Fuente: www.reporte.cl
Presidente
del Partido Comunista está por acuerdos para sancionar ilícitos, pero no para
impunidad.
Hugo
Guzmán. 27/02/015. Santiago. Regresó de vacaciones y luce tranquilo. Pero al abordar
la contingencia política, cruzada por lo ético y lo judicial, se nota la
preocupación del presidente del Partido Comunista de Chile, Guillermo Teillier,
por los negativos episodios recientes donde emergió todo tipo de vínculos entre
el mundo empresarial y financiero y el político y público. Para él, se trata
concretamente de situaciones de corrupción.
El contraste lo presenta al aseverar que los
comunistas no respaldarán ningún “arreglín” en torno de los casos de
irregularidades, ilícitos o faltas conocidos por la opinión pública, y afirma
que los actores políticos se harían un “harakiri” si dan paso a la impunidad en
este tema.
-¿Qué
conclusiones saca de los últimos hechos que afectaron al gobierno y a
parlamentarios por casos de vinculación del mundo privado con sectores
políticos?
-Se lo digo a todos, ¡basta de corrupción! Estamos
ante hechos que no se debieron cometer y que tienen que detenerse. Es
imprescindible poner fin a normas que permiten, legalmente, que se produzcan
situaciones inaceptables, que éticamente son reprochables, o derechamente dan
marco para operaciones fraudulentas como ocurre con el caso Penta que involucra
a la UDI. Esta situación debe transformarse en un imperativo para que el
Gobierno y el Parlamento, ahora, elaboren propuestas para regular de manera
clara el vínculo del dinero del sector privado con la actividad política y
pública. Hay que parar la corrupción que se ha instalado. Continuar con la
impunidad en estos casos es hacerse el “harakiri”, sobre todo en el caso de
todas y todos los actores políticos que no hemos participado en irregularidades
ni abusado de privilegios. Hay que limpiar la política no solo de los hechos de
corrupción, sino también sancionar a aquellos que cometen esos actos y esas
irregularidades, entre los cuales hay parlamentarios que se amparan en la
actual reglamentación de ambas Cámaras -que no sancionan debidamente en este
tipo de situaciones- y siguen en sus cargos como si nada hubiera pasado.
-En el caso
CAVAL, ¿le parece correcta la renuncia de Sebastián Dávalos a su cargo en La
Moneda?
-Desde el punto de vista ético no cabía otra
posibilidad, porque si bien hasta ahora no hay una transgresión a la ley, es
impresentable una negociación de la naturaleza que hubo. El paso siguiente es
modificar la ley respecto a todo lo que signifique compra-venta de terrenos
que, como bien sabemos, en muchos casos es parte de la especulación financiera,
en el que participan personas e inmobiliarias. Hay varias propuestas para
modificar la ley, entregándole más injerencia al Estado.
-¿Cree que
esta crisis que afecta al Ejecutivo por CAVAL, ha tapado el caso PENTA?
-Mediáticamente sí, en gran medida. Pero la gente
no es tonta. Al contrario, todos esperan que se haga justicia en el caso PENTA,
y que todo se haga con total transparencia. No podría obviar la Justicia que en
ese caso sí hubo delitos, varios de ellos confesos. Se necesita una “Ley
Emilia” con el máximo de prontitud para estos casos de delincuentes de alta
alcurnia, pero de baja estofa. No veo la manera de que no hayan sanciones
contra empresarios y parlamentarios en el caso PENTA.
-Se va a
discutir una ley de transparencia para el funcionamiento de la política, su
financiamiento y vinculación con dineros de empresas. ¿Usted cree que eso debe
pasar por un acuerdo político que implique un pacto para cerrar los casos de
corrupción e ilícitos?
-Acuerdos, todos los que se quieran para aprobar
ahora una nueva ley para sancionar drásticamente todo hecho de corrupción y
para poner fin a la dependencia de sectores políticos de los dineros de las
grandes empresas. Pero un “arreglín” o acuerdo para no hacer justicia y no
sancionar, simplemente no. No se pueden cerrar los casos como no sea a través
de la acción de la justicia y de la aplicación de las sanciones que
correspondan.
-A pesar de
lo ocurrido con Sebastián Dávalos, hijo dela Presidenta de la República, usted
sigue apoyando al gobierno, valoró el gesto y la actitud de Michelle
Bachelet. A estas alturas ¿hay algún
cambio en esa postura?
-No hay que llamarse a engaño. Mantengo la
confianza en la Presidenta, más aun cuando ella reiteró cumplir con el
compromiso programático y cerrar las puertas a la corrupción mediante una
iniciativa de ley. En cuanto a nuestro Partido y la Nueva Mayoría, el rumbo a
seguir no es otro que el cumplimiento del programa trazado y comprometido ante
el pueblo. Aquí los únicos que se van a oponer al programa, son sectores de
derecha, que poca moral tienen para hacerlo, porque en la respuesta a lo de
PENTA no hay ningún pudor –sobre todo hablo de la UDI-, está claro que no van a
renunciar a sus privilegios, al uso y abuso del dinero, y a su poder mediático.
Nosotros estamos inalterables respecto al trabajo y los objetivos de la Nueva
Mayoría, de las reformas y de respaldar al gobierno de la Presidenta Michelle
Bachelet. Esa es lo prioritario de nuestra agenda y lo otro no nos desviará,
que es lo que quiere la derecha.
-¿Qué
medidas tomaría para enfrentar la falta de credibilidad y de confianza que se
genera en la ciudadanía?
-Es importante primero, hablar con claridad. Establecer
claramente nuestra posición en contra de la corrupción en cualquiera de sus
variables. Luego, actuar con hechos, donde la ciudadanía vea que estamos
enfrentando la situación en concreto. Nosotros hemos hecho propuestas
legislativas bien precisas, como exigir la renuncia de los parlamentarios que
cometen ilícitos, bajar los sueldos de los parlamentarios y de los Ministros,
poner tope también a sueldos de privados. Vamos a respaldar todos los proyectos
que apunten a regular y fiscalizar los dineros y los negocios en su vinculación
con la política, y que señalen sanciones ejemplificadoras a quienes cometan
delitos electores, ilícitos y abusen del poder y de privilegios. En todo esto
creo que es muy importante escuchar la voz de la ciudadanía.-