domingo, 3 de noviembre de 2019

LA GUERRA DE DON SEBASTIÁN




  

                                       Iván Ljubetic Vargas, historiador del
                                       Centro de Extensión e investigación
                                       Luis Emilio Recabarren, CEILER






El domingo 20 de octubre de 2019, el multimillonario presidente de Chile afirmó:

“Estamos en guerra contra un enemigo poderoso e implacable, que está dispuesto a usar la violencia sin ningún límite, que está dispuesto a quemar nuestros hospitales, el metro, los supermercados, con el único propósito de producir el mayor daño posible”.

 Y no fue una de sus tantas metidas de pata  a las que nos tiene acostumbrados.  Le salió del alma de representante de la feroz burguesía. Lo que no dijo es que su guerra es contra el pueblo, la que viene desarrollando desde el inicio de su administración.

Y una vez más los elementos desclasados y otros salieron en ayuda de la burguesía. Con sus atentados al Metro, a algunos supermercados, muy explotados por la televisión, le dieron pie al  representante de los ricachones para disfrazar el objetivo de su guerra. (Digo otros, porque pudimos apreciar que en los asaltos a supermercados actuaban elementos que empleaban sus autos para trasladar el botín).

Pero no le bastó al guerrerista los argumentos aportados por los delincuentes. Para dar más fuerza a su declaratoria de guerra, mintió.
Mintió descaradamente. Habló de “quemar nuestros hospitales”. Hecho que ha ocurrido.

Afirmó, además, que  el gobierno estaba en conocimiento de la organización y de los planes que tenía el “enemigo poderoso e implacable”. 

Nos asaltan las preguntas:  si es verdad lo que sostuvo pillín, ¿porque no ha actuado la “inteligencia” de las fuerzas armadas y “de orden” (como le llaman)?  ¿Será porque conocen sus planes, que las fuerzas represivas llegan siempre después que ocurren  los asaltos o se inician los incendios provocados por el “enemigo  poderoso e implacable”? ¿No será un plan de la burguesía para imponer el terror a la gente? ¿ Será para crear la sensación de  caos total  y justificar la militarización del país o quizás algo más grave aún?

Lo que está al fondo de los sucesos, que ya han costado once vidas, es la lucha de clases. En el gobierno están los que ganan jugosas ganancias, la burguesía, que explota por todos los medios posibles a los que viven de su trabajo, que ejerce la violencia más despiadada, con las alzas, por ejemplo, en la que la del Metro fue sólo la punta del Iceberg y la chispa que incendió la pradera.

La declaración de guerra de Piñera fue tan violenta que espantó a todos los sectores. La gente sencilla se sintió aterrorizada. Los medios internacionales la pusieron en primer plano. Incluso fue rechazada por el general Javier  Iturriaga, jefe de la defensa Nacional, al ser consultado al respecto,  respondió: “Yo soy un hombre feliz, no estoy en guerra con nadie”.

Don Sebastián, el de la guerra, dijo haber escuchado al pueblo. Pero no es así. La mayoría de los chilenos exigen mucho más que congelar las tarifas del Metro. Es necesario hacer un listado de lo pide la gente. Algunas de ellas son:

1 Lo inmediato: .Parar las alzas y desmilitarizar la vida nacional (fin del estado de emergencia, los milicos a sus cuarteles)
2. Detener la contrarreforma tributaria
3. No más AFP
4.Aprobar las propuestas del Partido Comunista de una Jornada de 40 horas y disminuir a la mitad la dieta de parlamentarios y funcionarios públicos, incluido el Presidente de la República.
5. Nueva Constitución Política  (Asamblea Constituyente).
6.Hacer estatal el agua y la electricidad
7. Elevación de sueldos, salarios y pensiones.

Para completar esta lista es necesario realizar consultas directas a la población.

Piñera y sus ministros, así como los partidos de derecha han mostrado su incapacidad y miedo ante los sucesos ocurrido. Y, como siempre lo hace la burguesía, han corrido a esconderse detrás de las botas de los militares. Así lo hicieron en tiempos de González Videla en la “Huelga de la Chaucha”, en agosto de 1949; también en el segundo gobierno de Carlos Ibáñez, en la llamada “Batalla de Santiago”, de abril de 1957; y,  en septiembre de 1973.

Por lo anterior, suscribo la invitación que le hizo el Presidente del Partido Comunista de Chile, Guillermo Teillier, al Presidente Pîñera para que renuncie y llame a nuevas elecciones “si no tiene la capacidad de gobernar” frente a las manifestaciones.