunicación; nuestra propia, también, ingenuidad de nuestro poder político.

Vean ustedes lo que ha podido y llegado a ser una Fiscalía, un Poder Público, un poder judicial, balanceándose en una tela de araña de 202 años agridulces.

Poderes totalmente autónomos, independientes de Blanca Nieve y del Trauco.

El solo hecho que Luis Hermosilla sea transformado en una víctima de su misma corrupción añeja, que aun, una, alcaldesa como Kathy Barriga sea noticia y no una vergüenza; continuamos en caída a plomo a la infamia.

Para romper este encatrado, estas instancias estructuradas por y para poderes fácticos, se hace necesario un pueblo cívicamente educado, incentivado, con carácter, critico, se necesita una sociedad que entienda que la propiedad de los medios estratégicos tiene que estar en manos del Estado.

No necesariamente tenga que ser un gobierno comunista, se necesita solamente respeto, sentido común, moral y ética ciudadana.

 

Para levantar una nueva organización de país, necesitamos nuevas ideas, ideas para amasar maza, que liude.

No podemos permitir que la caza de brujas ensucie la dignidad, la honorabilidad de los que luchan por la construcción de un nuevo país.

Contigo Karol, contigo Daniel, contigo Hiraci.

Si no lo hacemos, la irracionalidad de la codicia, de la vileza, vendrá más tarde, por ti y por mí.

Alejandro Fischer Alquinta.

Estocolmo 20250323