lunes, 10 de febrero de 2025

Soberbia

 


Comentario radial y escrito.

 

 

 

 


 

Mi padre, al llegar a una casa amiga de visita, o, lo que fuera, saludaba diciendo:

“Hay alguien en este humilde hogar”

A pesar de ser yo un antisocial con guitarra y canto en ristre, amigo de la soledad, observador de esquinas, esa forma de presentarse se incrusto en mi intelecto y representa para mí, el internacionalismo proletario, la solidaridad, la soberanía y el respeto.

¿Hay alguien en este humilde hogar?

En mis vivires de ayer, los abrazos, las sonrisas fraternas han abonados mis sueños e ilusiones; por desgracia, esos parabienes, hoy son metralla, muerte aterrorizada, genocidios, vulnerabilidad, incertidumbre, odio, hambre, miseria.

En mi paisito de agua, este que me abrazo y me arropo, este, que vivió incrédulo, vulnerable, el asesinato de un hombre bueno, Olof Palme, desamarro nuevamente rendijas hediondas, oscuras; en una escuela orientada a la educación de adultos, especialmente al aprendizaje del idioma sueco para inmigrantes, se asomó maléfico, ignorante, siniestro, una actitud amparada por una ideología de odio con tentáculos miles, que anda devorando enloquecido la vida por el mundo, para invisibilizar él yugo, la infamia, la pobreza, la ignorancia; instancias que necesita el sistema económico implantado del riquerio.

Once alumnos, 7 mujeres y 4 varones, todos inmigrantes, fueron asesinados.

Estamos agarrotados en el andén de la locura.

Cada hora, más de 60 seres humanos mueren en el mundo por homicidio, cuantos miles de miles serán por hora en una guerra.

Y la demencia personificada en el poder bélico del gobierno gringo, pondrá en manos del sionismo, la fuerza necesaria para terminar de una vez por todas con el genocidio chicle contra el pueblo palestino.

Tienen la misma idea con Ucrania.

El capital gringo, necesita de los recursos naturales que se encuentran en la geografía de Ucrania, hoy, casi en su 40% en manos de la Federación Rusa.

Esta vez, el contrario es otro, no es la escuálida población palestina, se hace necesario enrolar a los príncipes del colonialismo, a los guerreros jardineros de occidente.

Las ansias hegemónicas son una locura, nos embarcan en “El que agarra, agarra”, arrastrados en alud al libre mercado de la vida, sino se vende, se arrebata; devorando tribunales de justicia, sentido común, despojando de moral y ética en los oficios.

El desafío de hacer un mundo nuevo va a ser y es, una pega larga y dura.

Por eso, la mirada crítica de los comunistas en Chile, su parecer y compromiso, guarda una esperanza, una ilusión enorme.

No olvidar jamás, que la ignominia, la ignorancia y el odio a los cambios sociales que sé viven en el mundo, lo provoca la aplicación brutal del neoliberalismo.

Ese sistema infernal amaneció 55 años atrás y sigue en oscuro en mi paisito lindo y flaco.

El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, se pregunta incrédulo, desamparado, sobre lo ocurrido en Örebro, el porqué de ese infierno desatado en esa escuela para adultos.

¿Porque tanta delincuencia, tanta corrupción, por qué?

Suecia, mi paisito de agua, es formalizado miembro de la OTAN.

Para ser miembro de ella hay que pagar el 2% del PIB.

Es decir, el 2% de los recursos que tiene un país para poder vivir en democracia y soberanía.

Si un hospital tiene 20 camas, para bajar los costos, deberá tener 5 camas, menos carreteras, menos viviendas, menos escuelas, menos arte.

La calidad de vida, objetivo expresado en los derechos del hombre no corre.

En ese 2%, no entran los impuestos cancelados por las grandes trasnacionales del sector privado, porque no existen, ese capital viene del sector público, es decir del pueblo.

Es decir, la democracia, la que sustenta la soberanía, la que se ejerce gracias al poder que emana del pueblo.

En los países que componen la OTAN, eso, vale un carajo.

No es el pueblo el que se beneficia pleno del fruto de su trabajo, es el capital financiero internacional los predestinados, como las industrias de las armas, por ejemplo.

Ellos son los que salen forrados a costa de la incertidumbre, de la muerte vil y del hambre del pueblo trabajador.

Que locura estamos viviendo.

Muy suelto de cuerpo, el zanahoria, pretende transformar un infierno en un paraíso bajo el protectorado sionista.

No es primera vez que comento que, Carlos Marx, Engels, ni por chiripa, se les ocurrió que sus ideas del fantasma del comunismo, se hiciera real en un país como Rusia.

País casi feudal, ignorante, atrasado, complejo.

El fantasma estaba pensado para un país industrial, como Alemania, Inglaterra, Francia, países con una clase obrera un tanto organizada.

El triunfo de la revolución de octubre fue un acierto maravilloso y cruel.

La guerra civil en la Rusia zarista mataba a granel.

La pobreza, el hambre, la delincuencia eran el pan de cada día.

Antón Makárenko, educador revolucionario decía, que la educación, es decir la enseñanza, te daba la oportunidad, las herramientas para aprender a pensar crítico, a reflexionar, analizar, saber del porqué de las cosas.

Te enseñaba responsabilidad social, colectiva.

Crear en ese pueblo, un pensamiento crítico, solidario, respetuoso.

Lo tuyo termina cuando empiezan los derechos del otro.

Alejandro Fischer Alquinta

Estocolmo 20250209