Fue el 1 de julio de 1999:
Iván
Ljubetic Vargas, historiador del
Centro
de Extensión e Investigación
Luis
Emilio Recabarren, CEILER
A mediados de junio de 1999 una periodista de “
Le preguntó la periodista: -¿Cómo le gustaría que la
recordaran los chilenos?
-“Simplemente como una mujer que hizo lo que tenía que
hacer”
-¿Le teme a la muerte?
-“La gente se muere y se convierte en polvo. Lo que queda es lo que esas personas fueron”.
Cuando hizo esas declaraciones su salud estaba muy desmejorada. Consultó facultativos y se hizo muchos exámenes. El diagnóstico fue: o se operaba o quedaba inválida. La intervención, calificada como de rutina, se fijó para el 1º de julio de 1999.
¿Por qué esa operación de rutina?
Porque diez meses antes, el jueves 14 de mayo de
1998, Sola estaba en cama. Era mediodía y almorzaba. Sintió
náuseas. Se levantó para ir al baño. Caminó unos pasos y cayó desplomada, sin
conocimiento. Su hermana Adriana sintió el golpe y corrió a verla. Intentó
reanimarla. Lo logró después de algunos segundos. Llamó a
Aún convaleciente, Sola Sierra participó en el XXI
Congreso Nacional del Partido Comunista, realizado entre el 15 y 18 de octubre
de 1998 en Santiago.
El sábado 17, en pleno desarrollo de ese evento, se conoció la inesperada y gran noticia: ¡Pinochet estaba detenido en
Londres!
La noticia de la detención del tirano dio nuevas fuerzas a
la convaleciente Sola Sierra.
Fue la principal oradora de un gran mitin realizado en el
Parque O’Higgins, la “Fiesta de
De inmediato quiso viajar a Londres. Su médico le
recomendó que no lo hiciera, pero al verla tan decidida, le dio tres
recomendaciones: que fuera acompañada, que usara todo el tiempo el cuello
cervical ortopédico y que no cargara maleta ni siquiera cartera.
Voló el 1º de noviembre de
1998. Apenas llegó a la capital inglesa, participó en variadas actividades:
pronunció discursos, bailó la “Cueca Sola”, asistió a una audiencia en
Sola viajó a España el 14 de noviembre, donde recibió el Premio Alfonso Comín. Volvió a Londres el 21 de ese mes, participando en más acciones, hasta que regresó a Chile el 30 noviembre. Estaba agotada, las manos adormecidas, con dolores en la columna. Debía darse algún reposo. Llegó a Santiago el 1º de diciembre, el día de su cumpleaños. Fue recibida en el aeropuerto con flores y cantos: “Cumpleaños feliz...”
El sábado 5 de diciembre de
1998 Sola Sierra viajó a París, invitada por
Regresó a Santiago el martes 22 de diciembre. Tuvo muchas actividades. Una de ellas, fue una frustrante y estéril entrevista con el Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle.
El martes 19 de enero de 1999,
Sola Sierra emprendió su tercer y más prolongado viaje a Europa. En Londres
participó en diferentes acciones. Fue invitada a París a un acto de solidaridad
en
Retornó a Chile el domingo 7
de diciembre de1999.
Bajo la convocatoria “Justicia
nada más, pero nada menos” se desarrolló en Santiago, entre el 23 de mayo y el
3 de junio de 1999,
Hubo un desfile de artistas y grupos musicales. La única oradora fue Sola. Habló acompañada en el escenario por un elevado número de personalidades del mundo cultural, político y artístico. Dijo en parte de su discurso:
“El arresto de Pinochet
es nuestro logro y el de todos aquellos que –en Chile y en cualquier
parte del mundo- han contribuido a esta gesta titánica de impedir la impunidad
y abrir los caminos de la justicia. Pero hoy el peligro más grave lo
representan quienes intentan, en medio de las
sombras del secreto y del silencio, imponer en nuestro país pactos
espurios que sellen la impunidad... Queremos decir con claridad una vez
más, que en Chile sólo habrá verdadera democracia cuando haya
verdad y justicia...”
Fue el último acto en que
participó
El martes 29 de junio de 1999, Viviana Díaz, la visitó
en su casa. Conversaron
largamente. Una de las preocupaciones de Sola era que se consumara la maniobra
por lograr la impunidad de Pinochet. Quedaron de seguir estudiando los pasos a
dar. Sola estaba optimista. Se despidieron hasta el jueves o viernes...
Pero ese jueves 1º
de julio de 1999, su corazón –lo más grande que tenía Sola- no resistió. Dejó
de latir cuando faltaban 25 minutos para las 3 de la tarde.
La sorpresiva noticia golpeó a muchos, en Chile y en el
mundo.
Sus funerales, efectuados el
sábado 3, fueron masivos, donde participaron no sólo sus compañeros del Partido
Comunistas, los familiares de
Era un ejemplo de honestidad,
de valor, de entrega a los altos ideales del ser humano.
Como escribió el poeta alemán Bertolt Brecht:
“Hay hombres que luchan un día
y son buenos.
Hay otros que luchan un año
y son mejores.
Hay quienes luchan muchos años
y son muy buenos.
Pero hay quienes luchan toda
la vida,
Esos son los imprescindibles”
Sola Ángela Sierra Henríquez es uno de ellos. Merece ser llamada una imprescindible.