Comentario radial y escrito.
Mi padre, al llegar a una casa
amiga de visita, o, lo que fuera, saludaba diciendo:
“Hay alguien en este humilde
hogar”
A pesar de ser yo un antisocial
con guitarra y canto en ristre, amigo de la soledad, observador de esquinas,
esa forma de presentarse se incrusto en mi intelecto y representa para mí, el
internacionalismo proletario, la solidaridad, la soberanía y el respeto.
¿Hay alguien en este humilde
hogar?
En mis vivires de ayer, los
abrazos, las sonrisas fraternas han abonados mis sueños e ilusiones; por
desgracia, esos parabienes, hoy son metralla, muerte aterrorizada, genocidios,
vulnerabilidad, incertidumbre, odio, hambre, miseria.
En mi paisito de agua, este que me
abrazo y me arropo, este, que vivió incrédulo, vulnerable, el asesinato de un
hombre bueno, Olof Palme, desamarro nuevamente rendijas hediondas, oscuras; en
una escuela orientada a la educación de adultos, especialmente al aprendizaje
del idioma sueco para inmigrantes, se asomó maléfico, ignorante, siniestro, una
actitud amparada por una ideología de odio con tentáculos miles, que anda
devorando enloquecido la vida por el mundo, para invisibilizar él yugo, la infamia,
la pobreza, la ignorancia; instancias que necesita el sistema económico
implantado del riquerio.
Once alumnos, 7 mujeres y 4
varones, todos inmigrantes, fueron asesinados.
Estamos agarrotados en el andén de
la locura.
Cada hora, más de 60 seres humanos
mueren en el mundo por homicidio, cuantos miles de miles serán por hora en una
guerra.
Y la demencia personificada en el
poder bélico del gobierno gringo, pondrá en manos del sionismo, la fuerza
necesaria para terminar de una vez por todas con el genocidio chicle contra el
pueblo palestino.
Tienen la misma idea con Ucrania.
El capital gringo, necesita de los
recursos naturales que se encuentran en la geografía de Ucrania, hoy, casi en
su 40% en manos de la Federación Rusa.
Esta vez, el contrario es otro, no
es la escuálida población palestina, se hace necesario enrolar a los príncipes
del colonialismo, a los guerreros jardineros de occidente.
Las ansias hegemónicas son una
locura, nos embarcan en “El que agarra, agarra”, arrastrados en alud al libre
mercado de la vida, sino se vende, se arrebata; devorando tribunales de
justicia, sentido común, despojando de moral y ética en los oficios.
El desafío de hacer un mundo nuevo
va a ser y es, una pega larga y dura.
Por eso, la mirada crítica de los
comunistas en Chile, su parecer y compromiso, guarda una esperanza, una ilusión
enorme.
No olvidar jamás, que la
ignominia, la ignorancia y el odio a los cambios sociales que sé viven en el
mundo, lo provoca la aplicación brutal del neoliberalismo.
Ese sistema infernal amaneció 55
años atrás y sigue en oscuro en mi paisito lindo y flaco.
El primer ministro sueco, Ulf
Kristersson, se pregunta incrédulo, desamparado, sobre lo ocurrido en Örebro,
el porqué de ese infierno desatado en esa escuela para adultos.
¿Porque tanta delincuencia, tanta
corrupción, por qué?
Suecia, mi paisito de agua, es
formalizado miembro de la OTAN.
Para ser miembro de ella hay que
pagar el 2% del PIB.
Es decir, el 2% de los recursos
que tiene un país para poder vivir en democracia y soberanía.
Si un hospital tiene 20 camas,
para bajar los costos, deberá tener 5 camas, menos carreteras, menos viviendas,
menos escuelas, menos arte.
La calidad de vida, objetivo
expresado en los derechos del hombre no corre.
En ese 2%, no entran los impuestos
cancelados por las grandes trasnacionales del sector privado, porque no
existen, ese capital viene del sector público, es decir del pueblo.
Es decir, la democracia, la que
sustenta la soberanía, la que se ejerce gracias al poder que emana del pueblo.
En los países que componen la
OTAN, eso, vale un carajo.
No es el pueblo el que se
beneficia pleno del fruto de su trabajo, es el capital financiero internacional
los predestinados, como las industrias de las armas, por ejemplo.
Ellos son los que salen forrados a
costa de la incertidumbre, de la muerte vil y del hambre del pueblo trabajador.
Que locura estamos viviendo.
Muy suelto de cuerpo, el
zanahoria, pretende transformar un infierno en un paraíso bajo el protectorado
sionista.
No es primera vez que comento que,
Carlos Marx, Engels, ni por chiripa, se les ocurrió que sus ideas del fantasma
del comunismo, se hiciera real en un país como Rusia.
País casi feudal, ignorante,
atrasado, complejo.
El fantasma estaba pensado para un
país industrial, como Alemania, Inglaterra, Francia, países con una clase
obrera un tanto organizada.
El triunfo de la revolución de
octubre fue un acierto maravilloso y cruel.
La guerra civil en la Rusia
zarista mataba a granel.
La pobreza, el hambre, la
delincuencia eran el pan de cada día.
Antón Makárenko, educador
revolucionario decía, que la educación, es decir la enseñanza, te daba la
oportunidad, las herramientas para aprender a pensar crítico, a reflexionar,
analizar, saber del porqué de las cosas.
Te enseñaba responsabilidad social,
colectiva.
Crear en ese pueblo, un
pensamiento crítico, solidario, respetuoso.
Lo tuyo termina cuando empiezan
los derechos del otro.
Alejandro Fischer Alquinta
Estocolmo 20250209