martes, 24 de noviembre de 2020

LA BATALLA CONTRA LOS CHIRIBONOS

  

Hace 48 años:


                                                 Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                                 Centro de Extensión e Investigación

                                                 Luis Emilio Recabarren,  CEILER                      

 

 

Eduardo Frei Montalva    Sergio Molina Silva

 

Gobernaba Eduardo Frei Montalva. En 1967 se inició una marcada tendencia al estancamiento económico.  Señaló el fin de las posibilidades reformistas de movilización de la economía chilena, utilizadas en los primeros años de su gobierno.  Se entraba, de esta forma, a la segunda etapa de la administración democratacristiana.

 

AHORRO FORZOSO PARA LOS TRABAJADORES 

En octubre de 1967, siendo ministro de Hacienda Sergio Molina Silva, el Ejecutivo propuso un proyecto de reajuste de remuneraciones para 1968.  Este contenía una serie de medidas contra los intereses de los trabajadores.

Una de ellas era la creación de un Fondo de Ahorro Nacional, en base a aportes de obreros y empresarios.  Según la propuesta del gobierno, ese fondo debía ascender a 600 millones de escudos.  Se utilizaría para financiar un programa extraordinario de construcción de viviendas y para desarrollar una serie de proyectos de industrias como la petroquímica, automotriz, minería del cobre y de la celulosa.

A los trabajadores se les recortaría parte de sus reajustes, que sería ahorrada forzosamente.  El monto del reajuste alcanzaría al 20%.  Se les entregaría un 15% (la inflación en 1967 fue del 18.1%).  El 5% restante ingresaría al Fondo.

Por su lado, los empresarios deberían aportar otro 5% adicional al nombre del operario.

 

NO A LOS CHIRIBONOS

De esta manera, los obreros y empleados recibirían, según el plan de Sergio Molina, un 15% en dinero y un 10% en bonos.  El Fondo se completaría con otros impuestos canceladas por los patrones.

Desde el momento de su presentación, el movimiento sindical se opuso a la iniciativa.  Se le bautizó como el Proyecto de los “Chiribonos”.  Este término, creación popular, es la contracción de dos palabras: chirimoyo –que en lenguaje del pueblo significa cheque sin fondo- y bono.  Una gráfica forma de denunciar la estafa que se pretendía imponer a los trabajadores.

La CUT calificó este proyecto como abiertamente reaccionario, pues –además del ahorro forzoso- otorgaba un reajuste inferior al alza del costo de la vida, atentaba contra la previsión, rebajaba los impuestos que debían pagar los patrones y aumentaba los que cancelarían los consumidores. Y más encima, suprimía los derechos de negociación, de petición y de huelga.

Por otra parte, el Fondo de Ahorro Nacional, al que aportarían los más pobres, beneficiaría -en última instancia- a los más ricos, pues los proyectos industriales favorecerían a los empresarios.

 

MASACRE EN SANTIAGO 




La potente campaña de la CUT contra los chiribonos alcanzó un punto culminante con el paro nacional del 23 de noviembre de 1967.  Ese día, cientos de miles de trabajadores paralizaron sus labores.  En varios puntos del país tuvieron lugar actos públicos.  En algunas ciudades se descargó la represión policial.  En la capital la violencia fue brutal.  El saldo: 7 asesinados, muchos heridos a bala y 300 detenidos.

 

INSISTE EL GOBIERNO

A pesar del inmenso repudio expresado con el paro nacional, el Ejecutivo envió el 2 de diciembre el proyecto de reajustes para 1968 al Parlamento conteniendo tres elementos anti trabajadores: 

a)     La creación del Fondo de Ahorro Nacional, con el aporte obligatorio de todos los asalariados en un porcentaje del 5%;

b)    Reajuste de sueldos y salarios en 1968 en un 15%, muy inferior al 21.9% del alza del costo de la vida en 1967; y

c)     Prohibición de otorgar aumentos superiores al 15%.

 

LA LUCHA LOGRA MEJORAR REAJUSTES 

Los trabajadores intensificaron sus acciones.  El PC, PS, PR, PSP, P.  Socialdemócrata y varios senadores independientes anunciaron que rechazarían el proyecto.  Esto obligó al gobierno a retirarlo a fines de enero de 1968. 

Esta fue una derrota que los sectores populares y los asalariados le infligieron al Ejecutivo, lo que trajo como consecuencia la caída del ministro Sergio Molina, uno de los principales autores del proyecto. 

A través de firmes combates, varios a través de prolongadas huelgas, los asalariados obtuvieron reajustes muy superiores al 15% otorgado por el gobierno demócrata cristiano.  Algunos ejemplos: 

Mineros de Chuquicamata, el 46%; Mineros de Disputada Las Condes, el  31%; Trabajadores de Correos y Telégrafos, con su combativa huelga, entre el 36% y el 50%; Los Empleados de la Universidad de Chile, con 13 días de huelga, el 27%;  Funcionarios de la Salud, tras largo conflicto,  del 26% al 33%; Profesores, con una  huelga de 56 días, el 35%.