miércoles, 5 de marzo de 2025

GLADYS MARÍN MILLIE

 



El día 6 de marzo del año 2005, nos dejó fisicamente la compañera Gladys Marín Millie. Son 20 años de su partida fisica, pero su presencia siempre acompaña las luchas del pueblo chileno, la consigna “Lucha como Gladys” fue bandera de lucha en los días de la revuelta popular de octubre de 2019. 

Hoy la recordamos entregandoles  a las lectoras y lectores del Boletín Rojo, un escrito del compañero historiador Iván Ljubetic Vargas.

 


                                                         Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                                         Centro de Extensión e Investigación

                                                         Luis Emilio Recabarren, CEILER


 


 

FUE  UN DOMINGO EN QUE NO BRILLÓ EL SOL

Con su proverbial valor, Gladys libró la batalla contra el cáncer hasta sus últimas fuerzas, rodeada del cariño de millones de demócratas de toda la tierra.

Falleció a la una de la mañana del domingo 6 de marzo de 2005 en su casa de Lo Cañas ubicada en la comuna de La Florida, Santiago.  Sus restos fueron trasladados, entre  una impresionante cadena humana que se extendió desde su hogar al ex Congreso Nacional. Allí tuvo lugar un multitudinario velatorio. Miles y miles de personas llegaron a rendirle homenaje. El Gobierno decreto dos días de duelo oficial. Un periódico la llamó “la roja de todos”.

Y el 8 de marzo de 2005, en el Día Internacional de la Mujer, cientos de miles de personas, en la hasta ahora más grande despedida, la acompañaron con rojas banderas, cantos de lucha, consignas revolucionarias y muchas flores.

 

SUS INICIOS

Gladys Marín Millie  había nacido en Curepto, el 16 de julio de 1941. Su madre, Adriana Millie, era  maestra primaria. Su padre, Heraclio Marín,  campesino.

Pronto el padre abandonó la familia y doña Adriana debió hacerse cargo de sus cuatro hijas.

En 1945 la familia se trasladó a la localidad de Sarmiento;  después a Talagante. En esa ciudad, Gladys asistió a la escuela primaria y participó en organizaciones cristianas,  llegando a ser Presidenta de la Acción Católica.

La enseñanza media la recibió en el Liceo N.º 5 de Santiago. Ingresó a la Escuela Normal N.º 2 de Santiago. Se distinguió entre el alumnado por sus cualidades de líder, siendo elegida Presidenta de la Federación de Estudiantes Normalistas.

 

SE INCORPORA A LAS JUVENTUDES COMUNISTAS

En 1957 se tituló como profesora. Ese mismo año ingresó a la Juventudes Comunistas.  Ejerció como maestra en la Escuela N.º 130 para niños con deficiencias mentales, que funcionaba al interior del Hospital Psiquiátrico, en la avenida Santos Dumont.

 

CUANDO LA CONOCÍ

Fue en el IV Congreso Nacional de las Juventudes Comunistas de Chile, realizado en Santiago entre el 20 y el 23 de febrero de 1960.

El sábado 20 se inauguró con un gran acto  en el Parque  Bustamante, junto al monumento de Manuel Rodríguez. Este comenzó con un hermoso festival folklórico, cuya figura central fue Violeta Parra.

En la mañana del domingo 21, con gran despliegue y combatividad, cientos de jóvenes venidos de todas las provincias y muchos de la capital, nos congregamos en el Teatro Balmaceda para escuchar el Informe Central, rendido por el compañero Manuel Cantero.

Finalizado éste,  se anunció que, en nombre del Partido, hablaría el miembro de su CC, Juan Vargas Puebla. Entonces, nos pusimos de pie y cantamos La Internacional.

 

El Congreso continuó por la tarde con una asamblea plenaria en la  sede del CC del Partido, en Teatinos 416. Después los 134 delegados nos dividimos en cinco comisiones y nos fuimos a sesionar en el local de la FECH. Proseguimos el lunes 22 con  el trabajo de comisiones.

En el último día,  martes 23 de febrero,  hubo votaciones para designar  el Comité Central. Resulté reelegido.  Éramos 25 miembros, entre ellos, cuatro compañeras. Una de ellas era Gladys Marín, a quien conocí  en ese, para mí, inolvidable evento juvenil.  Al constituirse el nuevo Comité Central,  elegimos a Mario Zamorano como secretario general.

Finalizó el evento con la intervención de  Juan Vargas Puebla en nombre  del Comité Central del Partido Comunista de Chile.

 



SECRETARIA GENERAL DE LAS JJ CC

En 1963, se casó con Jorge Muñoz Poutays, entonces estudiante de Ingeniería, a quien había conocido en 1959 Tuvieron dos hijos: Rodrigo y Álvaro. 

En 1965, tuvo lugar la VI Conferencia Nacional de las Juventudes Comunistas. El Secretario General Mario Zamorano fue promovido al Partido. Gladys Marín pasó a ser la máxima autoridad de las JJ CC. 

En ese mismo año fue elegida diputada comunista  por el Segundo Distrito de Santiago, que estaba formado por entonces por las comunas de Renca, Conchalí, Recoleta, Independencia, Colina. Tiltil, Talagante, Curacaví, Quinta Normal y Barrancas (actual Pudahuel). Gladys tenía por entonces 23 años de edad.




En 1966 se desarrolló el V Congreso Nacional de las JJ CC, y en 1969 el VI Congreso. En ambos, Gladys Marín fue reelegida Secretaria General.

 

REELEGIDA DIPUTADA COMUNISTA POR  TERCERA VEZ

En las elecciones parlamentarias 1969 volvió a ser electa diputada por el Segundo Distrito.

En 1972 en el VII Congreso de las Juventudes Comunistas de Chile, nuevamente Gladys Marín resultó reelegida Secretaria General.

 

En marzo de 1973 se  efectuaron  importantes elecciones parlamentarias en las que la posición pretendía obtener una contundente victoria y poder derrocar constitucionalmente al Presidente Allende. No lo lograron. Gladys Marín, por tercera vez postuló en el Segundo Distrito y salió elegida con una alta votación, ejerciendo ese cargo hasta el golpe fascista.


 


EXILIO Y RETORNO CLANDESTINO

Luego del golpe fascista del 11 de septiembre de 1973, contra su voluntad y acatando  instrucciones de su  Partido, se asiló en la Embajada de Holanda, donde permaneció ocho meses  y  luego salió al exilio.   Jorge Muñoz, su compañero, quedó en Chile. En  diciembre de 1976 fue detenido por agentes de Pinochet y hasta hoy forma parte de la lista de  patriotas detenidos-desaparecidos.

En enero de 1978 tuvo lugar en Budapest (Hungría) un Pleno del Comité Central de las Juventudes Comunistas de Chile. Informó Gladys Marín, que ese mismo año retornó  clandestinamente a la patria. Con audacia y valor luchó contra la dictadura.  Encabezó la dirección interna del Partido hasta el XIX Congreso clandestino,  realizado en San Sebastián en mayo de 1989. Fue una de las combatientes  que, de verdad, contribuyeron a que terminara la noche del terrorismo de Estado.

En marzo de 1990 finalizó la dictadura.

 

EN EL XVI CONGRESO METROPOLITANO

En Julio  de 1994 se desarrolló el Congreso Regional Metropolitano. Tanto en la Comisión en que participé, como en la plenaria final, enfaticé en la necesidad de llevar la proposición de cambiar la enumeración de los Congresos Nacionales del Partido y que el XVI se convirtiera en el XX.

Ocurrió que, terminada la sesión plenaria, me  encontré  con los miembros de la Comisión redactora de las conclusiones del Congreso Regional, que  me dijeron que no iba mi proposición, porque ello no había quedado claro como una resolución. Estábamos en esa discusión cuando pasó la compañera Gladys. Le expliqué de lo que se trataba y ella dijo: “Iván tiene razón, la proposición que él hizo fue aprobada. Debe ir  en las resoluciones del Congreso Regional”.

 

EL CONGRESO QUE SE INICIÓ COMO EL XVI

Mi propuesta, apoyada por la compañera Gladys Marín, se incorporó al Informe entregado el 11 de agosto de 1994 por el compañero  Volodia Teitelboim, secretario general del Partido, ante el XVI Congreso Nacional del Partido Comunista. En él  planteó:

“Después del XV Congreso, tras el análisis de su historia, se resolvió establecer como fecha de fundación de nuestro Partido el 4 de junio de 1912. Tomando en cuenta los Congresos nacionales realizados por el Partido Obrero Socialista, queremos proponer a esta magna reunión que este XVI Congreso pase a llamarse el XX Congreso del Partido fundado por Recabarren, del Partido Comunista. Corresponde pronunciarse democráticamente sobre   esta proposición”.

Fue aprobada por unanimidad. Así, este evento partidario, iniciado con el  número XVI, finalizó como el XX Congreso del Partido Comunista de Chile.

 

SECRETARIA GENERAL DEL PARTIDO COMUNISTA

En ese Congreso, se eligió un nuevo Comité Central, que designó a Gladys Marín  Secretaria General del Partido.

En las elecciones parlamentarias de 1997 fue presentada como candidata al Senado por la VII Circunscripción Santiago Oriente. Obtuvo 174.780 votos, el 15,69%, que correspondió a la cuarta mayoría nacional. Pero no fue elegida. Lo impidió la nueva ley maldita, el  sistema binominal,  impuesto por la dictadura.

En octubre de 1998 tuvo lugar el XXI Congreso del PC. Fue reelegida Secretaria General.

 

LA PRIMERA QUERELLA CONTRA PINOCHET

Gladys Marín fue una incansable luchadora por los derechos humanos. El 12 de enero de 1998 interpuso, junto con el Eduardo Contreras,   la primera querella contra el exdictador Augusto Pinochet.

Eduardo Contreras recuerda los hechos: “Nosotros llegamos con mucho ímpetu, pero tuvimos que pararnos y hacer cola”.

Y agrega: “Nos paramos un rato, 5 o 10 minutos, hasta que llegó el momento en que Gladys pudo acceder al mesón y a presentar el escrito. Lo timbraron, nos miramos todos, no había prensa, nos dimos vuelta y nos fuimos”.

 


Una foto histórica: El abogado Eduardo Contreras, Gladys Marín, acompañados de Guillermo Scherping,  Ercides  Martínez y Daniel Núñez, presentan la primera querella contra Pinochet.

 

CANDIDATURA  PRESIDENCIAL 

En las elecciones presidenciales  del domingo 12 de diciembre de 1999 el Partido Comunista  llevó como candidata  a Gladys Marín. Gladys obtuvo el 3.19% de los votos válidamente emitidos.

Fue uno de los cinco candidatos de sus filas que el Partido  Comunista de Chile postuló en las 19 elecciones presidenciales en que ha participado. En las otras 14 ocasiones trabajó y votó por candidatos independientes, militantes socialistas, radicales, democratacristiano y humanista. 

En 1999, siendo Gladys Marín candidata a la Presidencia de la República del Partido Comunista de Chile, planteó en su Programa. “I.- Construir un Nuevo Estado Democrático.- Un nuevo Estado democrático debe surgir de un Plebiscito que derogue la Constitución de 1980 y convoque a una Asamblea Constituyente que elabore una Constitución. El proyecto de allí surgido deberá, a su vez, ser sometido a Plebiscito” (Proyecto de Izquierda. Chile de Verdad. Candidatura Presidencial Gladys  Marín. Santiago- Chile 1999) 

 

PRESIDENTA DEL PARTIDO COMUNISTA

En el XXII Congreso realizado en Santiago del 31 de octubre al 3 de noviembre de 2002 pasó a ocupar el cargo de Presidenta del Partido Comunista. La primera mujer en tener ese honor.

 


SU LUCHA CONTRA LA MALDITA  ENFERMEDAD





El 25 de septiembre de 2003 fue internada en una clínica de Santiago. Se le diagnosticó cáncer cerebral. El 1 de octubre viajó a Estocolmo (Suecia) para ser intervenida en la Clínica Karoliska. El 19 de octubre llegó a La Habana (Cuba)  para iniciar un proceso de rehabilitación dispuesto por su amigo personal,  Fidel Castro.  En el 2004, aun permaneciendo  en ese país, fue nuevamente operada de una necrosis de tejidos.

En octubre de 2004 volvió a Chile. El 7 de noviembre   regresó a Cuba para retornar a Chile un mes después.


Fue condecorada por Fidel Castro con la Orden José Martí en La Habana el viernes 12 de marzo de 2004

 

EMOTIVO RECIBIMIENTO EN SANTIAGO

A las seis de la mañana del domingo 14 de marzo de 2004 aterrizó en el Aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago el avión en venía desde Cuba, Gladys Marín, luego de permanecer cinco meses de tratamiento en la Isla. Llegó con un ramo de flores en sus manos y un rojo pañuelo cubriéndole la cabeza. Feliz se dirigió a los cientos de personas que la esperaban y dijo: “Estoy muy emocionada con el apoyo que me ha dado mi pueblo”.


UN DOMINGO EN QUE NO BRILLÓ EL SOL 

Con su proverbial valor, Gladys libró la batalla contra el cáncer hasta sus últimas fuerzas, rodeada del cariño de millones de demócratas de toda la tierra. 

Falleció a la una de la mañana del domingo 6 de marzo de 2005 en su casa de Lo Cañas ubicada en la comuna de La Florida, Santiago.  Sus restos fueron trasladados, entre  una impresionante cadena humana que se extendió desde su hogar al ex Congreso Nacional. Allí tuvo lugar un multitudinario velatorio. Miles y miles de personas llegaron a rendirle homenaje. El Gobierno decreto dos días de duelo oficial. Un periódico la llamó “la roja de todos”




LA MÁS MULTITUDINARIA  DESPEDIDA HASTA HOY

Miles y miles de chilenos la sintieron suya. Por eso, esa multitud de gente sencilla y de personalidades, que le tributaron  el 8 de marzo de 2005 la más masiva despedida conocida hasta hoy en Chile.

Gladys Marín Millie,  maestra primaria,   entregó sus  lecciones de valor, heroísmo, consecuencia y claridad política,  a una escuela multitudinaria, cuyos alumnos  son aquellos que, siguiendo su ejemplo, construirán el Chile del mañana.

 





RECONOCIMIENTOS 

Fue condecorada con la Medalla "Centenario de Lenin" en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

Recibió la Medalla Augusto César Sandino dada por el Movimiento Sandinista 

Le fue otorgada la Medalla Luis Emilio Recabarren, la más alta distinción del Partido Comunista de Chile.

El 12 de marzo de 2004, fue condecorada por el Presidente cubano Fidel Castro con la orden José Martí, la más alta distinción que concede el Estado cubano a personalidades extranjeras destacadas.

La Ley N.  20.852, publicada el 24 de julio de 2015, autorizó a erigir un monumento en su memoria.

 

EL PUEBLO NO OLVIDA A SU HEROÍNA

Entre más transcurre el tiempo en vez del olvido, aumenta el cariño, la admiración y el respeto para la maestra normalista, que entregó su vida entera a la causa de los más humildes, de los explotados.

 

El recuerdo de esa mujer valiente y combativa está sembrado en la consciencia y el corazón de quienes luchan, como ella lo hizo, por construir la primavera de los pueblos. Por el  derecho de todos a vivir en paz; a compartir  el pan, la  felicidad  y la poesía. 

¡Gladys, presente! ¡Ahora y siempre!

 





martes, 4 de marzo de 2025

ROSA LUXEMBURGO LA “ROSA ROJA”

 

 

En el 155° aniversario de su nacimiento, recordamos a Rosa Luxemburgo, revolucionaria asesinada en el año 1919.                                               

Hoy  entregamos a las lectoras y lectores del Boletín Rojo, un escrito del compañero historiador Iván Ljubetic Vargas.

 


En el 155º aniversario de su nacimiento:



                                                             Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                                             Centro de Extensión e Investigación

                                                             Luis Emilio Recabarren, CEILER

 

  

 

             


Nació  en la ciudad de Zamosc, Polonia, el 5 de marzo de 1870.  Era muy pequeña cuando su familia se trasladó  desde la localidad campesina de Zamosc hacia Varsovia. Allí  transcurrió su niñez. Rosa  sufrió una enfermedad de la cadera, mal diagnosticada, que la dejó convaleciente durante un año y le produjo una leve cojera que duró toda su vida. Perteneciente a una familia de comerciantes, siente en carne propia el peso de la discriminación, como judía y polaca en la Polonia parte del imperio zarista.

 

JOVEN REVOLUCIONARIA

La actividad militante de Rosa comienza a los 15 años, cuando se integra al movimiento socialista. Tenía esa edad cuando varios dirigentes socialistas fueron condenados a morir en la horca, algo que impactó profundamente en la joven estudiante. Cuando cursaba su  último año de escuela era ya conocida como políticamente activa. Fue la alumna más sobresaliente en los exámenes finales.  Para entonces era militante  regular de las células clandestinas del Partido Revolucionario del Proletariado.

Conocedora  que la policía la tenía detectada, Rosa salió  clandestinamente  hacia Zúrich, donde se convirtió en dirigente del movimiento socialista polaco en el exilio. Allí conoció a Leo Jogiches, quien será su amante y compañero personal durante muchos años, y su camarada hasta al final de sus días.

 

BRILLANTE TEÓRICA MARXISTA

En  Zurich, Suiza, estudió economía y derecho. En Basilea contrajo matrimonio con un exiliado socialista alemán y adquirió la nacionalidad alemana. Brillante teórica marxista y polemista aguda, como agitadora de masas lograba conmover a grandes auditorios obreros. Uno de sus lemas favoritos era “primero, la acción”, estaba dotada de una fuerza de voluntad arrolladora. Una mujer que rompió con todos los estereotipos que en la época se esperaban de ella, vivió intensamente su vida personal y política.

Trabajó como periodista y continuó con las actividades políticas. Sobresalió rápidamente por su inteligencia, sus conocimientos y su capacidad. Hablaba once idiomas.  Jugó un destacado papel como dirigente de la socialdemocracia, como se denominaban entonces las  organizaciones revolucionarias.

 

CONTRA EL REVISIONISMO  DE BERNSTEIN

Después de graduarse como Doctora en Ciencias Políticas -algo inusual para una mujer en ese entonces-, finalmente decidió trasladarse a Alemania para integrarse en el SPD, el centro político de la Segunda Internacional. Allí conoció a Clara Zetkin, con quien selló una amistad que dura toda la vida.

En Berlín desde 1898, Rosa se propuso medir sus armas teóricas con uno de los integrantes de la vieja guardia socialista, Eduard Bernstein, quien había comenzado una revisión profunda del marxismo. Según él, el capitalismo había logrado superar sus crisis y la socialdemocracia podía cosechar victorias en el marco de una democracia parlamentaria que parecía ensancharse crecientemente, sin revoluciones ni lucha de clases. El “debate Bernstein” sumó muchas plumas, sin embargo, fue Rosa Luxemburgo quien desplegó la refutación más aguda en el folleto “Reforma o Revolución”.

 

EL IMPACTO DE LA REVOLUCIÓN DE 1905

La revolución rusa de 1905, la primera gran explosión social en Europa después de la derrota de la Comuna de París fue sentida como una bocanada de aire fresco por Rosa  Luxemburgo. Escribió artículos y recorrió mítines como vocera de la experiencia rusa en Alemania, hasta que logra introducirse de forma clandestina en Varsovia para participar de forma directa en los acontecimientos. Es el “momento en que la evolución se transforma en revolución”, escribe Rosa. “Estamos viendo la revolución rusa, y seríamos unos asnos si no aprendiéramos de ella.”

La revolución de 1905 abrió importantes debates que dividieron a la socialdemocracia. En esta cuestión, Rosa Luxemburgo coincidía con Lenin, frente a los mencheviques, defendiendo que la clase trabajadora tenía que jugar un papel protagónico en la futura revolución rusa, enfrentada a la burguesía liberal.

 

CONTRA LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL

Fue una decida opositora a la Primera Mundial. Planteaba, a diferencia de los dirigentes de la Segunda Internacional, que los obreros no debían participar en una guerra llevada a cabo por los gobiernos oligárquicos capitalistas, porque la verdadera lucha estaba entre el capitalismo y el proletariado.

 

EL GRUPO SPARTAKUS

Karl Liebknecht, Rosa Luxemburgo, Clara Zetkin y otros revolucionarios fundaron hacia 1916 el movimiento Spartakus. Este grupo, durante la Revolución de  1918 realizó enorme actividad intentando conducir ese movimiento en forma similar a la revolución bolchevique de Rusia. Para ello hizo circular publicaciones marxistas.

En diciembre de 1918, la Liga decidió adherirse a la Internacional Comunista y adoptó el nombre de Partido Comunista de Alemania (KPD, Kommunistische Partei Deutschlands)

 

FRENTE A LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE

La revolución rusa de 1917 encontró en Rosa Luxemburgo una firme defensora. Sin dejar de plantear sus diferencias y críticas, sobre el derecho a la autodeterminación o acerca de la relación entre la asamblea constituyente y los mecanismos de la democracia obrera -sobre esta última cuestión cambia de posición después de salir de la cárcel en 1918-, Rosa Luxemburgo escribe que “los bolcheviques representaron todo el honor y la capacidad revolucionaria de que carecía la socialdemocracia occidental. Su Insurrección de Octubre no sólo salvó realmente la Revolución Rusa; también salvó el honor del socialismo internacional.”

Cuando la sacudida de la revolución rusa impacta directamente en Alemania en 1918 con el surgimiento de consejos obreros, la caída del káiser y la proclamación de la República, Rosa aguarda impaciente la posibilidad de participar directamente de ese gran momento de la historia.

 

COBARDAMENTE ASESINADOS

 

             

Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo

 

La noche del 15 de enero de 1919 en Berlín, fue detenida Rosa Luxemburgo: una mujer indefensa con cabellos grises, demacrada y exhausta. Una mujer mayor, que aparentaba mucho más de los 48 años que tenía. Uno de los soldados que la rodeaban, le obligó a seguir a empujones, y la multitud burlona y llena de odio que se agolpaba en el vestíbulo del Hotel Edén, la recibió con insultos. Ella alzó su frente ante la multitud y miró a los soldados y a los huéspedes del hotel que se mofaban de ella con sus ojos negros y orgullosos. Y aquellos hombres en sus uniformes desiguales, soldados de la nueva unidad de las tropas de asalto, se sintieron ofendidos por la mirada desdeñosa y casi compasiva de Rosa Luxemburgo.

La insultaron: "Rosita, ahí viene la vieja puta". Ellos odiaban todo lo que esta mujer había representado en Alemania durante dos décadas: la firme creencia en la idea del socialismo, el feminismo, el antimilitarismo y la oposición a la guerra, que ellos habían perdido en noviembre de 1918. En los días previos los soldados habían aplastado el levantamiento de trabajadores en Berlín. Ahora ellos eran los amos. Y Rosa les había desafiado en su último artículo:

 

«¡El orden reina en Berlín! ¡Ah! ¡Estúpidos e insensatos verdugos! No os dais cuenta de que vuestro orden está levantado sobre arena. La revolución se erguirá mañana con su victoria y el terror asomará en vuestros rostros al oírle anunciar con todas sus trompetas: ¡Yo fui, yo soy, yo seré!».

 

La empujaron y golpearon. Rosa se levantó. Para entonces casi habían alcanzado la puerta trasera del hotel. Afuera esperaba un coche lleno de soldados, quienes, según le habían comunicado, la conducirían a la prisión. Uno de los soldados se fue hacia ella levantando su arma y le golpeó en la cabeza con la culata. Ella cayó al suelo. El soldado le propinó un segundo golpe en la sien. El hombre se llamaba Runge.

El rostro de Rosa Luxemburgo chorreaba sangre. Runge obedecía órdenes cuando golpeó a Rosa Luxemburgo. Poco antes él había derribado a Karl Liebknecht con la culata de su fusil. También a él lo habían arrastrado por el vestíbulo del Hotel Edén.

Los soldados levantaron el cuerpo de Rosa. La sangre brotaba de su boca y nariz. La llevaron al vehículo. Sentaron a Rosa entre los dos soldados en el asiento de atrás. Hacía poco que el coche había arrancado cuando le dispararon un tiro a quemarropa.

 

La noche del 15 de enero de 1919 los hombres del cuerpo de asalto asesinaron a Rosa Luxemburgo. Arrojaron su cadáver desde un puente al canal. Al día siguiente todo Berlín sabía ya que la mujer que en los últimos veinte años había desafiado a los poderosos y que había cautivado a los asistentes de innumerables asambleas, estaba muerta.

Meses después, el 31 de mayo de 1919, se encontró el cuerpo de una mujer junto a una esclusa del canal. Se podía reconocer los guantes de Rosa Luxemburgo, parte de su vestido, un pendiente de oro. Pero la cara era irreconocible, ya que el cuerpo hacía tiempo que estaba podrido. Fue identificada y se le enterró el 13 de junio de 1919.

 

EL PROFUNDO OPTIMISMO DE UNA REVOLUCIONARIA

Un año antes, en una carta desde la prisión dirigida a Sophie Liebknecht, en la víspera del 24 de diciembre de 1917, Rosa escribía con un profundo optimismo sobre la vida: "Es mi tercera navidad tras las rejas, pero no lo tome a tragedia. Yo estoy tan tranquila y serena como siempre. (…) Ahí estoy yo acostada, quieta y sola, envuelta en estos múltiples paños negros de las tinieblas, del aburrimiento, del cautiverio en invierno (...) y en ese momento late mi corazón con una felicidad interna indefinible y desconocida. (…) Yo creo que el secreto no es otra cosa más que la vida misma: la profunda penumbra de la noche es tan bella y suave como el terciopelo, si una sabe mirarla.”

 

ASÍ LA RECORDABA CLARA ZETKIN

Clara Zetkin, tal vez quien más la conocía, escribió sobre su gran amiga y camarada Rosa Luxemburgo, compartiendo ese optimismo después de su muerte:

“En el espíritu de Rosa Luxemburgo el ideal socialista era una pasión avasalladora que todo lo arrollaba; una pasión, a la par, del cerebro y del corazón, que la devoraba y la acuciaba a crear. La única ambición grande y pura de esta mujer sin par, la obra de toda su vida fue la de preparar la revolución que había de dejar el paso franco al socialismo. El poder vivir la revolución y tomar parte en sus batallas, era para ella la suprema dicha (…) Rosa puso al servicio del socialismo todo lo que era, todo lo que valía, su persona y su vida. La ofrenda de su vida, a la idea, no la hizo tan sólo el día de su muerte; se la había dado ya trozo a trozo, en cada minuto de su existencia de lucha y de trabajo. Por esto podía legítimamente exigir también de los demás que lo entregaran todo, su vida incluso, en aras del socialismo. Rosa Luxemburgo simboliza la espada y la llama de la revolución, y su nombre quedará grabado en los siglos como el de una de las más grandiosas e insignes figuras del socialismo internacional.”

     

 


lunes, 3 de marzo de 2025

A 106 AÑOS DE LA FUNDACIÓN DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA

 



 

Hace 106 años, un día 4 de marzo de 1919, se fundó la Internacional Comunista o III Internacional, también llamada Comintern. 

Recordamos este hecho histórico a través de un escrito del compañero historiador Iván Ljubetic Vargas.

Boletín Rojo

 

 

 


 

 

                                                           Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                                           Centro de Extensión e Investigación

                                                           Luis Emilio Recabarren,  CEILER

 

 

 

ANTECEDENTES

En 1864 nació en Londres, fundada entre otros por Karl Marx y Friedrich Engels, la Asociación Internacional de los Trabajadores o Primera Internacional, que por primera vez en la historia agrupaba a los trabajadores de distintos países. Esta se disolvió en 1876.

En 1889, Friedrich Engels promovió la creación de la Segunda Internacional, creada en París. Agrupó a los partidos socialistas, socialdemócratas y laboristas, formando un amplio bloque internacional de partidos de izquierda, adheridos todos en mayor o menor grado a las doctrinas del socialismo.

 

LA TRAICIÓN DE LOS REFORMISTAS

Al comenzar la Primera Guerra Mundial  en 1914, los dirigentes de la Segunda Internacional –traicionando los principios del internacionalismo proletario-  llamaron a los trabajadores a defender su patria, es decir a matarse entre ellos en aras de los intereses de los capitalistas de sus respectivos países.

Los sectores revolucionarios celebraron la Conferencia de Zimmerwald en septiembre de 1915 y la Conferencia de Kienthal en abril de 1916. Ambas en Suiza. En estas conferencias las organizaciones revolucionarias manifestaron su ruptura con la Internacional Socialista y se convirtieron en la base de la III Internacional, construida por los partidos socialistas que se habían opuesto a la  guerra.

 

SE CREAN  CONDICIONES PARA UNA NUEVA INTERNACIONAL

La Revolución Rusa abrió una nueva  época de la humanidad. Tras el triunfo de los bolcheviques, se inició una guerra civil, en la cual el poder soviético se defendió de los ejércitos de 14 países que invadieron el país de los soviets para intentar frenar la revolución.

Los capitalistas del mundo entero estaban alarmados por el hecho que la clase obrera y los campesinos se hubieran tomado el poder político por vía violenta y estuvieran construyendo una nueva sociedad. En todo el mundo el proletariado celebró este hecho.

En muchos lugares se desarrollaba el movimiento obrero: La revolución comenzó a avanzar en Europa. En Austria, venía desarrollándose el movimiento revolucionario. En Hungría, fue proclamada la República de los Soviets. La oleada revolucionaria hizo aparecer a los Partidos Comunistas en Europa.  Esto creó una base real para la unificación de los Partidos Comunistas en la Tercera Internacional, en la Internacional Comunista.

 

SURGE LA INTERNACIONAL COMUNISTA

Convocado por Lenin, tuvo lugar en Moscú, entre el 2 y el  6 de marzo de 1919  el Primer Congreso de los Partidos Comunistas de varios países. Durante su desarrollo, el 4 de  marzo de 1919, a iniciativa de Lenin y de los bolcheviques, fue fundada la Internacional Comunista o Tercera Internacional, también llamada Comintern. Aunque el bloqueo y las persecuciones de los imperialistas impidieron a muchos delegados llegar a Moscú, tomaron parte en este primer Congreso representantes de los más importantes países de Europa y América. El Congreso fue dirigido por Lenin.

 

LOS  CONGRESOS DE LA INTERNACIONAL

La Internacional Comunista celebró siete congresos mundiales.  En el ya mencionado  Primer Congreso Mundial de la Internacional Comunista, se abordó  el tema la "democracia burguesa y la dictadura del proletariado" y la necesidad de difundir el sistema de soviets. Se nombró al dirigente  bolchevique ruso Grigori Zinoviev presidente del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista  (CEIC), que era la máxima autoridad de la III Internacional durante el periodo entre los congresos.  En este primer Congreso se determinó la tajante separación entre comunistas y socialistas, y se definió el programa de "expansión revolucionaria" por el cual los delegados comunistas trabajarían para obtener el poder en sus respectivos países siguiendo el modelo de la Revolución Rusa.

 

El Segundo  Congreso Mundial de la Internacional Comunista se reunió en Moscú, entre el 19 de julio y el 7 de agosto de 1920.  En este congreso se insistió en la necesidad de propagar el sistema de soviets entre el  proletariado y así formar grupos de militantes aptos para tomar el poder y ejercer funciones administrativas, dejando de lado la sola política partidaria. Debido a las numerosas organizaciones socialdemócratas que solicitaban el ingreso a la Internacional, se acordaron las  21 condiciones previas que debía cumplir todo partido político para la adhesión a la Internacional, y se aprobaron los primeros estatutos.

 

El Tercer Congreso Mundial de la Internacional Comunista se celebró entre el 22 de junio y el 12 de julio de 1921 en Moscú.  En él, se combatieron las posturas ultraizquierdistas de algunos partidos comunistas. También se trató acerca de la importancia de incorporar a las mujeres trabajadoras al movimiento comunista.

 

El Cuarto Congreso Mundial de la Internacional Comunista tuvo lugar en Moscú, entre el 30 de noviembre y el 5 de diciembre de 1922. En él, se profundizó en las tácticas del llamado "frente único".

 

El Quinto Congreso Mundial de la Internacional Comunista se celebró en  Moscú,  entre junio y julio de 1924, después de la muerte de Lenin.

 

El Sexto  Congreso Mundial de la Internacional Comunista tuvo lugar entre julio y septiembre de 1928 en Moscú. Se aprobó la consigna de "clase contra clase", que marcó el comienzo del llamado "Tercer Periodo".

 

En 1934 el comunista búlgaro Georgi Dimitrov, residente en la URSS, fue elegido para  dirigir la Internacional Comunista hasta su disolución.

 

EL SÉPTIMO CONGRESO DE LA INTERNACIONAL

Del 25 de julio al 20 de agosto de 1935 se realizó en Moscú el VII Congreso de la Internacional Comunista. Concurrieron 513 delegados de 65 partidos comunistas y organizaciones afines. Estuvieron presentes personalidades como Dolores Ibarruri, Ho Chi Ming, Palmiro Togliatti, Jorge Dimitrov. También Carlos Contreras Labarca, Secretario General del Partido Comunista de Chile. 


Ese importante evento mundial llamó a constituir amplios frentes antifascistas en todos los países, los frentes populares, y crear gobiernos de frente único antifascista.

 

ASÍ LO RECORDABA  CARLOS CONTRERAS LABARCA

“Yo era entonces el Secretario General del Partido Comunista de Chile y en tal carácter participé oficialmente en las sesiones del VII Congreso de la Internacional. Fue una distinción muy grande para nuestro Partido, que venía saliendo del período de la dictadura de Ibáñez, que nos había causado mucho daño. Éramos un partido pequeño, pero muy activo, muy combativo, y fue seguramente a la luz de esos antecedentes que la Internacional Comunista consideró conveniente dar a los comunistas chilenos la oportunidad de presenciar y participar en un torneo de tan extraordinaria importancia, en el que se trataba de diseñar la estrategia y la táctica a seguir en la lucha contra el fascismo y el peligro de la guerra. Fue debido a eso, seguramente, que se me hizo el honor, con gran sorpresa de mi parte, de participar en la Comisión de Mandatos, comisión que, como se sabe, es la llave de un congreso, y se me ofreció luego, en sesión de asamblea, la posibilidad de hablar cerca de una hora, lo que es realmente excepcional en eventos como ése.

 

En el VII Congreso participaron 76 partidos y organizaciones, de los cuales sólo 22 eran de carácter legal. Los delegados eran en total 513. La Presidencia honoraria le fue conferida al héroe del pueblo alemán, dirigente de su Partido Comunista, Ernesto Thaelmann, y otro alemán, Wilheim Pieck, miembro del Comité Ejecutivo, tuvo a su cargo el informe general del trabajo de la Internacional Comunista.  Después apareció en la tribuna el compañero Dimitrov”.

 

AUTODISOLUCIÓN DE LA INTERNACIONAL

La autodisolución fue acordada el 15 de mayo de 1943 por el Presidium de la Internacional Comunista. En  resolución de esa fecha se señaló: “Disolver la Internacional Comunista como centro dirigente del movimiento obrero internacional, liberar a las Secciones de la Internacional Comunista de las obligaciones derivadas de los Estatutos y resoluciones de los Congresos de la Internacional Comunista” (Citado en “Principios” Nº 24, junio de 1943, página 4)



domingo, 2 de marzo de 2025

ERNST THÄLMANN

 

 

Hace 92 años, el día 3 de marzo de 1933, fue detenido por la gestapo el combatiente antifascista alemán Ernst Thälmann. Hoy  entregamos a las lectoras y lectores del Boletín Rojo, un escrito del compañero historiador Iván Ljubetic Vargas.

                                              


                                                        Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                                        Centro de Extensión e Investigación

                                                        Luis Emilio Recabarren,  CEILER

 

                              

 


“Ser soldado de la revolución significa: guardar fidelidad infrangible a la causa, una fidelidad que se comprueba tanto en la vida, como en la muerte; significa demostrar absoluta fiabilidad, confianza, audacia y energía en cualquier situación.”

                                                                                        (Ernst Thälmann)

El 3 de marzo de 1933 Ernst Thälman fue detenido por la Gestapo hitleriana.


 

Había nacido en Hamburgo, Alemania, el 16 de abril de 1886. Desde los 8 años de edad trabajó en un barco  carguero. Cuando realizó su servicio militar, le dieron de baja pronto, pues ya lo veían como un peligroso agitador político.

El 14 de enero de 1915, se casó con Rosa Koch. Hacia finales de 1917 se hizo miembro del Partido Socialdemócrata Independiente, de Alemania (USPD)


SE INCORPORA AL PARTIDO COMUNISTA

En noviembre de 1920 se incorporó al KPD (Kommunistische Partei Deutschlands). Un mes más tarde fue elegido miembro de su comité central.

En marzo de 1921 lo despidieron de su trabajo debido a sus actividades políticas. Ese mismo año, Thälmann participó en el Tercer Congreso de la Internacional Comunista, realizado en Moscú, representando al   KPD (Partido Comunista de Alemania).

 

LA FRACASADA SUBLEVACIÓN DE 1923

El 18 de junio de 1922 miembros nacionalistas de extrema derecha intentaron asesinarlo, lanzándole  una granada de mano. Su esposa e hija resultaron heridas.

Thälmann ayudó a organizar la  Sublevación de Hamburgo del 23 al 25 de octubre de 1923.  Ésta fracasó. Thälmann.  Debió permanecer clandestino durante  un tiempo.

En febrero de 1924  fue nombrado vicepresidente del KPD y, en mayo, del Reichstag (Parlamento alemán).

 

DIRIGENTE DE LA INTERNACIONAL

Thälmann participó en  el Quinto Congreso de la Internacional Comunista, realizado en Moscú entre el 17 de junio al 8 de julio de 1924. En ese evento fue elegido miembro de su Comité Ejecutivo. 

El 30 de octubre de ese año fue nombrado presidente del KPD y candidato a la presidencia de Alemania.

En octubre de 1926 apoyó la huelga de obreros de Hamburgo. El 22 de marzo de 1927  Thälmann participó en una manifestación en Berlín, en donde fue herido.

 

“CLASE CONTRA CLASE” 

Entre el 9 de junio e el 14 de junio de 1929, tuvo lugar en Berlín el  XII Congreso del KPD. En esa ocasión,  Thälmann pronunció un discurso de clara confrontación con el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), que estaba en el gobierno. Ello por la represión llevada a cabo en las jornadas del "mayo sangriento", en los cuales la policía asesinó  a 32 personas, reprimiendo las manifestaciones. Por entonces era  Ministro del Interior, Carl Severing, militante del  SPD.

Eran los tiempos en que Thälmann y el KPD luchaban contra el SPD como su enemigo político principal, siguiendo la pauta de la Internacional Comunista, que declaró a los socialdemócratas "social-fascistas", en base a la línea ultraizquierdista de “clase contra clase”.

Esta posición se mantuvo  hasta 1935, año en  que el VII Congreso de la Internacional Comunista, acordó la línea de los amplios frentes populares contra la guerra y el fascismo.

 

CANDIDATO A LA PRESIDENCIA

En  las elecciones presidenciales del 13 de marzo de 1932 se presentaron tres candidatos: Paul von Hindenburg, Adolfo Hitler y Ernst Thälmann. El Partido Comunista Alemán (KPD) realizó su campaña con el lema: "un voto para Hindenburg es un voto para Hitler; un voto para Hitler es un voto para la guerra". 

Thälmann quedó tercero, obteniendo un 10.2% de los votos. Poco después, Thälmann propuso al SPD la formación de una coalición antifascista, un frente unido contra los nazis.

 

 

El KPD en campaña en elecciones presidenciales

 

Posteriormente, el 30 de enero de 1933,  los nazis ganaron las elecciones parlamentarias. Entonces, Thälmann propuso que el SPD y KPD debían organizar una huelga general para derribar Hitler. Pero esto no se logró.

El 7 de febrero  de 1933, en una reunión del Comité Central del KPD, ya prohibido por las autoridades, Thälmann planteó la necesidad de un derrocamiento violento del gobierno de Hitler.

 

DETENIDO POR LA GESTAPO

El 3 de marzo de 1933,  la Gestapo  arrestó  a Ernst Thälmann en Berlín. No. fue juzgado. Los nazis no quisieron correr el riesgo que se repitiera lo ocurrido en el juicio de Dimitrov, cuando este dirigente comunista búlgaro  demostró que los cargos en su contra por haber incendiado el Reichstag eran falsos.

 


Para su cumpleaños número 50, el 16 de abril de 1936, estando en  prisión, Thälmann   recibió saludos de todo el mundo, incluyendo los de Máximo Gorki y Heinrich Mann. Ese mismo año estalló la Guerra Civil Española, y dos batallones de las Brigadas Internacionales se nombraron en honor de Ernst Thälmann.

 

                      

FUSILADO EN BUCHENWALD



Buchenwald


El 17 de agosto de 1944, luego de más de 11 años de prisión, Thälmann fue trasladado de la prisión de Bautzen al campo de concentración de Buchenwald. 

El 18 de agosto por órdenes de Hitler fue fusilado y su cuerpo  quemado inmediatamente. Poco después, las autoridades nazis cínicamente anunciaron que Thälmann había muerto en un ataque aéreo el 23 de agosto.

 


UN HÉROE DE NUESTRO TIEMPO  



       

Ernst Thälmann fue un consecuente luchador antifascista. En su homenaje, dos batallones de las Brigadas Internacionales que combatgieron en España contra los fascistas encabezados por Francisco Franco, llevaron su nombre. Los combatientes por un mundo mejor lo levamos en nuestras banderas. Es uno de los líderes quje señalaron la senda hacia la aurora de un futuro esplendoroso.