Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
El historiador Hernán Ramírez
Necochea escribió:
“El fracaso electoral de
septiembre de 1970, colocó a la burguesía imperialista ya altamente
fascistizada frente a una realidad
nueva… No había otra alternativa que recurrir directamente al fascismo, por
cuanto era preciso recomponer integralmente la sociedad, las instituciones y
aún el espíritu de la gente a fin de destruir todos los factores que habían condicionado una evolución como la que
condujo al 4 de septiembre de 1970…
En suma, la dinámica de la
lucha de clases, junto con colocar a Chile en los comienzos de la ruta que
podía conducirlo al socialismo, lo
colocó también en los umbrales del fascismo”. (“Hernán Ramírez
Necochea: “El fascismo en
EL FASCISMO HIJO LEGÍTIMO DEL IMPERIALISMO
La sociedad capitalista es un
régimen en que existen dos clases antagónicas: la burguesía, dueña de los
medios de producción, y los trabajadores que, para poder subsistir, deben
vender su fuerza de trabajo a los poseedores de los medios de producción.
Como en toda sociedad dividida
en clases antagónicas, en el capitalismo existe un Estado, que es un
instrumento de dominación de la minoría (los capitalistas) sobre la mayoría
(los trabajadores).
En todo régimen con clases
antagónicas, existen las luchas de clases. A veces oculta, subterránea, otras
abierta. Para los trabajadores esta
lucha contra la burguesía tiene tres aspectos: lucha económica, lucha
ideológica y lucha política.
La burguesía ejerce su
dictadura sobre la mayoría de la población en la forma más sutil posible. La clase dominante cubre su dictadura con una
capa cosmética de democracia. Se celebran elecciones. Se realizan cambios siempre que no perjudican los intereses de la
burguesía. Cambios a lo gatopardo.
Pero cuando los trabajadores
llevan adelante la lucha económica, exigiendo reivindicaciones socioeconómicas,
como, por ejemplo, aumento de salarios,
y esas luchas adquieren fuerza,
entonces las clases dominantes convierten esas luchas económicas en conflictos
políticos. Intervienen los gobiernos burgueses a favor de los patrones, emplean
la violencia reaccionaria utilizando militares y policías. Masacran. Ello
ocurrió alrededor de 50 veces en el Chile del siglo XX.
Y cuando los trabajadores,
utilizando los mismos medios de la burguesía, logran ganar parte del poder, el
Ejecutivo, y desde ahí realizan cambios revolucionarios en dirección al
socialismo y, si a eso se agrega, un poderoso movimiento obrero, un Partido
Comunista con doscientos mil militantes, fuertes organizaciones sindicales,
trabajadores con firme conciencia de clase y con un irrestricto apoyo a su
gobierno, entonces la burguesía, que ve
peligrar su poder, lanza por la borda
todo el aparataje democrático, que ya no le sirve, y echa manos al fascismo, la
forma más violenta y cruel de sus métodos de dominación.
¿POR QUÉ EL IMPERIALISMO ECHÓ
MANO AL GOLPE FASCISTA EN CHILE EL 11 DE SEPTIEMBRE DE 1973?
El imperialismo y la reacción
criolla emplearon la forma más violenta
y cruel de golpe de estado, un golpe fascista. El violento asalto del gobierno;
la destrucción de toda forma de
democracia, el exterminio físico de los revolucionarios, comenzando por el
heroico compañero Presidente. Esto, con
el objetivo de paralizar por el terror
al pueblo. Un ejemplo concreto de ello fue el bombardeo de
El golpe fue la respuesta de
la burguesía más reaccionaria a los avances logrados por el movimiento obrero.
No fue sólo la “inspiración” de un grupo de milicos antipatriotas y traidores.
Fue la respuesta a los avances
alcanzados por un poderoso movimiento obrero, creado por Luis Emilio Recabarren
en la segunda década del siglo XX, cuya conquista más importante hasta ahora,
ha sido el Gobierno Popular.
Fue la respuesta
contrarrevolucionaria llevada a cabo por
parte de la burguesía chilena, de sus partidos, como el Partido Nacional
(los actuales UDI),
Fue su reacción ante la fuerza
que el ejemplo chileno ejercía en los pueblos del mundo y en especial de
América Latina.
Por eso se unieron en una
“santa alianza” Nixon, Kissinger,
El golpe del 11 de septiembre de 1973 fue un golpe
fascista.
Fascista por la violencia
física y sicológica que se empleó y, porque su objetivo no era reemplazar a un
gobierno por otro, sino cambiar de raíz el proyecto revolucionario y popular
impulsado por
Para lograrlo emplearon el
terrorismo de estado, perpetrando el genocidio del pueblo chileno. Primero
empleó la represión masiva, después creó
organismos para detener, torturar, hacer desaparecer y asesinar en forma selectiva. Entre estos estaban
Su objetivo era cambiar a Chile en todos sus aspectos. Y, desgraciadamente, en 17 años lo lograron.