Hace
98 años, Luis Emilio Recabarren elaboró
un “Proyecto de Constitución Política para la República Federal
Socialista de Chille”. Fue publicado en
Antofagasta en 1921.
En
su Introducción, Recabarren explicaba:
“¿Qué es lo que queremos?
Queremos vivir bien; eso es todo. La organización
industrial capitalista no nos permite poder vivir bien, porque nos obliga a
soportar un régimen de esclavitud, de explotación y de opresión.
Nosotros sabemos que los pobres somos la mayoría del
mundo, la mayoría de cada pueblo y sabemos que tenemos derecho a disponer, a
ordenar, a organizar el mundo en cada pueblo, como sea nuestro deseo para vivir
mejor la vida.
Entonces eso es lo que queremos; organizar la vida
industrial a nuestro gusto, quieran o no quieran los capitalistas y gobernantes,
para darnos el bienestar que queremos y que necesitamos”.
Hoy, 98 años después, millones de chilenos exigimos una
nueva Constitución porque, como escribió
el padre del movimiento obrero , “queremos vivir bien; eso es todo”.
Por eso y para eso, desde el 18 de octubre de 2019 estalló
la rebeldía popular. Calles y plazas de Chile se han llenado de
manifestaciones. El pueblo movilizado
vocea y escribe en las paredes “Asamblea
Constituyente” …“Nueva Constitución”.
El pueblo exige terminar con el neoliberalismo. Exige pensiones
que superen la línea de la pobreza, salario mínimo de 500 mil pesos, salud,
educación de calidad y gratuita, fin del patriarcado, menos desigualdad.
La protesta popular ha tomado variadas formas. Muchas
acciones en calles y plazas de nuestra hoy agitada geografía; conciertos; emotivas acciones de mujeres; paros y marchas convocados por la Mesa de Unidad Social; cabildos
etc.
Y la respuesta del gobierno ha sido la represión,
estado de emergencia, militares en las calles, carabineros violando los
derechos humanos, asesinando, dejando ojos ciegos, torturando, violando, ultrajando
sexualmente a niñas y jóvenes.
Cuatro informes de organizaciones de Derechos Humanos
han denunciado “graves violaciones a los derechos humanos en Chile, el uso
excesivo de la fuerza en las calles, abusos en
detenciones”.
El repudio a Piñera es enorme. La aprobación a su
gestión es el más bajo en la historia de Chile.
Piñera forma parte del 1% de los potentados más ricos,
que reciben el 22,6% de los ingresos del país. En contraste, el 30,8% de los
chilenos viven en la extrema pobreza.
Es la desigualdad creada por el capitalismo, por el neoliberalismo. Y contra ella, se ha rebelado
el pueblo.
Un importante capítulo
del Despertar de Octubre se vivió el domingo recién pasado. Más de dos millones
de ciudadanos participaron en la consulta organizada por la Asociación Chilena
de Municipalidades. Más del 80% votó
apoyando una nueva Constitución y que ella sea elaborada por una asamblea constituyente.
Este despertar de león de hoy de los chilenos, es un capítulo de la lucha de los trabajadores contra el régimen
capitalista que, desde que surgió en Chile en los años 20 del siglo XIX, lo hizo
explotando.
La respuesta de los explotados fue luchar.
Hace 185 años estalló la primera huelga obrera en nuestro país; fue en
el mineral de plata de Chañarcillo, en 1834.
En el siglo XIX hubo 120 huelgas.
Pero, fue en el siglo XX, cuando Recabarren les dio sentido
y razón a las luchas de los trabajadores.
Luis Emilio Recabarren
nació en Valparaíso el 6 de julio de 1876. Desde los 14 años laboró como
obrero en una imprenta. A los 18, se incorporó a la lucha social. Estudió por
su cuenta, para educar a sus hermanos de
clase.
Se transformó en el más grande educador de masas de la
historia de Chile. Fundó 11 periódicos y escribió en otros 50, publicó libros y
folletos, pronunció discursos, conferencias, polémicas públicas; utilizó el teatro, las
canciones para instruir y educó con sus conversaciones personales.
Fue también
un
extraordinario organizador y
líder obrero.
Entregó
a los trabajadores chilenos los tres elementos que le han permitido jugar rol importante en los acontecimientos nacionales:
Forjó conciencia de clase en amplios sectores obreros, a través de la educación y de su
ejemplo.
Fundó,
el 4 de junio de 1912, el Partido Comunista de Chile.
Reconstruyó
el movimiento sindical clasista, tarea que culminó al surgir la
FOCH , el 25 de diciembre de 1919.
Fueron
las tres grandes obras de Recabarren y son las tareas que debemos
continuar quienes nos consideramos sus herederos.
El
Despertar de Octubre incorporó a las acciones a variados sectores. Muchos de éstos
no tienen experiencia en la complicada lucha de clases.
Porque,
lo que hay en fondo del actual conflicto social es la lucha de clases.
Lucha
entre la burguesía y la inmensa mayoría que constituyen los trabajadores, todos
los que venden su fuerza de trabajo a las grandes empresas industriales,
financieras y comerciales.
Muchos
de los que participan en las protestas están influidos por la propaganda de la
burguesía.
Se
autodefinen apolíticos, poseen posiciones anticomunistas, están llenos de
prejuicios.
Por
ello, debemos desarrollar, como lo hizo Recabarren, una diaria e incansable
lucha ideológica.
Y como
dijo Fidel, “derrotar la mentira es el primer deber de un revolucionario”.
En la
lucha de clases, cada partido defiende los intereses de la clase a que pertenece.
Recabarren fundó el partido revolucionario de los trabajadores.
Debemos
fortalecer este armamento del pueblo.
Recabarren
nos enseñó que el poder de los trabajadores está en su unidad y organización.
Por ello, tenemos la tarea de fortalecer las entidades sindicales clasistas.
Por todo esto, porque la rebelión popular de hoy está ligada a la lucha que inició Luis Emilio
Recabarren, porque sus obras y enseñanzas tienen palpitante actualidad, es que, en este 19 de diciembre de 2019, cuando se cumplen
95 de su partida física, hemos llegado hasta su tumba, a rendirle emocionado
homenaje de admiración, gratitud y respeto.
Y reafirmando nuestra certeza en el triunfo final, con Pablo Neruda
decimos:
“Recabarren, hijo de Chile,
padre de Chile, padre nuestro,
en tu construcción, en tu línea
fraguada en tierras y tormentos,
nace la fuerza de los días
venideros y vencedores”.