martes, 26 de noviembre de 2024

La historia de la piedra donde descansa nuestro ETERNO e INVICTO Comandante en Jefe Fidel Castro...

 






Hoy para quien aún no la conozca, compartimos la historia de la piedra donde descansa nuestro ETERNO e INVICTO Comandante en Jefe Fidel Castro...

 

Con una compartimentación muy alta laboró durante diez años un reducido grupo de trabajo en el proyecto. El entonces ministro de las FAR, General de Ejército Raúl Castro Ruz, le encomendó la tarea en 2006 al arquitecto Eduardo H. Lozada León, quien junto a su esposa, la también arquitecta Marcia Pérez Mirabal, concibió la concepción del recinto.

 

Allá por el año 2007, el Comandante Juan Almeida Bosque y el arquitecto Eduardo Lozada León iniciaron la preparación del lugar donde descansarían los restos del líder de la Revolución Fidel Castro. Fue así como un grupo de aproximadamente 23 hombres se adentró en el macizo La Gran Piedra, lugar del oriente del país que pertenece a la Sierra Maestra, tan raigalmente vinculada a la vida revolucionaria de Fidel, para extraer esa roca que hoy contiene la urna de cedro que guarda sus cenizas.

 

Una rastra Nikola y una grúa Kato 70, equipamiento de la empresa de izaje Cubiza, fueron las encargadas de extraer y transportar la piedra china pelona milenaria hasta una base de la Unidad Constructora Militar (UCM) de la ciudad de Santiago de Cuba.

Isnel Delgado, director general de Cubiza contó:

“Era una piedra grande, que pesaba alrededor 50 toneladas, cóncava y con unos picos. Cuando la fuimos a sacar dio mucho trabajo el moteo, porque se partieron unas cuantas eslingas. Tuvimos que usar eslingas de 22 milímetros de diámetro y de 12 metros de largo y coger la piedra por debajo como si fuera una hamaca. En dos o tres días la sacamos y la depositamos en una nave de la UCM que estaba cerquita de las tropas especiales. Como la piedra era cóncava y se caía para un lado y para el otro tuvimos que tirar un camión de arena donde la íbamos a depositar y echarle agua, para que la mezcla sedimentara y mantuviera la piedra en pie”.

 

Una parte se cinceló en las cercanías del río Carpintero, pero el resto de la labor continuó en este sitio. Trabajar la piedra consistió en limpiarla hasta que alcanzara su estado natural y pulirla con discos adiamantados para corregirle algunos picos que sobresalían. Luego se perforó el centro con barrenas de tungsteno y se tapizó con mármol crema para depositar la urna. Todo este proceso, incluido el moldeado del nombre con bronce, llevó tres años de trabajo.

En septiembre del año 2009 fallece el Comandante Almeida y continúa al frente de esta tarea el General de Cuerpo de Ejército Ramón Espinosa Martín, viceministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

 

Medianoche del 25 de noviembre de 2016. Raúl Castro, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros habla al pueblo de Cuba en la última emisión del noticiero de televisión con voz quebrada anuncia la noticia más triste que nadie quiere creer. Ha fallecido Fidel en La Habana.

“Cuando conocimos la noticia nos trasladamos al puesto de mando que tenemos acá en la empresa y leímos un documento oficial que teníamos con las instrucciones de lo que debíamos hacer. Fue difícil localizar a las personas implicadas a altas horas de la madrugada y muy doloroso”, rememora Isnel.

 

La Nikola es el único equipo de carga pesada que existe en Cuba, transporta hasta 250 toneladas y se mueve a una velocidad entre veinticinco y treinta kilómetros por hora. Esa noche había dormido con 90 toneladas de peso encima, con piezas para una fábrica de cloro sosa que se estaba haciendo en aquel entonces en Sagua la Grande. “Comenzamos a darle mantenimiento al equipo sobre las cinco de la mañana y cerca de las seis salió para Villa Clara. Preparamos también la grúa de 160 toneladas, que enviamos con dos rastras con 40 toneladas de contrapeso. Sobre el mediodía del sábado ya la Nikola estaba en el centro del país. Ahí tomamos la decisión de bajar las 90 toneladas en Cubiza de Villa Clara y volver a dar mantenimiento al equipo”.

Cuatro de la tarde. Se reunió todo el equipo que participaba en esta operación. Se hizo un trasbordo de los contrapesos de las rastras para la Nikola y continuaron el camino hacia Santiago de Cuba. Fue necesaria ayuda con la vialidad, porque la Nikola abarcaba prácticamente las dos sendas de la carretera central. Esa tarde-noche avanzaron hasta los límites de Ciego de Ávila y Sancti Spíritus, y el domingo en la mañana continuaron por Camagüey hasta Granma. A Santiago llegaron en la madrugada del lunes, cuando el cortejo fúnebre llevaba a Fidel de La Habana hasta esta provincia oriental.

“Fuimos directo para Santa Ifigenia, donde nos estaba esperando el General Espinosa. Como habíamos trabajado de conjunto con el arquitecto Eduardo Lozada en la pavimentación y remodelación de Santa Ifigenia ya conocíamos dónde y cómo iba la piedra, y la forma en la que debíamos trabajar”. En la mañana de este día, envuelta en una lona, la piedra atravesó las calles santiagueras hasta el camposanto.

Una vez allí fue necesario colocar algunas planchas de acero inoxidable en el piso para proteger la locación, porque las máquinas pesan mucho.

“Nos costó mucho trabajo poner la piedra a nivel. En el hueco donde se depositó se hizo un piso de hormigón y con las eslingas de la grúa se fue poniendo a nivel. Como las eslingas hacían una hamaca por debajo de la piedra, estas se quedaron debajo. ”Las eslingas de Cubiza nunca se separaron de la piedra ni de Fidel. Este es el pedacito de historia que marca a esta empresa, siempre al lado del Jefe, quien la creó en 1979 y siempre soñó con que fuera líder. Eso fue algo único para nosotros”.

 

El mausoleo se concibió de la siguiente manera:

 

El Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque buscó soluciones como la del cercado perimetral. Durante tres años se trabajó en el perfeccionamiento de la roca granitoide, que posee un peso de entre 48 y 49 toneladas aproximadamente, y una altura cercana a los cuatro metros. Pulirla, perforar el espacio para la urna, revestir el interior y preparar la tarja de mármol verde y letras en bronce con el nombre de Fidel fue una delicada tarea.

 

De forma paralela, mientras integrantes de la Empresa de Construcciones Militares de Santiago de Cuba laboraban en el elemento principal, el Coronel (r) Mariano Lamber Matos, en función de inversionista, adelantó detalles como la creación de las columnas del cercado y el piso, construidos con mármol color crema de yacimientos existentes en Bayamo. Se hicieron 19 con este material, en representación de las columnas y el pelotón Las Marianas, del Ejército Rebelde. Las cadenas que atan estos elementos denotan la unión de las acciones de las citadas fuerzas.

 

Las columnas están compuestas por tres elementos: la base, en alusión al grito de Libertad o Muerte de Carlos Manuel de Céspedes; el intermedio, que representa la labor de Martí para materializar la Guerra Necesaria; y toda la parte superior, que recuerda a la Revolución liderada por Fidel que continúa en ascenso. El símbolo que las corona glorifica la lucha victoriosa en las montañas. Lo rodean el laurel y el olivo de bronce con un apoyo y tres montañas.

 

A la entrada de la tumba de Fidel se levantan dos pedestales semejantes a otros que conforman el cercado del cementerio, en alusión a la acción cívica y el movimiento de la clandestinidad.

A ambos lados de la senda que conduce al monolito hay un pequeño espacio en el suelo, enchapado con piedras chinas pelonas, las cuales fueron recogidas de las desembocaduras de los ríos que corren por La Plata y el Uvero.

Cada detalle en este sitio contiene un significado, incluso la vegetación: los helechos son propios de la Sierra y las posturas de café, ubicadas en las jardineras, contienen el uniforme verde olivo mientras su aroma recuerda el de las montañas.

 

El hombre sencillo y humilde que fue Fidel no quiso bustos, calles ni escuelas con su nombre. Convencido bajo la prédica martiana que toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz, esta es la única tumba del cementerio de Santa Ifigenia que no tiene epitafio, ni fecha de nacimiento ni de muerte, porque Fidel vive en el corazón de un país.






LOS CHILENOS PENSANTES ESTAMOS EN DEUDA CON FIDEL Y CUBA

 


Al cumplirse 8 años de su partida física, recordamos en el Boletín Rojo, al Comandante Fidel Castro Ruz. Lo recordamos en estas páginas a través de un escrito del Historiador Iván Ljubetic Vargas.

 

 

 

                                                   Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                                    Centro de Extensión e Investigación

                                                    Luis Emilio Recabarren,  CEILER

 

 

Eran las 15 horas 11 minutos  del domingo 22 de mayo de 1960 cuando la tierra comenzó a  estremecerse  en el sur de Chile. Fue el llamado mega terremoto de Valdivia (a pesar de  que su epicentro estuvo en la provincia de Malleco, en la Araucanía). Duró aproximadamente 10 minutos y alcanzó 9,5 grados de Magnitud (9,5 grados en escala de Richter).

Hacía  poco más de un año del triunfo de los revolucionarios  cubanos. Pero ello no fue obstáculo para que de inmediato recibiéramos la solidaridad del pueblo de Cuba.  Por disposición de Fidel Castro, una brigada médica viajó a Chile y llegó a Valdivia con 8 toneladas de materiales médicos, insumos, alimentos y ropas. Esta brigada fue acompañada por el médico chileno Salvador Allende y por el entonces presidente del Colegio Médico, Oscar Fernández Mell.

 

AYUDA PARA EL MEDIO LITRO DE LECHE

Hay un hecho poco conocido sobre la solidaridad cubana con nuestro pueblo en tiempos del Gobierno Popular.

El Presidente Allende había ordenado a la Empresa de Comercio Agrícola (ECA) conseguir la leche en polvo en el extranjero. Se requerían  100 mil kilos diarios que equivalían a un millón de litros de leche fresca, o sea 2 millones de raciones de medio litro cada día.

Por entonces, era  Vicepresidente Ejecutivo de ECA el compañero Claudio Fonseca y a él le correspondió  hacerse cargo de la importación y distribución mayorista del producto y al Ministerio de Salud la entrega a consultorios, escuelas y centros comunitarios.

En marzo de 1971 el plan estaba ejecutándose plenamente. En junio, se “perdió” el barco destinado a cubrir la demanda de la segunda quincena de julio. El plan fracasaba. Se buscó importar la leche en países limítrofes, pero no hubo solución.

Relata Claudio Fonseca: “Llamé por teléfono al Viceministro de la Junta Central de Planificación de Cuba (JUCEPLAN), exponiéndole el problema y pidiéndole que nos vendiera una cantidad de sus reservas. Él me contestó “¿Cuanto necesitas? Tanto….., “espérate un momentico, llámame en media hora, voy al cuarto piso”… A la media hora la respuesta fue la siguiente: “Claudio, ya mandamos regresar un barco que por suerte había zarpado hoy de madrugada con azúcar destinada a Chile, también hablamos -agregó- con los compañeros de la ECIL (Empresa Consolidada de la Industria Láctea) y los del puerto para preparar la operación del cambio de parte del azúcar por las 2.000 toneladas de leche en polvo que tu requieres, no te preocupes que la leche va”.

 “Óyeme Luisón –continúa Claudio Fonseca- (se llama Luis Gutiérrez y le decíamos Luisón), y cuánto va a costar eso” -pregunté, según las normas del comercio y la buena crianza. “Coño, mi hermano, no te preocupes, te vamos a cobrar lo que nos costó a nosotros y nada más, -agregando- nos la pagas cuando puedas o nos la devuelves cuando tengas suficiente”.

Esa noche los trabajadores de la ECIL trasladaron 2.000 toneladas (dos millones de kilos) en sus camiones con trabajo voluntario desde sus bodegas al puerto. Los portuarios de La Habana se amanecieron descargando azúcar para hacer hueco y cargando el barco con las 2.000 toneladas de leche en polvo que con el alba volvió a zarpar con destino a Valparaíso. Antes de 24 horas se había resuelto el problema y, además, con la seguridad que esta nave no se iba a “perder”. (Parte del texto escrito por el compañero Claudio Fonseca, en noviembre de 2004)

 

VISITA DE FIDEL A CHILE

El 10 de noviembre de 1971 el Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro, pisó suelo chileno en el aeropuerto Cerro Moreno de Antofagasta. Su visita fue la primera oficial de un mandatario isleño a Chile.

Durante tres semanas, Fidel Castro, recorrió la larga geografía de la nación austral para conocer al detalle desde la producción minera hasta la fabricación de los mejores vinos. Se reunió con obreros, campesinos, estudiantes, participó en numerosos mítines y pronunció discursos reafirmando los lazos de solidaridad con el proceso liderado por su presidente Salvador Allende.

 

 

La visita de Fidel Castro fue un acontecimiento nacional y los chilenos esperaban el paso del líder cubano para saludarlo


Eran millones los que querían dialogar con el comandante. Ese año, el gobierno de la Unidad Popular había salido vencedor en las elecciones parlamentarias de marzo, y el entusiasmo no sólo se sentía en las organizaciones políticas sino desbordaba a vastos sectores de trabajadores, estudiantes, intelectuales y cristianos.

La visita de Fidel se transformó en una verdadera escuela política-ideológica, que se iba dando a través de la radio, o de los actos a los que se lograba asistir.

El Presidente chileno, Salvador Allende, declaró que al invitar a Fidel Castro interpretaba el anhelo del pueblo de Chile, que había manifestado siempre marcado interés por la presencia del líder cubano en ese país austral. "Cuba es una nación vinculada a la historia de América Latina, Fidel castro representa a una auténtica revolución y queremos intensificar los tradicionales lazos amistosos que siempre han existido entre nuestros países".

 

Uno de los hechos más relevantes, que se conoció con posterioridad, fue el intento de magnicidio ejecutado por la CIA durante la visita del Comandante a Chile.


Fidel dejó caer un huracán caribeño sobre el país, mientras lo recorría de punta a cabo para conocer el proceso chileno. Durante 24 días, Castro tomó pisco, usó ponchos, comió chirimoyas, jugó basquetbol y se sentó en la mesa con medio Chile; fue declarado hijo ilustre de Punta Arenas, de San Miguel, discursó a trabajadores, estudiantes y campesinos y no dudó en agarrarse con la derecha, que a través del diario Tribuna lo ridiculizaba y exigía que se fuera. En el Santa Laura se reunió con más de 25 mil mujeres y, cuando al fin decidió irse, llenó el Nacional. Fue el 2 de diciembre de 1971, ocasión en que pronunció un encendido discurso, señalando en una de sus partes:

“Hemos venido a aprender en un proceso vivo.  Hemos venido a aprender cómo se comportan las leyes de la sociedad humana.  Hemos venido a ver algo extraordinario, algo extraordinario: en Chile está ocurriendo un proceso único.  Algo más que único: ¡insólito!, ¡insólito!  Es el proceso de un cambio.  Es un proceso revolucionario donde los revolucionarios tratan de llevar adelante los cambios pacíficamente.  Un proceso único, prácticamente el primero en la historia de la humanidad    —no decimos en la historia de las sociedades contemporáneas—, único en la historia de la humanidad, donde tratan de llevar a cabo el proceso revolucionario por los cánones legales y constitucionales, mediante las propias leyes establecidas por la sociedad o por el sistema reaccionario, mediante el propio mecanismo, mediante las propias formas que los explotadores crearon para mantener su dominación de clase”.

EL “SIERRA MAESTRA” TRAE AZÚCAR

Mostrando una vez su internacionalismo proletario, la Revolución cubana, encabezada por Fidel,  envió una nueva ayuda solidaria, esta vez en azúcar. Fue así como  el día 13 de abril de 1973 arribó al puerto de Talcahuano la nave Sierra Maestra, proveniente de Cuba con una donación 11.400 toneladas de azúcar realizada por la revolución cubana a la Unidad Popular.

En un masivo acto liderado por el presidente Salvador Allende, se recibió la que sería la primera entrega de un total 40.000 toneladas de azúcar enviada por Cuba y que sería entregada a los obreros a cargo de la construcción de un colegio en el puerto penquista.

 

 

Salvador Allende con autoridades: Nave Sierra Maestra en Talcahuano, 1973

 

 

Multitudinario apoyo al presidente Salvador Allende: Puerto de Talcahuano. Nave Sierra Maestra, en 1973

 


DURANTE LA DICTADURA FASCISTA

Cuando el fascismo se apoderó de Chile, la Cuba de Fidel abrió generosamente las puertas y su corazón a miles de exiliados chilenos (no pocos de ellos, desmemoriados por el oportunismo, han tenido la desvergüenza de lanzarse contra una revolución que les salvó la vida y  los cobijó)

A pedido del Partido Comunista de Chile, formó a combatientes,  muchos de los cuales contribuyeron, algunos entregando su vida, en  la lucha  por derrotar la dictadura de Somoza  en Nicaragua. Después ingresaron clandestinamente a Chile, para entregar su aporte contra el terrorismo de estado de la dictadura de Pinochet.

 

TAMBIÉN EN EL 2010

El sábado 27 de febrero de 2010  un nuevo fuerte sismo afectó a Chile. Alcanzó una magnitud de 8,8 MW . El epicentro se ubicó en la costa aproximadamente a 150 kilómetros al noroeste de Concepción y a 47,4 kilómetros de profundidad bajo la corteza terrestre. Tuvo una duración de cerca de 2 minutos 45 segundos, al menos en Santiago. Un fuerte tsunami impactó las costas chilenas como producto del terremoto, destruyendo varias localidades ya devastadas por el impacto telúrico.

De inmediato Cuba envió 36 médicos, enfermeros y técnicos asistiendo a las víctimas del terremoto del 27 de febrero. El contingente cubano estableció un hospital de campaña en la localidad de Rancagua, capital de la provincia de Cachapoal, y lo dotó de 12 toneladas de instrumental médico y medicamentos.

Este hospital, ubicado en una cancha de fútbol del complejo deportivo Patricio Mekis, en Rancagua, a 120 kilómetros al sur de Santiago. Era un hospital con todo tipo de recursos, atendido por calificados especialistas con experiencia en catástrofes similares, en Haití, Perú, Bolivia, México, Guatemala y otros países.

Para entonces, Fidel Castro había dejado sus responsabilidades en el gobierno,  pero seguía con atención los sucesos mundiales. Al conocer  las  terribles dimensiones  el terremoto en Chile, reiteró –con fecha  lunes 8 de marzo de 2010-  la solidaridad cubana con nuestro país ofreciendo  elevar el capital médico que prestaba cooperación.

Dijo: “Nuestra Patria se solidariza plenamente y apoya moralmente el esfuerzo material que la comunidad internacional está en el deber de ofrecerle a Chile. Si algo estuviera en nuestras manos, desde el punto de vista humano, por el hermano pueblo chileno, el pueblo de Cuba no vacilaría en hacerlo".

Hasta el 13 de marzo  los médicos cubanos habían atendido a l.128 pacientes y efectuado 52 intervenciones quirúrgicas. La organización y equipamiento del hospital y la capacidad profesional de los médicos y paramédicos cubanos fue reconocida por el ministro de Salud del Gobierno de Piñera, Jaime Mañalich, ex director de la lujosa Clínica Las Condes que, luego de conocer las condiciones de funcionamiento del hospital de campaña, pidió públicamente al gobierno cubano que enviara otro hospital de ese tipo, para atender la emergencia en Chile.

La respuesta del gobierno de Cuba fue instantánea. Dos días después arribaba a Chile un segundo hospital de campaña cubano que prestó servicios en Chillán, una de las zonas más castigadas por el terremoto.

 

SON ALGUNOS EJEMPLOS

Estos son algunos casos concretos en que los chilenos hemos recibido la generosa ayuda cubana.

Es verdad que nuestro pueblo, desde los inicios de la revolución encabezada por Fidel, Raúl, el Che y otros jóvenes combatientes, ha realizado grandes y pequeñas actividades solidarias con la Isla.

 

LA CUT Y CUBA

Un ejemplo de ello lo dio la CUT. Entre el 4 y 8 de diciembre de 1959, realizó en Santiago su Segundo Congreso Ordinario. Asistieron 1.440 delegados, representando a 518 organismos sindicales. Al centro de este torneo estuvo la solidaridad con Cuba. Se saludó su triunfo como el acontecimiento más importante ocurrido en América Latina. Se resolvió el apoyo incondicional a los revolucionarios encabezados por Fidel Castro y se programó una serie de actos, que culminaron con un paro nacional de solidaridad con la Revolución Cubana el 17 de mayo de 1960.

 

ALLENDE UN INTERNACIONALISTA CONSECUENTE

Otro ejemplo fue la permanente acción de Salvador Allende en apoyo a Cuba. Llegó a La Habana el 20 de enero de 1959.  Esa misma tarde recibió una invitación del Che. Acudió a conversar con él. Lo puso en contacto con Raúl Castro. Luego se entrevistó con Fidel.  En ese momento nació una hermosa amistad entre ellos.

Apenas conocida la noticia del desembarcado de los gusanos el 17 de abril de 1961 en Playa Girón, ubicada en Bahía Cochinos, provincia de Matanzas,  Allende voló inmediatamente a la Isla. No quiso estar ausente en  momentos en que el pueblo cubano  asestaba  la primera gran derrota al imperialismo estadounidense en América.

 

HOMENAJE DE FIDEL A SALVADOR ALLENDE

El 13 de diciembre de 1972, el comandante Fidel Castro, en un mitin de solidaridad con el pueblo de Chile y  el Presidente Allende, efectuado en la Plaza de la Revolución ‘José Martí’ de La Habana,  dijo:

“Este acto tiene para nosotros un especial significado. Al triunfo de la Revolución en 1959, una de las personalidades que primero que llegó a Cuba fue Salvador Allende, que  ya ocupaba un lugar destacado en la política de su país...

“Por eso hemos recibido en estos días –y saludamos en el día de hoy en este magnífico y multitudinario acto- al amigo que supo durante estos años duros permanecer firme y fiel a la causa revolucionaria de nuestro pueblo; al combatiente internacionalista que desde todas las trincheras denunciaba la agresión y el bloqueo contra nuestro país y que uno de sus primeros pasos al asumir la Presidencia de la República fue el establecimiento de las relaciones diplomáticas con nuestro pueblo...”

 

HOMENAJE A FIDEL DE LOS CHILENOS PENSANTES

Es verdad que, desde amplios sectores progresistas y revolucionarios, surgieron declaraciones en homenaje a Fidel con motivo de su desaparecimiento físico el viernes 25 de noviembre de 2016. Se escribieron notas. La Embajada de la República de Cuba fue visitada por representantes de variadas entidades  y mucha gente  sencilla.

También hubo actos recordando su estatura de gigante. El más importante de ellos fue el celebrado el sábado 3 de diciembre de 2016 alrededor del monumento a Martí.

Esta concentración -que contó con un importante número de participantes,  donde hubo banderas cubanas, chilenas, del Partido Comunista, del MIR, del CEILER; donde actuaron destacados artistas como Max Berrú y Roberto Márquez, quien leyó una magnífica Declaración-   debió ser mucho más masiva y mejor organizada (fue convocada a las 10,30 y se inició cerca de las 12 horas). Débil equipo de parlantes. Escenario muy bajo.  Se trataba de un homenaje a Fidel.

 

Por todo lo anterior, me quedó dando vueltas, en forma dolorosamente autocrítica, la idea de que los chilenos pensantes estamos en deuda con Fidel y con  Cuba. 

 

 





lunes, 25 de noviembre de 2024

ASESINATO DE LAS HERMANAS MIRABAL

 

 

 

Hoy se cumplen  64 años del asesinato de las hermanas Mirabal, masacradas bajo la dictadura de Leonidas Trujillo en la República Dominicana. Para recordar este hecho, le entregamos a las y los lectores del “Boletín Rojo”  un escrito del historiador Iván Ljubetic Vargas.

 

 

 

TRES MARIPOSAS QUE DESAFIARON LA DICTADURA DE RAFAEL TRUJILLO,  EL “TIGRE DEL CARIBE" 


A 64 AÑOS DEL ASESINATO DE LAS HERMANAS MIRABAL

 

 

 

                                                        Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                                        Centro de Extensión e Investigación

                                                        Luis Emilio Recabarren,  CEILER

 

 

 

 


Era el viernes 25 de noviembre de 1960, tres de las cuatro hermanas Mirabal -Patria Mercedes, María Argentina Minerva y Antonia María Teresa- habían salido temprano desde Ojo de Agua, en la provincia de Salcedo, para viajar en jeep a Puerto Plata. Su objetivo era visitar en la cárcel de esa ciudad, ubicada en la costa norte de la República Dominicana, a dos combatientes contra la dictadura de Trujillo: Manuel Tavarez, esposo de Minerva, y  Leandro Guzmán, marido de María Teresa.

 

 

 

Leandro Guzmán


Ese viernes 25 de noviembre, poco después de las cuatro de la tarde, las Mirabal y Rufino de la Cruz regresaban de Puerto Plata de ver a sus esposos en la cárcel San Felipe de Puerto Plata. En la curva Marapicada, a menos de dos kilómetros de esa ciudad, había un vehículo detenido, con aparentes pasajeros afuera, mientras otra persona simulaba que revisaba el motor.

 

 

 

LA CRUEL MATANZA 

Rufino de la Cruz se detuvo cuando vio que el auto estaba casi en medio de la vía. Al llegar paralelo al auto,  el jeep fue asaltado por esbirros del Servicio de Inteligencia Militar de Trujillo. Las mujeres lanzadas hacia afuera violentamente e introducidas al vehículo de los asesinos.

 

Patria logró salir huyendo en dirección a un camión del Seguro Social que venía por allí, pero fue alcanzada y arrastrada por los cabellos e introducida al carro junto a sus hermanas, pero antes alcanzó a gritarles a los del camión: “Díganle a la familia Mirabal, de Salcedo, que los  de Trujillo van a matarnos”.

 

El carro marchó con las tres hermanas adentro y Rufino fue mantenido en el jeep acompañado de dos agentes. 

Antes de llegar a la Cumbre de Puerto Plata se desviaron hacia la derecha, por un camino sin pavimento, entre un cañaveral, y se detuvieron a más de cien metros de la carretera.

 

Un grupo de esbirros encabezados por el teniente Alicinio Peña Rivera tuvo a su cargo la ejecución de las Mirabal. Fueron asesinadas a palos y puñaladas. Antes, habían ahorcado al héroe dominicano Rufino de la Cruz. 

Posteriormente, introdujeron los cuatro cuerpos en los vehículos y se marcharon hasta el lugar donde lanzarían el jeep con ellos dentro. Se detuvieron un momento al ver que una de las víctimas estaba viva y se quejaba. Era Minerva, la remataron. 

Con los cuatro cuerpos dentro, los asesinos, queriendo  hacer  aparecer su crimen, como un  “accidente” (método repetidamente empleado por la dictadura) colocaron a los cuatro mártires en el jeep y lo lanzaron a un precipicio, en  cuya cercanía habían  perpetrado  la horrorosa masacre.

 

 

 

 

Las hermanas Mirabal en el jeep en que viajaban el día que las asesinaron..

 

 

Al día siguiente un diario tituló: “Tres mujeres y un chofer perecen en vuelco”. Muy pocos creyeron esa información. La noticia del múltiple asesinato corrió como pólvora, provocando la indignación amplios sectores de la sociedad dominicana.

  

¿QUIÉNES ERAN LAS HERMANAS MIRABAL? 

Eran cuatro y todas habían nacido en Ojo de Agua. La madre se llamaba Mercedes Reyes  Camilo; el padre, Enrique Mirabal, comerciante y hacendado.

 

Patria Mercedes había nacido el 27 de febrero de 1924, poco antes que los marines estadounidenses   abandonaran el país;   Bélgica Adela, el 2 de marzo de 1925; María Argentina Minerva, el 13 de marzo de 1926, y Antonia María Teresa, el 15 de octubre de 1935.

 

  

 

 


 

Las cuatro eran hermosas, pero sobresalía entre ellas Minerva, que además de ser extraordinariamente bella, poseía una inteligencia prodigiosa, enorme sensibilidad social y gran interés por estudiar.

 

En junio de 1949, Minerva y sus padres fueron invitados por las autoridades de la provincia, a una fiesta ofrecida en Santiago, en el Palacio de  la Gobernación, en honor de Rafael Leonidas Trujillo, que desde 1930 ejercía una de las más crueles dictaduras de América Latina. El tirano se sintió desde el primer momento  atraído por la belleza de la joven de 23 años.

  

ES PELIGROSO DE DECIR NO A UN DICTADOR 

A mediados de agosto de 1949, la familia Mirabal recibió de parte del Gobierno una nueva invitación. Esta vez se trataba de la inauguración del Hotel Montaña, en Jarabacoa.  En ella, tanto el tirano como su hijo Ramfis, bailaron con Minerva. Las demostraciones de galantería  de parte de Rafael Leonidas molestaron a la joven,  quien   se negó a seguir bailando.

 

 

 

El dictador Rafael L. Trujillo  

 

 

El 12 de octubre de 1949,  otra invitación  para la familia Mirabal. Ahora,  para una fiesta en la Villa Borinquen, lugar de descanso del tirano. La primera reacción de la madre fue oponerse a que asistiera Minerva, pero luego de analizarse las implicancias políticas que ello tendría,  decidieron que lo mejor era concurrir.

 


MINERVA ENCARA AL TIRANO 

Durante el desarrollo del  baile, Trujillo intentó seducir a Minerva. Ella, no sólo lo rechazó, sino que en su cara le dijo  que “dejara tranquilo a ese joven tan inteligente y preparado llamado Pericles Franco”. Este era un conocido dirigente comunista, fundador del Partido Socialista Popular y muy amigo de Minerva.  Las palabras de la  joven molestaron profundamente al tirano.

 

Al enterarse los familiares de lo ocurrido entre Minerva y Trujillo, optaron por retirarse de la fiesta, sin avisar previamente.

 

 

Patria con su padre Enrique Mirabal

 

 

Pocos días después, el padre, Enrique Mirabal, fue detenido y enviado a la cárcel. Lo mismo ocurrió a Minerva y a varias de sus amigas. Las interrogaron sobre las relaciones de Minerva con el Partido Socialista Popular y, especialmente, con el dirigente comunista   Pericles Franco.

 

Estuvieron varias semanas en prisión. Una vez liberados, se ejerció un severo espionaje sobre la familia Mirabal. El padre falleció el 14 de diciembre de 1953.

 

En noviembre de 1955, Minerva  contrajo matrimonio  con Manuel Aurelio Tavarez Justo, un combatiente clandestino antitrujillista.

 

EL EJEMPLO DE CUBA 

El 1º de enero de 1959 triunfó la Revolución Cubana. Este histórico acontecimiento influyó en los sectores más consecuentes de los países de América Latina. Ello ocurrió también en la República Dominicana.

 

En una reunión familiar, realizada en enero de 1959,  en la residencia de Guido D’Alessandro sobrino de Manuel Tavarez, Minerva planteó la posibilidad de organizar un movimiento para derrocar la tiranía. La idea fue tomada con entusiasmo por todos los presentes y se inició el reclutamiento de adherentes. Minerva, con el nombre de Mariposa, entró de lleno al trabajo clandestino.

 

El 14 de junio de 1959,  desembarcó una expedición armada procedente de Cuba. Fue aplastada, pero el heroísmo de quienes cayeron en ese  intento  influyó poderosamente en la juventud dominicana.

 

NACE EL “14 DE JUNIO” 

El 10 de enero de 1960, en la hacienda de Conrado Bogaert, en ciudad de Mao, se constituyó la Agrupación clandestina “14 de junio”, llamada así  en homenaje al día en que se produjo el desembarco de la derrotada expedición  contra Trujillo.

           

 

 

Manuel Tavarez (Manolo)

 

A ese histórico evento concurrieron sólo dos mujeres. Una de ellas fue Minerva, a quien se le  propuso para presidir el movimiento. Desistió y señaló que debía hacerlo su compañero Manuel Tavarez (Manolo), lo que fue acordado por unanimidad.  El objetivo del “14 de junio” era derrocar la dictadura de Trujillo.

  

LA REPRESIÓN

Un delator informó a la policía de todos los detalles de esa asamblea clandestina. La represión de la tiranía cayó sobre la naciente organización. Fueron detenidos Manuel Tavarez, Minerva, su hermana María Teresa... Hacia fines de junio habían sido  encarcelados más de cien miembros del “14 de junio”. Fueron salvajemente torturados. No pocos perdieron la vida en medio de los tormentos.

 

Estos hechos levantaron fuerte oposición en el país. Presionado por ello, Trujillo se vio obligado a decretar, el 17 de febrero de 1960, la libertad de las mujeres encarceladas.

 

Pero el 18 de mayo, Minerva y su hermana María Teresa fueron detenidas nuevamente. Se les siguió un monstruoso proceso, siendo condenadas a cinco años de prisión.

 

En agosto de 1960, la VI Reunión de Consulta de los Cancilleres Americanos, convocada por la Organización de Estados Americanos (OEA),  celebrada en San José de Costa Rica, condenó a Trujillo con sanciones económicas por encontrarlo culpable del atentado contra Rómulo Betancourt, Presidente de Venezuela, y designó,  una comisión internacional que debía visitar la República Dominicana.

 

Esto obligó al tirano a liberar a las hermanas Mirabal y otras mujeres presas políticas.

 

Pero no fue obstáculo para que el dictador ordenara el “accidente” en la curva Marapicada, a la salida de Puerto Plata.

 

EL FIN DEL “TIGRE DEL CARIBE” 

Rafael Leonidas Trujillo, apodado el “tigre del Caribe” por su crueldad,  uno de los más fanáticos anticomunistas de América Latina, fue un leal servidor del Imperio. Pero sus crímenes lo convirtieron en un problema para  Estados Unidos. Se decidió eliminarlo, entregando  esa misión a la CIA. Se pensó hacer coincidir su muerte con un triunfo en Bahía Cochinos y la caída de Fidel Castro.

 

Pero la aventura en Bahía Cochinos, llevada a cabo por 1.500 cubanos contrarrevolucionarios  -armados, transportados y dirigidos por Estados Unidos-  a partir del 17 de abril de 1961, fue un fracaso.  Sólo en dos días fueron derrotados. Murieron cerca de cien expedicionarios; el resto fue tomado prisionero.

 

Esto obligó a la CIA postergar  la eliminación de Trujillo. Los militares dominicanos que tomaban parte en la conspiración, debieron aplazar sus planes. La CIA les dio luz verde hacia fines de mayo de 1961.  El 30 de ese mes, el tirano fue emboscado en la carretera rumbo a San Cristóbal y asesinado.

 

Habían transcurrido seis meses del crimen contra las hermanas Mirabal.

  

EN  MEMORIA DE LAS HEROINAS 

En base a una proposición de la República Dominicana, que contó con  el apoyo de otros sesenta gobiernos, la  83 Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó,  con fecha 17 de diciembre de 1999, la  Resolución 54- 134, por medio de la cual,  se instituyó el 25 de Noviembre como “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia  contra la  Mujer”.

 

Con ello se rindió tributo a las tres  hermanas Mirabal,  conmemorando  cada año  el  brutal asesinato de esas heroínas dominicanas, perpetrado por los agentes de Trujillo el 25 de noviembre de 1960.