Comandante
Se Sienten
los ojos rojos, azules, amarillos: Lagrimas Kafkianas que no quieren escapar…
Se esconden, en cuencas dolidas; no quieren saber, conocer, sentir; son
lagrimas inocente, gigantes.
Tantos como
millones, enemigos del Imperio, pocos comandantes han tenido. Salieron del
útero de la historia en tiempos justos de levantar rebeldes las banderas.
Nacieron entre los yuyos y el trigo; entre la sal y el tabaco, el vino, la
humildad, la solidaridad, la alegría.
Somos
construidos para ser hambrientos, ilógicos, ansiosos de locomotoras. Contaminados de termitas invisibles, en el
intelecto esposado, amordazado, hacemos caminos rebeldes.
Poquitos
comandantes hemos tenido… La mayoría son hijos de la sierra Maestra.
Otros de
tiempos Rodriguistas…De la Hoz y el Martillo, de Julieta Campusano.
Las lágrimas
Kafkianas, despertando huérfano, se vinieron en torrente de presa violentada…
En nuestra casa llovía la soledad.
Grito
angustiado, muerto interrogante y de esperanzas…:
!Gracias
Venezuela, pueblo hermano, gracias por darnos para siempre tu Comandante
inmortal!
Quiera el
Dios de los Colorados, que permita en su yunque de granadas, en la tierra del
Sur de América, cada habitante sea un Comandante.
Nosotros,
viajeros; inquilinos de este país hacedor de nieve; en tu honor, seguiremos
levantando los tijerales de la Casa de Victor Jara…
Desde ella,
te saludamos Comandante Hugo Chavez.
Prometemos
seguir tus enseñanzas.
Partido
Comunista de Chile
Coordinador
Suecia.
2013-03-07