lunes, 2 de septiembre de 2024

Astronauta.

 


 

Comentario radial y escrito

 

 

 

  



Ay, Dios mío de los coloraos...Si hubiera sabido de los tiempos de hoy, habría obligado a mi carácter tozudo, a mi intelecto, a mi identidad, a mi capacidad cognitiva, a no ver la guitarra, a no cantar, a importarme un pito el color de la higuera o el corazón maldito, tampoco las zambas ni los tangos, menos los boleros.  

Debería haber aplicado todo mi potencial, mi curiosidad indomable a estudiar aperrado mis humanidades; sacarme por 6 años seguiditos, puros 7. 

 

No 6,5 o 6, no, puros 7. 

Haber ido a la Universidad, estudiar hartas matemáticas, leyes, medicina, física, biología, cosmología, astronomía. 

Haber corrido 6 km todos los días, no fumar ni chupar. 

Digo esto, no por plata, no, de ninguna manera, para nada. 

Quiero ser astronauta y tirármela al universo.

Ay dios mío de los coloraos. 

 

Nada es lo que parece, nada es lo que es, nada es lo que tocas, nada es lo que dices.

Quiero ser astronauta y tirármela al universo. 

Garabatean a Rusia; es la vieja del saco, es un peligro inhumano para el humano, por pajas, pueden infernar el planeta. 

Antes, le había tocado a la Ex Unión Soviética.

 

El nazismo alemán casi la mata, los Estados Unidos de Norte América, Europa, el Báltico, por no decir la OTAN, por los ladrillos de Berlín, la hicieron “huevo e pato”. Y a Rusia, republica madre, la tienen hoy enrejada y en vitrina. 

Sin embargo, para persignarse, los Estados Unidos de Norteamérica, es el único país en el mundo, que ha utilizado armas nucleares de destrucción masiva, y, además, lejos de su propia geografía.

 

Hiroshima y Nagasaki lo saben.  

¿Y Japón, lo sabe? 

No lo se. 

¿Lo sabe Europa?


Cachuo estoy. 

En una de esas, las practicas inmorales del poder se repiten y algunos, políticamente inmorales “agarran papa". 

Desgraciadamente, hoy, los átomos no saben de distancias ni de geografías. Pueden dar la vuelta al mundo en un parpadeo. 

Pregúntenle a Elon Musk. 

¡Quiero ser astronauta!

 

No quiero abandonar mi puesto de combate, esta lucha de clases esta muy complicada.  

No se sabe quién es tu amigo, el enemigo, altanero, se declara tu verdugo, te muestra su rencor, su odio. 

 

Considero que tengo derecho al pataleo.  

He dado humanamente todo, para aportar, aunque sea un manojo de yerba buena, al engranaje de un nuevo vivir.  

Y digo humanamente, porque tengo “yayas" que las llevo como respiro.  

Soy cojo, soy tuerto, soy terco, como padre, valgo un pucho. 

 

Pero ese pucho, se siente orgulloso de ser padre. 

Es complicado para mí, en nombre de la democracia, tener que contemplar, apretando dientes, puños y glúteos, esta humanidad en la que vivimos; mencionar los manipulados derechos humanos, esos derechos que tanto mienten y ceban, disfrazando de comodín los linderos para matar.  

Si, es complicado para mí, ver la monstruosidad de la pobreza que avanza imparable, protegida miserable, por las mismas victimas asalariadas.  

Esa pobreza, que no es otra cosa, que el residuo de la explotación del hombre por el hombre, ese hombre que cayó parado o en encomiendas. 

 

La pobreza, es un residuo que abriga llorando a 712 millones de personas en el mundo. 

Por cada 10 personas en el planeta, uno se duerme, si es que puede dormir, con un hambre que muerde. 

Ahogando así, inhumano, a los pueblos del mundo que viven enverados por la mentira y yugo. 

No, no quiero ser astronauta, ni tampoco bajarme del caballo, es mi conciencia de clase, mi identidad humana que me mandata a rescatar de alguna manera, la sonrisa infantil de la niñez de Gaza, están matando infancia, generaciones...

 

Y los poderosos dejan morir. Hijos de la Chingana que encadenan vida y esperanza.  

Y no es solo en Gaza, es, en todos esos parajes del mundo por donde existan recursos y caminos para atornillar hegemonía y regencia. 

Por eso quiero ser astronauta, ser bien leído, si no puedo mantener mis trincheras, agarrar una escoba y llevarme pal universo al unido proletariado.

 

! Estoy chalao! 

Pero no quiero ser cómplice de aquellas civilizaciones que han vivido siempre rapiñando, siempre despoblando. 

Los venidos de ultramar, se han enriquecido gracias a la muerte de los conquistados.

De allá viene esa cultura, tan de rapiña.

 

Estos tiempos de hoy, no es bonito vivir sabiendo, tu conciencia de clase, tu intelecto, no permite que te calles, te maldite si lo haces, te zarandea, te inventa.  

Mire usted, astronauta quería ser. 

Los viejos de hoy, como yo, en mi paisito flaco, empezábamos recién nuestra vida laboral y de oficio, cuando la oligarquía nacional e internacional, los Estados unidos de Norte América y del gran capital nos mató de cuajo la vida programada, peleada. 

 

Yo tengo recuerdos, mi memoria no es ciega ni muda. 

Saben ustedes de esto: 

«Ex gobierno marxista preparaba autogolpe». 


¡Aterradora información!  

Según la revelación, la administración de Salvador Allende habría fomentado un plan de asesinato masivo de militares, dirigentes políticos y periodistas de la oposición, sin olvidar a sus familias.  

El nombre en código era «plan Z». «Miles de implicados en siniestra operación»

El Mercurio, 11 de septiembre de 1973.

Si, yo tengo recuerdos, mi memoria no es ciega ni muda.

  

El jueves 29 de agosto escuchaba al representante permanente de Venezuela en las Naciones Unidas, Samuel Moncada, daba cuenta, ante la Asamblea Nacional, que vendría siendo el aparato legislativo de la nación, de las acusaciones de fraude de casi medio mundo, al triunfo electoral del Gobierno de Nicolas Maduro Moro.

 

En su intervención, demostró todo el andamiaje organizado por los Estados Unidos y la extrema derecha venezolana para impedir que Nicolas Maduro, ganara las elecciones, como también, el hacer, si las ganaba.


Para mí, fue vivir dos veces.  

Con cobardías más, otras menos, según el desarrollo y recursos de las tecnologías, las fechorías, los crímenes, no difieren mucho. 

Una cosa, es absolutamente diferente. 

 

El Ejército venezolano es parte del poder del pueblo. 

El asesinato del General Schneider por Patria y Libertad, organización de extrema derecha, fue por decir:  

Ahora vamos con todo.

 

Los paros y un aire triste callejero, de incertidumbres y amenaza nos sorprende con el asesinato del Edecán Naval del presidente Salvador Allende, Arturo Araya.

 

El caos social, la unidad de acción, de conducción se fue a las pailas. 

Los errores de los de casa y un todo perplejo, conjugo un círculo infernal.

Con la angustia del recuerdo, todo lo volví a vivir. 


Y me niego iracundo a decir, que, en 50 septiembres, la infamia ha terminado. 

Mirar para otro lado, me hace cómplice no solo por lo que acontece en la patria de Bolívar, sino, me hace olvidar cobarde la tragedia de la mujer afgana, del pueblo ucraniano, del ruso, me olvido de Haití, de Perú, no veo el oro que se roban en argentina. 

No sería malo, que lo exigido por el defensor y hermano del abogado imperial Luis Hermosilla, que se diera a conocer todo lo que había en ese teléfono confiscado, no, no sería malo. 

Contigo bolivariano. 

Yo quiero ser astronauta.

 

Alejandro Fischer Alquinta. 

20240831