En su 147 natalicio:
Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
“Recabarren,
hijo de Chile,
padre de
Chile, padre nuestro,
en tu construcción, en tu línea
fraguada en tierra y tormentos
nace la fuerza de los días
venideros y
vencedores”.
(Pablo
Neruda; “Canto General”)
El 6 de julio de 1876, nació en Valparaíso, en el Cerro Playa Ancha, Luis Emilio
Recabarren Serrano.
Estudió cuatro años en una escuela primaria de ese puerto.
Su familia se trasladó a Santiago. En la capital, a la edad de 14 años, comenzó
a trabajar como obrero en una imprenta. Pronto aprendió el oficio de tipógrafo.
A pesar de ser duramente explotado, con largas jornadas,
bajos salarios, agotadoras labores, tuvo la fuerza y la responsabilidad de leer,
de estudiar. Fue un autodidacta que, capacitándose por su cuenta, se transformó
en uno de los grandes intelectuales que ha tenido nuestro país.
Pero, más importante que
eso, ¡puso sus conocimientos al servicio
de sus hermanos de clase, los trabajadores!
SE INCORPORA A
En 1894 se incorporó al Partido Demócrata, iniciándose en
la lucha social. Tenía por entonces, 18 años.
La clase obrera chilena había surgido en los años 20 del
siglo XIX Nació combatiendo. La primera
huelga obrera estalló en 1834 en el mineral de plata de Chañarcillo, cerca de
Copiapó. En el siglo XIX hubo 110
huelgas.
Recabarren comprendió que los trabajadores sólo podrían
jugar su rol histórico, si unían a la combatividad, una firme conciencia de
clase. Por eso se dedicó a educarlos. Para ello utilizó todos los medios a su
alcance.
IMPULSOR DE
Por ejemplo, utilizó la prensa, el medio de comunicación
más importante en su época.
Creó 11 periódicos y escribió en 50.
Tenía 23 años, cuando en 1899, fundó lo que se considera
el primer periódico obrero creado por Recabarren. Fue el semanario
“Democracia”, de Santiago.
En el año 1900 escribió: “La prensa obrera es como la luz
que señala desde lejos el camino más corto por donde debemos andar”.
En 1903 vivió un importante hecho, que años más tarde, lo
evocó así:
“Yo recuerdo siempre con emoción la vez que llegó un grupo
de obreros de Tocopilla y me dijeron: ‘Compañero, traemos dos mil pesos para
comprar una imprenta.
¿Y qué van a hacer ustedes con
ella?, les pregunté.
Me contestaron: ‘Un periódico’.
¿Y quién se los va a escribir?
‘No tenemos quien nos lo escriba, pero confiamos en que
usted nos buscará un tipógrafo para que lo escriba’
Y concluyeron por decirme: ‘Esperamos que usted mismo se
vaya a Tocopilla y nos atienda el periódico’.”
Fue así como Recabarren viajó al norte, en septiembre
1903. En Tocopilla no sólo fundó, dirigió, escribió, tipió y editó el periódico
“El Trabajo”, sino que pronto se convirtió en dirigente de
LE ROBARON
En marzo de 1906, Recabarren fue elegido diputado por Antofagasta, siendo el primer diputado obrero electo en América. Pero la mayoría reaccionaria del Congreso le quitó ese cargo que había conquistado limpiamente.
Una de las tantas falsedades que se repiten sobre Luis
Emilio Recabarren, es que, en 1906, cuando fue electo diputado por
Antofagasta, siendo miembro del Partido
Demócrata, se negó a jurar, porque no creía en Dios. Se afirma que había dicho
“yo prometo, pero no juro”. Y que, por eso, le robaron la diputación. Esto es
falso. Y sobre este tema, el mismo padre del movimiento obrero chileno escribió
un folleto titulado “Mi Juramento”.
Allí explica que “para la
formación de esta obrita, me valgo de documentos oficiales y de publicaciones
hechas en aquella época por la prensa”.
Agrega: “Volví a Chile, a
fines de 1908, cumplí mi prisión (cuatro meses en la cárcel de Santiago y
cuatro en la de Los Andes) y a fines de 1909 recorrí el país entre Valparaíso y
Osorno. En este viaje constaté el hecho que alrededor de mi nombre y mis actos
se había tejido una malla de mentiras que en pocos casos pude destruir.
“Era creencia general –y lo es aún- que, en 1906, al
incorporarme a
“Esto es falso, pues, yo juré
en cumplimiento y conforme a la ley. Ahora yo no quiero que esta falsedad se
mantenga en lugar de la verdad; por dos razones: primero porque daña la
doctrina de la democracia, porque hace creer a las masas ignorantes que la
democracia es antirreligiosa; segundo porque tengo un inmenso amor a la verdad,
mejor diré un culto y no quiero que se explote y se especule con la mentira”.
¡A él lo despojaron de su diputación porque era un obrero!
TERESA LLEGA A SU
VIDA
Conoció a Teresa Flores, una joven proletaria de 18 años,
estando preso en la cárcel de Los Andes, cundo ella acompañaba al padre a
visitar a otro preso.
Con fecha 20 de mayo de 1909, Recabarren le escribió una
carta, en donde le dice:
“Tu compañía me fortalecerá. Tengo la convicción de que tu
persona me dará más bríos para luchar. Tú me inspirarás y harás que mis
pensamientos sean cada vez más hermosos, y a medida que esto se produzca tú
irás bebiendo en mis labios el amor que yo beba en tu alma... Unamos a nuestra
dicha la dicha de todos. Así nuestra felicidad será tan inmensa como inmensa
sea la felicidad de todos”. Luis Emilio tenía por entonces 33
años
“EL DESPERTAR DE LOS TRABAJADORES”
De los once periódicos
fundados por Recabarren el más importante es “El Despertar de los
Trabajadores”, de Iquique, cuyo primer número apareció el 16 de enero 1912.
Su nacimiento fue saludado jubilosamente por los obreros
de la zona. Pero, también desde el comienzo, perseguido con saña por los
patrones. Prohibían su entrada a las salitreras y otras industrias. Sin
embargo, los trabajadores, arriesgando la pega y la libertad, lo leían.
Salvador Ocampo, un obrero que llegó a ser senador de
“Yo trabajaba en una cuadrilla
de cargadores de
Esta cuadrilla estaba
compuesta por unos mocetones bravos, los más salvajes que había por esos lados.
Todos, la gente más buena y humana que he conocido. Algunos de ellos compraban
‘El Despertar de los Trabajadores’, que Recabarren editaba en Iquique y que
llegaba hasta allí clandestinamente. Sería unos diez o doce los que compraban
‘El Despertar’.
La cuadrilla se componía de 40 obreros. El
caso es que esta gente compraba el diario y a la hora de almuerzo, al mediodía,
yo veía como leían los títulos con grandes dificultades –eran pocazos los que sabían leer- y
después se guardaban el diario.
Pues bien, cuando supieron que
yo sabía leer, me exigían que se los leyera. Lo primero que me decían era: ‘A ver, compañero
Guachito (así me llamaban a mí), leamos lo que dice Recabarren’. Entonces yo
buscaba si venía algún artículo con su firma. Si no venía, les decía: ‘No,
Recabarren no dice nada aquí’. Pero insistían: ‘Bueno, pero es que... ¡el
editorial!, pues Guachito, ¡esa es la palabra de Recabarren!’.”
Hasta aquí el relato de Salvador Ocampo.
EL ARTE UN MEDIO DE
EDUCACIÓN
Recabarren también usó el teatro para educar a los
trabajadores. Formó grupos artísticos, escribió obras para ponerlas en escena y
él mismo actuó, cuando fue necesario.
Uno de los que cooperó con Recabarren fue el gran
dramaturgo proletario Antonio Acevedo Hernández., Premio Nacional de Literatura
1957.
Orlando Millas nos relata que este gran escritor
frecuentaba, hacia 1960, las oficinas de redacción de “El Siglo” llevando sus
colaboraciones. Al final de su existencia recordaba a Recabarren “como el
maestro que despertó en él la conciencia de su dignidad”.
El líder obrero echó mano a las melodías de moda, a las
cuales ponía letra combativa. Por ejemplo, con la música del aria de la ópera
Nabuco, creó el Himno al Primero de Mayo.
En uno de sus versos decía:
“¡Despertad, oh falange de
esclavos!
de los sucios talleres y
minas,
los del campo, los de las marinas,
tregua, tregua al eterno sudor!”
EL TEATRO COMO ARMA
DE EDUCACIÓN
El teatro fue otro medio utilizado por el líder obrero. En
Iquique, inspirados por él, los comunistas fundaron el grupo “Arte y
Revolución”, que desarrolló gran actividad. A comienzos
de 1914, puso en escena “
Como hemos señalado, Recabarren escribió
varias obritas de teatro. Una de ellas es “Desdicha obrera”. Su argumento es
sencillo: una combativa obrera, que el patrón intenta de violar y ella se
defiende y lo mata con la tijera, que usaba en sus labores. Es enviada a la cárcel. La obra
termina cuando ella en la prisión le dice a su hermana:
“¡El mundo será bueno un día! ¡Nunca lo he dudado! El Maximalismo lo hará
bueno. La clase obrera unida le dará el bienestar. Entonces no habrá tumbas de
esta clase. ¡Viva el porvenir de la civilización! ¡Viva el maximalismo!”
PADRE DEL MOVIMIENTO
OBRERO CHILENO
Educó también con sus
discursos, conferencias, polémicas públicas y con sus conversaciones
personales. Escribió varios libros y folletos, además de sus numerosos
artículos de prensa.
Recabarren es el más grande
educador de masas de la historia de Chile. Pero fue, además, un extraordinario organizador y un líder
obrero.
Con mucha dedicación, esfuerzos y sacrificios, logró
entregar a los trabajadores chilenos los tres elementos que le permitirían
jugar un papel importante en los acontecimientos nacionales:
1) Forjó conciencia de clase
en amplios sectores obreros, a través de la educación y de su ejemplo.
2) Creó el partido revolucionario de los
trabajadores. El 4 de junio
de 1912, fundó en Iquique el Partido Comunista de Chile, hace ya 103 años.
3) Reconstruyó el movimiento
sindical clasista, que había surgido en enero de 1900 con las Mancomunales, las
que desaparecieron con la masacre de
Fue al cumplirse estas tres condiciones, que nació el
Movimiento Obrero chileno.
REPUDIANDO
Don Reca, estando exiliado en Buenos Aires, escribió
varios artículos repudiando esa matanza llevada a cabo durante el gobierno
reaccionario de Pedro Montt. En uno de ellos titulado “La barbarie burguesa en
acción”, afirmó:
“Emplear la crueldad extrema, infundir el terror en el
menor tiempo posible, desbaratar toda organización que pueda resistir, he ahí
el plan de los burgueses chilenos”.
CANDIDATO A
Recabarren fue un militante disciplinado. Estaba en la
cárcel de Tocopilla, cuando tuvo lugar el Segundo Congreso Nacional del Partido
Comunista, realizado en Antofagasta el 1 y 2 de junio de 1920. Este lo proclamó candidato a
ANTIMILITARISTA
Recabarren fue el primero que, desde posiciones
revolucionarias, abordó el problema del militarismo.
Escribió muchos artículos sobre el tema. Por ejemplo, el 9
de junio de 1904, apareció en ‘
“¿Para qué sirve el Ejército? Para aplastar solamente a la
clase obrera. Para acabar las huelgas. Para ponernos cadenas. Para defender
nuestros tiranos”.
El 5 de octubre de 1924 declaró: “Hemos sido, somos y
seremos siempre antimilitaristas, porque estamos convencidos que el militarismo
es la afrenta de toda civilización, es la carga más inútil y pesada que
soportan los pueblos, y es la amenaza permanente de todos los derechos. El
militarismo será siempre la fuerza opresora con que la clase capitalista
explote al pueblo”.
NACIONALIZAR NUESTRAS RIQUEZAS
Luis Emilio Recabarren fue el
primero que en Chile planteó la necesidad de nacionalizar nuestras riquezas
naturales, entre ellas el cobre.
Estando preso en la cárcel de Tocopilla, escribió el 11 de
agosto de 1920, un artículo titulado
“Pongamos remedio al mal”. En él señaló:
“Los problemas de la miseria y de la esclavitud no
terminarán mientras tanto la clase obrera se resigne a sufrir la actual
organización social. No son los burgueses los que van a remediar el
mal, tenemos que ser nosotros”. Y agrega:
“Nacionalicemos las industrias
extractivas. Nacionalicemos las minas del carbón, las salitreras, los bosques,
el cobre”
INTERNACIONALISTA
Recabarren fue un consecuente internacionalista. En
Argentina, donde estuvo exiliado de
Tuvo importante influencia en el movimiento obrero
boliviano, a través, especialmente del periódico “El Despertar de los Trabajadores”,
que editaba en Iquique, como también a través de la organización sindical. Por
ejemplo, en Bolivia existió una sección de
En su Conferencia “Ricos y pobres a través de un siglo de
vida republicana”, dictada en Rengo el 3 de septiembre de 1910, Recabarren,
ajeno a todo chovinismo, definió lo que realmente fue la llamada guerra del
Pacífico, “una guerra de conquista en que la clase gobernante de Chile se anexó
a la región salitrera”.
SOLIDARIDAD CON
Al producirse
“Doy sin vacilar mi voto de
adhesión a los maximalistas rusos, que inician el camino de la paz y de la
abolición del régimen burgués, capitalista y bárbaro. Quien no apoye a esta causa
sostendrá el régimen capitalista con todos sus horrores”.
Salvador Ocampo evoca la actividad solidaria desarrollada
por el maestro en Antofagasta:
“Yo recuerdo perfectamente que Recabarren salió a la calle
con nosotros en
“Hicimos mitines en diferentes
lugares de la ciudad. Uno
de esos lugares estaba cerca de mi casa. Era la plazuela Vicuña Mackenna, en la
avenida Argentina con la calle Bolívar. Y en ese triángulo, digamos –14 de
febrero era la otra calle-, Recabarren salía con los compañeros. Yo
participaba también en esos actos a proclamar la necesidad de apoyar
“Nosotros, los jóvenes,
creamos una tribuna portátil y a veces salíamos con Recabarren a la
calle. Yo andaba con la tribuna al hombro: era chiquillo, muchacho todavía. Y
entonces, en cualquier lugar donde nos permitían las autoridades, plantábamos
la tribuna y Recabarren empezaba a hablar”.
Cinco años después del triunfo
de
El 9 de octubre de 1922,
inició su viaje a Europa. Iba a participar en calidad de
delegado de
En marzo de 1923 se publicó en
Santiago “
Explicaba su autor: “Fui a ver si la clase trabajadora
tenía en sus manos la dirección del poder económico, con el cual irá
construyendo su bienestar...
Y pude ver con alegría, que los trabajadores de Rusia
tenían efectivamente en sus manos toda la fuerza del poder político y
económico.”
En una “Historia de Chile”, publicada en 1967 por el
Instituto de Historia de
LOS PRIMEROS
DIPUTADOS COMUNISTAS
Luis Emilio Recabarren y Luis Víctor Cruz, fueron los
primeros comunistas elegidos diputados, en un pacto electoral concordado con
Elías Lafertte, en “Vida de un Comunista” relata: “Cuando
Recabarren iba a hablar, en
Y CANTÓ
En la sesión de
En su intervención, Recabarren
manifestó: “Si de los 500 obreros de la mina, 400 son comunistas, es lógico que
sus hijos entonen la canción más popular en el mundo, cuyo nombre temen los
señores diputados burgueses en Chile. Además, es una bella canción”.
Uno de los parlamentarios de derecha quiso dárselas de
gracioso y ridiculizar a Recabarren e interrumpiéndolo le dijo: “¿Por qué no la
canta, honorable colega?
El diputado comunista se puso de pie. Y con desafiante
aplomo cantó a todo pulmón:
“Arriba los pobres del mundo
de pie los esclavos sin pan
y gritemos todos unidos
viva
Tal vez, el chileno sea el único parlamento burgués, donde
se ha escuchado en una sesión oficial, el himno de los revolucionarios de la
tierra.
EDUCADOR DE
DIRIGENTES OBREROS
Recabarren, como gran educador, formó muchos líderes obreros. Unos, a través
del trabajo directo con él, como es el caso de Elías Lafertte Gaviño que,
siendo un sencillo obrero del salitre, llegó a ser fundador del Partido
Comunista, secretario general de
Otro es el caso del ya citado Salvador Ocampo.
Pero hubo obreros que, sin actuar junto a él, recibieron
su influencia. Uno de ellos, es Juan Vargas Puebla.
En una conversación que tuve con él en enero de 1991 me
relató:
“A comienzos de 1924, en el
barrio pobre que yo vivía, se hizo un acto en la esquina de
El 1º de Mayo de ese mismo año lo escuché tres veces.
Primero en un acto unitario efectuado en
Terminado éste, los
de
Después nos dirigimos al local
de
Sin que nadie me lo pidiera y ni estar programado, subí
hasta el balcón y dije unas palabras en nombre de los jóvenes
anarcosindicalistas. La gente que escuchaba, casi todos comunistas, me
aplaudió. Fue la primera ocasión en que hablé en público. Estaba nervioso y
emocionado. Cuando finalicé, Recabarren,
me acarició la cabeza y me dijo cariñosamente:
-‘Bien
muchacho, lo has hecho muy bien’.
Me sentí feliz. Esa fue la segunda y última vez que vi
vivo a Recabarren”.
ADIOS AL LÍDER
OBRERO
En 1981, Juan Vargas Puebla, estando exiliado en México,
escribió:
“Volví a ver al maestro Recabarren el 21 de diciembre de
1924, ahora dormido para siempre en un ataúd, en medio de una severa capilla
ardiente en el local de
Los funerales de Luis Emilio Recabarren fueron multitudinarios. Una gigantesca
columna caminó entre una doble fila de obreros que, tomados de las manos,
formaban dos cadenas humanas, que partían desde el local de la calle Bascuñan
Guerrero, seguían por Alameda, Estado, Mapocho, Avenida
“En la plazuela del Cementerio -relata Elías Lafertte-
comenzaron los discursos. Simultáneamente, desde pequeñas tribunas, hablaban
diez o más oradores. Algunos, a falta de tribunas, se subían a los barrotes de
las ventanas de las casas y desde allí despedían los restos de Recabarren. Hubo
un instante en que conté hasta quince personas hablando simultáneamente a la
muchedumbre”.
EL SUICIDIO
Luis Emilio Recabarren se había suicidado el viernes 19 de
diciembre de 1924. Fue algo tan sorpresivo, que muchos pensaron que había sido
asesinado. El Partido Comunista y
Nombraron una comisión investigadora. Ésta, después de un
acucioso estudio llegó a la conclusión que en realidad se había suicidado.
Sobre la causa del suicidio de Recabarren se han tejido
muchas fábulas. Se ha escrito que el Maestro se suicidó porque volvió
desilusionado de su viaje a Rusia Soviética. Ello es falso. Como ya hemos señalado, al regreso de esa
visita, realizada en 1922, escribió y dictó muchas charlas sobre el tema, donde
mostró la hermosa experiencia vivida en ese país gobernado por obreros y
campesinos. Otros afirman que el golpe de los militares del 11 de septiembre de
1924 lo habría aplastado, porque significaba el derrumbe de toda su obra. Hay
testimonios de todo lo contrario.
¿Cuáles fueron las reales causas de que Recabarren se
suicidara con una pistola que había comprado en Europa en 1922?
Son varias y complejas.
- Un severo desgaste que le significó dedicar treinta años
a una lucha dura, difícil y sin tregua, contra los enemigos de clase.
- La permanente persecución, calumnias y juicios
arbitrarios llevados cabo por las autoridades reaccionarias,
- La represión policial, los encarcelamientos y el exilio
sufridos;
- Los arteros ataques de una fracción trotskista al
interior del Partido;
- Una seria enfermedad al cerebro. Esta habría sido
diagnosticada en Europa en 1922. Sufría de terribles dolores de
cabeza.
- Falta de un mayor apoyo de
sus camaradas.
OPINIONES DEL AUTOR
Al respecto del suicidio del
maestro, pensamos que, además de las causas ya enumeradas, existen dos
cuestiones que se deben tener en cuenta.
Una, su temor a
tener un final no digno de un dirigente obrero. Para pensar esto, nos basamos
en algo ocurrido en 1916 y que relata Salvador Ocampo. En una oportunidad
Recabarren dijo, conversando con unos obreros, “viviré como Recabarren, seré
Recabarren y no llegaré a viejo, porque moriré Recabarren”.
Al pedirle Salvador Ocampo que le explicara que quiso
decir con eso, Recabarren le respondió:
“Mira, suponte tú
que pasan los años y un día un señor va con un niño en un paseo público y ve a
un viejito que le está tirando miguitas de pan a unas palomitas. Y el niño le
pregunta al caballero con quien va: ‘Oiga, ¿y ese señor quien será? Entonces el
otro le dice: ‘Bueno, ese es Recabarren’. ¿Te imaginas? ¡Yo! A mí las
circunstancias del país, las circunstancias políticas, me han colocado en un
puesto en que soy una especie de cabeza visible de un movimiento de renovación.
¡Yo no llegaré a eso!
¡Yo no llegaré a eso!”
Pensamos que cuando Recabarren apretó el gatillo de la
pistola, tenía clara conciencia que, no por la edad, tenía entonces 48 años y cinco meses, sino
por esa maldita enfermedad al cerebro, podría llegar a ser ese viejito que
tiraba miguitas a las palomas.
Por otra parte, hemos llegado a la conclusión que
Recabarren sufría de depresión endógena. En varias ocasiones en que
estaba en los momentos más brillante de su existencia, tenía reacciones muy
depresivas. Ello ocurrió, por ejemplo, en 1912.
Y en 1924, poco antes de
suicidarse, estaba pleno de energía y entusiasmo durante una gira que realizó
al sur, y en un Congreso de los Empleados Particulares, en el que tuvo un
brillante desempeño. También
por esos días había escrito una carta a los compañeros de Antofagasta
anunciándoles visita para fin de año.
UN HOMBRE
EXCEPCIONAL
Luis Emilio Recabarren fue un revolucionario consecuente.
Un hombre extraordinario, fuera de serie. Pero un hombre, al fin y al cabo. Con
virtudes y cualidades sobresalientes. También con debilidades y defectos.
Naturalmente no nació revolucionario. Se fue forjando a
través de un proceso, no libre de contradicciones.
Fue un obrero, por ello su relación con el proletariado no
era la de un elemento extraño a él. Era uno de sus iguales.
De fuerte personalidad, sufría –sin embargo- momentos de
hondas depresiones.
Sentimental y sensible, de un profundo humanismo. De una
honestidad a toda prueba.
Es el padre del Movimiento Obrero chileno; fundador del
Partido Comunista y de
PRESENTE, HOY Y
SIEMPRE
Su ejemplo sigue vivo.
Su vida, obra y su pensamiento, así como sus palabras,
tienen hoy total vigencia.
En cada acción, en cada combate que libramos, está el
Maestro presente.
Marcha con nosotros en la dura lucha de cada día.
Es bandera de todos los revolucionarios consecuentes.