Foto: Oscar Dante Conejeros Etcheverry
Carta a
Senadores de la República
Camila Vallejo Dowling
Señores Senadores de la República:
El día 8 de agosto sucedió en el Congreso Nacional un hecho vergonzoso.
Pese a la expresa solicitud argumentada por parte del movimiento estudiantil,
de rechazar un ajuste tributario regresivo, que sigue permitiendo que en Chile
las grandes empresas no paguen impuestos y que está orientado a financiar una
supuesta reforma educacional que simplemente mantiene la lógica mercantil,
privatizadora y segregadora del sistema educacional actual, altamente
cuestionado por una amplia mayoría del país, la derecha gracias a sectores de
la Concertación e Independientes, tuvo el primer triunfo en sacar adelante este
proyecto que constituye un engaño para la sociedad chilena y que le permitirá a
la derecha populista poder decir que están avanzado en resolver los problemas
de la desigualdad y la educación, siendo que en realidad su único interés es profundizarlos,
o al menos, mantenerlos.
Nos duele y avergüenza más aun debido al hecho que el día anterior habíamos
recibido una carta firmada por los jefes de bancada de seis partidos de la
oposición (PDC, PS, PRSD, PRI, PC y PPD) donde les decían a los estudiantes de
Chile que dichas bancadas de diputados “apoyan irrestrictamente la carta
entregada por las organizaciones estudiantiles” el día 28 de junio, donde
justamente el primer punto era un llamado a rechazar el ajuste tributario “pues
es injusto en sus formas de recaudación, fomenta la educación privada a través
de la profundización del financiamiento compartido, el mecanismo que ha
convertido al sistema educacional chileno en el más segregado del mundo. Esto,
además, va en detrimento de la educación pública y propone, con lo recaudado
profundizar la lógica de subsidio a la demanda, lo que constituye un beneficio
a la ganancia privada y un mal uso de recursos públicos”.
¿Cómo esperan los actores políticos recuperar la credibilidad si en menos
de 24 horas de suscribir un acuerdo le dan la espalda al primer punto
planteado?
¿Cómo espera la Concertación plantearse como una alternativa si, además de
haber administrado y profundizado por error, intención u omisión, el modelo por
más de 20 años, bajo la gestión de Piñera han estado permanentemente
disponibles para dar paso a las políticas que mantienen y profundizan el modelo
neo-liberal?
Es preciso ser rigurosos y no meter todos a un mismo saco. Muchos
diputados, evidenciaban una real frustración por no poder impedir que la
derecha siga con su agenda privatizadora y regresiva. Pero al final del día,
siempre son 4 o 5 votos los que marcan
la diferencia y terminan dándole la razón al mismo sector político. Aunque su
palabra esté plagada de buenas intenciones, su actuar legislativo se da dentro
de los parámetros y limitaciones ideológicas que impone la derecha. Desde ahí
ya podemos sentirnos derrotados.
Sabemos que existe un problema de modelo. Sabemos que una nueva
Constitución, nacida de un proceso democrático y participativo, podrá generar
en Chile un sistema político más democrático, donde la mayoría esté realmente
representada como mayoría y una minoría no pueda seguir teniendo secuestrada
las decisiones que a todos nos competen.
Pero no podemos conformarnos con identificar dicha necesidad y no actuar
consecuentemente con ello. Ya vivimos la vergüenza de que se rechazara el
informe de la comisión investigadora del lucro y creo que son ese tipo de
decisiones las que mantienen a la cámara de diputados con un 76% de
desaprobación ciudadana y a la de senadores con un 73% según los últimos datos
que nos entrega la encuesta ADIMARK, máximos históricos de rechazo al
parlamento según dicho estudio.
Chile ya tuvo un dictador que se empecinó en desprestigiar la política como
estrategia para entregárselo todo al mercado. El sistema político debe
relegitimarse. Es una base sustancial de la institucionalidad democrática.
Sabemos que ese camino es largo, pero un primer paso es impedir que el proyecto
de ajuste tributario se materialice, impedir que la derecha le meta el dedo en
la boca a los millones de chilenos que el 2011 se movilizaron, marcharon,
tocaron las cacerolas y cuestionaron una educación y un modelo de crecimiento
reproductor de desigualdad, que en cada detalle privilegia siempre a los más
ricos.
Es por eso que, como una ciudadana más y como dirigente estudiantil, les
pido que rechacen este proyecto de ley tan perjudicial para los anhelos de una
educación pública, gratuita y de calidad y de una sociedad menos desigual.
La oposición tiene mayoría en la Cámara Alta. Solo la división interna le
terminará dando el triunfo a la derecha. La ciudadanía no verá este rechazo
como una acción permanente de negarle la sal y el agua a este Gobierno (por que
por cierto, el parlamento han estado muy lejos de aquello) sino como una justa
acción de mayoría que dice que si queremos que el Estado perciba más ingresos,
esto debe ser a través de una reforma estructural y no cosmética; que si
queremos reformas a la educación es para hacerla de calidad e integradora en
todos sus niveles y accesible para todos los ciudadanos, fortaleciendo la
educación pública; y que los ciudadanos no estamos disponibles para más
pirotecnia comunicacional ni montajes por parte del Gobierno.
Chile debe ser distinto y debe ser distinto a partir de ahora. No esperen
confianza del pueblo para las elecciones si es que no se realizaron de manera
previa las acciones que evidencien una real voluntad de hacer las
transformaciones estructurales que Chile necesita. El ajuste tributario
representa el deseo del Gobierno de propiciarle una derrota a un movimiento
estudiantil, de acallar el despertar de los movimientos sociales, esperamos no
sean parte del cumplimiento de ese espurio anhelo.
Fuente: Blog de Camila Vallejo Dowling