Ayer 28 de agosto, se cumplierón 141 años del natalicio del sabio comunista Alejandro Lipschutz.
Lo recordaremos a través de las palabras escritas del Historiador Iván Ljubetic Vargas.
Boletín Rojo
En su 141 natalicio:
Iván
Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
Nació en Riga, capital de Letonia, el 28 de agosto de 1883. Científico, médico, académico y filósofo chileno de origen letón.
Militante desde 1904 del Partido Obrero Social Demócrata Ruso, el Partido de Lenin, participó en la Revolución de 1905. La ofensiva reaccionaria que se desató a continuación, lo obligó a abandonar Rusia y a vivir como exiliado en Alemania, Austria y otros países europeos. En 1907 se tituló en Doctor en Medicina en la Universidad de Göttingen, Alemania. En 1908 fue contratado por la Universidad de Berlín, donde inició investigaciones sobre el sistema nervioso. Más tarde ejerció la docencia en la Universidad de Berna, Suiza.
Sus trabajos en el campo de la
fisiología le dieron pronto un prestigio internacional. Sobre esta especialidad escribió más de veinte libros. Su obra “¿Por
qué morimos?” alcanzó más de dieciséis ediciones en alemán y otros idiomas,
antes que abandonara Europa.
LLEGA A CHILE
En abril de 1926 llegó a Chile,
acompañado de su esposa Margarita Vogel, invitado por la Universidad de
Concepción para ejercer como profesor de Fisiología, especialidad recién
creada, en la Facultad de Medicina. Así se inició la relación entrañable que el
Profesor Lipschutz iba a mantener toda su vida con Chile, donde desplegó, a lo
largo de más de medio siglo, una portentosa labor científica en diversos
campos: fisiología, endocrinología, investigación sobre el cáncer,
antropología, investigaciones marxistas. En 1941 el Congreso Nacional le
entregó la nacionalidad chilena.
SU LABOR CIENTÍFICA
Pronto se transformó en decano de
la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción. Luego fundó el Instituto de Fisiología de la misma
Universidad y la Sociedad de Biología de Concepción, y dirigió el Boletín que
ésta publicaba.
En 1937 fundó el Instituto de
Medicina Experimental del Servicio Nacional de Salud, cuya dirección ejerció
hasta 1960. Después fue catedrático de la Universidad de Chile, donde creó la
cátedra de Fisiología También se dedicó
a la sicología. Hizo profundos estudios sobre las teorías de Freud y Pavlov. En
Buenos Aires se publicó su obra “Pavlov, Freud y Schweitzer, Tres médicos
contemporáneos”. Dedicó largos años a la antropología. Entre los libros que
escribió sobre esta materia, hay dos que son verdaderos hitos: “El problema
racial en la conquista de América y el mestizaje” e “Indoamericanismo y raza
india”. En ambos se encuentran fundamentales investigaciones sobre las
culturales indígenas y la destrucción que de ellas hicieron los civilizados
invasores europeos. En “Oriente y Occidente: del neolítico al siglo XX”, una de
sus últimas obras, entregó valiosa y desconocida información en que demostró
los avances de la cultura indigenista.
MILITANTE DEL PARTIDO COMUNISTA DE
CHILE
El domingo 8 de julio de 1945, en un teatro Caupolicán que se hizo estrecho para contener a los asistentes, tuvo lugar un acto político, con el cual se clausuró la XVI sesión plenaria del Comité Central del Partido Comunista de Chile. Como telón de fondo en el proscenio, un enorme retrato de Luis Emilio Recabarren, el fundador, con la consigna “Por la grandeza de Chile”. Abrió el mitin el diputado Carlos Rosales. Se cantó la canción nacional. Hizo uso de la palabra el diputado y dirigente del Magisterio César Godoy Urrutia. Luego se vivió un momento de honda emoción. Ingresaron al Partido una serie de personalidades. Fueron saludados con un discurso por Galo González. Entre los que recibieron su carné de militante e hicieron la solemne promesa, están el sabio Alejandro Lipschutz, el poeta Pablo Neruda; el director de la Orquesta Sinfónica de Chile, Armando Carvajal, la soprano Blanca Hauser, la poeta Olga Acevedo, el poeta Juvencio Valle; el director del Teatro de la Universidad de Chile, Pedro de la Barra; el escritor Nicomedes Guzmán, la maestra María Marchant y varios destacados dirigentes sindicales. Hablaron Alejandro Lipschutz y Pablo Neruda.
Ricardo Fonseca pronunció el
discurso de resumen del Pleno y dio cuenta de sus principales resoluciones. La
Internacional, cantada a todo pulmón, puso fin a esa gloriosa jornada.
“EL HOMBRE MÁS IMPORTANTE DE MI PAÍS”
En 1963, cuando Alejandro
Lipschutz cumplió 80 años de edad, Pablo Neruda escribió: “El hombre más
importante de mi país vive en una vieja casa que enfrenta la gran Cordillera.
Desde el fondo de su jardín suele sentarse a contemplar los inmensos muros de piedra
nevada que nos aíslan, haciéndonos daño, y nos preservan, haciéndonos bien. Se
ve muy frágil mi amigo, con la mirada puesta en la colosal blancura, su cabeza
y su barba parecen un pequeño pétalo caído desde la magnitud de la nieve... “El
hombre más importante de mi país en estos años en que escribo es don Alejandro
Lipschutz, vecino de Los Guindos, suburbio de Santiago. En estos días cumple
ochenta años de vida, y me siento orgulloso de dejar aquí este débil retrato
escrito de un alma ardiente, de un sabio verdadero. Mi orgullo es, además,
decir aquí que casi nunca nos vemos desde que yo me vine a vivir a Isla Negra,
seguimos siendo los sencillos amigos que se intercambian de casa a casa
hallazgos nuevos, flores y poesía”.
“EL MÁS UNIVERSAL DE LOS CHILENOS”
Pablo Neruda agrega más adelante:
"Es el gran iluminador
marxista de regiones oscurecidas de nuestra historia, oscurecidas por la
charlatanería sin sustancia o por la interesada vileza. Por lo tanto, sus
palabras despiertan, como las revelaciones poéticas, la contraola del furor, la
estéril espuma reaccionaria. Sobre esos oleajes del pasado, nuestro
inextinguible amigo trabaja a plena conciencia dándonos tanta luz que aun somos
incapaces de medirla. El hombre más importante de Chile no mandó nunca
regimientos, ni ejerció nunca un Ministerio, no mandó sino que fue mandado en
una Universidad de provincia. Sin
embargo, para nuestra conciencia, es un General del pensamiento, un Ministro de
la creación nacional, el Rector de la Universidad del porvenir.
El más universal de los chilenos
nació lejos de estas tierras, de estas gentes, de estas cordilleras. Pero nos
ha enseñado más que millones de los que aquí nacieron; nos ha enseñado no sólo
ciencia universal, método sistemático, disciplina de la inteligencia, devoción
por la paz. Nos ha enseñado la verdad de nuestro origen, mostrándonos el camino
nacional de la conciencia. Y su sabiduría nos revela que la exactitud, la
plenitud y la pasión pueden convivir con la justicia y la alegría".
RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL
Numerosas universidades europeas, asiáticas y americanas lo designaron Doctor Honoris Causa. Recibió premios de categoría internacional, como el de la Academia de Ciencias de Nueva York, en 1944, el de la Casa de Las Américas, de La Habana, en 1974.
En nuestro país recibió en 1969 el
Premio Nacional de Ciencias. En 1972 fue investido como Académico Honorario del
Instituto de Chile.
LOS FASCISTAS SE ENSAÑAN CON EL SABIO
Después del 11 de septiembre de 1973 la soldadesca irrumpió en su hogar de la calle Hamburgo 366. Los esbirros de Pinochet mostraron su valor ante dos débiles ancianos. El sabio y su esposa contemplaron cómo los asaltantes vaciaban brutalmente los estantes, botando libros y objetos que se destruían al caer; cómo les robaban cosas.
En 1975 murió Margarita, su
esposa. Habiendo quedado solo y sin
recursos para vivir en condiciones normales,
fue llevado al Hogar Israelita de Ancianos, en Santiago. Allí falleció
el 10 de enero de 1980, el eminente sabio y militante comunista, Alejandro
Lipschutz, a la edad de 97 años.
EN EL CENTENARIO DE SU NACIMIENTO
En 1983, el escritor y periodista José Miguel Varas
publicó en ‘El Boletín Rojo’ un artículo titulado “El centenario de un sabio
comunista”, donde expresó: “El profesor Lipschutz nunca ocultó sus convicciones
y participó a lo largo de muchos años en la actividad del Partido Comunista.
Siempre acompañado por Margarita, su esposa, lo vimos participando en actos
públicos de diverso carácter, incluso durante la proscripción del Partido, bajo
el régimen de González Videla. En 1944, intervino en la fundación del Instituto
Chileno-Soviético de Cultura, a cuya actividad entregó un gran aporte”.