domingo, 2 de junio de 2019

LAS IDEAS DEL MARXISMO LLEGAN A CHILE



                                                   Iván Ljubetic Vargas, historiador del
                                                   Centro de Extensión e Investigación
                                                    Luis Emilio Recabarren, CEILER



“Después de la Guerra del Pacífico –sostuvo  Hernán Ramírez en su obra ‘Historia del Movimiento Obrero en Chile’- la clase obrera chilena alcanza un nivel de relativo desarrollo, que la capacita para actuar con cierta independencia, con mayor cohesión y seguridad, conciencia y organización”.

EL PARTIDO DEMÓCRATA

El 20 de noviembre de 1887, se fundó el Partido Demócrata, primera expresión política popular en la historia de Chile. En sus comienzos estuvo constituido por artesanos, pequeños comerciantes, modestos empleados y obreros. Sin ser un partido obrero, jugó –especialmente en los últimos años del siglo XIX-  importante rol en las luchas de los trabajadores. Por ejemplo, en abril de 1888, encabezó las acciones de las masas populares en Santiago contra el alza de las tarifas de los tranvías, que culminaron con un gran mitin efectuado el 29 de ese mes.

DESARROLLO DEL PROLETARIADO

La clase obrera aumentó en número y combatividad. Entre 1880 y 1899, tuvieron lugar alrededor de noventa huelgas.
Surgieron las primeras organizaciones obreras. En 1890, se fundó en la Provincia de Tarapacá la asociación “La Unión es Fuerza”, que agrupaba a los trabajadores del salitre, portuarios, ferroviarios, etc., de esa región.
En 1892, se creó en Valparaíso la “Unión Marítima de Chile”, fundada por Carlos Jorquera, que reunió a los trabajadores de los puertos del litoral.
Ese mismo año, se celebró –por primera vez en Chile-  el Día Internacional de los Trabajadores, a poco tiempo que la Internacional Socialista había resuelto convocar a los asalariados de toda la tierra a rendir homenaje a los mártires de Chicago.
Efectivamente, el 1º de Mayo de 1892, tuvo lugar en la Plaza de la Justicia de Valparaíso una concentración. Allí el dirigente  demócrata Agustín J. Leiva pronunció  un breve discurso en que explicó el significado de la fecha e invitó a los trabajadores a unirse y a luchar para lograr que “el rico ceda lo que por derecho y razón nos pertenece”. 

PERÍODO DEL CONOCIMIENTO DEL MARXISMO

El desarrollo experimentado por el proletariado chileno en la década del 80 y especialmente desde inicios de los años 90 del siglo XIX, creó las condiciones para que a partir de 1892 se inicie, lo que Orlando Millas, en una entrevista en la revista ‘Araucaria de Chile’ Nº 15 – 1981,  llamó período del conocimiento del marxismo en nuestro país, que se prolonga hasta el primer decenio del siglo XX.
Era un momento en que la influencia del movimiento obrero internacional unida a la madurez del proletariado chileno, se traducía en un mayor desarrollo de la conciencia de clase.

Surgieron núcleos obreros que conocían el movimiento sindical europeo, sus luchas y las ideas que sustentaban. Por entonces –sostiene Hernán Ramírez Necochea- era “frecuente que se mencionara a Marx y se citaran párrafos del Manifiesto Comunista”.

ALGUNOS EJEMPLOS

El 31 de agosto de 1892, el periódico “El Pueblo”, de Valparaíso, publicó un Manifiesto de la Sociedad Marítima de Socorros Mutuos, donde se sostenía: “No olvidéis las palabras del gran socialista Karl Marx: la gente de trabajo de todas partes del mundo debe ser hermana. Ellas deben hacer causa común con los demás. Ellas tienen un mundo que ganar y sólo las cadenas que perder”.
Ese mismo periódico trajo el 12 de agosto de 1893 un artículo titulado “La sociedad Futura", en donde su autor –que firmaba con las iniciales A. B. L.- hacía acertadas referencias a Marx.
En febrero de 1896 se fundó en Santiago, el Centro Social Obrero. El 22 de noviembre salió a circulación su órgano oficial, "El Grito del Pueblo”, que difundía los principios del socialismo científico. Con fecha 6 de diciembre, declaraba: “Somos socialistas. ¡Ya no somos ignorantes!”. El 29 de ese mismo mes publicó el artículo “El Socialismo en Chile”, firmado con el seudónimo de Karl Marx. Ahí se afirmaba:
“Las ideas para esparcirse no respetan nada... Atraviesan soberbias cordilleras como los Andes, para sentar sus reales en el indolente Chile y convertir a hijos del pueblo, acostumbrados a besar la mano del verdugo que los azota, en hombres libres que luchan sin miedo por emanciparse del yugo burgués”.

OTROS EJEMPLOS DE POSICIONES MARXISTAS

Hacia 1896, nació en Santiago la Agrupación Fraternal Obrera, dirigida por Luis L. Olea y Marcos de la Barra. Olea era marxista. En carta dirigida a David Acosta y publicada en “El Proletario”, de Santiago el 20 de septiembre de 1897, sostenía:
“Diviso en esos temas al gladiador temerario que  desafiando las fieras humanas esgrime con la seguridad del éxito las armas de la razón templadas en el yunque de las teorías de Marx...”.
En la edición del 10 de octubre, este periódico traía dos interesantes artículos. Uno lo firmaba Ursula Bello, quien señalaba: “Nosotras, las que hemos cifrado nuestro porvenir y bienestar en la ruda labor de los hombres de trabajo, las que soportamos las injusticias y desigualdades del actual régimen social, nos adherimos entusiastas a la falange de los nuevos redentores de la humanidad: los socialistas”.
El otro artículo lo suscribe A. Araya  M., quien expresaba: 
“Adelante compañeros de sufrimientos en la grande idea del socialismo; unámonos como un solo hombre para rechazar esta sociedad explotadora. ¡Viva el socialismo! ¡Viva la Revolución Social!"
Y con fecha  17 de octubre de 1987, esta misma publicación anota: “La lucha de clases, desconocida hasta ayer en Chile, se empeñará desde hoy, frente a frente proletarios y burgueses, artistas  y profanos reformadores y reaccionarios, víctimas y verdugos”.

APARECEN ORGANIZACIONES OBRERAS

También en octubre de 1897 se fusionaron el Centro Social Obrero y la Agrupación Fraternal, dando origen a la Unión Socialista. Esta proclamaba “que tiene por objeto implantar el socialismo en Chile”. Respondieron la represión del gobierno, fundando el 8 de diciembre, el Partido Socialista, de breve existencia.
En 1897 se fundó en Punta Arenas la Unión Obrera, organismo de carácter político y sindical. El 26 de diciembre, en la primera  edición de su periódico “El Obrero”, preconizaba “la posición del poder político por la clase obrera y la transformación de los instrumentos de trabajo en propiedad colectiva, social o común”. Y con fecha 2 de enero de 1898 afirmaba que “la lucha de clases se desarrolla donde quiera que existan burgueses y proletarios”.
En 1898 surgió en Santiago el Partido Obrero Socialista Francisco Bilbao. El 26 de ese mes, su periódico “El Trabajo” proclamaba: “El obrero no debe esperar nada de tantos falsos apóstoles, su emancipación social, política y económica debe ser obra del obrero mismo y esto se conseguirá mediante la unión que hace la fuerza, formando el partido de los explotados”.
El 22 de enero de 1899 se editó en Santiago el primer número del periódico “La Democracia”. Uno de sus fundadores y redactores era Recabarren. Ello marcó el inicio de su labor como creador y activista de la prensa obrera.
Desde el fin de la Guerra del Salitre el centro más importante del movimiento obrero se trasladó  desde el Norte Chico al Norte Grande.