lunes, 15 de diciembre de 2014

ESTAR CON O CONTRA LA REFORMA EDUCACIONAL




ESTAR CON O CONTRA LA REFORMA EDUCACIONAL

                                        Iván Ljubetic Vargas, historiador del
                                        Centro de Extensión e Investigación
                                        Luis Emilio Recabarren,  CEILER




Un anticomunista ñuñoíno nos envió por correo unas fotos de una marcha. Son como 40 (las fotos).  No se dice la fecha, pero supongo que corresponden al jueves 4 de diciembre de 2014, el día que –según la prensa de derecha- “los profesores disidentes se tomaron Santiago”
Las fotos están  muy bien captadas: ninguna permite contemplar la “magnitud” de los marchantes.

¿QUÉ MUESTRAN LAS FOTOS?
Muchos carteles, pocos manifestantes. El máximo de profesores en huelga en el país llegó al 13% del magisterio. La mayoría formada por maestros que no son socios del Colegio de Profesores. De ahí que a éstos no se les puede llamar “disidentes”. Aunque así se autodefinen y de esta forma los llaman los medios de comunicación, que le han dado una cobertura impresionante. Dos de los pocos miembros del Directorio Nacional que son en verdad disidentes (uno de ellos es Darío Vásquez) aparecen en todos los medios, son vedette de todos los programas de un siempre cargado carácter reaccionario. Por algo será.
Por algo será también, que un reconocido anticomunista sea el entusiasta distribuidor de las fotos.

¿QUÉ DICEN LOS CARTELES DE LAS FOTOS?
Es interesante analizar sus contenidos. En varios de ellos insultos contra Jaime Gajardo y Bárbara Figueroa. Uno contra la Presidenta Bachelet. Algunos planteando consignas justas como: “Sin profesores no hay Reforma”. Otros pidiendo los puntos de la  “agenda corta”
Ningún cartel, ninguno subrayamos, contra Pinochet y su dictadura que terminó con todas las conquistas logradas por el Magisterio a través de largas luchas. Tampoco nada contra la derecha que se opone a la reforma ni contra los democratacristianos que ponen “palitos” a ésta.
¡Por algo será!

¿QUÉ DICEN LOS HECHOS?
En Santiago, el jueves 20 de noviembre de 2014, luego de 10 horas de deliberaciones entre el Colegio de Profesores de Chile y el Ministerio de Educación, se alcanzó un acuerdo que entrega respuesta a los cinco puntos de la Agenda Corta. Este documento fue firmado por la totalidad de los dirigentes del Directorio del Colegio de Profesores.
Esto significa que 32.203 profesores, que vivían con la zozobra de su  seguridad laboral, pues estaban a contrata por un año, logran la titularidad.
Además, se logra un bono de retiro de 21 millones 500 mil pesos, al que podrán optar los educadores voluntariamente.
Se conquista el descongelamiento del Ingreso Mínimo Docente, que tenía el valor de $ 12,246 la hora mensual y se reajusta con el IPC acumulado a $ 14.455. Esto está ya incorporado a la Ley Nº 20799 del sector público
Se acordó igualmente instalar dos mesas técnicas. Una para tratar el agobio laboral; otra para buscar una reparación para los profesores afectados por la Deuda Histórica.
Y esto último es trascendental. ¡Por primera vez se logra que un Gobierno reconozca el problema de deuda histórica!
Estos cinco puntos han sido y son  reivindicaciones muy sentidas por los profesores chilenos.

¿QUÉ QUIEREN LOS “DISIDENTES”?
Según sus declaraciones que la reforma educacional se haga ahora.  No quieren entender, o realmente no lo entienden, que la Reforma es un proceso. Que se avanza conquistando cada cambio cuantitativo para alcanzar el cambio cualitativo. Y esto en constante lucha contra la derecha y la DC.
Es lo que dicen. En realidad, lo que quiere conseguir un grupo de eternos derrotados en los procesos electorales del Magisterio, es alcanzar el poder en el Colegio, por medios nada democráticos. A través de una campaña contra el Presidente Jaime Gajardo y otros dirigentes, cargada de mentiras. Lo tratan de traidor al profesorado, de que está “apernado” en el cargo, al que llegó por ganar las elecciones establecidas en los Estatutos. Inventan lo de su sueldo fabuloso, sueldo fijado para todos los dirigentes del Colegio, en que el más alto equivale al del director de un liceo. 
Todos estos infundios  con gran resonancia en los medios de los grandes patrones y de los pequeños anticomunistas, unidos en esta sucia  campaña del terror.

¿QUÉ PUEDE OCURRIR?
No podrán destruir el Colegio de Profesores. Habrá que esperar las próximas elecciones para mantener o renovar la Directiva.
De seguir con sus acciones los “disidentes”, naturalmente se debilita la fuerza con que el Colegio puede participar en el proceso de la reforma.
Pero lo más grave, es que  si continúa la incorrecta intervención de parlamentarios de la DC en los problemas internos del profesorado, es que se produzca la división del gremio, anhelado objetivo de los grandes patrones y de los pequeños anticomunistas.
¿Quién pierde con ello? La reforma educacional.

¿CUÁL ES LA CUESTIÓN DE FONDO?
Estar con o contra la reforma educacional. Es natural, que no todos puedan estar de acuerdo ciento por ciento con la conducción que realiza Gajardo y el resto consecuente del Directorio.  No son moneditas de oro.
Pero esos directores representan a la mayoría del magisterio.  Y la minoría debe acatar a la mayoría.
Esa minoría  tiene el derecho a expresar sus opiniones. Pero tiene también el deber de aceptar lo que decide la mayoría. Así funciona la democracia.
La reforma educacional tiene poderosos enemigos:
los que intentan detener la rueda de la historia y los que negocian con la enseñanza.
Entonces, es imprescindible que la gente progresista apoye con fuerza  los cambios en la educación. Y los profesores deben jugar un rol decisivo.
Por eso se necesita de un gremio del magisterio, unido, fuerte  y empujando hacia adelante.

¡Todo quien debilite al Colegio de Profesores está trabajando contra la Reforma Educacional que Chile y su pueblo necesitan!