Se
abrieron las anchas alamedas. Es imposible que puedas imaginarlo, pero las
colmamos de ira, por tantos años de crímenes, de venta de nuestro patrimonio,
de inicua explotación de los trabajadores.
Miguel
Lawner
Arquitecto
27/10/2019.
Fuente:
elsiglo.cl
Querido
compañero:
En
medio del estruendo y el fuego generado por los rokets que destruían el palacio
de La Moneda, tu mantuviste la serenidad para decirle a todos los chilenos:
“Sigan
ustedes sabiendo que,
mucho
más temprano que tarde,
de
nuevo se abrirán las grandes alamedas
por
donde pase el hombre libre.”
Fueron
tus últimas palabras. Nunca las olvidamos. Transcurrieron 46 años en los
cuales, tal como nos advertiste, debimos luchar sin cesar, contra “la felonía,
la cobardía y la traición”.
Ayer,
finalmente, se abrieron las anchas alamedas….., Es imposible que puedas
imaginarlo, pero las colmamos de ira, por tantos años de crímenes, de venta de
nuestro patrimonio, de inicua explotación de los trabajadores, de despojarnos
del agua, de los mares, de las montañas, de los glaciares, de los bosques, del
derecho a una vivienda digna, de nuestros trenes y nuestras góndolas, por
escamotearnos las pensiones de nuestros abuelos, por acabar con el prestigio y
la calidad de nuestra educación pública y nuestros hospitales.
Pero
también marchamos con alegría, con guitarras y matracas, con saltimbanquis y
raperos, con los de abajo y la barra brava, con nuestros hijos, nietos y
también, con nuestros abuelos. Éramos millones dispuestos a no dejarnos
engatusar por los enemigos de siempre y por los gatos pardos, que ya están
maniobrando en Palacio, de espaldas al pueblo, para que nada cambie de verdad.
Estamos
atentos, querido Chicho. Tu ejemplo nos ilumina: tu consecuencia nos guía. No
vamos a cejar. No permitiremos que se escamoteen nuestras demandas. Chile no
podrá continuar regido por la Constitución del tirano. Impondremos una Asamblea
Constituyente para restituir nuestros derechos. Acabaremos con la institución
más ignominiosa concebida por el hermano de Piñera: las AFP, que condenan a
nuestros abuelos a recibir un mendrugo de pensión. Vamos a restituir el agua a
los campesinos de Petorca, el aire puro a los habitantes de Quintero y
Puchuncaví. Vamos a devolver las tierras escamoteadas a nuestros hermanos mapuches. Vamos a devolverle su dignidad al Instituto
Nacional, nuestro primer foco de luz de la nación y al resto de los colegios
públicos.
Vamos
a castigar como manda la ley, los delitos, colusiones y fraudes cometidos por
algunos magnates, por las farmacias, supermercados o por miembros de las
Fuerzas Armadas y las así llamadas de Orden.
En
fin, verás que no nos faltan tareas por cumplir. Las asumiremos con la misma
energía, con la misma consecuencia y voluntad con que tú nos enseñaste a
cumplir nuestras responsabilidades.
Nos
demoramos, pero más vale tarde que nunca.
Con
el afecto y el respeto de siempre, te abraza.