LUCHA
ANTIFASCISTA
EL 8 DE
MARZO DE 1978 EN CHILE
Por Iris Largo
No puede haber revolución socialista
si la inmensa mayoría de las mujeres
trabajadoras no participa en ella en
grado considerable.
LENIN
Pinochet y su Junta pensaron que dictando decretos, torturando, violando,
asesinando y sometiendo al pueblo chileno a la mas patética situación de
miseria que jamás ha vivido, podrían aplastarlo. Creyeron también que podrían
doblegar a la mujer chilena y trataron de destruirle incluso la felicidad de la
maternidad, y creyeron que por medio de una disposición leqal podrían hacer
desaparecer el 8 de Marzo -Día Internacional de la Mujer- y dispusieron que el
Día de la Mujer (nada de "internacional") sería el 2 de diciembre,
aniversario de la grotesca "marcha de las cacerolas".
¿Y que pasó en nuestra patria el 8 de marzo?
Ese día, las mujeres chilenas -al igual que millones de mujeres progresistas
del mundo entero- sintieron renacer los anhelos de paz, de felicidad para los
niños, de una vida plena para los jóvenes. Y un acto grandioso fue expresión de
lo que quiere y de lo que es capaz la mujer chilena.
Desde una semana antes se rindió homenaje al Día Internacional de la Mujer.
Sindicatos, pobladores, estudiantes, bolsas de cesantes, familiares de los
detenidos políticos desaparecidos, profesionales, obreras, empleadas de
servicios públicos, mujeres de todos los sectores estuvieron presentes en los
diferentes actos y hubo volantes, tarjetas de saludo, afiches con el rostro de
una mujer llamando al acto, páginas de los boletines informativos de algunas
organizaciones sindicales dedicadas al 8 de marzo, etc.
La propia prensa oficialista, como la revista "Qué Pasa", informó
que "algunas instituciones, entre ellas varios colegios, han estado
celebrando la última semana el Día Internacional de la Mujer". Y otros órganos
informativos como radios, "El Mercurio", la revista "Hoy"
se refirieron al acto del día 8.
Formando parte de esta recordación dentro de
la patria llegaba el eco de lo que las mujeres chilenas hacían en el exterior
con motivo del 8 de marzo. Las emisiones de "Escucha Chile",
"Radio Magallanes", Radio Berlín Internacional, Radio Praga, Radio
Sofía, Radio Budapest y Radio La Habana, dedicaban programas especiales
destacando la dignidad, la valentía y el ánimo de combate con que enfrenta la
mujer chilena a la dictadura fascista e informaban de las diversas actividades
de las miles de mujeres que han tenido que dejar su tierra y que entregan la
mayor parte de sus energías a las tareas de la solidaridad. En París, la
Comisión femenina da la Unidad Popular daba a conocer, en un gran mitin, un
mensaje destacando el valor de las mujeres en Chile y rindiendo homenaje a la
entereza y coraje conque las mujeres familiares de patriotas desaparecidos
emprenden mil iniciativas para arrancar de la dictadura la verdad acerca de
esos seres queridos.
Y mientras desde Valparaíso un grupo de
mujeres hacia llegar un sentido y fraternal saludo a Hortensia Bussi de
Allende, desde Londres las mujeres enviaban saludos a través de las radios a
las mujeres en Chile. Y en Caracas, en el Primer Congreso Internacional de
Mujeres Abogadas se rendía homenaje a la mujer chilena y se emitía un voto de
apoyo en su lucha por los patriotas desaparecidos, en tanto que en Moscú se
entregaban saludos y se buscaban iniciativas de apoyo a la lucha de la mujer y
en Roma las chilenas eran recibidas por un grupo de parlamentarios que expresaban
su solidaridad con las exiliadas chilenas y ofrecían decidido apoyo en la
búsqueda de los patriotas desaparecidos. Hasta la propia revista
"Ercilla" acusaba recibo y transcribía el texto de tarjetas de saludo
enviadas a Chile por las chilenas exiliadas en Yugoslavia.
En Chile y en los más diversos rincones de la
tierra, el 8 de marro, las mujeres chilenas se aunaban en los mismos anhelos de
recuperar la paz, la libertad, de poder luchar dentro de la patria por sus derechos
y por el derecho de los niños chilenos de conocer también la auténtica alegría
de la infancia.
8 de marzo -
Acto - Caupolicán - 8 de marzo - Acto - Caupolicán -
Las 4 de la tarde en Santiago. Hay ansiedad
en las primeras mujeres que avanzan caminando con cierta timidez por la calle
San Diego para "echar una miradita" ("¡ Tanto tiempo que no veniamos al
Caupolicán! ¿Lo llenaremos? ¿Cómo nos irá a ir?"). La ansiedad inicial y
la cierta timidez desaparecen rápidamente al ver que son muchas, muchísimas,
las mujeres que van llegando. Tantas que ya a las 5 de la tarde hay que dar la
orden de cerrar la entrada a la platea. Asombro de las que van llegando luego.
("¡Cómo,
si el acto empieza a las 6! ¡ Cómo no vamos a poder entrar en la platea! ¡ Por algo nos vinimos una hora
antes!"). Y siguen llegando centenares de mujeres: las familiares de
presos desaparecidos con la foto del ser querido colgando del pecho; las
esposas de los cesantes: "Aquí presentes los trabajadores cesantes";
grupos de mujeres de diversos sectores con distintivos diferentes: una paloma,
una rosa, una flor roja. Algunas con carteles. "Basta de alzas". Y
distintivos y flores y colores y consignas y las últimas tibiezas del verano y
tanto inesperado encuentro van creando dentro del Teatro Caupolicán un ambiente
cargado de emoción, de alegría, entusiasmo, optimismo. La emoción del reencuentro
tanto tiempo esperado. En tanto colores y emociones van entremezclándose, un
cartel grande se extiende a lo largo de la galería: "Saludamos al Día
Internacional de la Mujer".
Comienzan a leerse los saludos que llegan.
("Son tantos. Mejor no los leamos enteros"). La CEPCH, la Sociedad de
Escritores, sindicatos, escuelas. Y son tantos que la lectura de sus textos
tiene que suprimirse del todo para poder mencionar los nombres de las 50
organizaciones, colegios profesionales, centros de madres, escuelas, etc.
largamente ovacionados.
Se da comienzo a la primera parte del acto
artísticos- "La Misa Criolla", el Illapu que es aplaudido hasta con
los pies; un cantante de la Ranquil. Luego se presenta el conjunto de
Familiares de Presos Desaparecidos que canta y anima una cueca bailada por una
mujer sola. La cueca de nuestro pueblo, canto de fe y de alegría, de amor y de
esperanza, bailada por esa mujer sola se convirtió en protesta, en rebeldía, en
decisión agresiva de seguir luchando por el ser querido y, sobre todo, en
expresión de tenacidad y firmeza revolucionaría. ("No importa que no estés
bailando conmigo, compañero de mi vida. Porque siempre estas. Estas en mi
lecho. Estás en la mirada interrogante de mi hijo cuando pareciera que una
lagrima se me va a escapar y, sobre todo, estás muy dentro de la inmensa, de la
inquebrantable necesidad de seguir luchando hasta que desaparezca la desgracia
que se nos vino encima"). Esa cueca hizo correr incontenibles las lágrimas
e hizo también reafirmarse la alegría y la decisión de seguir luchando.
Luego, dirigentes de diferentes organizaciones
sindicales que llegaron a saludar a las mujeres, entregando un ramillete de
flores a cada una de las delegadas femeninas que ocupaban el presidium. Cuando
subieron los dirigentes sindicales fueron muy aplaudidos. Entre otros estaban
representantes de la Federación Textil, de la Construcción, Metalúrgicos, Confederación
Campesina e Indígena "Ranquil", Asociación Nacional de Pensionados,
Federación Provincial Campesina "Eduardo Frei", Confederación
Campesina "Triunfo Campesino". Anteriormente, al ser anunciadas las
delegadas femeninas de las diferentes organizaciones y mencionarse la
Federación Provincial Campesina "Eduardo Freí" un comienzo de
silbatina que hizo enrojecer a su delegada, fue acallado de inmediato por el
grito espontáneo de "Unídad", "Unidad", "Unidad"
que las casi 8 mil personas que llenaban el teatro corearon de pie.
Antes de la única intervención programada, la
dirigente sindical Georgina Aceituno, visiblemente emocionada, entregó un
combativo saludo al acto dedicándolo a su madre que murió mientras ella estaba
relegada. El teatro entero estuvo con ella en su emoción.
Y mientras los animadores anunciaban nuevos
saludos llegados al Teatro, el público que había divisado, perdida en la
multitud, a Matilde Urrutia comenzó a gritar su nombre pidiéndole que hablara.
Matilde, a cuyo amor cantara el poeta en sus versos y a quien dijera.
"Eres del pobre Sur, de donde viene mi alma:/ en su cielo tu madre sigue
lavando ropa / con mi madre. Por eso te escogí, compañera". Matilde subió,
paso a paso, al escenario y entregó un breve y emocionado saludo diciendo que
si Pablo Neruda viviera estaría en la primera fila del teatro saludando a la
mujer chilena y llamando a la más amplia unidad de los chilenos por la
reconquista da la libertad. Cuando terminó de hablar, se levantó como un clamor
el nombre de "Neruda", "Neruda", "Neruda", que
todo el teatro, de pie, gritaba con la misma desbordante emoción con que lo
acompañó por las calles de Santiago aquel sombrío martes 25 de septiembre de
1973.
Aida Moreno, la Secretaria del Sindicato de
Empleadas de Casas Particulares, organizador del acto, recordó en su
intervención la participación que le ha correspondido a la mujer chilena en el
desarrollo político, cultural y social del país. Hizo un recuento de cómo
empezó esa participación, liberándose de los prejuicios y discriminaciones que
la ataban y de cómo logró organizarse llegando a partícipar activamente en la
vida nacional. Se refirió a las conquistas que había conseguido la mujer
partiendo del primer jardín infantil y de cómo ahora tiene que enfrentar, en
primer lugar, la cesantía con sus secuelas de hambre y desnutrición para los
niños. Dio a conocer cómo han desaparecido las salas cunas y cómo ha ido
recrudeciendo la discriminación contra la mujer. Habló Aída Moreno de la
pérdida de las libertades sindicales detallando el significado del decreto 198
y de la violación de las libertades individuales denunciando con fuerza el
dramático problema de los seres queridos desaparecidos y enfáticamente seña1ó
que las mujeres están resueltas a no encontrarse el próximo año en la misma
situación de no saber de sus esposos, novios, hermanos, padres desaparecidos.
Llamó, finalmente, con decisión, a la unidad de todos contra la represión y el
hambre. La unidad, factor fundamental de la victoria.
Luego vino la segunda parte del programa
artístico: el Piojo Salinas, Nano Acevedo, Jorge Yañez, para nombrar a algunos
de los que lograron actuar, ya que fueron numerosos los que no alcanzaron a hacerlo.
La música y las canciones de Violeta Parra animaron y alegraron, entre otros
temas, ese combativo encuentro.
A las 11 de la noche termina el acto. (¿Cómo
se pasaron las horas?). A medida que sale la gente, peso a peso va entregando
su ayuda para la resistencia, pero, antes de irse lanza una última mirada al
teatro, al telón de fondo y se vuelve a llenar de esperanzas el corazón; qué
bien quedaron en ese telón de fondo la paloma que simboliza la paz a la que aspiran
los pueblos de la tierra; el signo de la igualdad que queremos conseguir y el
símbolo femenino de la fecundidad que engendra la vida que tenemos. Vida tan
pobre ahora. Vida que volverá a ser plena y feliz cuando en Chile sea aplastado
el fascismo y comience a estructurarse la nueva vida.
Publicado
en:
Boletín
del Exterior Partido Comunista de Chile Nº29
mayo
- junio 1978 - páginas 57 - 61