El Gobierno Revolucionario condena la arbitraria y agresiva Orden Ejecutiva
emitida por el Presidente de los Estados Unidos contra el Gobierno de la
República Bolivariana de Venezuela, que califica a este país como una amenaza a
su seguridad nacional, en represalia por las medidas adoptadas en defensa de su soberanía
Juventud Rebelde
10 de Marzo del 2015 1:56:00 CDT
El Gobierno Revolucionario de la República de Cuba ha conocido la
arbitraria y agresiva Orden Ejecutiva emitida por el Presidente de los Estados
Unidos contra el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, que
califica a este país como una amenaza a su seguridad nacional, en represalia
por las medidas adoptadas en defensa de
su soberanía frente a los actos injerencistas de autoridades gubernamentales y
del Congreso estadounidense.
¿Cómo amenaza Venezuela a Estados Unidos? A miles de kilómetros de distancia,
sin armas estratégicas y sin emplear recursos ni funcionarios para conspirar
contra el orden constitucional estadounidense, la declaración suena poco
creíble y desnuda los fines de quienes la hacen.
Sin embargo, semejante pronunciamiento en un año en que se realizarán
elecciones legislativas en Venezuela reafirma, una vez más, el carácter
injerencista de la política exterior estadounidense.
La gravedad de esta acción ejecutiva ha puesto en alerta a los gobiernos de
América Latina y el Caribe que en enero de 2014, en la Segunda Cumbre de la
CELAC en La Habana, declararon a la región como Zona de Paz y repudiaron
cualquier acto que atente contra ello, pues acumulan suficientes experiencias
de intervencionismo imperial en su historia.
El Gobierno Revolucionario de la República de Cuba reitera nuevamente su
incondicional apoyo y el de nuestro pueblo a la Revolución bolivariana, al
gobierno legítimo del Presidente Nicolás Maduro Moros y al heroico pueblo
hermano de Venezuela.
Nadie tiene derecho a intervenir en los asuntos internos de un Estado
soberano ni a declararlo, sin fundamento alguno, como amenaza a su seguridad
nacional.
Así como Cuba nunca estuvo sola, Venezuela tampoco lo estará.
La Habana, 9 de marzo de 2015