A
PROPÓSITO DE UN “MUSEO DE LA DEMOCRACIA”
(I)
ASÍ COMENZARON LOS “TIEMPOS MEJORES”
Iván
Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
Dicen
que la derecha se preparó durante seis años para el “retorno” al gobierno. Sebastián Piñera ganó la primera y segunda
vuelta en noviembre- diciembre de 2017 prometiendo “tiempos mejores”.
Piñera ha cumplido
cinco meses en La Moneda y su gobierno hace agua por todos lados.
Ofreció
rápido desarrollo económico: cierran importantes empresas y se producen
despidos masivos en Maersk, Copesa, Latam, Telefónica, Diario La Hora y en otras 15 empresas. Datos del Instituto
Nacional de Estadísticas, de fecha 19 de agosto de 2018, señalan que la cesantía
aumentó por cuarto mes consecutivo, alcanzando
el 7,2%. Crece la precarización laboral.
Durante
seis años Piñera buscó a sus ministros entre lo mejor que cuenta la derecha. Eligió
a los que más coincidían con sus principios.
Flor de Ministros.
El
ministro de Justicia, Hernán Larraín Fernández, de la UDI, se lanzó contra el poder judicial señalando
que”en Chile la mayoría de los jueces son de izquierda”.
El
Ministro de Educación, Gerardo Varela se ufanó el 17 de julio de 2018 que sus
hijos eran “unos campeones porque necesitan más de tres preservativos”. Se
lanzó contra las marchas estudiantiles.
El
16 de mayo ante la Comisión de Educación
del Senado calificó de “”pequeñas
humillaciones” las dificultades que tienen que vivir las mujeres en el
ámbito universitario. El 23 de julio, llamó a hacer “bingos” en los colegios
para mejorar sus infraestructuras.
El
Ministro de Salud, Emilio Santelices, cometió
garrafal error al entregar datos del VIH.
Se
conoció que dos ministros, el de
Relaciones Exteriores, Roberto Ampuero, y el de Cultura, Mauricio Rojas,
escribieron en 2015 el libro “Diálogo de conversos” donde este último señala:
“El Museo de la Memoria es un montaje cuyo propósito es impactar al
espectador, dejarlo atónito, impedirle
razonar, es una manipulación de la historia”.
Las declaraciones de los
ministros levantaron olas de indignación y de repudio en diversos sectores:
jueces, estudiantes, mujeres. Pero fue
el conocimiento de lo escrito por el “converso” Mauricio Rojas lo rebalsó el vaso. Las protestas se
multiplican. Miles y miles de personas se reúnen el 15 de agosto en la
explanada del Museo de la Memoria.
Y
Piñera debió sacar de su gabinete a dos
de sus ministros de élite: Mauricio Rojas (que es el director de contenidos y estrategia de la
Presidencia). Duró
4
días como ministro (de ellos sólo dos hábiles). El otro que salió volando fue
el ministro de los “bingos”, Gerardo Varela.
Por
otro lado Piñera tiene como
subsecretario de Redes Asistenciales al
doctor Luis Castillo, quien participó en el encubrimiento del magnicidio del ex
presidente, Eduardo Frei Montalva. Ello con el repudio de la Democracia
Cristiana.
.
Pero
los problemas de Piñera no sólo han sido
sus ministros. Los tiene también dentro la coalición derechista. Roces,
disputas, desacuerdos por pitutos, incluso por el tema de los derechos humanos.
En
medio de este caos de la derecha, Piñera no pierde la brújula. Saca a Mauricio
Rojas del Gabinete, pero como piensa
igual que él, propone crear el Museo de la Democracia, en un loco intento de
justificar los crímenes de la dictadura. Una contrapartida al Museo de la
Memoria. Una de los acostumbrados empates que tanto gustan a los reaccionarios.
Si respetaran
la verdad histórica, el proyecto
piñerista debería ser un “Mausoleo de la
Democracia”, donde estarían todos los crímenes perpetrados por la derecha
contra el pueblo chileno: la explotación de cada día, las masacres, las
mentiras de sus medios de comunicación, la falta de igualdad, los privilegios
mal adquiridos, etc.
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