Queridas compañeras.
queridos compañeros:
Adjuntamos los saludos y
exposiciones leídas en el acto en homenaje a los 102 años de Don Lucho
Corvalán.
Saludos fraternales,
Directorio CEILER
Convocada
por el CEILER, se vivió el jueves 13 de septiembre de 2018, una nueva jornada
memorable en el Salón Camilo Guzmán del ICHIL. Esta vez fue la celebración de los 102 años del
gran dirigente comunista chileno, Luis Corvalán Lépez.
El
acto, dirigido por el Secretario Ejecutivo del CEILER, Elías Pérez, se inició
con la presentación de la pareja Digna-Ángel del Club de Tango Sur, que deleitó
a la numerosa concurrencia bailando dos tangos, uno de ellos Sur, que era el
que más gustaba a Don Lucho.
En
el público que siguió con interés y emoción el desarrollo del evento, se
encontraban varios familiares del compañero Luis Corvalán, entre ellos sus
hijas Viviana y María Victoria, el nieto Diego, hijo de Luis Alberto Corvalán.
También
se destacó la presencia de Raúl Moraga, que fue secretario de don Lucho durante
la clandestinidad, y el abogado Ramón Vargas.
Después
de los tangos, el historiador y Vicepresidente del CEILER, Iván Ljubetic
Vargas, tuvo a su cargo la primera exposición.
El
conductor del acto leyó los saludos enviados por dos personalidades: del
abogado de los Derechos Humanos y miembro del Comité Central del Partido
Comunista de Chile, Eduardo Contreras, y del distinguido arquitecto,
recientemente galardonado con la medalla Luis Emilio Recabarren, Miguel Lawner.
Carlos
Jeldes, cantó dos bellas canciones, poniendo un sello de profunda emotividad y
siendo muy aplaudido.
María
Victoria Corvalán hizo breve saludo recordando a Camilo Guzmán y destacando el
rol el CEILER contra la invisibilidad de dirigentes comunistas.
Carlota
Espina, Presidenta del CEILER leyó un documentado trabajo enviado por David
Canales Úbeda, imposibilitado de asistir por problemas de salud.
Varias
personas pasaron a entregar breves testimonios sobre don Lucho: Alicia Alfaro,
Marisol Bernaldez, Raúl Moraga.
De
pronto, en forma sorpresiv, se escuchó desde el público una bella canción
cantada desde el público. Era Diego Corvalán, rindiendo homenaje a su abuelo.
Cerraron
el acto Víctor Seves y Rosario Castillo, que interpretaron históricas canciones
y acompañando al público cantando La Internacional.
Después,
la consabida confraternidad, acompañada de un refrogerio preparado por las
abnegadas directoras del CEILER.
Fue
un acto para no olvidar. Emotivo, con claro mensaje revolucionario, con tangos
y canciones combativas. Un merecido homenaje al mejor dirigente comunista
chileno, después de Luis Emilio Recabarren.
SALUDO DE EDUARDO CONTRERAS
SALUDO EN EL CUMPLEAÑOS DE DON LUIS CORVALAN LEPE
Estimadas compañeras y compañeros.
Estimadas y estimados representantes de su familia :
Conmemoran ustedes el aniversario 102 del nacimiento de don Luis
Corvalán Lepe, ex Secretario General del Partido Comunista de Chile, profesor y
ex Senador de la República por Ñuble, Concepción y Arauco
Permítanme desde la distancia
hacerles llegar este saludo de sincero aprecio por el festejado.
Luis Corvalán entra a la historia
como el dirigente más importante de los comunistas chilenos de todos los
tiempos. Fue él quien encabezó la dura y exitosa lucha por la unidad de las
fuerzas de izquierda de este país que nos llevó a apoyar la candidatura de
Salvador Allende en las 4 oportunidades en que lo fuera y hasta lograr su
triunfo.
Fue él quien dirigió al Partido en
las jornadas de solidaridad con Cuba, Viet Nam y otros pueblos en su lucha
antiimperialista. Fue él quien era nuestra máxima autoridad durante los
difíciles, hermosos e imborrables años del gobierno de la Unidad Popular. Años
más tarde sería él quien desde el exilio proclamara la política de la Rebelión
Popular sin la cual jamás se habría derrotado a la dictadura por más que
todavía haya quienes sostienen que a Pinochet se le venció con un lápiz y un
papel.
Le conocí en mi natal Chillán en los
años 60, recién ingresado al Partido, tuve el privilegio de disfrutar de su
amistad, de sus consejos, durante más de una década. Volvimos a encontrarnos
con él y la compañera Lily en Cuba cuando Fidel le recibió con honores de Jefe
de Estado ; luego sería en Moscú y más tarde en Chile. Fue un gran patriota, un
gran revolucionario, un gran internacionalista y en definitiva, un gran ser
humano.
Gracias a Ceiler por este recuerdo
indispensable. Honor y Gloria a uno de los más destacados dirigentes comunistas
a nivel internacional de nuestra época.
EDUARDO CONTRERAS. Miembro del C. Central del
PC de Chile
SALUDO DE MIGUEL LAWNER
SALUDO CON OCASIÓN DEL 102 NATALICIO DEL CAMARADA LUIS
CORVALÁN
Estimado Iván:
Imposibilitado de asistir al
aniversario del nacimiento del camarada Luis Corvalán, les hago llegar un
saludo fraternal en recuerdo de quién fue para mi un maestro ejemplar, un
defensor infatigable de los intereses populares, un tenaz constructor de la
unidad social y política de las fuerzas progresistas chilenas y un amigo
auténtico en las duras y en las maduras.
Recuerdo en esta ocasión, una de las
múltiples acciones tomadas por don Lucho, que retrata
fielmente sus altos valores éticos y morales.
Estábamos recluidos en Ritoque cuando
Radio Moscú anunció el 30 de Abril de 1974, que la Unión Soviética había
otorgado el Premio Lenin de la Paz a Luis Corvalán, distinción celebrada con
gran alegría por todos los prisioneros. Al día siguiente, yo hice un dibujo, en
recuerdo de dicha ocasión, suscrito por los camaradas del Partido que
permanecíamos confinados en dicho campo de concentración: Daniel Vergara,
Hernán Soto, Sergio Vúskovic, Jorge Montes y yo.
Años más tarde, al arribo de don
Lucho a Moscú, se materializó la entrega de ese premio, que incluía junto con
la medalla, la suma de veinticinco mil dólares. Corvalán resolvió remitir el
dinero a la Vicaría de la Solidaridad, a través del Consejo Mundial de
Iglesias, con el expreso deseo de que pudiera servir de modesta ayuda para la
atención de los familiares de los presos políticos.
Es oportuno recordar hoy este gesto,
cuando la actividad política está socavada ante la opinión pública, por tantos
actos de corrupción y de cohecho.
Les adjunto una imagen del dibujo que
sus camaradas suscribimos emocionados junto a don Lucho, en ese día histórico.
Miguel Lawner. 12.09.2018.
102 AÑOS DE DON LUCHO
Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
Hoy nos reunimos para celebrar los
102 años de un gran dirigente comunista chileno: Luis Corvalán Lépez.
Nació cuando la primavera ya se anunciaba, un 14 de septiembre de 1916, en
Pelluco, Puerto Montt. En 1921 su
familia se trasladó a Tomé. Allí ingresó al Partido Comunista.
Entre marzo de 1958 y mayo de 1989
ocupó la más alta responsabilidad en el Partido fundado por Luis Emilio
Recabarren.
Durante esos 31 años que fue su
Secretario General, el Partido Comunista de Chile tuvo una correcta línea
estratégica, una amplia política de alianzas y
se constituyó en factor decisivo en la unidad de las fuerzas
democráticas y populares.
El 9 de octubre de 1969 se fundó
la Unidad Popular. La constituyeron partidos marxistas: el Comunista y el
Socialista; colectividades socialdemócratas: el Partido Radical,
Socialdemócrata, la Acción Popular Independiente y un partido de raíz
cristiana, el MAPU.
Y fue precisamente, don Lucho Corvalán quien jugó un
rol decisivo en la constitución
de ésta, la hasta hoy, más amplia coalición de la izquierda chilena, como
también en la elaboración y aprobación
del Programa Básico del Gobierno Popular, del Pacto de Gobierno, donde se
establecieron las pautas por las cuales se regiría la administración de la
Unidad Popular, y del documento sobre el Estilo de la Campaña presidencial.
Entonces, como en los
momentos estelares de su período, Luis Corvalán supo actuar con sabiduría,
paciencia y enorme capacidad de aunar criterios.
Con Luis
Corvalán a la cabeza, los
comunistas entregaron una contribución
fundamental para alcanzar la histórica
victoria popular del 4 de septiembre de 1970, que abrió el camino para alcanzar
el gobierno presidido por Salvador
Allende.
El Gobierno Popular ha sido el más
patriota y progresista de nuestra historia. Hizo de Chile la gran minería del
cobre, del hierro y del salitre. Terminó con el latifundio; estatizó la banca y otras cien empresas que estaban en poder de la burguesía.
Creó el
área social de la economía, propiedad de todos los chilenos, formada por
187 empresas, que llegó a controlar el
33% de la producción nacional.
Se llevó
adelante una política exterior digna y soberana. Por ejemplo restableció
relaciones con Cuba a diez días de llegado Allende a La Moneda.
Todos estos cambios revolucionarios se
tradujeron en un mejoramiento de la vida de los trabajadores.
La cesantía disminuyó de un 6,3% a un 3%. Los
salarios, pensiones y montepíos aumentaron su poder adquisitivo en un 66%. El
salario mínimo tenía un poder de compra equivalente a 27,3 kilos de pan al día
(actualmente, alcanza para unos 6 kilos de pan diarios).
Se entregó previsión social a 725 mil
chilenos. Se crearon consultorios de salud en el campo y en los barrios. Hubo
avances en la educación pública y los profesores recibieron beneficios por
primera vez sin necesidad de protestas ni paros. Se establecieron becas para hijos de obreros, campesinos y
mapuches.
Se dio
medio litro de leche gratis diario a todos los niños hasta 15 años. Se
publicaron libros de la literatura nacional y mundial a precios muy bajos. Hubo
vacaciones populares.
Los trabajadores tuvieron participación
efectiva en la marcha del país. Ha sido el único gobierno con ministros
obreros.
Recordamos
estos hechos en momentos cuando la
derecha, expresión política de los intereses de la burguesía explotadora,
pretende aparecer como la campeona de la democracia y defensora de los derechos
humanos, cuando intenta negar sus crímenes y culpar a las fuerzas de izquierda
de estos.
La derecha mostró su “espíritu democrático” con el sangriento golpe fascista del 11 de septiembre de 1973,
que impuso una cruel dictadura cívico-militar, que barrió con toda democracia y
perpetró la brutal violación de los derechos humanos.
La derecha criolla y el imperialismo estadounidense destruyeron
la democracia en Chile, violaron los derechos humanos. Miles de patriotas fueron detenidos, torturados,
secuestrados, asesinados, exonerados y lanzados al exilio.
El compañero Presidente murió
combatiendo por la revolución chilena.
¡Honor y Gloria al gran
revolucionario Salvador Allende Gossens!
Luis Corvalán, desde las prisiones
fascistas mostró valentía y la confianza
en la victoria final. Una vez liberado gracias a la solidaridad internacional,
salió por el mundo dando a conocer los crímenes de la tiranía de Pinochet y
motivando la solidaridad con los que
combatían por la democracia en Chile.
El 3 de septiembre de 1980 Luis
Corvalán, en nombre del Partido Comunista, proclamó la Política de Rebelión
Popular de Masas.
El 20 de agosto de 1983, en plena
dictadura, don Lucho Corvalán ingresó clandestinamente al país.
Hoy, como ayer, reivindicamos el
uso de todas las formas de lucha contra la dictadura. Para aquellos que
pretenden justificar su anticomunismo reprochando la violencia revolucionaria
utilizada contra los agentes del terrorismo de estado, le recordamos el
siguiente hecho:
El 11 de julio de 1967, el
diario del gobierno “La Nación” reprodujo una declaración pública del Consejo
Nacional del PDC, en la que se dice textualmente:
“El Partido Demócrata Cristiano
sostiene la vía democrática como el mejor camino para el desarrollo de los
pueblos en su lucha contra todo imperialismo y por superar el atraso, la
explotación y la miseria. Admite, sin
embargo, conforme a sus principios, que en caso de gobiernos que desconocen los
derechos fundamentales de las personas y del pueblo, sin dejar salida
democrática posible, es legítimo defender esos derechos por la vía de la
insurrección armada. En ciertos casos, la
subversión es alentada y dirigida por cristianos de avanzada”.
Preguntamos, ¿no fue acaso la
dictadura de Pinochet un régimen que desconoció los derechos fundamentales de
las personas y del pueblo?
¿Habrá conocido esta declaración de
su partido el actual presidente de la DC , Fuad Chaín? Él, junto al timonel del
PR, Carlos Maldonado, junto con ignorar el aporte de las acciones desestabilizadoras contra la
dictadura, pretenden que ésta fue
derrotada sólo con un lápiz y un papel.
No se
puede tergiversar la historia, sobre todo cuando ha sido escrita con sangre de
heroicos combatientes antifascistas. Ignorar el aporte de quienes tuvieron el
valor de enfrentar, a través de todas las formas de lucha, el terrorismo de
estado es mala intención o desconocimiento total de lo ocurrido durante la dictadura.
Los comunistas estuvieron al frente de esos combates contra los criminales
agentes de la dictadura. También en las movilizaciones sociales, en las
jornadas de protesta, en los centros culturales, en las universidades.
Por otra
parte, no se puede negar la importancia del
plebiscito del 5 de octubre de 1988, en el cual participaron los
comunistas, con la consigna “No hasta Vencer”.
Pero, tampoco se puede ignorar
que formó parte de un plan concebido por el imperialismo para impedir una
salida de masas y democrática como se gestaba hacia 1986 y dar paso a una
salida pactada entre la Concertación y Pinochet, cuyas antidemocráticas
consecuencias sufrimos los chilenos hasta el día de hoy.
Permítanme hacer algunos breves recuerdos
personales sobre Don Lucho.
Lo ví por primera vez en una reunión
clandestina del Frente Propaganda en 1952, siendo yo miembro del Comité
Regional Santiago de la Juventudes Comunistas.
El primer discurso que le escuché
fue en los funerales del compañero Galo González, en marzo de 1958, en la Plazoleta del Cementerio General. Allí
habló en su calidad de nuevo Secretario General del Partido. Dijo desafiante:
“Hoy la ilegalidad del Partido Comunista ha terminado de hecho para siempre”.
En tres
ocasiones estuve con Don Lucho en Temuco. En una de ellas, se hospedó en
nuestra casa de calle Andrés Bello.
En el XVII Congreso Nacional del
Partido Comunista, realizado en octubre de 1965, en el cual fui elegido miembro
de la Presidencia, tuve la oportunidad de escuchar el Informe rendido por Don
Lucho, titulado “La clase obrera, centro la unidad y motor de los cambios
revolucionarios”. Repito el título para
que se nos grabe: “La clase obrera centro de la unidad y motor de los cambios
revolucionarios”.
El 11 de mayo de 1978, tuve un
emotivo encuentro con él en la ciudad de Bonn, en un acto organizado por el Comité de Solidaridad Antiimperialista de
la República Federal Alemana.
De pronto
se me acercó alguien a quien no ubicaba.
Me dijo: “¿No me saluda, compañero Iván?”.
Por su voz supe que era don Lucho.
Retornamos
con Marcia a nuestra patria el 23 de
octubre de 1990. Nos quedamos a vivir en Ñuñoa. Fue entonces cuando estrechamos
nuestra amistad con Don Lucho. Lo visité varias veces en San Bernardo. Siempre
me recibió muy fraternalmente, como lo hacía con todos los compañeros. Me ayudó
mucho cuando escribía ‘Don Reca’ y otros libros. Me entregaba informaciones y opiniones. Me prestó y regaló
folletos y libros suyos. Uno de estos
fue ‘Camino de Victoria’, que lo dedicó con hermosas palabras: “A mi viejo y
querido compañero Iván Ljubetic Vargas dejo en sus manos, ¡en buenas manos!
este ejemplar de un libro que recoge la posición y la experiencia del Partido
en un buen trecho de su vida. Luis Corvalán. San Bernardo, 11 de noviembre de 1998” .
Después se
trasladó a Ñuñoa. Seguí visitándolo. Cuando no lo hacía me invitaba a hacerlo.
Estuvimos juntos en muchos actos y reuniones. Siempre era de gran interés
escucharlo. Era uno de esos dirigentes, como quedan pocos, dedicados a
transmitir sus experiencias y conocimientos. Aprendí mucho de él. Fue un gran
maestro.
Cuando
tuve problemas con algunos dirigentes del Partido, él siempre me aconsejó
sabiamente. Fue muy solidario conmigo.
En julio
de 2010, pocos días antes su fallecimiento, fue la última vez que estuve con
él. Nos reunimos en su casa de calle Francisco Villagra junto con David Mc
Conell, para intercambiar opiniones sobre un libro que deseaba escribir. Lo noté muy cansado. Pero
jamás pensé que sería la última ocasión que estaríamos juntos físicamente.
Don Lucho
sigue junto a nosotros, con su fraternidad, con su sencillez y modestia, con
sus sabias enseñanzas, con su inquebrantable posición revolucionaria.
Celebramos
los 102 años del compañero Luis Corvalán, en momentos en que el imperialismo y
sus cómplices, la derecha de cada país, está en plena ofensiva por derrotar
todo gobierno progresista y reconquistar totalmente lo que considera su patio
trasero. Ofensiva que se manifiesta en la violenta arremetida contra la
Revolución Bolivariana en Venezuela, en las acciones terroristas en Nicaragua.
Y, no lo olvidemos, parte de la ofensiva imperialista fue el triunfo en Chile
de Piñera en las elecciones de diciembre de 2017 y su llegada a La Moneda.
Por eso,
hoy más que nunca adquieren vital actualidad los planteamientos de don Lucho,
como por ejemplo, esforzarnos seriamente para que la clase trabajadora sea el
centro de la unidad y el motor de los
cambios democráticos, forjar la más amplia política de alianzas y tener siempre
presente que el Partido fundado por Recabarren es un partido revolucionario.
A seguir
el ejemplo del compañero Luis Corvalán.
A levantar
las banderas de recabarrenistas que él
levantó.
¡Honor y
gloria al querido Don Lucho!