sábado, 22 de septiembre de 2018

CRÓNICA DE UN ACTO INOLVIDABLE (ADJUNTOS). 102 AÑOS DE DON LUCHO CORVALÁN








Queridas compañeras. queridos compañeros:

Adjuntamos los saludos y exposiciones leídas en el acto en homenaje a los 102 años de Don Lucho Corvalán.

Saludos fraternales,


Directorio CEILER




Convocada por el CEILER, se vivió el jueves 13 de septiembre de 2018, una nueva jornada memorable en el Salón Camilo Guzmán del ICHIL. Esta  vez fue la celebración de los 102 años del gran dirigente comunista chileno, Luis Corvalán Lépez.

El acto, dirigido por el Secretario Ejecutivo del CEILER, Elías Pérez, se inició con la presentación de la pareja Digna-Ángel del Club de Tango Sur, que deleitó a la numerosa concurrencia bailando dos tangos, uno de ellos Sur, que era el que más gustaba a Don Lucho.

En el público que siguió con interés y emoción el desarrollo del evento, se encontraban varios familiares del compañero Luis Corvalán, entre ellos sus hijas Viviana y María Victoria, el nieto Diego, hijo de Luis Alberto Corvalán.
También se destacó la presencia de Raúl Moraga, que fue secretario de don Lucho durante la clandestinidad, y el abogado Ramón Vargas.

Después de los tangos, el historiador y Vicepresidente del CEILER, Iván Ljubetic Vargas, tuvo a su cargo la primera exposición.

El conductor del acto leyó los saludos enviados por dos personalidades: del abogado de los Derechos Humanos y miembro del Comité Central del Partido Comunista de Chile, Eduardo Contreras, y del distinguido arquitecto, recientemente galardonado con la medalla Luis Emilio Recabarren, Miguel Lawner.

Carlos Jeldes, cantó dos bellas canciones, poniendo un sello de profunda emotividad y siendo muy aplaudido.

María Victoria Corvalán hizo breve saludo recordando a Camilo Guzmán y destacando el rol el CEILER contra la invisibilidad de dirigentes comunistas.

Carlota Espina, Presidenta del CEILER leyó un documentado trabajo enviado por David Canales Úbeda, imposibilitado de asistir por problemas de salud.
Varias personas pasaron a entregar breves testimonios sobre don Lucho: Alicia Alfaro, Marisol Bernaldez, Raúl Moraga.

De pronto, en forma sorpresiv, se escuchó desde el público una bella canción cantada desde el público. Era Diego Corvalán, rindiendo homenaje a su abuelo.
Cerraron el acto Víctor Seves y Rosario Castillo, que interpretaron históricas canciones y acompañando al público cantando La Internacional.

Después, la consabida confraternidad, acompañada de un refrogerio preparado por las abnegadas directoras del CEILER.

Fue un acto para no olvidar. Emotivo, con claro mensaje revolucionario, con tangos y canciones combativas. Un merecido homenaje al mejor dirigente comunista chileno, después de Luis Emilio Recabarren.






SALUDO DE EDUARDO CONTRERAS




Para CEILER


SALUDO EN EL CUMPLEAÑOS DE DON LUIS CORVALAN LEPE

Estimadas compañeras y compañeros. Estimadas y estimados representantes de su familia :
Conmemoran ustedes el  aniversario 102 del nacimiento de don Luis Corvalán Lepe, ex Secretario General del Partido Comunista de Chile, profesor y ex Senador de la República por Ñuble, Concepción y Arauco

Permítanme desde la distancia hacerles llegar este saludo de sincero aprecio por el festejado.

Luis Corvalán entra a la historia como el dirigente más importante de los comunistas chilenos de todos los tiempos. Fue él quien encabezó la dura y exitosa lucha por la unidad de las fuerzas de izquierda de este país que nos llevó a apoyar la candidatura de Salvador Allende en las 4 oportunidades en que lo fuera y hasta lograr su triunfo.

Fue él quien dirigió al Partido en las jornadas de solidaridad con Cuba, Viet Nam y otros pueblos en su lucha antiimperialista. Fue él quien era nuestra máxima autoridad durante los difíciles, hermosos e imborrables años del gobierno de la Unidad Popular. Años más tarde sería él quien desde el exilio proclamara la política de la Rebelión Popular sin la cual jamás se habría derrotado a la dictadura por más que todavía haya quienes sostienen que a Pinochet se le venció con un lápiz y un papel.

Le conocí en mi natal Chillán en los años 60, recién ingresado al Partido, tuve el privilegio de disfrutar de su amistad, de sus consejos, durante más de una década. Volvimos a encontrarnos con él y la compañera Lily en Cuba cuando Fidel le recibió con honores de Jefe de Estado ; luego sería en Moscú y más tarde en Chile. Fue un gran patriota, un gran revolucionario, un gran internacionalista y en definitiva, un gran ser humano.

Gracias a Ceiler por este recuerdo indispensable. Honor y Gloria a uno de los más destacados dirigentes comunistas a nivel internacional de nuestra época.


EDUARDO CONTRERAS. Miembro del C. Central del PC de Chile




SALUDO DE MIGUEL LAWNER





SALUDO CON OCASIÓN DEL 102 NATALICIO DEL CAMARADA LUIS CORVALÁN




Estimado Iván:

Imposibilitado de asistir al aniversario del nacimiento del camarada Luis Corvalán, les hago llegar un saludo fraternal en recuerdo de quién fue para mi un maestro ejemplar, un defensor infatigable de los intereses populares, un tenaz constructor de la unidad social y política de las fuerzas progresistas chilenas y un amigo auténtico en las duras y en las maduras.

Recuerdo en esta ocasión, una de las múltiples acciones tomadas por don Lucho, que retrata fielmente sus altos valores éticos y morales.

Estábamos recluidos en Ritoque cuando Radio Moscú anunció el 30 de Abril de 1974, que la Unión Soviética había otorgado el Premio Lenin de la Paz a Luis Corvalán, distinción celebrada con gran alegría por todos los prisioneros. Al día siguiente, yo hice un dibujo, en recuerdo de dicha ocasión, suscrito por los camaradas del Partido que permanecíamos confinados en dicho campo de concentración: Daniel Vergara, Hernán Soto, Sergio Vúskovic, Jorge Montes y yo.

Años más tarde, al arribo de don Lucho a Moscú, se materializó la entrega de ese premio, que incluía junto con la medalla, la suma de veinticinco mil dólares. Corvalán resolvió remitir el dinero a la Vicaría de la Solidaridad, a través del Consejo Mundial de Iglesias, con el expreso deseo de que pudiera servir de modesta ayuda para la atención de los familiares de los presos políticos.

Es oportuno recordar hoy este gesto, cuando la actividad política está socavada ante la opinión pública, por tantos actos de corrupción y de cohecho.

Les adjunto una imagen del dibujo que sus camaradas suscribimos emocionados junto a don Lucho, en ese día histórico.

Miguel Lawner. 12.09.2018. 










102 AÑOS DE  DON LUCHO






          Iván Ljubetic Vargas, historiador del
          Centro de Extensión e Investigación
          Luis Emilio Recabarren,  CEILER



Hoy nos reunimos para celebrar los 102 años de un gran dirigente comunista chileno: Luis Corvalán Lépez.

Nació cuando la primavera ya se anunciaba, un 14 de septiembre de 1916, en Pelluco,  Puerto Montt. En 1921 su familia se trasladó a Tomé. Allí ingresó al Partido Comunista.

Entre marzo de 1958 y mayo de 1989 ocupó la más alta responsabilidad en el Partido fundado por Luis Emilio Recabarren.

Durante esos 31 años que fue su Secretario General, el Partido Comunista de Chile tuvo una correcta línea estratégica, una amplia política de alianzas y  se constituyó en factor decisivo en la unidad de las fuerzas democráticas y populares.

El 9 de octubre de 1969 se fundó la Unidad Popular. La constituyeron partidos marxistas: el Comunista y el Socialista; colectividades socialdemócratas: el Partido Radical, Socialdemócrata, la Acción Popular Independiente y un partido de raíz cristiana, el MAPU.

Y fue precisamente,  don Lucho Corvalán quien  jugó un  rol decisivo en la  constitución de ésta, la hasta hoy, más amplia coalición de la izquierda chilena, como también  en la elaboración y aprobación del Programa Básico del Gobierno Popular, del Pacto de Gobierno, donde se establecieron las pautas por las cuales se regiría la administración de la Unidad Popular, y del documento sobre el Estilo de la Campaña presidencial.

Entonces, como en los momentos estelares de su período, Luis Corvalán supo actuar con sabiduría, paciencia y enorme capacidad de aunar criterios.

Con Luis Corvalán a la cabeza,  los comunistas  entregaron una contribución fundamental para alcanzar la  histórica victoria popular del 4 de septiembre de 1970, que abrió el camino para alcanzar el  gobierno presidido por Salvador Allende.

El Gobierno Popular ha sido el más patriota y progresista de nuestra historia. Hizo de Chile la gran minería del cobre, del hierro y del salitre. Terminó con el latifundio; estatizó la banca y otras cien empresas que estaban en  poder de la burguesía.

Creó el área social de la economía, propiedad de todos los chilenos, formada por 187  empresas, que llegó a controlar el 33% de la producción nacional.

Se llevó adelante una política exterior digna y soberana. Por ejemplo restableció relaciones con Cuba a diez días de llegado Allende a La Moneda.

Todos estos cambios revolucionarios se tradujeron en un mejoramiento de la vida de los trabajadores.

La cesantía disminuyó de un 6,3% a un 3%. Los salarios, pensiones y montepíos aumentaron su poder adquisitivo en un 66%. El salario mínimo tenía un poder de compra equivalente a 27,3 kilos de pan al día (actualmente, alcanza para unos 6 kilos de pan diarios).

Se entregó previsión social a 725 mil chilenos. Se crearon consultorios de salud en el campo y en los barrios. Hubo avances en la educación pública y los profesores recibieron beneficios por primera vez sin necesidad de protestas ni paros. Se establecieron  becas para hijos de obreros, campesinos y mapuches.

Se dio  medio litro de leche gratis diario a todos los niños hasta 15 años. Se publicaron libros de la literatura nacional y mundial a precios muy bajos. Hubo vacaciones populares.

Los trabajadores tuvieron participación efectiva en la marcha del país. Ha sido el único gobierno con ministros obreros.

Recordamos estos hechos en momentos  cuando la derecha, expresión política de los intereses de la burguesía explotadora, pretende aparecer como la campeona de la democracia y defensora de los derechos humanos, cuando intenta negar sus crímenes y culpar a las fuerzas de izquierda de estos.

La derecha mostró su “espíritu democrático” con el sangriento  golpe fascista del 11 de septiembre de 1973, que impuso una cruel dictadura cívico-militar, que barrió con toda democracia y perpetró la brutal violación de los derechos humanos.

La derecha criolla  y el imperialismo estadounidense destruyeron la democracia en Chile, violaron los derechos humanos. Miles  de patriotas fueron detenidos, torturados, secuestrados, asesinados, exonerados y lanzados al exilio.

El compañero Presidente murió combatiendo por la revolución chilena.

¡Honor y Gloria al gran revolucionario Salvador Allende Gossens!

Luis Corvalán, desde las prisiones fascistas mostró  valentía y la confianza en la victoria final. Una vez liberado gracias a la solidaridad internacional, salió por el mundo dando a conocer los crímenes de la tiranía de Pinochet y motivando la solidaridad con los  que combatían  por la democracia en Chile.

El 3 de septiembre de 1980 Luis Corvalán, en nombre del Partido Comunista, proclamó la Política de Rebelión Popular de Masas.

El 20 de agosto de 1983, en plena dictadura, don Lucho Corvalán ingresó clandestinamente al país.

Hoy, como ayer, reivindicamos el uso de todas las formas de lucha contra la dictadura. Para aquellos que pretenden justificar su anticomunismo reprochando la violencia revolucionaria utilizada contra los agentes del terrorismo de estado, le recordamos el siguiente  hecho:

El 11 de julio de 1967, el diario del gobierno “La Nación” reprodujo una declaración pública del Consejo Nacional del PDC, en la que se dice textualmente:

“El Partido Demócrata Cristiano sostiene la vía democrática como el mejor camino para el desarrollo de los pueblos en su lucha contra todo imperialismo y por superar el atraso, la explotación y la miseria.  Admite, sin embargo, conforme a sus principios, que en caso de gobiernos que desconocen los derechos fundamentales de las personas y del pueblo, sin dejar salida democrática posible, es legítimo defender esos derechos por la vía de la insurrección armada.  En ciertos casos, la subversión es alentada y dirigida por cristianos de avanzada”.

Preguntamos, ¿no fue acaso la dictadura de Pinochet un régimen que desconoció los derechos fundamentales de las personas y del pueblo?

¿Habrá conocido esta declaración de su partido el actual presidente de la DC , Fuad Chaín? Él, junto al timonel del PR, Carlos Maldonado, junto con ignorar el aporte de las  acciones desestabilizadoras contra la dictadura, pretenden que ésta fue derrotada sólo con un lápiz  y un papel.

No se puede tergiversar la historia, sobre todo cuando ha sido escrita con sangre de heroicos combatientes antifascistas. Ignorar el aporte de quienes tuvieron el valor de enfrentar, a través de todas las formas de lucha, el terrorismo de estado es mala intención o desconocimiento total de lo ocurrido durante la dictadura. Los comunistas estuvieron al frente de esos combates contra los criminales agentes de la dictadura. También en las movilizaciones sociales, en las jornadas de protesta, en los centros culturales, en las universidades.

Por otra parte, no se puede negar la importancia del  plebiscito del 5 de octubre de 1988, en el cual participaron los comunistas, con la consigna “No hasta Vencer”.  Pero, tampoco se  puede ignorar que formó parte de un plan concebido por el imperialismo para impedir una salida de masas y democrática como se gestaba hacia 1986 y dar paso a una salida pactada entre la Concertación y Pinochet, cuyas antidemocráticas consecuencias sufrimos los chilenos hasta el día de hoy.

Permítanme hacer algunos breves recuerdos personales sobre Don Lucho.

Lo ví por primera vez en una reunión clandestina del Frente Propaganda en 1952, siendo yo miembro del Comité Regional Santiago de la Juventudes Comunistas.

El primer discurso que le escuché fue en los funerales del compañero Galo González, en marzo de 1958, en la Plazoleta del Cementerio General. Allí habló en su calidad de nuevo Secretario General del Partido. Dijo desafiante: “Hoy la ilegalidad del Partido Comunista ha terminado de hecho para siempre”.

En tres ocasiones estuve con Don Lucho en Temuco. En una de ellas, se hospedó en nuestra casa de calle Andrés Bello.

En el XVII Congreso Nacional del Partido Comunista, realizado en octubre de 1965, en el cual fui elegido miembro de la Presidencia, tuve la oportunidad de escuchar el Informe rendido por Don Lucho, titulado “La clase obrera, centro la unidad y motor de los cambios revolucionarios”.  Repito el título para que se nos grabe: “La clase obrera centro de la unidad y motor de los cambios revolucionarios”.

El 11 de mayo de 1978, tuve un emotivo encuentro con él en la ciudad de Bonn, en un acto organizado por  el Comité de Solidaridad Antiimperialista de la República Federal Alemana.
Era mayo de 1989.  Hacía un mes que había viajado desde Alemania para participar en el XIX Congreso clandestino del Partido. Estábamos en  una gran casa cerca del Pacífico, en San Sebastián.

.Allí en un patio nos encontramos con muchos camaradas. Conversábamos alegremente. Trataba de reconocer a viejos amigos.

De pronto se me acercó alguien  a quien no ubicaba. Me dijo: “¿No me saluda, compañero Iván?”.  Por su voz supe que era don Lucho.

Retornamos con Marcia a nuestra patria  el 23 de octubre de 1990. Nos quedamos a vivir en Ñuñoa. Fue entonces cuando estrechamos nuestra amistad con Don Lucho. Lo visité varias veces en San Bernardo. Siempre me recibió muy fraternalmente, como lo hacía con todos los compañeros. Me ayudó mucho cuando escribía ‘Don Reca’ y otros libros. Me entregaba  informaciones y opiniones. Me prestó y regaló folletos y  libros suyos. Uno de estos fue ‘Camino de Victoria’, que lo dedicó con hermosas palabras: “A mi viejo y querido compañero Iván Ljubetic Vargas dejo en sus manos, ¡en buenas manos! este ejemplar de un libro que recoge la posición y la experiencia del Partido en un buen trecho de su vida. Luis Corvalán. San Bernardo, 11 de noviembre de 1998”.

Después se trasladó a Ñuñoa. Seguí visitándolo. Cuando no lo hacía me invitaba a hacerlo. Estuvimos juntos en muchos actos y reuniones. Siempre era de gran interés escucharlo. Era uno de esos dirigentes, como quedan pocos, dedicados a transmitir sus experiencias y conocimientos. Aprendí mucho de él. Fue un gran maestro.

Cuando tuve problemas con algunos dirigentes del Partido, él siempre me aconsejó sabiamente. Fue muy solidario conmigo.

En julio de 2010, pocos días antes su fallecimiento, fue la última vez que estuve con él. Nos reunimos en su casa de calle Francisco Villagra junto con David Mc Conell, para intercambiar opiniones sobre un libro que  deseaba escribir. Lo noté muy cansado. Pero jamás pensé que sería la última ocasión que estaríamos juntos físicamente.

Don Lucho sigue junto a nosotros, con su fraternidad, con su sencillez y modestia, con sus sabias enseñanzas, con su inquebrantable posición revolucionaria.

Celebramos los 102 años del compañero Luis Corvalán, en momentos en que el imperialismo y sus cómplices, la derecha de cada país, está en plena ofensiva por derrotar todo gobierno progresista y reconquistar totalmente lo que considera su patio trasero. Ofensiva que se manifiesta en la violenta arremetida contra la Revolución Bolivariana en Venezuela, en las acciones terroristas en Nicaragua. Y, no lo olvidemos, parte de la ofensiva imperialista fue el triunfo en Chile de Piñera en las elecciones de diciembre de 2017 y su llegada a La Moneda.

Por eso, hoy más que nunca adquieren vital actualidad los planteamientos de don Lucho, como por ejemplo, esforzarnos seriamente para que la clase trabajadora sea el centro de la unidad y el motor  de los cambios democráticos, forjar la más amplia política de alianzas y tener siempre presente que el Partido fundado por Recabarren es un partido revolucionario.

A seguir el ejemplo del compañero Luis Corvalán.

A levantar las banderas de recabarrenistas  que él levantó.

¡Honor y gloria  al  querido Don Lucho!