martes, 5 de noviembre de 2024

Tiempo.

 


Comentario radial y escrito








Revolucionario: intentarán crear “espacio-tiempo” desde cero en un  laboratorio de cuántica 

El tiempo, esa fuerza invisible, imparable, que, en las manos “de los que hacen las cosas” lo transforma todo; a beneficio, destajo y gracia, de los amos del capital. 

El tiempo, instancia que lo tiene todo; está la vida, la hermosura y la dignidad de existir, de vivir, del ser más que dos, el convivir en empatía, que profundiza la razón de ser, de valores y principios, de misterios, que arropan todo lo creado. 

Tenemos vida corta, hay que asegurar nuestro pequeño vivir, el hogar y la salud de los que vendrán.

 

No tenemos idea quienes serán, pero es nuestro oficio. 

Sin embargo, por desgracia mía y tuya, el tiempo, en manos de aquellos que visten enajenados las ansias de poder, nos tienen al filo de la navaja, de la inconciencia social. 

El tiempo, almacena invisible lo nunca previsto. 

La traición a principios y valores, a esconder en el arropo de la conciencia social, tu verdadero yo. 

Si te metes en la jaula de un león, te comerá, si te metes en un corral de oveja, también te come. 


Nada es lo que parece. 

Es una anamnesis mentirosa, que jura, por tradición y herencia, por cultura analfabeta, codiciosa y ciega, sorprendiendo a pudientes y no pudientes, a las más tristes de las decepciones. 

Desde ese tiempo que se adelgazo la piedra y modelo la greda, viene invisible o palpable la misoginia, el racismo, la codicia y el desclasamiento inmoral. 

Mi creencia política, el sentido común, yo, aún no entendemos la muerte, la angustia de las tres sillas.

 

Como explicarnos, la seguridad social en manos del marrueco. 

Como explicarnos, esa cara de niño inteligente y elocuente, en un príncipe practicante, manipulador y machista. 

Es necesario reorganizar los sentidos y cuidar más que nunca la vida.

 

Nadamos en un diluvio social. 

La historia del hombre, sus interminables calendarios de desarrollo, el vivir integral de sus civilizaciones, de sus neuronas y creencias; creencias que encierran matanzas por más de 150 000 años vividos, un tiempo muy re largo; que se está yendo a las pailas. 

Y se los lleva, aparentemente sin pena ni gloria, sin asco, existiendo en él, la vida y el exterminio. 

Más de 1 millón de muertos en los suelos de Ucrania/ Más de 43.000 en Palestina. 

Tengo esperanza de un nuevo ramal, casi desconocido, pero siempre ansiado y esperado. 

Lo digo de esta manera, para poder proteger mi intelecto de la maldad, de la inmoralidad, para poder vestir con dignidad y justeza social la verdad.

 

No puedo culpar ni disculpar a nadie ni a nada. 

Me niego a creer que la inmoralidad nos tenga a todos en cautiverio. 

El pirgüín no tiene la culpa.

 

En algunos comentarios decía que los habitantes del planeta somos el resultado de la unión de una trilogía maravillosa: Las matemáticas, la biología y la química, y, que, por algún lado, lucifer anda metiendo desde siempre, la cola y los cachos. 

Las sociedades de esta generación siglo XX/ XXI, se desmoronan y reflejan la traición, la insensibilidad social, la ignorancia en las ideas, en él juicio y en la vida cotidiana. 

El hogar, el país, la amistad, el respeto, los saberes están valiendo un escupo.

 

Yo no soy de trigo limpio, más bien, soy re jaspeado; de cabro chico que miro y he practicado algo de lo prohibido, lo censurable…Y me avergüenzo.

Sin embargo, por todos los entornos del camino, se encuentra la formación intelectual del individuo. 

Miren ustedes, que niño, al menos de mi generación, no ansió que el viejo de rojo, le trajera, pistola y cartuchera, para matar hartos indios. 

Que madre no hubiera querido darle a su hija unos zapatitos de cristal; en una de esas, rubia y de ojos azules se convertiría.

 

¡En una de esas! 

Que influencia pueden tener los conocimientos en el equilibrio moral, ético, de respeto. Es tu entorno social, humanista, cultural, de origen, el que forja tu sentir, tu pensar, tu responsabilidad y respeto. 

Los abusos de todo tipo y naturaleza no tienen clase. Y se dan con poder o sin poder, solo es necesario la oportunidad, para dejar en descubierto tu verdadero yo. 

Yo he andado hartos caminos, se lo que siente el rajar la tierra con el arado, acicalando con el azadón, se dé piques y capachos, se dé escobas y de mopas, de martillo y de cemento, se dé pizarrones, de guitarra y poesía, se de muerte y de dolores.

 

Se de esperanzas.

 

Los buitres viajantes de Gaza quieren ensuciarlo todo; la conciencia de clase de los pueblos, deben tener cuidado. 

Escribo esto el sábado 26 de octubre, domingo, son las 18.30, me siento enredado con mi paisito, quisiera ser 9 millones de votantes y marcar por la democracia en la clase.

 

Ay, dios mío de los coloraos, quien pudiera ser 9 millones.

Cuando este escrito salga al aire, espero estar hinchado de orgullo por mi pueblo que amo.

 

NOTA.

 

Lunes 28. 

En política, no se pueden ver las cartas, pero se puede estar orgulloso del hacer partidario y de sus alcances en el pueblo común. 

En el mundo entero, Los tiempos están muy revueltos y en mi Chile, “están al tanto”. 

Cada acontecer hediondo, salpica por todos lados. Hay algunos que los juntan para salpicarlos seleccionados.

 

Sin embargo, se ha logrado algo gigante. 

Me explico.

 

Durante mucho tiempo, Recoleta, sus vivir y gobierno, ha sido Chile, ha sido el pueblo de Chile, el asalariado, el lumpen, el artista, el poder popular, la humildad pisoteada. Tiene enemigos poderosos, y, tan poderosos, que pueden encadenar, privar de libertad a su propio exalcalde, Daniel Jadue.

 

El odio a Recoleta es muy re grande. 

Representa el esfuerzo mancomunado para construir un buen vivir, es una pirquinera en constante búsqueda del derecho a la dignidad de su gente. 

Que, en estas elecciones municipales, el alcalde elegido sea otro Jadue, otro, por genética, palestino, y, para coronar sea comunista, es un triunfo extraordinario. 

Se siente que hemos vencido al fascismo. 

Es una victoria popular, política y estratégica.

 

Alejandro Fischer Alquinta.

Estocolmo 20241028