miércoles, 27 de marzo de 2013

La Danilo, en una Jornada Literaria.





La gratitud y la humildad, es parte de la Etica; pertenece a la Emulación Comunista.

Celula Danilo Gonzales.




La Danilo, en una Jornada Literaria.


Emulando en tiempos vivientes…

Un decilitro de agua, tres de azúcar y una cucharada de licor de naranja… la hago hervir entre Tongoy y los Vilos, hasta que quede  suave y cristalina.

Para comprobar su punto, saco un poco y lo dejo caer en chorrito, parece cobre fundido, el almíbar de mis cerros. Ese cobre y minerales que camuflaban y robaban los Gringos en Potrerillos. 

Pueblo minero, que ya no existe.

Mientras esas unidades se trasforman en otro nuevo elemento; separo yemas y claras de ocho huevos; dos sustancias que vienen juntos de tiempos inmemoriables…

Son musgo y piedra en celibato original…

Juntos o separados, tienen la cualidad de hacer cosas para la eternidad… conservar la pintura de un Aliro Delgado, por ejemplo; o pegar ladrillo tras ladrillo o piedra sobre piedra… para levantar una casa, para proteger y desarrollar la infancia, la alegría y la esperanza.

O simplemente matar el hambre.

Preparo una taza llena con harina fina, la entrevero con una cucharada con polvos para hornear. La dejo tranquila; me mira con sus ojos de trigo y sodio, me quiere hablar de su infancia en los trigales, la hago callar, yo se que me  va a hablar del socialismo, del proletariado, de la unidad y de la tierra.

“Me tiene hasta la tosura.”

Con una batidora eléctrica le doy como loco, a las claras de los huevos que van por magia, cambiando de forma. La clara va tomando cuerpo, otro cuerpo, que me pide con su voz de agua encarcelada, otros elementos para continuar los milagros…

Se me ocurre pensar en los tiempos pasados.  Mansa peguita estar batiendo a mano o dando vuelta una manivela; dependiendo no de la gallina, sino del Imperio y sus repartijas. 
El almíbar lo tengo a punto…

A lo “Joaquin Murieta”, mi mano derecha sostiene la batidora, la izquierda, la hoyita con el almíbar que chorrito a chorrito; más gotas que chorritos, se va en comunión con la clara. Cuando se ve parejito, meto el dedo y me lo chupo… le meto vino o no le meto: Mejor no le meto.

Con la misma procesión y presición, agarro con la mano izquierda, el plato con las yemas, que de una en una, van a ir desapareciendo en el mareaje producido por la batidora.

Levanto un “cacho” el aparatito, para que la mezcla respire.
Ya tenía el horno, por abajo, a 175 grados… Compruebo su temperatura…
Dejo a un lado la batidora y me armo con una cuchara de palo… Tiro la harina como en la Tirana y empiezo a revolver.

El huevo y sus amigos se trasformaron en una masa un tanto cremosa… agarro un molde ya embetunado en mantequilla y espolvoreado con harina, le pongo un papel metalico por debajo…”para que no me sobrepase la masa”… y al horno te fuiste milagro.

Pasados unos 35 minutos  habro el horno, Con un fideo lo atravieso. Si sale seco, estamos listos.

Sacamos del horno el milagro de la ronda de las cosas, productos de la tierra y de la civilización del hombre. Esperamos que se enfríe para dividirlo en dos, en tres.

Lo que sigue es relleno, cosa de las necesidades, gustos y alegrías.

Esto, no es solamente una receta de biscocho.

Es más bien, la grandiosidad de los seres humanos, que buscan, luchan, mueren, crean, viven para encontrar seres, objetos, que son el producto de lo maravilloso que es la dialéctica de la unidad.

Elementos que en su unión, se transforman, evolucionan, para el bienestar propio y de la humanidad.

La curiosidad, la tolerancia, la fuerza, la organización, la humildad, la pobreza, el hambre, la injusticia y la justicia, la moral y la etica, los errores y las victorias, las derrotas, el empezar de nuevo, la clase, son entre otros; los elementos, factores, que han permitido, no solamente hacer biscochos, sino tambien hicieron nuestra casa.

Cada una de las cualidades que tienen los ingredientes del biscocho, las tiene tambien el hogar al  cual pertenecemos...No es el elemento en si, sino su esencia…

El huevo, huevo queda, si no se aplican y transforman sus virtudes.

El huevo podrido es más hediondo que el arenque sueco.

Con el permiso de Ustedes, los “muchachos” de la Danilo Gonzalez. Queremos agradecer a unos viejos nuestros, que tienen las virtudes de la tierra.

Lo que hace posible hacer un viscocho.

Tienen sus particularidades que les dio la clase y el intelecto.

Representan en su ser y quehacer, la lucha de hoy y de toda la vida, del partido…Vienen junto a él, hace  muchos, muchos años atrás.

Han pasado de todo.

Desde andar enamorados, “lachos y bailaores”, hasta estar presos, casi muertos de dolor e insertidumbres; uno de ellos, en Septiembre de 1973, incrusto lagrimoso, la bandera de existencia del Partido, en este pais de sombras verdes y blancas.

Otro, en prision, parecia Betarraga. Otro cabiszbajo, pero su sabiduaria estaban como cuerdas de violin…  aprendiendo.

Otro, tenia la virtud del “colapi”…unia, pegaba, fabricaba clase en los obreros…Como  volantin, conquistaba las cimas de sus cerros.

Desgraciadamente no podemos duplicarlos… no funciona así la vida.

Ellos, se entrelazan en armonía y a veces en tempestad: La intelectualidad y el obrero, el organizador de partido, el proletario, el hacedor de sindicatos, el vigilante, el hombre de los fierros.

El más jovencito, a los 17 años, lo mandaron a Rusia, a tirarse en paracaídas, viene haciendo biscochos desde el año 1943… Jaime gato Rodriguez su nombre.

German Perotti, arquitecto de ideas y de caminos de trenes. Ha sido en Suecia, en las altas esferas politicas y sociales, el rostro del Partido de Volodia, de Corvalan; viene en harina desde el 1935.

Olegario Garcia: aglutinador de obreros, albañiles, es el hombre que levanta la pala, el compas y las banderas; es hombre de sindicato, trasciende a Recabarren; desde 1933 que anda con la yema.

Y el hombre, que me amarra entre cerros, de piedra y mar… El guardián de nuestra alma e identidad de clase… Amigo del mar y de pirquineros…

Él hizo madurar las espigas para sostener la echona y el martillo… José Duran, su nombre…viene haciendo viscochos desde 1927…

No seré yo y mis camaradas, guaguas, que recien andan gateando.
Jaime, German, Olegario, José; muchas gracias por pagar las cotizaciones y estar en el quehacer de combates.

Alejandro Fischer Alquinta.
2013-03-15