sábado, 28 de noviembre de 2020

A 73 AÑOS DE LA PUBLICACIÓN DE LA CARTA INTIMA DE PABLO NERUDA PARA MILLONES

 

Apareció el 27 de noviembre de 1947:



                                                     Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                                     Centro de Extensión e Investigación

                                                     Luis Emilio Recabarren,  CEILER

 

            


Pablo Neruda fue el Encargado de Propaganda de la candidatura presidencial del radical González Videla, quien triunfó en las elecciones del 4 de septiembre de 1946 y asumió la Presidencia el 3 de noviembre de 1946.

En su primer Gabinete participaron tres ministros comunistas. 

González Videla traicionó el Programa que había jurado cumplir. El 21 de octubre de 1947 comenzó la represión contra los comunistas. Fueron detenidos cientos de dirigentes y militantes. Los enviaron al campo de concentración de Pisagua y a otros lugares del país.

González Videla en septiembre de 1948 promulgó la “Ley Maldita”. 

Pablo Neruda – entonces senador de la República – jugó en esos tiempos de persecución el rol de vocero, la voz irreductible  de los comunistas. 

Relata Volodia Teitelboim en su libro ‘Neruda’ que, en las condiciones de la más severa clandestinidad, solía reunirse con el poeta,  “en una casa, por cuyas ventanas podía yo mirar hacia la plaza Pedro de Valdivia”.  En uno de esos encuentros – agrega – “supe que estaba preparando un documento político...  Lo concibió como un informe político hacia a la opinión pública internacional sobre la situación del país.  Por eso lo tituló originalmente ‘La crisis democrática de Chile es una advertencia dramática para nuestro continente’.  Aquí el poeta – añade Volodia Teitelboim – usa un lenguaje de franqueza total.  Piensa que Chile no será el único país de América que sufrirá los efectos de un plan que viene de afuera.  Subraya la presión extranjera.  Historia las relaciones entre el Partido Comunista y González Videla...”

Ante la imposibilidad de publicarlo en Chile – el único diario que se atrevería a hacerlo, ‘El Siglo’, está sometido a censura – lo envía a Venezuela con el título de “Carta íntima para ser leída por millones de hombres”. 

El 27 de noviembre de 1947 aparece en “El Nacional”, de Caracas, causando enorme expectación mundial.  En esta carta, Neruda escribe: 

“Me disponía a trenzar de nuevo el ritmo y el sonido de mi poesía, me preparaba a cantar de nuevo ensimismándome en la profundidad de mi tierra y en sus más profundas raíces, cuando el drama que os he revelado a grandes trazos comenzó a gravitar sobre todas las vidas chilenas.  Cuando la traición y estos dolores de mi pueblo me han llenado de angustia”.

 

En esa carta, Neruda denunciaba la traición del Presidente Gabriel González Videla. 

El 6 de abril de 1947 se llevaron a cabo elecciones municipales. El Partido Comunista surgió de ellas como la tercera fuerza política nacional. Esto inquietó al imperialismo estadounidense y a la reacción criolla, los que presionaron a González Videla para que sacara del gobierno a los comunistas y lanzara por la borda el programa jurado al pueblo. 

Los mineros del carbón, que habían presentado en agosto un pliego de peticiones a los patrones, al no recibir respuesta alguna, declararon una huelga legal a partir del 4 de octubre de 1947. El gobierno presentó ese movimiento reivindicativo como el inicio de un complot internacional comunista en contra suya. Desató una feroz represión contra los huelguistas, utilizando a las tres ramas de las fuerzas armadas y proclamando que esa es la primera batalla de la Tercera Guerra Mundial.

González Videla inició un juicio político contra el poeta. Este respondió pronunciando,  el 6 de enero de 1948 un valiente  discurso en el Senado, publicado con el título “Yo acuso”.

 

En esa intervención señaló Neruda: 

“Al acusarme de haber herido el prestigio de mi patria por haber publicado en el extranjero la verdad que en mi patria un régimen de facultades extraordinarias y de censura no me permite hacer saber, no me infiere una injuria a mí mismo sino a los más grandes hombres de la humanidad y a los padres de la patria”.

Neruda como Senador de la República.  Responde: “A mí no me desafuera nadie, sino el pueblo”. El 3 de febrero de 1948, la Corte Suprema acuerda el desafuero de Neruda.

Al día siguiente los tribunales ordenan su detención.  El poeta pasa a la clandestinidad.