El
otro 3 de noviembre:
Iván
Ljubetic Vargas, historiador del
Centro
de Extensión e Investigación
Luis
Emilio Recabarren, CEILER
Hacia fines de 1960 se agudizaba la situación de los sectores populares. El
gobierno de Jorge Alessandri Rodríguez descargaba sobre ellos una lluvia de
alzas. Surgió la protesta nacional. La Central Única de Trabajadores se puso al
frente de ella.
Entre las acciones que llevó a cabo, estuvo una concentración pública que
fue convocada en la Plaza Artesanos de Santiago, el 3 de noviembre de 1960. Concurrió
un buen número de manifestantes. Entre los oradores figuró el entonces presidente
de la CUT Clotario Blest.
Al finalizar el acto, se organizó un desfile por las calles céntricas de la
capital. No estaba autorizado por el gobierno. Se produjeron incidentes con la
policía. Los trabajadores, valientemente se abrieron paso. Los carabineros, parapetados detrás de sus
vehículos en la esquina de las calles Rosas y 21 de Mayo, hicieron uso de sus
armas de fuego. Dos trabajadores cayeron asesinados: Vladimir Tobar, obrero, militante
del Partido Comunista, y el empleado Ernesto Valenzuela, del Partido
Socialista. Un verdadero símbolo de la unidad de dos partidos, que se unían y se ponían al frente de las luchas
populares. Varios otros manifestantes
quedaron heridos.
Nueva prueba que los gobiernos de derecha utilizan la violencia, a
través de sus fuerzas represivas, contra cualquier protesta del pueblo
En repudio a esta nueva masacre, la CUT llamó a un paro nacional para el 7
de noviembre de 1960. Alcanzó gran éxito. A los funerales de las víctimas,
efectuados ese mismo día, concurrieron 80 mil personas.
El periódico “El Siglo”, en su editorial del día siguiente denunció el
nuevo crimen contra los trabajadores, responsabilizando de éste al gobierno de
Jorge Alessandri y a carabineros. (“El Siglo”, 4 de noviembre de 1960, página
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